A Nicole le rompen la cola un viernes a la tarde

Nicole se había arrodillado, se había persinado y se había dispuesto a rezar, pidiéndole, algo triste, a diosito que aparezca su gatito perdido.
Antes había chupado delicadamente su juguete y luego así babeado se lo había metido despacito en su ojete apretadito a ese juguete con forma de verga gruesa, que le había robado a su hermana mayor.
Nicole cerraba fuerte sus ojitos haciendo que le entre toda la verga plástica, feliz porque al fin se le haya dilatado la colita y pueda tenerla toda adentro. Con lagrimitas en los ojos, rezaba en voz baja mientras con una mano movía despacito el juguete en su ano.
De pronto su tío Alberto que había venido a pasar unos días en la casa pasó por enfrente de la puerta de la habitación de Nicole y percibío el murmullo de la sobrinita dulce que rezaba, y se quedó escuchando un momento esa vocecita tierna..
— Diosito, hacé que aparezca mi gatito Pancho, por favor; hacé que mi papá esté bien y…
Y al tío Alberto se le dibujaba una sonrisa ante tanta ternura, hasta que siguío escuchando…
— … y que mi mamá deje de hacer comida fea, y que mi papá me de más dinero para comprarme ropa y cremas; hacé que mi novio venga de Buenos Aires hacé mi rompe el culo, mirá como me estoy preparando para recibir pija, y leche por el ojete…
Y al tío Alberto se le engrosaba la verga debajo de su pantalón, y, no pudiendo más de curiosidad, habrío la puerta ya entreabierta de esa habitación, y ahí vío lo que sucedía, su sobrinita en cuatro trabajándose un orto rebosante de aceititos, con un grueso consolador. No podía creer lo que veía: ese culo juvenil abierto ante él, sin darse cuenta se desnudó la verga y se empezó a pajear ante ese espectáculo, y siguío escuchando…
— Diosito, yo seré virgen de la concha hasta que me case, pero mi colita quiero que me la rompan, porque.. no es pecado ¿verdá? Yo sé que no, porque así no se tienen bebés, así que, dame verga por el culo, diosito, porfi…
No sportando más tanta estupidéz de esa pendeja, y tanta magnificiencia de ese ojete, el tío Alberto entró en la habitación, y dijo dulcemente:
— Callate Nicole estúpida y quedáte así, vas a tener verga hoy..
— pero tío, tengo nov…
Y aquí fue cuando el tío Alberto en un rápido movimiento le sacó el grueso consolador del ano de su sobrinita y le lamío el orto a Nicole.
— Mmm, se siente muy rico eso, tío….
Y en otro movimiento Alberto le puso el consolador así saborizado a ojete, en la boca a su sobrina, así la estúpida se callaba y mamaba, y dijo:
— diosito te complace con verga y leche hoy mismo, ya vas a ver, y disponiéndose detrás de su sobrina, le enterró la pija en ese ano ya trabajado, dilatado y aceitado.
Y Nicole dijo con la boca llena…
— Mmmggmgmggmg, tttgggttiiiiigggooo… qugggeee rrrrgggrriiiiggggcooooggg, gmmmmggm..
Y el tío feliz de complacer a su sobri, le dijo dulcemente:
— Qué fantástico orto, tenés, puta de mierda… no me hubiera imaginado que hayas sido tan puta; dios te bendiga… tomá puta—, y le enterró con más fuerza y profundidd aún la verga en esa colita apretada.



Se la culéo un rato más hasta que le llenara el orto de leche y le advirtiera antes de dejar la piecita:
— De esto no decís nada, y te tragás toda la leche que te dejé en la cola antes de irte a lavar.
Y una Nicole atenta escuchó las ordenes que recibió y entendió qué tenía que hacer. Se puso en cuclillas y se cagó en la manito toda la leche que tenía en el orto, la recogió en su palma, y se la lamió saboreando tan rica leche de señor. Sonrió, llena de leche y con el culo roto, se pus de pie, se metió dos deditos en el ano y junto la poquita leche que le quedaba adentro, se chupó luego esos dedos, y se fue a bañar antes de que llegara mamá.