Por fin cumplí una de mis muchas fantasías: ¡hacerlo con 2 hombres! Y además fue un día muy especial, era el día de mi cumpleaños, y no pude tener mejor regalo...
Resulta que esa noche salí de fiesta con los amigos para celebrarlo, y lo típico: beber, bailar, conocer gente, etc. El chico con el que suelo... (no es mi novio, es más bien un follamigo, un fijo-discontínuo o algo así) me presentó a un amigo suyo y nos llevamos muy bien en seguida...
Después de un rato en el que ya había bailado lo suficiente, cogí a mi chico y le dije de irnos a su piso a celebrarlo a nuestra manera, y es no opuso resistencia alguna. Cuando ya nos estábamos yendo, nos cruzamos con su amigo y nos quedamos hablando un rato mas entre bromas, una copita más ...y al final no recuerdo muy bien como fue pero acabamos los tres en el piso...
Una vez allí nos pusimos cómodos en el sofá, nos tomamos unas copitas más y fue entonces cuando ya estaba totalmente desinhibida, me animé y empecé a besar y acariciar a mi chico, mientras miraba al otro con picardía. Por un momento vi inseguro al otro chico, pero le hice un gesto para que acercara, ellos dos se miraron entre sí y se sonrieron. Así que me acerqué y él me cogió enseguida del cuello para besarme muy intensamente y tocarme las tetas que tanto me había mirado por encima de la ropa, mientras mi chico me empezaba a meter mano por encima del tanguita y me tocaba..... Era una situación extraña: los tres estábamos cachondísimos pero a la vez nos reíamos por no creernos lo que nos estaba pasando.
Yo ya me estaba empapada, así que me desprendí de los dos, y me saqué toda la ropa en un momento, quedando totalmente desnuda ante ellos. Los dos amigos volvieron a mirarse sonrientes y se lo bajaron todito, y pude ver 2 buenas pollas bien firmes y erectas ante mí. ¡Qué lujo y cuánto tiempo había deseado un momento así!
Los chicos estaban muy bien coordinados, parecía que ya lo habían antes. Me arrodillaron ante ellos, y yo ya sabia lo que me esperaba, tenia muchísima hambre, y tenia a 2 machos decididos a dármelo todo. Agarré con decisión las dos vergas que tenía para mí y empecé a lamerlas despacito, pero ellos estaban como locos y enseguida me cogieron del pelo y de la cabeza. Eso ya no era una mamada mía sino que eran ellos los que me follaban la boca: turnándose, primero uno y luego el otro... estaban muy juguetones: recibía pollazos en la cara, me pedían que sacara la lengua para golpearme con los falos en ella, y luego volver a follarme muy duro la boquita mientras el otro agarraba mi cabeza con fuerza.
La cosa ya estaba desatada. Yo estaba como loca, jamás había estado tan cachonda. Empujé a uno de ellos al sofá y me subí encima de él para cabalgarlo mientras el otro me continuaba follando la boca, por lo visto le encantaba mi garganta profunda, pocas se debían poder tragar ese pollón entero como lo hacía yo. Mientras tanto el chico al que cabalgaba (mi chico) humedecía mi ano, él sabia que me encantaba el anal, casi todas las semanas lo hacemos, y empezó a metérmelos fuerte por el culito, resbalando sin problemas...
Después cambiaron las tornas: el recién conocido se tumbó en el sofá y yo me puse encima suyo. A él le encantaba esa posición porque así no paraba de comerme la tetas, le maravillaban, y se le puso el rabo como un toro. Cuando introduje su pene mi coño ya estaba tan húmedo que resbaló hasta el fondo, mientras vi a mi chico que se preparaba para entrar en mi culo....y lo hizo: se monto encima de mí y me metió el pene a medias, para después meterla toda de golpe, hasta los huevos, mientras debajo el otro me follaba el mi coñito, subiendo y bajando las caderas cada vez más rápido.
No pude más y me corrí como una loca. Debí chillar mucho: me recorría una sensación intensísima, no me lo podía estar creyendo, dos hombres entrando en mi interior de la forma más deliciosa posible yo no podía parar de gozar como una perra y de jadear. Al parecer ellos tampoco se quedaban atrás, no paraban de embestirme con ganas, agarrándome y tirando de mi pelo, sobando mis tetas, y chupándolas, y de vez en cuando me agarraban bien del cuello para comerme la boca. Era consciente que ya tenía varios chupetones pero no me importaba nada....
Estuvimos así un buen rato hasta que ya uno de ellos (el amigo) no pudo más. Quería acabar en mi culito, así que se cambiaron los papeles y esta vez yo estaba boca arriba, mirando a mi chico follándome por mi chochito, mientras abajo estaba el otro ensartando mi culo ya ensanchadito. Los dos nenes gozaban del placer y se reían al mirarse... mientras yo sin duda estaba corriéndome ya por segunda vez y no paraba de chillar y chillar...
De repente ellos, ya bien sudorosos, se retiraron y me pusieron de rodillas. El amigo se empezó a masturbarse como un loco cerca de mi carita, a lo que yo saqué mi lengua y le lamía la puntita con vicio... en medio minuto no pudo mas y me echó toda la leche en la cara, un montón de leche que cubría toda mi cara! Mientras mi chico seguía tocándose, y esta vez me metió toda la verga en la boca y empezó a empujar fuerte hasta la base del pene, y así hasta que me echó toda la leche dentro de mi boca. Yo casi me ahogo pero él seguía empujando y chillaba como loco.
Nos relajamos, nos duchamos y el amigo se fue. Nos quedamos mi chico y yo hablando de aquella noche que sin duda fue la mas placentera y morbosa de mi vida. Espero que os haya gustado leerme tanto como a mi el compartir esta experiencia con vosotros.
Resulta que esa noche salí de fiesta con los amigos para celebrarlo, y lo típico: beber, bailar, conocer gente, etc. El chico con el que suelo... (no es mi novio, es más bien un follamigo, un fijo-discontínuo o algo así) me presentó a un amigo suyo y nos llevamos muy bien en seguida...
Después de un rato en el que ya había bailado lo suficiente, cogí a mi chico y le dije de irnos a su piso a celebrarlo a nuestra manera, y es no opuso resistencia alguna. Cuando ya nos estábamos yendo, nos cruzamos con su amigo y nos quedamos hablando un rato mas entre bromas, una copita más ...y al final no recuerdo muy bien como fue pero acabamos los tres en el piso...
Una vez allí nos pusimos cómodos en el sofá, nos tomamos unas copitas más y fue entonces cuando ya estaba totalmente desinhibida, me animé y empecé a besar y acariciar a mi chico, mientras miraba al otro con picardía. Por un momento vi inseguro al otro chico, pero le hice un gesto para que acercara, ellos dos se miraron entre sí y se sonrieron. Así que me acerqué y él me cogió enseguida del cuello para besarme muy intensamente y tocarme las tetas que tanto me había mirado por encima de la ropa, mientras mi chico me empezaba a meter mano por encima del tanguita y me tocaba..... Era una situación extraña: los tres estábamos cachondísimos pero a la vez nos reíamos por no creernos lo que nos estaba pasando.
Yo ya me estaba empapada, así que me desprendí de los dos, y me saqué toda la ropa en un momento, quedando totalmente desnuda ante ellos. Los dos amigos volvieron a mirarse sonrientes y se lo bajaron todito, y pude ver 2 buenas pollas bien firmes y erectas ante mí. ¡Qué lujo y cuánto tiempo había deseado un momento así!
Los chicos estaban muy bien coordinados, parecía que ya lo habían antes. Me arrodillaron ante ellos, y yo ya sabia lo que me esperaba, tenia muchísima hambre, y tenia a 2 machos decididos a dármelo todo. Agarré con decisión las dos vergas que tenía para mí y empecé a lamerlas despacito, pero ellos estaban como locos y enseguida me cogieron del pelo y de la cabeza. Eso ya no era una mamada mía sino que eran ellos los que me follaban la boca: turnándose, primero uno y luego el otro... estaban muy juguetones: recibía pollazos en la cara, me pedían que sacara la lengua para golpearme con los falos en ella, y luego volver a follarme muy duro la boquita mientras el otro agarraba mi cabeza con fuerza.
La cosa ya estaba desatada. Yo estaba como loca, jamás había estado tan cachonda. Empujé a uno de ellos al sofá y me subí encima de él para cabalgarlo mientras el otro me continuaba follando la boca, por lo visto le encantaba mi garganta profunda, pocas se debían poder tragar ese pollón entero como lo hacía yo. Mientras tanto el chico al que cabalgaba (mi chico) humedecía mi ano, él sabia que me encantaba el anal, casi todas las semanas lo hacemos, y empezó a metérmelos fuerte por el culito, resbalando sin problemas...
Después cambiaron las tornas: el recién conocido se tumbó en el sofá y yo me puse encima suyo. A él le encantaba esa posición porque así no paraba de comerme la tetas, le maravillaban, y se le puso el rabo como un toro. Cuando introduje su pene mi coño ya estaba tan húmedo que resbaló hasta el fondo, mientras vi a mi chico que se preparaba para entrar en mi culo....y lo hizo: se monto encima de mí y me metió el pene a medias, para después meterla toda de golpe, hasta los huevos, mientras debajo el otro me follaba el mi coñito, subiendo y bajando las caderas cada vez más rápido.
No pude más y me corrí como una loca. Debí chillar mucho: me recorría una sensación intensísima, no me lo podía estar creyendo, dos hombres entrando en mi interior de la forma más deliciosa posible yo no podía parar de gozar como una perra y de jadear. Al parecer ellos tampoco se quedaban atrás, no paraban de embestirme con ganas, agarrándome y tirando de mi pelo, sobando mis tetas, y chupándolas, y de vez en cuando me agarraban bien del cuello para comerme la boca. Era consciente que ya tenía varios chupetones pero no me importaba nada....
Estuvimos así un buen rato hasta que ya uno de ellos (el amigo) no pudo más. Quería acabar en mi culito, así que se cambiaron los papeles y esta vez yo estaba boca arriba, mirando a mi chico follándome por mi chochito, mientras abajo estaba el otro ensartando mi culo ya ensanchadito. Los dos nenes gozaban del placer y se reían al mirarse... mientras yo sin duda estaba corriéndome ya por segunda vez y no paraba de chillar y chillar...
De repente ellos, ya bien sudorosos, se retiraron y me pusieron de rodillas. El amigo se empezó a masturbarse como un loco cerca de mi carita, a lo que yo saqué mi lengua y le lamía la puntita con vicio... en medio minuto no pudo mas y me echó toda la leche en la cara, un montón de leche que cubría toda mi cara! Mientras mi chico seguía tocándose, y esta vez me metió toda la verga en la boca y empezó a empujar fuerte hasta la base del pene, y así hasta que me echó toda la leche dentro de mi boca. Yo casi me ahogo pero él seguía empujando y chillaba como loco.
Nos relajamos, nos duchamos y el amigo se fue. Nos quedamos mi chico y yo hablando de aquella noche que sin duda fue la mas placentera y morbosa de mi vida. Espero que os haya gustado leerme tanto como a mi el compartir esta experiencia con vosotros.
5 comentarios - El trio-By:Ireee69