Me llamo Laura, acabo de cumplir la mayoría de edad y es mi primer año en la universidad, vivo sola con mi mamá desde hace ya muchos años, casi desde que tenía seis y mi papá nos dejó.
Mamá es una persona muy trabajadora y bastante solitaria, a diferencia de mí que soy más social y nunca le he conocido algún pretendiente, mientras que yo soy todo lo contrario tengo muchos pretendientes, pero busco al chico perfecto. Una mañana regrese a casa, a eso de las diez, había quedado con un chico para almorzar y decidí regresar a casa para arreglarme y estar lista para mi cita. Estaba terminando de arreglarme cuando escuche que la puerta de la casa se abría, mi mamá me habría matado si se entera que falte a la universidad para salir con un chico, pero mi primera reacción fue esconderme debajo de la cama, por cierto estaba en la habitación de mamá, ya que su ducha es más amplia y abundante; siempre que ella no esta, aprovecho su ausencia para usar uno de los pocos placeres que ella tiene, la ducha.
Escuche pasos, y me asusté pensado que habían entrado a robar, pero reconocí los zapatos de mamá, que iba acompañada de un hombre, que se quedo de pie frente a la habitación, a los pocos minutos regresó mamá y le dijo:
“Román, estamos a solas, mi hija regresa hasta la tarde”.
Por el nombre deduje que ese tipo era su jefe, el muy desgraciado era casado y estaba a solas con mi mamá. Uno de los espejos que colgaba de la pared me permitía ver parte del reflejo de lo que sucedía en la habitación, mamá casi le llegaba a la mitad del pecho, apenas podía cree lo que estaba viendo, la mano de mamá empezó a acariciar el miembro de ese hombre, la tela poco a poco fue marcando una gran erección, y luego una de las manos de ese tipo basto para tomar a mamá de las nalgas y colocarla alrededor de su cintura con las piernas abiertas, con la otra mano la sujetaba del cuello besándola de forma muy apasionada en los labios, mejillas, orejas y cuello, ese tipo se estaba comiendo a mamá y ella estaba jadeando y frotando su pubis contra el miembro de su jefe, Román, el casado.
“Evelin, tenía tantas ganas de estar contigo a solas” después de que él dijo eso, pense que mamá lo asfixiaría de tantos besos, también se estaba comiendo al desgraciado infiel, y mamá era la otra. Empezaron a desnudarse sin mucho preámbulo, el miembro del tipo era enorme, yo nunca había visto algo así, yo no soy virgen, pero los chicos con los que he estado no han estado tan bien provistos; ambos se fueron al baño, pense en aprovechar ese momento para irme, y tratar de sacar de mi mente lo había visto, nunca me había imaginado a mamá teniendo sexo con alguien mucho menos siendo la otra. Estaba deslizándome debajo de la cama para salir de la habitación; me detuve repentinamente, Román salía del baño, con su gran miembro al aire, agachándose para sacar algo del bolsillo de sus pantalones, estando él de espaldas y agachado, pude ver el tamaño que sus enormes bolas, colgando bajo su miembro, totalmente rasuradas, era evidente que hacia mucho ejercicio, ya que su espalda era notablemente ancha en comparación con su cintura. Se dirigió al baño dejando la puerta abierta para mi mala suerte, puso a mamá frente al espejo y le dijo:
“Mi amor, cierra tus ojos” yo trataba de ver que sucedía, y mamá dijo:
“Papi, me quieres ahorcar o que...” me asuste pero la expresión de mamá, “Papi es un collar hermoso, nunca había tenido perlas”, y pude ver que era un collar, que realmente parecía como si tuviese puestos cinco o seis collares de perlas. El tipo tomo a mi madre de la cintura y ella paso su brazo alrededor del cuello de Román, inesperadamente encendió el agua del lavamanos y comenzó a lavar los genitales de mamá, entre risas y besos, luego él subió y de las piernas para acercarse al lavamanos y mamá hizo lo mismo, se secaron y salieron del baño, mi mamá sacó una alfombra pequeña del closet y se puso de rodillas frente a Román, tomando su miembro con ambas manos comenzó a masturbarlo, luego acerco su boca a una de las bolas de Román y comenzó a lamerla como si fuese un gran dulce, el jugueteo de mamá excitaba cada vez más a Román, mamá lamía y chupaba esas bolas con fuerza mientras sus manos masturbaban ese enorme miembro.
Los gemidos de mamá se combinaban con los de Román, luego mamá dijo:
“Papito, me voy a comer este pedazo de carne, que ese solo mío...”, y Román respondió “Si mi amor, es solo tuyo”. Mamá abrió la boca, y comenzó a hacerle sexo oral a Román, mamá casi no podía gemir, ya que se atragantaba con cada embestida, los gemidos de Román eran muy fuertes, en un momento él tomó una pequeña mesa y la acerco subiendo una de sus piernas, mi mamá quedo con la cara hacia arriba recibiendo ese gran pedazo de carne en su boca, me hizo recordar a los magos que se tragan una espada, mamá era el mago, y la espada parecía que solamente quería entrar cada vez más. Unas lagrimas rodaban en las mejillas de mamá, mientras que una de sus manos de aferraba a la nalga de Román evitando que esta saliera de su cuerpo, el sudor empezaba a bañar ambos cuerpos, mientras que yo sentía el estomago revuelto de ver a mi propia madre dándole sexo oral a un tipo casado.
Román, sujetó del cabello a mamá, sabía lo que iba a suceder, pondría su semen en la boca de mamá, esa boca que me ha llenado de besos muchas veces. Mamá empezó a subir y bajar su cuerpo para que la verga de Román entrara más en su boca y garganta, no se como podía respirar, lo sujeto encajándole las uñas en la nalga, al momento que él gritaba de placer, podía ver sus enormes testículos sobre el mentón de mamá, ella tenía las venas del cuello dilatadas, ambos cuerpos sudaban, pero mamá no dejaba que Román, sacara su asqueroso miembro, poco a poco mamá fue dejando escapar esa verga enorme de su boca, podía ver hilos de semen que bajaban por las venas dilatadas de la verga de Román, yo estaba tan concentrada que apenas me di cuenta de que con la otra mano mama le estaba metiendo el dedo medio entre las nalgas. Yo nunca abría hecho esto con un chico, me sentía desconcertada. Unas últimas gotas de semen caían por la punta del miembro de Román pero mamá no dejo que se escaparan poniendo su boca frente a esa enorme verga y con las manos masturbándolo para sacar hasta la última gota.
Román le ayudó a ponerse de pie besándola, nunca pense que un tipo besara a una mujer después de que le hiciera sexo oral, luego Román se sentó sobre la alfombra y mamá se acerco a la cama por varias de sus almohadas y cojines, él quedó reclinado sobre las almohadas, mamá acercó la mesita, donde Román había se había ayudado para recibir un mejor sexo oral, luego abrió las piernas sobre la cara de Román colocando las manos sobre la mesita, él la sujeto de la cintura y acerco su lengua a la vagina de mamá, ella se movía frotándose contra la cara de Román, veía que su lengua entraba en la vagina de mamá una y otra vez, mamá a diferencia de Román conservaba su pubis intacto sin ningún tipo de recorte o depilación, y eso parecía no molestarle a él, que sujetaba fuertemente a mamá contra su rostro, haciéndola gritar de placer, yo nunca había tenido un orgasmo como el que tubo mamá, ver su rostro lleno de placer, oír sus gritos y ver su cuerpo estremecerse me dio envidia, yo nunca había gozado tanto como lo hacia ella ahora.
Casi se dejo caer sobre el regazo de Román, y de nuevo volvieron a besarse, la cara de Román brillaba con el jugo de mamá. Ambos se pusieron de pie, pense que ahora sería mi oportunidad de irme de allí, mi cabeza daba vueltas por tantas cosas que se venían a mi mente, pero no se detuvieron Román hizo que mamá se pusiera en cuatro sobre la cama, pero lo que hizo me sobresalto más el se arrodillo en el piso y siguió haciéndole sexo oral, ella estaba en cuatro y podía escuchar los rechinidos de la cama cada vez que ella se estremecía, por el espejo miraba la cara de Román entre sus nalgas, sus manos sujetándole la cadera, mientras que a unos centímetros de mi cara el miembro de Román se hacia cada vez más grande, las venas le inyectaban sangre y lo hacían cada vez más grande, yo casi lo rozo con una de mis manos, sentía curiosidad, el calor que emana se sentía, y el olor a semen era muy fuerte a pesar de que mamá lo había ordeñado.
Román se puso de pie y dejo ir esa enorme verga dentro de mamá, ella gritó de placer arqueando la espalda, sujetándola de las caderas comenzó a me meter y sacar ese enorme miembro, ambos gemían y gritaban con cada embestida. Las bolas de Román rebotaban con cada penetrada. En un instante él la sujetó y se puso de pie, mamá quedo en el aire mientras él gritaba y derrama su semen dentro de ella.
Se tumbaron sobre la cama, “Mi amor, pense que me partirías por la mitad.” Ambos rieron por el comentario de mamá y al buen rato me deslizé para salir de debajo de la cama. En silencio me puse de pié, pensando que ambos estaban dormidos, al salir mire de reojo y Román estaba observándome, salte de susto viendo que su miembro se ponía duro de nuevo, salí a la calle mi cita había se había ido a la basura y era lo de menos, caminé por varias calles y no podía sacar de mi mente a Román, mamá y el enorme miembro de ese tipo casado.
Mamá es una persona muy trabajadora y bastante solitaria, a diferencia de mí que soy más social y nunca le he conocido algún pretendiente, mientras que yo soy todo lo contrario tengo muchos pretendientes, pero busco al chico perfecto. Una mañana regrese a casa, a eso de las diez, había quedado con un chico para almorzar y decidí regresar a casa para arreglarme y estar lista para mi cita. Estaba terminando de arreglarme cuando escuche que la puerta de la casa se abría, mi mamá me habría matado si se entera que falte a la universidad para salir con un chico, pero mi primera reacción fue esconderme debajo de la cama, por cierto estaba en la habitación de mamá, ya que su ducha es más amplia y abundante; siempre que ella no esta, aprovecho su ausencia para usar uno de los pocos placeres que ella tiene, la ducha.
Escuche pasos, y me asusté pensado que habían entrado a robar, pero reconocí los zapatos de mamá, que iba acompañada de un hombre, que se quedo de pie frente a la habitación, a los pocos minutos regresó mamá y le dijo:
“Román, estamos a solas, mi hija regresa hasta la tarde”.
Por el nombre deduje que ese tipo era su jefe, el muy desgraciado era casado y estaba a solas con mi mamá. Uno de los espejos que colgaba de la pared me permitía ver parte del reflejo de lo que sucedía en la habitación, mamá casi le llegaba a la mitad del pecho, apenas podía cree lo que estaba viendo, la mano de mamá empezó a acariciar el miembro de ese hombre, la tela poco a poco fue marcando una gran erección, y luego una de las manos de ese tipo basto para tomar a mamá de las nalgas y colocarla alrededor de su cintura con las piernas abiertas, con la otra mano la sujetaba del cuello besándola de forma muy apasionada en los labios, mejillas, orejas y cuello, ese tipo se estaba comiendo a mamá y ella estaba jadeando y frotando su pubis contra el miembro de su jefe, Román, el casado.
“Evelin, tenía tantas ganas de estar contigo a solas” después de que él dijo eso, pense que mamá lo asfixiaría de tantos besos, también se estaba comiendo al desgraciado infiel, y mamá era la otra. Empezaron a desnudarse sin mucho preámbulo, el miembro del tipo era enorme, yo nunca había visto algo así, yo no soy virgen, pero los chicos con los que he estado no han estado tan bien provistos; ambos se fueron al baño, pense en aprovechar ese momento para irme, y tratar de sacar de mi mente lo había visto, nunca me había imaginado a mamá teniendo sexo con alguien mucho menos siendo la otra. Estaba deslizándome debajo de la cama para salir de la habitación; me detuve repentinamente, Román salía del baño, con su gran miembro al aire, agachándose para sacar algo del bolsillo de sus pantalones, estando él de espaldas y agachado, pude ver el tamaño que sus enormes bolas, colgando bajo su miembro, totalmente rasuradas, era evidente que hacia mucho ejercicio, ya que su espalda era notablemente ancha en comparación con su cintura. Se dirigió al baño dejando la puerta abierta para mi mala suerte, puso a mamá frente al espejo y le dijo:
“Mi amor, cierra tus ojos” yo trataba de ver que sucedía, y mamá dijo:
“Papi, me quieres ahorcar o que...” me asuste pero la expresión de mamá, “Papi es un collar hermoso, nunca había tenido perlas”, y pude ver que era un collar, que realmente parecía como si tuviese puestos cinco o seis collares de perlas. El tipo tomo a mi madre de la cintura y ella paso su brazo alrededor del cuello de Román, inesperadamente encendió el agua del lavamanos y comenzó a lavar los genitales de mamá, entre risas y besos, luego él subió y de las piernas para acercarse al lavamanos y mamá hizo lo mismo, se secaron y salieron del baño, mi mamá sacó una alfombra pequeña del closet y se puso de rodillas frente a Román, tomando su miembro con ambas manos comenzó a masturbarlo, luego acerco su boca a una de las bolas de Román y comenzó a lamerla como si fuese un gran dulce, el jugueteo de mamá excitaba cada vez más a Román, mamá lamía y chupaba esas bolas con fuerza mientras sus manos masturbaban ese enorme miembro.
Los gemidos de mamá se combinaban con los de Román, luego mamá dijo:
“Papito, me voy a comer este pedazo de carne, que ese solo mío...”, y Román respondió “Si mi amor, es solo tuyo”. Mamá abrió la boca, y comenzó a hacerle sexo oral a Román, mamá casi no podía gemir, ya que se atragantaba con cada embestida, los gemidos de Román eran muy fuertes, en un momento él tomó una pequeña mesa y la acerco subiendo una de sus piernas, mi mamá quedo con la cara hacia arriba recibiendo ese gran pedazo de carne en su boca, me hizo recordar a los magos que se tragan una espada, mamá era el mago, y la espada parecía que solamente quería entrar cada vez más. Unas lagrimas rodaban en las mejillas de mamá, mientras que una de sus manos de aferraba a la nalga de Román evitando que esta saliera de su cuerpo, el sudor empezaba a bañar ambos cuerpos, mientras que yo sentía el estomago revuelto de ver a mi propia madre dándole sexo oral a un tipo casado.
Román, sujetó del cabello a mamá, sabía lo que iba a suceder, pondría su semen en la boca de mamá, esa boca que me ha llenado de besos muchas veces. Mamá empezó a subir y bajar su cuerpo para que la verga de Román entrara más en su boca y garganta, no se como podía respirar, lo sujeto encajándole las uñas en la nalga, al momento que él gritaba de placer, podía ver sus enormes testículos sobre el mentón de mamá, ella tenía las venas del cuello dilatadas, ambos cuerpos sudaban, pero mamá no dejaba que Román, sacara su asqueroso miembro, poco a poco mamá fue dejando escapar esa verga enorme de su boca, podía ver hilos de semen que bajaban por las venas dilatadas de la verga de Román, yo estaba tan concentrada que apenas me di cuenta de que con la otra mano mama le estaba metiendo el dedo medio entre las nalgas. Yo nunca abría hecho esto con un chico, me sentía desconcertada. Unas últimas gotas de semen caían por la punta del miembro de Román pero mamá no dejo que se escaparan poniendo su boca frente a esa enorme verga y con las manos masturbándolo para sacar hasta la última gota.
Román le ayudó a ponerse de pie besándola, nunca pense que un tipo besara a una mujer después de que le hiciera sexo oral, luego Román se sentó sobre la alfombra y mamá se acerco a la cama por varias de sus almohadas y cojines, él quedó reclinado sobre las almohadas, mamá acercó la mesita, donde Román había se había ayudado para recibir un mejor sexo oral, luego abrió las piernas sobre la cara de Román colocando las manos sobre la mesita, él la sujeto de la cintura y acerco su lengua a la vagina de mamá, ella se movía frotándose contra la cara de Román, veía que su lengua entraba en la vagina de mamá una y otra vez, mamá a diferencia de Román conservaba su pubis intacto sin ningún tipo de recorte o depilación, y eso parecía no molestarle a él, que sujetaba fuertemente a mamá contra su rostro, haciéndola gritar de placer, yo nunca había tenido un orgasmo como el que tubo mamá, ver su rostro lleno de placer, oír sus gritos y ver su cuerpo estremecerse me dio envidia, yo nunca había gozado tanto como lo hacia ella ahora.
Casi se dejo caer sobre el regazo de Román, y de nuevo volvieron a besarse, la cara de Román brillaba con el jugo de mamá. Ambos se pusieron de pie, pense que ahora sería mi oportunidad de irme de allí, mi cabeza daba vueltas por tantas cosas que se venían a mi mente, pero no se detuvieron Román hizo que mamá se pusiera en cuatro sobre la cama, pero lo que hizo me sobresalto más el se arrodillo en el piso y siguió haciéndole sexo oral, ella estaba en cuatro y podía escuchar los rechinidos de la cama cada vez que ella se estremecía, por el espejo miraba la cara de Román entre sus nalgas, sus manos sujetándole la cadera, mientras que a unos centímetros de mi cara el miembro de Román se hacia cada vez más grande, las venas le inyectaban sangre y lo hacían cada vez más grande, yo casi lo rozo con una de mis manos, sentía curiosidad, el calor que emana se sentía, y el olor a semen era muy fuerte a pesar de que mamá lo había ordeñado.
Román se puso de pie y dejo ir esa enorme verga dentro de mamá, ella gritó de placer arqueando la espalda, sujetándola de las caderas comenzó a me meter y sacar ese enorme miembro, ambos gemían y gritaban con cada embestida. Las bolas de Román rebotaban con cada penetrada. En un instante él la sujetó y se puso de pie, mamá quedo en el aire mientras él gritaba y derrama su semen dentro de ella.
Se tumbaron sobre la cama, “Mi amor, pense que me partirías por la mitad.” Ambos rieron por el comentario de mamá y al buen rato me deslizé para salir de debajo de la cama. En silencio me puse de pié, pensando que ambos estaban dormidos, al salir mire de reojo y Román estaba observándome, salte de susto viendo que su miembro se ponía duro de nuevo, salí a la calle mi cita había se había ido a la basura y era lo de menos, caminé por varias calles y no podía sacar de mi mente a Román, mamá y el enorme miembro de ese tipo casado.
6 comentarios - Sorprendida por mamá
Esa hija no se podrá sacar de la mente esa experiencia hasta hacerla realidad !!