Os traigo de nuevo una fantasía que no llegue a cumplir, aunque siempre me queda con las ganas. Si bien no se dio y no insistí para que se cumpliera en parte fue porque se trataba de compartir a la novia de un amigo, y aunque ella parecía desearlo (eso y más cosas), el muchacho se notaba que no le agradaba la idea, incluso a veces solo con que ella se pusiese a bromear sobre el tema para hacerlo el ya ponía cara de que le partiría el corazón y le destrozaría vivir algo así. Para guardar el anonimato cambiare los nombres de los personajes. Les llamare Antonio y Marga.
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Como todos los días nos encontrábamos en el camino a la biblioteca de la universidad. Antonio y Marga eran compañeros y amigos míos desde casi el principio de la universidad. Antonio empezó conmigo en la misma clase, y a Marga la conocimos un par de años después cuando coincidimos los tres en otra clase. Desde el primer día Marga y yo nos entendimos muy bien, siempre hubo una tensión no resuelta, pero cada uno teníamos nuestra relación y solo se quedaba en eso, en bromas y tonteos. A veces Antonio y yo hablando cuando estábamos solos por la universidad hablábamos de muchas cosas, pero siempre había un tema que se repetía, las mujeres. Más de una vez me dijo que Marga le volvía loco, y que cuando yo bromeaba con ella y nos decíamos mil cosas que nos íbamos a hacer mutuamente, él se imaginaba haciéndoselas a ella. De ahí a veces decíamos que nos la tendríamos que coger entre los dos, que seguro que le encantaría lo que le daríamos.
Paso el tiempo y Marga acabo con el tío con el que estaba y Antonio no perdió oportunidad, así que al de poco estaban juntos como pareja. Aunque Antonio era amigo mío, Marga seguía con las mismas bromas de siempre: "Tu y yo vamos a escaparnos un día para que me des un buen viaje, aunque no sé si podrías aguantarme!!!" a lo que yo solía responderle "Cuidado, no vaya a ser que del viaje que te dé no quieras volver de donde te lleve y tenga que darte placer todos los días" y de ahí empezaban a ir las conversaciones a otros tantos retos mutuos de cosas más explicitas.
Esta vez el novio de Marga no era un desconocido para mí, si no que era precisamente mi amigo. Y como siempre las conversaciones entre nosotros solían ser las mismas. Al de poco tiempo yo quede libre, había roto con mi pareja y tenía unas ganas locas de coger. Así fue como un día en una de esas conversaciones no dude en sacar el tema que a veces llegamos a decir antes de que Antonio y Marga estuviesen juntos, el de hacer un trio con Marga.
Yo: Antonio tío, tu sabes que estoy que voy a reventar, tengo unas ganas enormes de cogerme a alguna. Y Marga no hace más que sacarme esos retos de lo que me va a hacer y lo que quiere que le haga. Cualquier día se me va a ir y me voy a lanzar a por ella.
Antonio: Joder, pues a mí me pondría a mil darle una buena sesión entre dos, Marga resulta ser una autentica fiera y una terrible puta. Así que si alguna vez tengo que compartirla con otro prefiero que sea contigo antes que con un desconocido.
Yo: No puedo creerme que de verdad digas que la compartirías conmigo. Vale que habla mucho, pero no creo que Marga sea capaz de tener esas fantasías.
Antonio: Si, de esas y más. No sabes la de cosas que a veces me dice que le encantaría que le hiciesen.
Yo: Pues si es así tenemos que arreglarlo para que un día sin que se lo espere lo tengamos todo preparado y tenga con nosotros el trio que siempre ha fantaseado.
Y con eso empezamos a planearlo todo. La idea era clara, sacar la conversación de siempre con ella, retándome con ella como siempre, pero esta vez ir mas adelante y convencerla para escaparse conmigo a tener ese viaje que siempre me decía que tenía que darle. Me la llevaría a una casita que tengo cerca de la costa, junto a la playa. Pero previamente le habría dado las llaves a Antonio y él nos estaría esperando en la casa.
Así que con todo planeado fueron pasando los días. Y cuando llego el día previsto Antonio fue a la casa, para esperarnos allí. Como de costumbre cuando estaba con Marga me dijo algo parecido a lo de siempre.
Marga: Me tienes loca, a ver cuándo te dignas a llevarme a tu casita esa que sé que tienes y me haces allí todo lo que dices que me harías. Tendrías todo el día para hacerme lo que quisieras.
Yo: Bah, eso lo dices siempre, pero si lo hago luego te ibas a enamorar de mi verga y no ibas a dejarme salir de la casa nunca más en la vida. Además si te dijera que vamos ahora mismo seguro que te echarías atrás, que solo haces que hablar.
Marga: ¿Pero tú que te crees? ¿Te crees que no soy capaz de irme contigo y pasarme un día de sexo desenfrenado?
Yo: Eso mismo digo, y entiendo que cuando esta Antonio delante si te digo que te vengas conmigo ya, no lo harías. Pero mira, ahora no está él, así que... de esta no te libras. Tanto que hablas, ahora mismo te llevo a la casa y cumplirás fantasías que aún no has cumplido. Vamos pero ya.
Marga se queda tentada con cara de viciosa, mirando alrededor como mirando que no haya nadie indiscreto que nos vea marchar juntos y cuando se siente segura se pone a caminar hacia el parking de la universidad.
Marga: Vámonos, antes de que venga alguien conocido y nos vea, vámonos, que me vas a dar más de lo que tú te piensas si quieres cumplir alguna fantasía.
Yo la sigo y me rio por dentro sabiendo lo que le espera. En el coche mientras vamos camino de la casa ella no puede aguantar lo que le excita estar marchándose con otro que no es su novio y sin que él lo sepa. Lleva su mano a mi entrepierna y empieza a acariciarme por encima del pantalón.
Yo: Pues va a resultar que eres más putita de lo que me pensaba, sí que te atreves a irte con otro sin que tu novio lo sepa, y que además ese otro te vaya a hacer cosas que fantaseas.
Marga: Si tú supieras todas las fantasías que tengo te asustarías, irme con un hombre a escondidas es bien poco. Y si, esto me calienta y no puedo esperar a llegar, quiero empezar a cumplir fantasías ya.
Diciendo eso me desabrocha el pantalón y saca mi verga, mete su cabeza acomodándose de la mejor forma que no me impida conducir y empieza a mamármela mientras vamos a la casa. Primero juega con la cabeza, y cuando ya tengo una erección completa la lame desde la base subiendo hasta la cabeza y sin parar vuelve a bajar pero tragándosela hasta la garganta. La mantiene hay unos segundos y la saca.
Yo: Aaaaah se nota que tienes hambre y hoy aun no te han dado tu ración de leche. Pues sigue sigue que te está esperando.
Y empieza a comer con avidez, una mano en mis huevos y subiendo y bajando la cabeza para tragársela toda. Como el camino hasta la casa no es muy largo, parece que tiene prisa por acabar, porque quiere hacerme terminar antes de que lleguemos. Así que pone todo de su parte hasta que sin aviso previo recibe toda mi leche en la boca. Solo emite un pequeño gemido/gruñido por la sorpresa y se lo traga todo y rebaña lo que ha quedado. Me guarda la verga y me abrocha de nuevo el pantalón, se incorpora y me dice.
Marga: Ya está, ya me has hecho cumplir al menos una fantasía, ahora espero que vengan más, yo no me voy solo con un tío para comerle la polla.
Yo: Tranquila, tranquila, algo me dice que alguna fantasía más podremos cumplir.
A todo esto estamos llegando a la casa, paro el coche junto a ella y nos bajamos. Cuando nos vamos acercando, y llegamos a la puerta, como intentando asegurarme de que Antonio sepa que llegamos, le agarro el culo a Marga, la estampo contra la puerta apretándola entre mi cuerpo y yo y empiezo a comerle la boda y manosearle el culo. Del ímpetu de estamparla contra la puerta, el golpe ha sido bien sonoro, sin duda Antonio había tenido que escucharlo. Así que nos separamos y abro la puerta y entramos. Ella se vuelve a por mí y empieza a comerme la boca su lengua busca la mía y empieza a quitarme la ropa. Me quita la camiseta y deja caer mis pantalones al suelo. Rápidamente me quedo solo en bóxer mientras ella aún tiene toda la ropa puesta.
Marga: Pensaba que serias más lanzado, yo ya te he desnudado casi por completo y tu ni me has tocado aun.
Yo: bueno, es que tú vas muy acelerada, y yo quiero disfrutarlo bien en la cama. Así que vamos para la habitación, que ahí vas a saber lo que es bueno.
La llevo a la habitación y la hago entrar a ella primero. Cuando entra por detrás y por sorpresa le agarra por la cintura Antonio y empieza a besarla el cuello. Yo entro entonces me coloco delante de ella y empiezo a comerle la boca. Ahora soy yo el que va lanzado mientras ella aun no comprende mucho la situación, aunque sigue disfrutando de ella. Me agacho y empiezo a desabrocharle el pantalón que lleva muy ajustado, mientras Antonio de casi un tirón le saca la camiseta y después le quita el sujetador, dejando unos generosos pechos a la vista, los que empieza a recorrer con sus manos, jugando con sus pezones. Mientras ella vuelve la cabeza hacia atrás para besarle a él. Yo le quito los pantalones y le saco el tanga que lleva y ahí encuentro una concha bien rasura dita y bien húmeda ya. Separa las piernas para dejarme trabajar mejor y empiezo a lamérsela, buscando su clítoris y lamiéndolo. A continuación la penetro con dos dedos arrancándole los primeros gemidos.
Antonio está aprovechando para quitarse la ropa y cuando ya está listo, nos llevamos a Marga a la cama, la acostamos y yo sigo con su concha mientras él le presenta su verga delante de su cara para que se la coma. Marga gime como puede con la verga de su novio en la boca mientras yo le cómo su concha. Está disfrutando de la situación y no puede disimularlo, porque no tarda mucho en acabar. Es ahí cuando voy a darle lo que tantas veces me ha pedido, un viaje que nunca olvidara. La ponemos a 4 patas y yo la penetro de una con violencia. Antonio y yo nos chocamos las manos y acompasamos los movimientos, cuando él se la saca de la boca yo la estoy embistiendo, y con ese mismo impulso la empujo contra la polla de Antonio y cuando yo la estoy sacando el aprovecha y se la clava hasta la garganta a su novia.
Yo: Que putita, no te esperabas que también te hiciésemos cumplir esta fantasía, ¿eh? Antonio, tu novia es una guarra como me habías dicho, mírala como está disfrutando de lo que le estamos dando, ni se ha quejado.
Antonio: Si tío, esta guarrilla siempre ha querido tener dos pollas dentro. Me alegro que seas tú el que este compartiéndola conmigo.
Marga intentaba decir algo, pero no la dejábamos, bombeábamos sin compasión hasta que la hicimos acabar de nuevo. Entonces Antonio y yo cambiamos posiciones, él fue más cariñoso con Marga, cosa que no pareció gustarle mucho a ella, porque antes de que yo pudiera taparle la boca dijo.
Marga: Dios Antonio, follame duro o no me folles, no me jodas esto.
Para callarla le metí la polla de una hasta la garganta, provocándole una pequeña arcada, y la mantuve ahí dentro hasta que se tranquilizó un poco más. Antonio aun así reacción y empezó a hacer lo que ella le pedía. No cruzábamos más palabras, los tres respirábamos aceleradamente, bufábamos o emitíamos gemidos y pequeños gruñidos. Cualquiera hubiera dicho que allí estaban tres animales. Tal era el morbo que siempre habíamos tenido los tres por hacer eso y ver que los estábamos haciendo hizo salir nuestros más bajos instintos.
Por tercera vez acabo Marga gimiendo como podía y como loca. Entonces cambiamos, Antonio, más corpulento que yo se tumbó en la cama, y le hizo a Marga ponerse encima cabalgándole. Yo me acerque por detrás, la empuje despiadadamente hacia delante para que se recostara sobre el pecho de Antonio, le di un par de azotes.
Yo: ¿Antonio, alguna vez le has roto el culo a Marga?
Antonio: Jamás, nunca me ha dejado por mucho que yo sepa que quiere que se lo rompan.
Yo: Pues creo que va llegando hora de que alguien se lo rompa.
Marga: Hazlo carbón, hazlo, te has ganado el derecho a ser el primero después de prepararme todo esto y cumplir mis fantasías.
Yo: Antonio, lo siento, pero no serás el primero, ella me ha dado permiso para serlo.
Antonio: Hazlo, no te preocupes, ya disfrutare del yo más veces.
Así que con ayuda de todos los jugos que ya tenía después de haber acabado 3 veces empecé a prepararlo con mis dedos. Tarde un rato, porque aun llevada por el morbo del momento y la excitación le dolía y me pedía que me tomara mi tiempo. Pero al final apoye la cabeza en su ano y poco a poco fui enterrándosela entera por el culo. Cuando estaba ya entera dentro espere a que se acostumbrase. Y entonces los tres como acompasados empezamos a movernos, ella gemía, grita, gruñía estaba fuera de sí, la mezcla del placer, dolor, morbo, excitación la poseía y aunque aguanto todo lo que pudo, no fue demasiado. Nosotros también estábamos ya a punto y fuimos acabando casi a la vez llevados por los gemidos de Marga. La llenamos de leche y ella se dejó caer sobre su novio. Yo me quede dentro de ella hasta sacarla flácida. Después me tumbe junto a ellos.
Durante el día dimos rienda suelta a nuestra imaginación y disfrutamos los tres, repetimos un par de veces más la escena. Después nos dimos una ducha y nos marchamos. Ya en el coche Marga confeso.
Hoy he cumplido 3 deseos más de mi lista, uno mamársela a un tío mientras conduce, otro hacer un trio y otro que me rompieran el culo.
Esas fueron las cosas que cumplimos ese día, pero no sería la última vez que Marga participaría de otros juegos, pero eso son otras historias.
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Como todos los días nos encontrábamos en el camino a la biblioteca de la universidad. Antonio y Marga eran compañeros y amigos míos desde casi el principio de la universidad. Antonio empezó conmigo en la misma clase, y a Marga la conocimos un par de años después cuando coincidimos los tres en otra clase. Desde el primer día Marga y yo nos entendimos muy bien, siempre hubo una tensión no resuelta, pero cada uno teníamos nuestra relación y solo se quedaba en eso, en bromas y tonteos. A veces Antonio y yo hablando cuando estábamos solos por la universidad hablábamos de muchas cosas, pero siempre había un tema que se repetía, las mujeres. Más de una vez me dijo que Marga le volvía loco, y que cuando yo bromeaba con ella y nos decíamos mil cosas que nos íbamos a hacer mutuamente, él se imaginaba haciéndoselas a ella. De ahí a veces decíamos que nos la tendríamos que coger entre los dos, que seguro que le encantaría lo que le daríamos.
Paso el tiempo y Marga acabo con el tío con el que estaba y Antonio no perdió oportunidad, así que al de poco estaban juntos como pareja. Aunque Antonio era amigo mío, Marga seguía con las mismas bromas de siempre: "Tu y yo vamos a escaparnos un día para que me des un buen viaje, aunque no sé si podrías aguantarme!!!" a lo que yo solía responderle "Cuidado, no vaya a ser que del viaje que te dé no quieras volver de donde te lleve y tenga que darte placer todos los días" y de ahí empezaban a ir las conversaciones a otros tantos retos mutuos de cosas más explicitas.
Esta vez el novio de Marga no era un desconocido para mí, si no que era precisamente mi amigo. Y como siempre las conversaciones entre nosotros solían ser las mismas. Al de poco tiempo yo quede libre, había roto con mi pareja y tenía unas ganas locas de coger. Así fue como un día en una de esas conversaciones no dude en sacar el tema que a veces llegamos a decir antes de que Antonio y Marga estuviesen juntos, el de hacer un trio con Marga.
Yo: Antonio tío, tu sabes que estoy que voy a reventar, tengo unas ganas enormes de cogerme a alguna. Y Marga no hace más que sacarme esos retos de lo que me va a hacer y lo que quiere que le haga. Cualquier día se me va a ir y me voy a lanzar a por ella.
Antonio: Joder, pues a mí me pondría a mil darle una buena sesión entre dos, Marga resulta ser una autentica fiera y una terrible puta. Así que si alguna vez tengo que compartirla con otro prefiero que sea contigo antes que con un desconocido.
Yo: No puedo creerme que de verdad digas que la compartirías conmigo. Vale que habla mucho, pero no creo que Marga sea capaz de tener esas fantasías.
Antonio: Si, de esas y más. No sabes la de cosas que a veces me dice que le encantaría que le hiciesen.
Yo: Pues si es así tenemos que arreglarlo para que un día sin que se lo espere lo tengamos todo preparado y tenga con nosotros el trio que siempre ha fantaseado.
Y con eso empezamos a planearlo todo. La idea era clara, sacar la conversación de siempre con ella, retándome con ella como siempre, pero esta vez ir mas adelante y convencerla para escaparse conmigo a tener ese viaje que siempre me decía que tenía que darle. Me la llevaría a una casita que tengo cerca de la costa, junto a la playa. Pero previamente le habría dado las llaves a Antonio y él nos estaría esperando en la casa.
Así que con todo planeado fueron pasando los días. Y cuando llego el día previsto Antonio fue a la casa, para esperarnos allí. Como de costumbre cuando estaba con Marga me dijo algo parecido a lo de siempre.
Marga: Me tienes loca, a ver cuándo te dignas a llevarme a tu casita esa que sé que tienes y me haces allí todo lo que dices que me harías. Tendrías todo el día para hacerme lo que quisieras.
Yo: Bah, eso lo dices siempre, pero si lo hago luego te ibas a enamorar de mi verga y no ibas a dejarme salir de la casa nunca más en la vida. Además si te dijera que vamos ahora mismo seguro que te echarías atrás, que solo haces que hablar.
Marga: ¿Pero tú que te crees? ¿Te crees que no soy capaz de irme contigo y pasarme un día de sexo desenfrenado?
Yo: Eso mismo digo, y entiendo que cuando esta Antonio delante si te digo que te vengas conmigo ya, no lo harías. Pero mira, ahora no está él, así que... de esta no te libras. Tanto que hablas, ahora mismo te llevo a la casa y cumplirás fantasías que aún no has cumplido. Vamos pero ya.
Marga se queda tentada con cara de viciosa, mirando alrededor como mirando que no haya nadie indiscreto que nos vea marchar juntos y cuando se siente segura se pone a caminar hacia el parking de la universidad.
Marga: Vámonos, antes de que venga alguien conocido y nos vea, vámonos, que me vas a dar más de lo que tú te piensas si quieres cumplir alguna fantasía.
Yo la sigo y me rio por dentro sabiendo lo que le espera. En el coche mientras vamos camino de la casa ella no puede aguantar lo que le excita estar marchándose con otro que no es su novio y sin que él lo sepa. Lleva su mano a mi entrepierna y empieza a acariciarme por encima del pantalón.
Yo: Pues va a resultar que eres más putita de lo que me pensaba, sí que te atreves a irte con otro sin que tu novio lo sepa, y que además ese otro te vaya a hacer cosas que fantaseas.
Marga: Si tú supieras todas las fantasías que tengo te asustarías, irme con un hombre a escondidas es bien poco. Y si, esto me calienta y no puedo esperar a llegar, quiero empezar a cumplir fantasías ya.
Diciendo eso me desabrocha el pantalón y saca mi verga, mete su cabeza acomodándose de la mejor forma que no me impida conducir y empieza a mamármela mientras vamos a la casa. Primero juega con la cabeza, y cuando ya tengo una erección completa la lame desde la base subiendo hasta la cabeza y sin parar vuelve a bajar pero tragándosela hasta la garganta. La mantiene hay unos segundos y la saca.
Yo: Aaaaah se nota que tienes hambre y hoy aun no te han dado tu ración de leche. Pues sigue sigue que te está esperando.
Y empieza a comer con avidez, una mano en mis huevos y subiendo y bajando la cabeza para tragársela toda. Como el camino hasta la casa no es muy largo, parece que tiene prisa por acabar, porque quiere hacerme terminar antes de que lleguemos. Así que pone todo de su parte hasta que sin aviso previo recibe toda mi leche en la boca. Solo emite un pequeño gemido/gruñido por la sorpresa y se lo traga todo y rebaña lo que ha quedado. Me guarda la verga y me abrocha de nuevo el pantalón, se incorpora y me dice.
Marga: Ya está, ya me has hecho cumplir al menos una fantasía, ahora espero que vengan más, yo no me voy solo con un tío para comerle la polla.
Yo: Tranquila, tranquila, algo me dice que alguna fantasía más podremos cumplir.
A todo esto estamos llegando a la casa, paro el coche junto a ella y nos bajamos. Cuando nos vamos acercando, y llegamos a la puerta, como intentando asegurarme de que Antonio sepa que llegamos, le agarro el culo a Marga, la estampo contra la puerta apretándola entre mi cuerpo y yo y empiezo a comerle la boda y manosearle el culo. Del ímpetu de estamparla contra la puerta, el golpe ha sido bien sonoro, sin duda Antonio había tenido que escucharlo. Así que nos separamos y abro la puerta y entramos. Ella se vuelve a por mí y empieza a comerme la boca su lengua busca la mía y empieza a quitarme la ropa. Me quita la camiseta y deja caer mis pantalones al suelo. Rápidamente me quedo solo en bóxer mientras ella aún tiene toda la ropa puesta.
Marga: Pensaba que serias más lanzado, yo ya te he desnudado casi por completo y tu ni me has tocado aun.
Yo: bueno, es que tú vas muy acelerada, y yo quiero disfrutarlo bien en la cama. Así que vamos para la habitación, que ahí vas a saber lo que es bueno.
La llevo a la habitación y la hago entrar a ella primero. Cuando entra por detrás y por sorpresa le agarra por la cintura Antonio y empieza a besarla el cuello. Yo entro entonces me coloco delante de ella y empiezo a comerle la boca. Ahora soy yo el que va lanzado mientras ella aun no comprende mucho la situación, aunque sigue disfrutando de ella. Me agacho y empiezo a desabrocharle el pantalón que lleva muy ajustado, mientras Antonio de casi un tirón le saca la camiseta y después le quita el sujetador, dejando unos generosos pechos a la vista, los que empieza a recorrer con sus manos, jugando con sus pezones. Mientras ella vuelve la cabeza hacia atrás para besarle a él. Yo le quito los pantalones y le saco el tanga que lleva y ahí encuentro una concha bien rasura dita y bien húmeda ya. Separa las piernas para dejarme trabajar mejor y empiezo a lamérsela, buscando su clítoris y lamiéndolo. A continuación la penetro con dos dedos arrancándole los primeros gemidos.
Antonio está aprovechando para quitarse la ropa y cuando ya está listo, nos llevamos a Marga a la cama, la acostamos y yo sigo con su concha mientras él le presenta su verga delante de su cara para que se la coma. Marga gime como puede con la verga de su novio en la boca mientras yo le cómo su concha. Está disfrutando de la situación y no puede disimularlo, porque no tarda mucho en acabar. Es ahí cuando voy a darle lo que tantas veces me ha pedido, un viaje que nunca olvidara. La ponemos a 4 patas y yo la penetro de una con violencia. Antonio y yo nos chocamos las manos y acompasamos los movimientos, cuando él se la saca de la boca yo la estoy embistiendo, y con ese mismo impulso la empujo contra la polla de Antonio y cuando yo la estoy sacando el aprovecha y se la clava hasta la garganta a su novia.
Yo: Que putita, no te esperabas que también te hiciésemos cumplir esta fantasía, ¿eh? Antonio, tu novia es una guarra como me habías dicho, mírala como está disfrutando de lo que le estamos dando, ni se ha quejado.
Antonio: Si tío, esta guarrilla siempre ha querido tener dos pollas dentro. Me alegro que seas tú el que este compartiéndola conmigo.
Marga intentaba decir algo, pero no la dejábamos, bombeábamos sin compasión hasta que la hicimos acabar de nuevo. Entonces Antonio y yo cambiamos posiciones, él fue más cariñoso con Marga, cosa que no pareció gustarle mucho a ella, porque antes de que yo pudiera taparle la boca dijo.
Marga: Dios Antonio, follame duro o no me folles, no me jodas esto.
Para callarla le metí la polla de una hasta la garganta, provocándole una pequeña arcada, y la mantuve ahí dentro hasta que se tranquilizó un poco más. Antonio aun así reacción y empezó a hacer lo que ella le pedía. No cruzábamos más palabras, los tres respirábamos aceleradamente, bufábamos o emitíamos gemidos y pequeños gruñidos. Cualquiera hubiera dicho que allí estaban tres animales. Tal era el morbo que siempre habíamos tenido los tres por hacer eso y ver que los estábamos haciendo hizo salir nuestros más bajos instintos.
Por tercera vez acabo Marga gimiendo como podía y como loca. Entonces cambiamos, Antonio, más corpulento que yo se tumbó en la cama, y le hizo a Marga ponerse encima cabalgándole. Yo me acerque por detrás, la empuje despiadadamente hacia delante para que se recostara sobre el pecho de Antonio, le di un par de azotes.
Yo: ¿Antonio, alguna vez le has roto el culo a Marga?
Antonio: Jamás, nunca me ha dejado por mucho que yo sepa que quiere que se lo rompan.
Yo: Pues creo que va llegando hora de que alguien se lo rompa.
Marga: Hazlo carbón, hazlo, te has ganado el derecho a ser el primero después de prepararme todo esto y cumplir mis fantasías.
Yo: Antonio, lo siento, pero no serás el primero, ella me ha dado permiso para serlo.
Antonio: Hazlo, no te preocupes, ya disfrutare del yo más veces.
Así que con ayuda de todos los jugos que ya tenía después de haber acabado 3 veces empecé a prepararlo con mis dedos. Tarde un rato, porque aun llevada por el morbo del momento y la excitación le dolía y me pedía que me tomara mi tiempo. Pero al final apoye la cabeza en su ano y poco a poco fui enterrándosela entera por el culo. Cuando estaba ya entera dentro espere a que se acostumbrase. Y entonces los tres como acompasados empezamos a movernos, ella gemía, grita, gruñía estaba fuera de sí, la mezcla del placer, dolor, morbo, excitación la poseía y aunque aguanto todo lo que pudo, no fue demasiado. Nosotros también estábamos ya a punto y fuimos acabando casi a la vez llevados por los gemidos de Marga. La llenamos de leche y ella se dejó caer sobre su novio. Yo me quede dentro de ella hasta sacarla flácida. Después me tumbe junto a ellos.
Durante el día dimos rienda suelta a nuestra imaginación y disfrutamos los tres, repetimos un par de veces más la escena. Después nos dimos una ducha y nos marchamos. Ya en el coche Marga confeso.
Hoy he cumplido 3 deseos más de mi lista, uno mamársela a un tío mientras conduce, otro hacer un trio y otro que me rompieran el culo.
Esas fueron las cosas que cumplimos ese día, pero no sería la última vez que Marga participaría de otros juegos, pero eso son otras historias.
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