Yo vivía en Chile desde hace varios años, en Zapallar una de los mejores lugares para pasar el rato y una zona bellísima de la 5ta Región de ese país
Yo estaba en la playa, relajado con una cerveza y ver el mundo pasar manso antes mis ojos. Mis anteojos oscuros escondían mis ojos, que estaban buscando en la playa los cuerpos femeninos. Hay muchas mujeres a mí alrededor, ya que era un viernes y un montón de mujeres a la espera de sus maridos de todas las edades fue en el show. Algunas viejas abuelas arrugadas, algunos jóvenes esposas jugando con sus hijos, un montón de chicas veinteañeras y más jóvenes también. Estaba el escenario maravilloso, al punto que me puse a tomar sol de costado para que no se vea el bulto de mi poronga en el short de baño.
Mientras lo hacía, escucho risas de chicas detrás de mí, parloteando y jugando bromas entre sí. No estoy seguro de si habían visto mi erección, pero ahora me sentía seguro de que permanecía oculto a la vista. Me puse boca abajo y que estaba apretando el choto entre mi toalla y en la arena, y con un poco de movimiento de la cadera que empecé a sentirme bien. Tenía que tener cuidado de no hacer movimientos bruscos y la arena apretaba la chota, pero la sensación me hacia sentir muy bien. Mientras a no más de tres metros de distancia, un pedazo de mina cuyas tetas estaba rebotando sensualmente a sus movimientos.
Era difícil saber todas sus edades - que eran más de diez y ocho años pero alguna parecía más joven - algunos pechos están muy bien formados pero la mayoría, según la belleza chilena, cubría todos los gustos. Y las entrepiernas de las bikinis daban algunas pistas -. Hay pelos largos que disimuladamente salían de su agarre, aunque muy ordenadamente en este jardín del Eden.
Bueno, traté de mantener un perfil bajo, no llamar la atención de que estaba simulando y me pajeaba con mi toalla mientras las observaba. Yo estaba caliente y después de un tiempo me las arreglé para conseguir mi poronga se ponga al borde y realmente empecé a chorrear esperma. Perfecto. Después de un tiempo me aparté cosas y puse mi polla en orden. Me fui a la playa, zambullí al agua helada para limpiarme la leche y me volví a mi apartamento.
No fue sino hasta unos días después de que, en el camino de vuelta a casa después de la playa, en el vestíbulo del parador donde vivía, vi a una de las chicas de la playa. Ella se veía muy diferente y mucho más madura que cuando ella estaba en la playa. La reconocí al instante, y pensé que no me había reconocido. Así que me metí en el ascensor con ella y pensé que sería el final de ese cruce. Sin embargo, cuando ella entró, y me dijo que me había visto en la playa y la risa era todo por mi erección. Ella me preguntó qué había hecho para ponerme al palo y me preguntó si pajearme con mi toalla había sido una manera decente de aliviar el estrés.
Bueno, me he quedado atrapado por las palabras, y realmente ¿cómo podría responder? El ascensor tardaba muchísimo en llegar a mi piso, y pensé que tan pronto como salga ese sería el final de la charla, estaba rojo de vergüenza. No es el caso – al salir conmigo y me dijo, de lleno que lo que ella esperaba de mí era ver a mi pija solo para asegurarse de que era tan grande como parecía en la playa. Si decía que no, contaría a los vecinos y a todos, lo que había pasado en la playa y, así, no habría todo tipo de cuestiones.
Así que nos fuimos por dentro a mi departamento y le pregunté cuántos años tenía. Ella me dijo que tenia realmente 23 años, pero a veces parecía más joven, a veces menos. Le dije que lo que íbamos a hacer no era lógico, pero ella me dijo que me callara, se quitó la pollera corta y una blusa. Allí estaba ella, desnuda, con unos senos pequeños pero hermosos y caída sus tanga de algodón entre sus piernas y en mi sala de estar. Su piel era de un hermoso color bronceado y las marcas de su blancura del bronceado con su bikini marcaban el contorno de su cuerpo en forma muy pronunciada. Pero, ¿y mi pija estaba dura al instante eran sus pequeñas tetas-hinchados pezones y unos pelos pubianos adorables?
Ella me dijo que me quitara toda mi ropa, cosa que hice, y luego se dio la vuelta para mirarla - mi pija apuntando a ella, moviéndose con mi pulso. Ella abrió la boca y me dijo que no había visto uno tan grande como la mía - así que le preguntó qué tipo de experiencia de antes tenía. Ella me dijo nada demasiado - una vez que se había masturbado a alguien pero nada más. Así que le pregunté lo que quería hacer, y me dijo que solo quería masturbación mutua. Yo podría masturbarme sobre ella, ella masturbarse mientras lo hice. No podía tocarla - pero si ella se sentía como la tocaba con mi mano o la boca se iba.
Difícil de rechazar, así que nos fuimos a mi habitación. Como un solo hombre, no había mucha pornografía por ahí y ella selecciona unas revistas con fotos de pijas muy duras. Como se acostó, me mostro un concha mirando muy dulce. Un poco de pelo estaba allí - como lo había espiado antes, pero lo sorprendente fue los labios vaginales carnosos que eran bastante largos. Le pregunté si le gustaba a masturbarse y ella dijo que le gusta tirar de sus labios separados y con su dedo frotarse el clítoris Encontró unas cuantas fotos de la revista y comenzó a pajearse No necesitaba una revista - Yo tenía mi propio show porno justo en frente de mí, y tengo que decir - que era difícil no tocar. Ella alternó entre su concha, tetas y lamiendo sus dedos empapados -. Me estaba volviendo salvaje, de repente se detuvo y en un movimiento rápido ofreció sus dedos que apenas habían estado en su coño a la boca, y la otra mano empezó a jugar con mi pija. Dios mío, estaba buenísimo y su movimiento de la mano era simplemente increíble. Le dije que no tomaría mucho tiempo y ella me dijo que no me preocupe - le apretó el ritmo y por unos momentos pensé que no podía ser mejor. Entonces, sin previo aviso se detuvo y con apenas sus labios, los puso sobre mi pija. Yo acabe de inmediato. Se tragó mi leche - ella sólo uso su boca para que acabe en su boca y todo mi esperma salió directamente hacia ahí.
Era, a ese momento de mi vida, la experiencia sexual más emocionante que he tenido. Ella dijo gracias, nos vestimos y dijo que tenía que ir a su casa - sus padres se preguntan dónde estaba. Pero ella dijo que si alguna vez quería que volvería - ella decidiría -
Yo estaba en la playa, relajado con una cerveza y ver el mundo pasar manso antes mis ojos. Mis anteojos oscuros escondían mis ojos, que estaban buscando en la playa los cuerpos femeninos. Hay muchas mujeres a mí alrededor, ya que era un viernes y un montón de mujeres a la espera de sus maridos de todas las edades fue en el show. Algunas viejas abuelas arrugadas, algunos jóvenes esposas jugando con sus hijos, un montón de chicas veinteañeras y más jóvenes también. Estaba el escenario maravilloso, al punto que me puse a tomar sol de costado para que no se vea el bulto de mi poronga en el short de baño.
Mientras lo hacía, escucho risas de chicas detrás de mí, parloteando y jugando bromas entre sí. No estoy seguro de si habían visto mi erección, pero ahora me sentía seguro de que permanecía oculto a la vista. Me puse boca abajo y que estaba apretando el choto entre mi toalla y en la arena, y con un poco de movimiento de la cadera que empecé a sentirme bien. Tenía que tener cuidado de no hacer movimientos bruscos y la arena apretaba la chota, pero la sensación me hacia sentir muy bien. Mientras a no más de tres metros de distancia, un pedazo de mina cuyas tetas estaba rebotando sensualmente a sus movimientos.
Era difícil saber todas sus edades - que eran más de diez y ocho años pero alguna parecía más joven - algunos pechos están muy bien formados pero la mayoría, según la belleza chilena, cubría todos los gustos. Y las entrepiernas de las bikinis daban algunas pistas -. Hay pelos largos que disimuladamente salían de su agarre, aunque muy ordenadamente en este jardín del Eden.
Bueno, traté de mantener un perfil bajo, no llamar la atención de que estaba simulando y me pajeaba con mi toalla mientras las observaba. Yo estaba caliente y después de un tiempo me las arreglé para conseguir mi poronga se ponga al borde y realmente empecé a chorrear esperma. Perfecto. Después de un tiempo me aparté cosas y puse mi polla en orden. Me fui a la playa, zambullí al agua helada para limpiarme la leche y me volví a mi apartamento.
No fue sino hasta unos días después de que, en el camino de vuelta a casa después de la playa, en el vestíbulo del parador donde vivía, vi a una de las chicas de la playa. Ella se veía muy diferente y mucho más madura que cuando ella estaba en la playa. La reconocí al instante, y pensé que no me había reconocido. Así que me metí en el ascensor con ella y pensé que sería el final de ese cruce. Sin embargo, cuando ella entró, y me dijo que me había visto en la playa y la risa era todo por mi erección. Ella me preguntó qué había hecho para ponerme al palo y me preguntó si pajearme con mi toalla había sido una manera decente de aliviar el estrés.
Bueno, me he quedado atrapado por las palabras, y realmente ¿cómo podría responder? El ascensor tardaba muchísimo en llegar a mi piso, y pensé que tan pronto como salga ese sería el final de la charla, estaba rojo de vergüenza. No es el caso – al salir conmigo y me dijo, de lleno que lo que ella esperaba de mí era ver a mi pija solo para asegurarse de que era tan grande como parecía en la playa. Si decía que no, contaría a los vecinos y a todos, lo que había pasado en la playa y, así, no habría todo tipo de cuestiones.
Así que nos fuimos por dentro a mi departamento y le pregunté cuántos años tenía. Ella me dijo que tenia realmente 23 años, pero a veces parecía más joven, a veces menos. Le dije que lo que íbamos a hacer no era lógico, pero ella me dijo que me callara, se quitó la pollera corta y una blusa. Allí estaba ella, desnuda, con unos senos pequeños pero hermosos y caída sus tanga de algodón entre sus piernas y en mi sala de estar. Su piel era de un hermoso color bronceado y las marcas de su blancura del bronceado con su bikini marcaban el contorno de su cuerpo en forma muy pronunciada. Pero, ¿y mi pija estaba dura al instante eran sus pequeñas tetas-hinchados pezones y unos pelos pubianos adorables?
Ella me dijo que me quitara toda mi ropa, cosa que hice, y luego se dio la vuelta para mirarla - mi pija apuntando a ella, moviéndose con mi pulso. Ella abrió la boca y me dijo que no había visto uno tan grande como la mía - así que le preguntó qué tipo de experiencia de antes tenía. Ella me dijo nada demasiado - una vez que se había masturbado a alguien pero nada más. Así que le pregunté lo que quería hacer, y me dijo que solo quería masturbación mutua. Yo podría masturbarme sobre ella, ella masturbarse mientras lo hice. No podía tocarla - pero si ella se sentía como la tocaba con mi mano o la boca se iba.
Difícil de rechazar, así que nos fuimos a mi habitación. Como un solo hombre, no había mucha pornografía por ahí y ella selecciona unas revistas con fotos de pijas muy duras. Como se acostó, me mostro un concha mirando muy dulce. Un poco de pelo estaba allí - como lo había espiado antes, pero lo sorprendente fue los labios vaginales carnosos que eran bastante largos. Le pregunté si le gustaba a masturbarse y ella dijo que le gusta tirar de sus labios separados y con su dedo frotarse el clítoris Encontró unas cuantas fotos de la revista y comenzó a pajearse No necesitaba una revista - Yo tenía mi propio show porno justo en frente de mí, y tengo que decir - que era difícil no tocar. Ella alternó entre su concha, tetas y lamiendo sus dedos empapados -. Me estaba volviendo salvaje, de repente se detuvo y en un movimiento rápido ofreció sus dedos que apenas habían estado en su coño a la boca, y la otra mano empezó a jugar con mi pija. Dios mío, estaba buenísimo y su movimiento de la mano era simplemente increíble. Le dije que no tomaría mucho tiempo y ella me dijo que no me preocupe - le apretó el ritmo y por unos momentos pensé que no podía ser mejor. Entonces, sin previo aviso se detuvo y con apenas sus labios, los puso sobre mi pija. Yo acabe de inmediato. Se tragó mi leche - ella sólo uso su boca para que acabe en su boca y todo mi esperma salió directamente hacia ahí.
Era, a ese momento de mi vida, la experiencia sexual más emocionante que he tenido. Ella dijo gracias, nos vestimos y dijo que tenía que ir a su casa - sus padres se preguntan dónde estaba. Pero ella dijo que si alguna vez quería que volvería - ella decidiría -
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