Este es mi primer aporte en esta sección. Espero que sea de su agrado mi narración. Esto me paso hace algunos años. Si les late después pondré más historias. Un saludo.
Hace algunos años tomamos la rutina, mis amigos y yo, de visitar todos los fines de semana los tables. Sobre todo los viernes en la noche saliendo de la escuela o de la oficina.
En esos años solamente dos de mis amigos no tenían novia por lo que ellos eran los que organizaban por completo y solamente nos avisaban en donde y a qué hora era la cita. La rutina era muy buena y recuerdo que mi novia de ese entonces llegó a creerse que todos los viernes en la noche estaba muy cansado y me iba a dormir temprano… Pues la noche en cuestión solo llegamos cuatro (contándome a mí) ya los demás estaban en final de semestre y se quedaron a estudiar o a hacer trabajos finales y eso nos bajó un poco el ánimo. Finalmente decidimos ir a pesar de ser pocos.
Llegamos al table y era quincena por lo que el lugar estaba a reventar, pedimos una mesa de pista y el mesero nos dijo que no tenía, solamente tenía unos sillones que están como a tres metros de la pista.
Le pedimos una botella y nos dijo que en cuanto se desocupara una de pista nos la daría… cuando nos llevó hacia la mesa vi frente a mí una mujer que me encanto. Media aproximadamente 1.70 (sin tacones) por lo que con los zapatos que traía se veía enorme; yo mido 1.87 y cuando la vi me quedaba más o menos a mí estatura; con unos ojos enormes, nariz pequeña, boca grande carnosa, delgada con el abdomen marcado, un trasero redondo y paradito, lo único que no tenía tan bien era los pechos pues eran pequeños pero bonitos con pezón rosita.
Vestía una microfalda (table al fin) blanca que dejaba ver el triangulito de su tanga blanca con encaje y en la parte de arriba un top pegadito transparente que dejaba ver por completo lo que tenía. Cuando nos vimos de frente sentí ese click, como si me hubieran pegado con un martillo en la cabeza, ella clavo su miraba en mis ojos y camino sin dejar de verme. Uno de mis amigos se dio cuenta de la acción y me dijo “no mames, está bien la chava, vas cabrón, se ve que le latiste un chingo”… pensé lo mismo que él pero decidí llevármela leve.
Generalmente cuando llegábamos a estos lugares teníamos la rutina de checar que era lo mejor del lugar, dejábamos que otros tipos en otras mesas le compren tragos o paguen privados y ya llegada la madrugada las empezábamos a jalar sin comprarles nada o gastando muy poco. Casi todos mis amigos y yo jugábamos futbol americano por lo que casi nunca nos dicen nada los que las empedan, nos ven y simplemente se dan la vuelta.
Regresando a la noche que cuento, seguimos la rutina y empezamos a beber y yo veía a lo lejos a la mujer que me había impactado. Como a la media hora de que llegamos un amigo sentó a una chava en la mesa y empezó a echar desmadre con ella. Le pregunte por la flaca que me había latido y me dijo “uhhhh pues no andas perdido pero hay un pequeño problema, esa vieja tiene de cliente un comandante de la judicial y no tarda en llegar, así que si mejor ni la veas porque el cabrón es bien celoso y dice que ella es su muñequita” … “valió madre la misión” pensé, solamente me va a quedar verla. La chava que se sentó mi amigo tenía razón, como a los 10 minutos llegaron como 7 cabrones mal encarados todos, con pinta de judiciales y les dieron una mesa en un como VIP que tiene el lugar. No pasó ni un minuto cuando los meseros comenzaron a llevarles las mejores viejas del lugar a estos tipos.
Esta noche no me tocaba ganar con ella así que el comenzamos a beber y nos terminamos el primer frasco, pedimos otro y ya era tarde, la gente se comenzó a ir y la viejas nos comenzaron a caer poco a poco. Los judiciales no daban señal de irse. La chava que me había latido ni siquiera se había parado a bailar y la tenía bien pegadita el “comandante”.
Ya medio servidon me paré al baño que esta al fondo del lugar, del lado izquierdo es el baño de hombres y del derecho el de mujeres, como a un metro y medio a la derecha de el de las mujeres está la puerta de los vestidores de las viejas y hay un cabrón que parece gorila cuidando la entrada. Entre al baño y cuando salí vi de frente a mi flaca, me agarró la mano y me jaló hacia el baño de mujeres.
En ese momento no pensé nada y deje que me jalara… entramos al baño (que por cierto no tienen puertas) y me recargo en la pared. Me dijo “mi amor, me encantaste y sé que yo también te gusté… ahorita estoy trabajando y los tipos con los que estoy son peligrosos (en ese momento me cayó el veinte y dije… “ya valí madre”) el domingo descanso, te doy mi teléfono, me hablas y nos vemos” le dije “no traigo en donde anotar (el celular no lo dejaban pasar por las cámaras así que los dejábamos en el carro) como le hacemos, y además si nos vemos qué onda… como para qué?” y se empezó a reír.
Me dijo como para esto, y me empezó a besar (cuando la empecé a besar me di cuenta que tenía un piercing en la lengua, súper cachonda) “al rato te mando el teléfono con una de las chavas. Pero me hablas después del medio día eh, antes estoy dormida”. Fue lo último que me dijo y se fue casi casi corriendo.
Me quedé parado en el baño y salí como zombie, me encontré a uno de mis amigos de frente y me dijo “uhhh sospechaba que te sentabas para orinar pero ahora lo confirmo jajajaja” y le dije “no mames, me acaba de pasar algo bien cagado” Le conté y me dijo “pues aguas cabrón, si está con esos cabrones en su mesa, no vaya a ser un cuatro y te quieran chingar” No lo había pensado.
Regresamos a la mesa y seguimos bebiendo, en el momento solo le conté al amigo que me vio saliendo del baño para que los demás no se portaran de manera extraña. Me senté de modo que no podía ver a mi flaca (para no seguir tentándome) y poco a poco llegaron y se fueron varias mujeres; yo estaba ansioso por que llegara una y me dijera “toma”; pasó cerca de una hora y llegó el momento. Se acercó una de las chavas que estaba con ella en la mesa de los judiciales. Se sentó en mis piernas y me dijo al oído “te voy a poner el número en la bolsa de la chamarra papi, pero te va a costar que me invites un trago” dije “ni pedo” “¿Qué tomas?” “torres” contesto, y así fue, pedí su copa y estuvo un rato conmigo en la mesa, tenía más o menos buen culito pero francamente yo lo que quería era el número y la vieja esta me valió madre. Tardó como 10 minutos y se terminó su copa, se levantó y se largó.
Me paré en chinga al baño, entre y revisé el papel que me puso en la bolsa de la chamarra. Decía: “el domingo no te me escapas” el número y un beso marcado con labial. Como media hora después salimos del lugar y de camino a casa les conté a mis amigos. Dos dijeron que no le entrará y uno (que es con el que mejor me llevo) que me aventara pero con cuidado.
En esas estaba cuando me acordé que ese día tenía compromiso en casa de mi novia “madres, de algún modo me tengo que zafar” pensé. Llegué a mi casa y guarde muy bien el papel.
A la mañana siguiente llego mi novia a la casa y estuvimos en mi cuarto, en ese momento ni me dieron ganas de tirármela pues tenía en la mente a la nueva carne. Estuvimos viendo películas y el día se me hizo eterno. Cerca de las 11 de la noche me dijo que ya se quería ir, que la llevara a su casa y así fue. Ya estando en el carro afuera de su casa le dije “oye gorda, Rubén (uno de mis mejores amigos) me pidió el paro de acompañarlo mañana a vender su carro, yo sé que ya tenía el compromiso en tu casa pero este wey nunca me pide nada y se me hace mala onda batearlo, como ves?” “mmm la neta mejor dime que te caga mi familia” “no inventes, si tu familia me cae poca madre, en serio no es eso” “pues haz lo que quieras, como siempre”, se bajó del carro, azotó la puerta del coche y se metió en chinga. Ya estuvo, pensé.
Le hable a mi amigo y le dije ”un paro brother”, le conté el plan y me dijo: “mañana me largo todo el día a Pachuca con el cel apagado por si me llama tu vieja”. En la mañana del domingo me fui de compras. Condones, cigarros, una botellita de ginebra con sus jugos (para embriagar mujeres nada como la ginebra) y uno de torres x por si la flaca le pega al brandy; todo a la cajuela del coche. Le marqué a las 12:15 y me contesto al segundo timbre “aló” “hola, esperé a que pasara el medio día para marcarte pero no aguanto las ganas de verte” le dije, “quien habla?” “no mames” pensé, “jajaja, yo ya estaba esperando tu llamada, pensé que no lo ibas a hacer” me dio la dirección de su casa.
Llegué y eran unos departamentos, toqué el timbre y salió como en 5 minutos. Cuando la vi me quede con la boca abierta, traía un pantalón de mezclilla a la cadera que le hacía ver un culo imponentemente redondito, una blusa negra pegadita de tirantes y una chamarra en la mano, traía el cabello agarrado con una dona y lentes obscuros. Cerró la puerta con llave, dio la vuelta y me besó como pocas veces me habían besado. Me soltó, le dije “que hacemos mi amor” y me dijo “lo que tú quieras nene” La tomé de la mano y me la lleve caminando en chinga al carro. Le abrí la puerta y revisé que nadie nos viera. Me subí y salí manejando como taxista con prisa, iba espejeando esperando que nadie nos siguiera porque la calentura es mucha pero aun así tenía miedo de que me asaltarán o un Express no sé. Todo el camino nos fuimos callados.
Llegué al motel que llevo a las pompis no oficiales (free) en el que ya me conocen, me dijeron en cual meterme y cerré la puerta. Llego un tipo que pasa en bicicleta a cobrar y tocó la puerta “que pasó joven, que le vamos a traer” “unos hielitos y unos vasos” “va, ahorita los traigo” regresó con mi encargo y le pagué. “Ya sabe joven, para usted es tiempo libre pero no se olvide de reportarse con el personal” “no hay bronca, ya sabes qué onda conmigo” le di un billete de 100 para él y se fue feliz. En eso volteé al coche y ya se había bajado la flaca. Fui a la cajuela y saqué lo que había comprado junto con mi kit de supervivencia para cualquier hotel de paso (una maleta con jabón, huaraches, gel, loción, boxers y algunas otras cosas).
Cuando entre al cuarto, estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas y me dijo “que tanto traes?” “unas cuantas cosas para pasarla bien” “ah sí?, a mí no me tienes que emborrachar mi amor, yo voy a hacer lo que tú quieras, esta tarde soy tuya” En ese momento se me paró a mil y le dije “ah sí” me abrí el cierre del pantalón y me la saqué, así como estaba sentada en la orilla de la cama me acerque y se la puse en la boca. Saco la lengua y me dio una lamida desde las bolas hasta la punta y me la empezó a chupar mientras con una de las manos me la iba jalando de vez en cuando. Cuando ya llevaba un rato chupándola me dijo, cuando vayas a terminar me dices. Sentí que iba a terminar, le dije “ya mi amor” me la empezó a jalar con la mano rápido mientras con la boca rodeo mi cabeza y la estaba succionando. Cuando termine, apretó súper fuerte con las manos el tronco y se tragó toda la leche que saqué.
Se levantó y me dijo, “espérame un segundo” Se metió al baño yo supongo que a lavarse al boca y salió con una sonrisa, “y ahora” En ese momento me detuve un segundo a pensar en todo el pedo que me estaba aventando como para que me echara un palo común y corriente… ni madres, pensé. Me acerqué a ella y le di un beso que nada más de acordarme se me eriza la piel, la tomé de la cintura y la cargué, ella me abrazó con las piernas y la llevé hasta la cama. La recosté y seguí besándola.
Me levante y me quite la camisa de un jalón, me quite el pantalón y el boxer mientras ella en la cama me veía mordiéndose la uña del dedo índice. Tenía esa mirada que te hace ponerte a mil en un segundo, entre miedo y calentura, entre retadora y sumisa; me acerque a la cama, le comencé a besar el abdomen y a tocarle los senos… estaban suaves y redonditos, continúe besándola y bajando poco a poco, le abrí el pantalón que y el pequeño cierre que tenía, y se lo baje poco a poco mientras la iba besando las piernas. Tenía una tanguita rosa deliciosa, nada de encaje o algo por el estilo, era de algodón pero estaba de diez.
Cuando le abrí por completo las piernitas y me acerqué para besarla, me di cuenta que la tanga estaba totalmente mojada, la hice a un lado y con los dedos toque sus labios, estaban realmente mojados. Le metí un poco el dedo, y dio un como brinquito y un pequeño pujidito, le fui metiendo más y más el dedo y me acerque a buscar su clítoris, con los dedos le abrí y me encontré con una vagina totalmente rosita, le pegué una chupada y dedeada a la vez, como nunca la había dado, al grado que llegó un momento que me agarro con las dos manos del cabello y me empezó a jalar. Cuando llegó ese momento me dijo “no pares por el amor de Dios, no pares amor, no pares” y de pronto se quedó callada, cerró los ojos y aflojó por completo el cuerpo. Pasaron como 30 segundos y me dijo “métemela hasta el fondo, hazme gritar mi vida” A lo que mi pito respondió parándose al instante, fui por un condón y así como estaba acostada a la orilla de la cama, le levante las piernas y se las separé, se la metí y empecé a bombear, junte de nuevo sus piernas y me las recargué en el hombro izquierdo mientras le daba con todo.
La flaca mojaba como pocas mujeres he conocido, al grado que parecía que estaba viniéndose una vez tras otra. Seguí por un rato después, la levante un poco y me recosté junto a ella (tipo cucharita) para seguir en friega dándole y empecé a jugar con sus senos (aunque todavía tenía la blusa). Se levantó y se quitó la blusa y me dijo “ahora sí, te voy a enseñar lo que es coger” me aventó a la cama y se me montó. Se metió todo el pene de un sentón, puso las plantas de los pies en la cama, y me agarro de las manos. Empezó a darse unos sentones (que un día después me seguían doliendo las bolas) y a buena velocidad, mientras yo respondía levantando el coxis de igual manera. De pronto se levantó, y se puso igual pero de espalda, siguieron los sentones mientras se recargaba en mis piernas. Me zafé para no venirme y le dije “ahora me toca a mí”, sonrió y me dijo “eso es lo que me hace falta, un verdadero hombre”. La levante y la hinque en la orilla de la cama, yo parado desde afuera se la empecé a meter duro, de vez en cuando le daba unas nalgadillas y se prendía más.
Seguimos así por un rato, después nuevamente me zafé y la recosté boca abajo, le puse una almohada abajo del vientre con lo que se le abrió todo, me hinque en la cama y se la empecé a dar de nuevo agarrándola de la cadera. En esas andaba cuando de pronto empezó a gritar “dale, más mi amor, dale” y de pronto vi como agarro con las dos manos las sábanas y las apretó bien fuerte, mientras le seguía dando y todo su cuerpo se tensó, pasó como un minuto y de nuevo quedó floja por completo, el saber que de nuevo había terminado me puso a mil y seguí empujándosela a todo lo que podía hasta que termine dentro. Me zafé después y me quite el condón (primero revise que no estuviera roto, porque fue demasiada fricción) y lo tiré en el baño. Ella se quedó acostada en la cama y cuando salí me dijo “ven nene, vamos a descansar un rato”. La abracé de cucharita y nos quedamos dormidos como una hora.
Me desperté y me prepare una ginebra con jugo de arándano y me fumé un cigarro, ella me pidió uno igual. Comenzamos a platicar por primera vez. No se cuánto tiempo estuvimos charlando y bebiendo que cuando me di cuenta ya eran cerca de 5 de la tarde. Me levante y le dije “ me voy a bañar, ya casi es hora de que nos vayamos” y me dijo “yo también quiero bañarme, me siento pegosteosa, hace mucho que no me hacían sudar”.
Nos fuimos al baño y saque mi kit de supervivencia, con jaboncito y shampoo y nos empezamos a bañar. Bajo la regadera de nuevo nos empezamos a besar y a calentar. Recuerdo que le estaba lavando la espalda cuando se hizo hacia atrás y me pegó todo el trasero, le empecé a frotar los pezones mientras le escurría el agua por toda la piel, de pronto baje las manos hacia su vagina, la limpie con jaboncito por dentro mientras le iba metiendo el dedo.
Se volteo y me agarró el pene y me lo limpió con sus dos manos con una cara y una sonrisa que nunca voy a olvidar. Terminamos de bañarnos y salimos hacia el cuarto nuevamente. Mientras la secaba me dijo “te quiero dentro de mí de nuevo” no termino la frase cuando mi mejor amigo ya estaba listo para otra función. Fui por un condón, me lo puse y no deje que se fuera a la cama. Le besé estando parados y la levanté. Se abrazó de mí con piernas y brazos y la recargue contra la pared. Se soltó de uno de los brazos y me la acomodó en su pussy. Se la empecé a meter despacio en lo que ella mojaba y no tardo mucho.
Mientras la seguí besando y subí poco a poco de velocidad. Llego un momento que me tuve que separar de la pared pues de lo duro que le estaba dando no me acomodaba. Tengo que reconocer que es el palo más cansado que me he echado, no se cuánto duró, pero si sé que las piernas me dolieron por varios días. Cuando estaba en lo más duro, la flaca me dijo al oído “este es el de los dos mi amor, vamos a acabarlo en la cama y si podemos juntos” Sin zafarme, la lleve hasta la cama y seguimos en posición de misionero.
Mientras seguía bombeándole ella me estaba arañando la espalda y besándome fuerte, mordiéndome el labio. Seguimos así hasta que empecé a sentir que venía y se lo dije, me dijo “espera un poco” así que le di más despacio, ella me vio a los ojos y me dijo “dale duro nene” comencé a subir la velocidad y terminé, segundos después ella termino. No pudimos hacerlo al mismo tiempo pero falló por un instante.
Volteé hacia la ventana y ya era de noche. Me levanté y me di un enjuagón en la regadera. Salí y la flaca seguía acostada, me puse el boxer y encendí un cigarro. Ella enredada en las sábanas me pidió una fumada. Me senté a la orilla de la cama y me dijo “crees que esto se repita”, “no sé” le respondí. Se metió a la regadera y me tome otro ginebra. Salió y mientras se vestía me di cuenta que si no la hubiera conocido en un table, la haría mi novia. Me vestí y guarde todas mis cosas. Subí todo a la cajuela y salimos del motel. Pasamos a cenar a unos tacos cerca de su casa. Después de esto nos vimos algunas otras veces.
Curiosamente decidimos nunca decirnos nuestros nombres. Ella para mí es mi Flaca, y yo soy su Nene. Hace cerca de dos años que no sé nada de ella.
Espero que les haya agradado, espero comentarios.
Hace algunos años tomamos la rutina, mis amigos y yo, de visitar todos los fines de semana los tables. Sobre todo los viernes en la noche saliendo de la escuela o de la oficina.
En esos años solamente dos de mis amigos no tenían novia por lo que ellos eran los que organizaban por completo y solamente nos avisaban en donde y a qué hora era la cita. La rutina era muy buena y recuerdo que mi novia de ese entonces llegó a creerse que todos los viernes en la noche estaba muy cansado y me iba a dormir temprano… Pues la noche en cuestión solo llegamos cuatro (contándome a mí) ya los demás estaban en final de semestre y se quedaron a estudiar o a hacer trabajos finales y eso nos bajó un poco el ánimo. Finalmente decidimos ir a pesar de ser pocos.
Llegamos al table y era quincena por lo que el lugar estaba a reventar, pedimos una mesa de pista y el mesero nos dijo que no tenía, solamente tenía unos sillones que están como a tres metros de la pista.
Le pedimos una botella y nos dijo que en cuanto se desocupara una de pista nos la daría… cuando nos llevó hacia la mesa vi frente a mí una mujer que me encanto. Media aproximadamente 1.70 (sin tacones) por lo que con los zapatos que traía se veía enorme; yo mido 1.87 y cuando la vi me quedaba más o menos a mí estatura; con unos ojos enormes, nariz pequeña, boca grande carnosa, delgada con el abdomen marcado, un trasero redondo y paradito, lo único que no tenía tan bien era los pechos pues eran pequeños pero bonitos con pezón rosita.
Vestía una microfalda (table al fin) blanca que dejaba ver el triangulito de su tanga blanca con encaje y en la parte de arriba un top pegadito transparente que dejaba ver por completo lo que tenía. Cuando nos vimos de frente sentí ese click, como si me hubieran pegado con un martillo en la cabeza, ella clavo su miraba en mis ojos y camino sin dejar de verme. Uno de mis amigos se dio cuenta de la acción y me dijo “no mames, está bien la chava, vas cabrón, se ve que le latiste un chingo”… pensé lo mismo que él pero decidí llevármela leve.
Generalmente cuando llegábamos a estos lugares teníamos la rutina de checar que era lo mejor del lugar, dejábamos que otros tipos en otras mesas le compren tragos o paguen privados y ya llegada la madrugada las empezábamos a jalar sin comprarles nada o gastando muy poco. Casi todos mis amigos y yo jugábamos futbol americano por lo que casi nunca nos dicen nada los que las empedan, nos ven y simplemente se dan la vuelta.
Regresando a la noche que cuento, seguimos la rutina y empezamos a beber y yo veía a lo lejos a la mujer que me había impactado. Como a la media hora de que llegamos un amigo sentó a una chava en la mesa y empezó a echar desmadre con ella. Le pregunte por la flaca que me había latido y me dijo “uhhhh pues no andas perdido pero hay un pequeño problema, esa vieja tiene de cliente un comandante de la judicial y no tarda en llegar, así que si mejor ni la veas porque el cabrón es bien celoso y dice que ella es su muñequita” … “valió madre la misión” pensé, solamente me va a quedar verla. La chava que se sentó mi amigo tenía razón, como a los 10 minutos llegaron como 7 cabrones mal encarados todos, con pinta de judiciales y les dieron una mesa en un como VIP que tiene el lugar. No pasó ni un minuto cuando los meseros comenzaron a llevarles las mejores viejas del lugar a estos tipos.
Esta noche no me tocaba ganar con ella así que el comenzamos a beber y nos terminamos el primer frasco, pedimos otro y ya era tarde, la gente se comenzó a ir y la viejas nos comenzaron a caer poco a poco. Los judiciales no daban señal de irse. La chava que me había latido ni siquiera se había parado a bailar y la tenía bien pegadita el “comandante”.
Ya medio servidon me paré al baño que esta al fondo del lugar, del lado izquierdo es el baño de hombres y del derecho el de mujeres, como a un metro y medio a la derecha de el de las mujeres está la puerta de los vestidores de las viejas y hay un cabrón que parece gorila cuidando la entrada. Entre al baño y cuando salí vi de frente a mi flaca, me agarró la mano y me jaló hacia el baño de mujeres.
En ese momento no pensé nada y deje que me jalara… entramos al baño (que por cierto no tienen puertas) y me recargo en la pared. Me dijo “mi amor, me encantaste y sé que yo también te gusté… ahorita estoy trabajando y los tipos con los que estoy son peligrosos (en ese momento me cayó el veinte y dije… “ya valí madre”) el domingo descanso, te doy mi teléfono, me hablas y nos vemos” le dije “no traigo en donde anotar (el celular no lo dejaban pasar por las cámaras así que los dejábamos en el carro) como le hacemos, y además si nos vemos qué onda… como para qué?” y se empezó a reír.
Me dijo como para esto, y me empezó a besar (cuando la empecé a besar me di cuenta que tenía un piercing en la lengua, súper cachonda) “al rato te mando el teléfono con una de las chavas. Pero me hablas después del medio día eh, antes estoy dormida”. Fue lo último que me dijo y se fue casi casi corriendo.
Me quedé parado en el baño y salí como zombie, me encontré a uno de mis amigos de frente y me dijo “uhhh sospechaba que te sentabas para orinar pero ahora lo confirmo jajajaja” y le dije “no mames, me acaba de pasar algo bien cagado” Le conté y me dijo “pues aguas cabrón, si está con esos cabrones en su mesa, no vaya a ser un cuatro y te quieran chingar” No lo había pensado.
Regresamos a la mesa y seguimos bebiendo, en el momento solo le conté al amigo que me vio saliendo del baño para que los demás no se portaran de manera extraña. Me senté de modo que no podía ver a mi flaca (para no seguir tentándome) y poco a poco llegaron y se fueron varias mujeres; yo estaba ansioso por que llegara una y me dijera “toma”; pasó cerca de una hora y llegó el momento. Se acercó una de las chavas que estaba con ella en la mesa de los judiciales. Se sentó en mis piernas y me dijo al oído “te voy a poner el número en la bolsa de la chamarra papi, pero te va a costar que me invites un trago” dije “ni pedo” “¿Qué tomas?” “torres” contesto, y así fue, pedí su copa y estuvo un rato conmigo en la mesa, tenía más o menos buen culito pero francamente yo lo que quería era el número y la vieja esta me valió madre. Tardó como 10 minutos y se terminó su copa, se levantó y se largó.
Me paré en chinga al baño, entre y revisé el papel que me puso en la bolsa de la chamarra. Decía: “el domingo no te me escapas” el número y un beso marcado con labial. Como media hora después salimos del lugar y de camino a casa les conté a mis amigos. Dos dijeron que no le entrará y uno (que es con el que mejor me llevo) que me aventara pero con cuidado.
En esas estaba cuando me acordé que ese día tenía compromiso en casa de mi novia “madres, de algún modo me tengo que zafar” pensé. Llegué a mi casa y guarde muy bien el papel.
A la mañana siguiente llego mi novia a la casa y estuvimos en mi cuarto, en ese momento ni me dieron ganas de tirármela pues tenía en la mente a la nueva carne. Estuvimos viendo películas y el día se me hizo eterno. Cerca de las 11 de la noche me dijo que ya se quería ir, que la llevara a su casa y así fue. Ya estando en el carro afuera de su casa le dije “oye gorda, Rubén (uno de mis mejores amigos) me pidió el paro de acompañarlo mañana a vender su carro, yo sé que ya tenía el compromiso en tu casa pero este wey nunca me pide nada y se me hace mala onda batearlo, como ves?” “mmm la neta mejor dime que te caga mi familia” “no inventes, si tu familia me cae poca madre, en serio no es eso” “pues haz lo que quieras, como siempre”, se bajó del carro, azotó la puerta del coche y se metió en chinga. Ya estuvo, pensé.
Le hable a mi amigo y le dije ”un paro brother”, le conté el plan y me dijo: “mañana me largo todo el día a Pachuca con el cel apagado por si me llama tu vieja”. En la mañana del domingo me fui de compras. Condones, cigarros, una botellita de ginebra con sus jugos (para embriagar mujeres nada como la ginebra) y uno de torres x por si la flaca le pega al brandy; todo a la cajuela del coche. Le marqué a las 12:15 y me contesto al segundo timbre “aló” “hola, esperé a que pasara el medio día para marcarte pero no aguanto las ganas de verte” le dije, “quien habla?” “no mames” pensé, “jajaja, yo ya estaba esperando tu llamada, pensé que no lo ibas a hacer” me dio la dirección de su casa.
Llegué y eran unos departamentos, toqué el timbre y salió como en 5 minutos. Cuando la vi me quede con la boca abierta, traía un pantalón de mezclilla a la cadera que le hacía ver un culo imponentemente redondito, una blusa negra pegadita de tirantes y una chamarra en la mano, traía el cabello agarrado con una dona y lentes obscuros. Cerró la puerta con llave, dio la vuelta y me besó como pocas veces me habían besado. Me soltó, le dije “que hacemos mi amor” y me dijo “lo que tú quieras nene” La tomé de la mano y me la lleve caminando en chinga al carro. Le abrí la puerta y revisé que nadie nos viera. Me subí y salí manejando como taxista con prisa, iba espejeando esperando que nadie nos siguiera porque la calentura es mucha pero aun así tenía miedo de que me asaltarán o un Express no sé. Todo el camino nos fuimos callados.
Llegué al motel que llevo a las pompis no oficiales (free) en el que ya me conocen, me dijeron en cual meterme y cerré la puerta. Llego un tipo que pasa en bicicleta a cobrar y tocó la puerta “que pasó joven, que le vamos a traer” “unos hielitos y unos vasos” “va, ahorita los traigo” regresó con mi encargo y le pagué. “Ya sabe joven, para usted es tiempo libre pero no se olvide de reportarse con el personal” “no hay bronca, ya sabes qué onda conmigo” le di un billete de 100 para él y se fue feliz. En eso volteé al coche y ya se había bajado la flaca. Fui a la cajuela y saqué lo que había comprado junto con mi kit de supervivencia para cualquier hotel de paso (una maleta con jabón, huaraches, gel, loción, boxers y algunas otras cosas).
Cuando entre al cuarto, estaba sentada en la cama con las piernas cruzadas y me dijo “que tanto traes?” “unas cuantas cosas para pasarla bien” “ah sí?, a mí no me tienes que emborrachar mi amor, yo voy a hacer lo que tú quieras, esta tarde soy tuya” En ese momento se me paró a mil y le dije “ah sí” me abrí el cierre del pantalón y me la saqué, así como estaba sentada en la orilla de la cama me acerque y se la puse en la boca. Saco la lengua y me dio una lamida desde las bolas hasta la punta y me la empezó a chupar mientras con una de las manos me la iba jalando de vez en cuando. Cuando ya llevaba un rato chupándola me dijo, cuando vayas a terminar me dices. Sentí que iba a terminar, le dije “ya mi amor” me la empezó a jalar con la mano rápido mientras con la boca rodeo mi cabeza y la estaba succionando. Cuando termine, apretó súper fuerte con las manos el tronco y se tragó toda la leche que saqué.
Se levantó y me dijo, “espérame un segundo” Se metió al baño yo supongo que a lavarse al boca y salió con una sonrisa, “y ahora” En ese momento me detuve un segundo a pensar en todo el pedo que me estaba aventando como para que me echara un palo común y corriente… ni madres, pensé. Me acerqué a ella y le di un beso que nada más de acordarme se me eriza la piel, la tomé de la cintura y la cargué, ella me abrazó con las piernas y la llevé hasta la cama. La recosté y seguí besándola.
Me levante y me quite la camisa de un jalón, me quite el pantalón y el boxer mientras ella en la cama me veía mordiéndose la uña del dedo índice. Tenía esa mirada que te hace ponerte a mil en un segundo, entre miedo y calentura, entre retadora y sumisa; me acerque a la cama, le comencé a besar el abdomen y a tocarle los senos… estaban suaves y redonditos, continúe besándola y bajando poco a poco, le abrí el pantalón que y el pequeño cierre que tenía, y se lo baje poco a poco mientras la iba besando las piernas. Tenía una tanguita rosa deliciosa, nada de encaje o algo por el estilo, era de algodón pero estaba de diez.
Cuando le abrí por completo las piernitas y me acerqué para besarla, me di cuenta que la tanga estaba totalmente mojada, la hice a un lado y con los dedos toque sus labios, estaban realmente mojados. Le metí un poco el dedo, y dio un como brinquito y un pequeño pujidito, le fui metiendo más y más el dedo y me acerque a buscar su clítoris, con los dedos le abrí y me encontré con una vagina totalmente rosita, le pegué una chupada y dedeada a la vez, como nunca la había dado, al grado que llegó un momento que me agarro con las dos manos del cabello y me empezó a jalar. Cuando llegó ese momento me dijo “no pares por el amor de Dios, no pares amor, no pares” y de pronto se quedó callada, cerró los ojos y aflojó por completo el cuerpo. Pasaron como 30 segundos y me dijo “métemela hasta el fondo, hazme gritar mi vida” A lo que mi pito respondió parándose al instante, fui por un condón y así como estaba acostada a la orilla de la cama, le levante las piernas y se las separé, se la metí y empecé a bombear, junte de nuevo sus piernas y me las recargué en el hombro izquierdo mientras le daba con todo.
La flaca mojaba como pocas mujeres he conocido, al grado que parecía que estaba viniéndose una vez tras otra. Seguí por un rato después, la levante un poco y me recosté junto a ella (tipo cucharita) para seguir en friega dándole y empecé a jugar con sus senos (aunque todavía tenía la blusa). Se levantó y se quitó la blusa y me dijo “ahora sí, te voy a enseñar lo que es coger” me aventó a la cama y se me montó. Se metió todo el pene de un sentón, puso las plantas de los pies en la cama, y me agarro de las manos. Empezó a darse unos sentones (que un día después me seguían doliendo las bolas) y a buena velocidad, mientras yo respondía levantando el coxis de igual manera. De pronto se levantó, y se puso igual pero de espalda, siguieron los sentones mientras se recargaba en mis piernas. Me zafé para no venirme y le dije “ahora me toca a mí”, sonrió y me dijo “eso es lo que me hace falta, un verdadero hombre”. La levante y la hinque en la orilla de la cama, yo parado desde afuera se la empecé a meter duro, de vez en cuando le daba unas nalgadillas y se prendía más.
Seguimos así por un rato, después nuevamente me zafé y la recosté boca abajo, le puse una almohada abajo del vientre con lo que se le abrió todo, me hinque en la cama y se la empecé a dar de nuevo agarrándola de la cadera. En esas andaba cuando de pronto empezó a gritar “dale, más mi amor, dale” y de pronto vi como agarro con las dos manos las sábanas y las apretó bien fuerte, mientras le seguía dando y todo su cuerpo se tensó, pasó como un minuto y de nuevo quedó floja por completo, el saber que de nuevo había terminado me puso a mil y seguí empujándosela a todo lo que podía hasta que termine dentro. Me zafé después y me quite el condón (primero revise que no estuviera roto, porque fue demasiada fricción) y lo tiré en el baño. Ella se quedó acostada en la cama y cuando salí me dijo “ven nene, vamos a descansar un rato”. La abracé de cucharita y nos quedamos dormidos como una hora.
Me desperté y me prepare una ginebra con jugo de arándano y me fumé un cigarro, ella me pidió uno igual. Comenzamos a platicar por primera vez. No se cuánto tiempo estuvimos charlando y bebiendo que cuando me di cuenta ya eran cerca de 5 de la tarde. Me levante y le dije “ me voy a bañar, ya casi es hora de que nos vayamos” y me dijo “yo también quiero bañarme, me siento pegosteosa, hace mucho que no me hacían sudar”.
Nos fuimos al baño y saque mi kit de supervivencia, con jaboncito y shampoo y nos empezamos a bañar. Bajo la regadera de nuevo nos empezamos a besar y a calentar. Recuerdo que le estaba lavando la espalda cuando se hizo hacia atrás y me pegó todo el trasero, le empecé a frotar los pezones mientras le escurría el agua por toda la piel, de pronto baje las manos hacia su vagina, la limpie con jaboncito por dentro mientras le iba metiendo el dedo.
Se volteo y me agarró el pene y me lo limpió con sus dos manos con una cara y una sonrisa que nunca voy a olvidar. Terminamos de bañarnos y salimos hacia el cuarto nuevamente. Mientras la secaba me dijo “te quiero dentro de mí de nuevo” no termino la frase cuando mi mejor amigo ya estaba listo para otra función. Fui por un condón, me lo puse y no deje que se fuera a la cama. Le besé estando parados y la levanté. Se abrazó de mí con piernas y brazos y la recargue contra la pared. Se soltó de uno de los brazos y me la acomodó en su pussy. Se la empecé a meter despacio en lo que ella mojaba y no tardo mucho.
Mientras la seguí besando y subí poco a poco de velocidad. Llego un momento que me tuve que separar de la pared pues de lo duro que le estaba dando no me acomodaba. Tengo que reconocer que es el palo más cansado que me he echado, no se cuánto duró, pero si sé que las piernas me dolieron por varios días. Cuando estaba en lo más duro, la flaca me dijo al oído “este es el de los dos mi amor, vamos a acabarlo en la cama y si podemos juntos” Sin zafarme, la lleve hasta la cama y seguimos en posición de misionero.
Mientras seguía bombeándole ella me estaba arañando la espalda y besándome fuerte, mordiéndome el labio. Seguimos así hasta que empecé a sentir que venía y se lo dije, me dijo “espera un poco” así que le di más despacio, ella me vio a los ojos y me dijo “dale duro nene” comencé a subir la velocidad y terminé, segundos después ella termino. No pudimos hacerlo al mismo tiempo pero falló por un instante.
Volteé hacia la ventana y ya era de noche. Me levanté y me di un enjuagón en la regadera. Salí y la flaca seguía acostada, me puse el boxer y encendí un cigarro. Ella enredada en las sábanas me pidió una fumada. Me senté a la orilla de la cama y me dijo “crees que esto se repita”, “no sé” le respondí. Se metió a la regadera y me tome otro ginebra. Salió y mientras se vestía me di cuenta que si no la hubiera conocido en un table, la haría mi novia. Me vestí y guarde todas mis cosas. Subí todo a la cajuela y salimos del motel. Pasamos a cenar a unos tacos cerca de su casa. Después de esto nos vimos algunas otras veces.
Curiosamente decidimos nunca decirnos nuestros nombres. Ella para mí es mi Flaca, y yo soy su Nene. Hace cerca de dos años que no sé nada de ella.
Espero que les haya agradado, espero comentarios.
2 comentarios - De table dance y moteles