Anterior... La despedida de soltera
Llegó el día del casamiento. Después de la loca despedida de soltera, mi compañera de equipo tenía la caradurez de mirar con amor a los ojos de su marido... no podía creerlo. Una semana antes la escuchaba pedir a un stripper que le rompiera el culo, y hoy le decía que iba a amar toda la vida al cornudito... pero bueno, problema de ellos.
La fiesta era con todo. Mucha plata, muchos invitados, el mejor salón, mucho caretaje... el ambiente donde me crié, que se le va a hacer. Entre los invitados, había varios del equipo de rugby del club. Entre esos rugbiers, estaba Seba. Con este pibe había tenido mi primer trio unos años antes, y era además una especie de "garche fijo".
La verdad es que me había ido muy puta vestida. Vestido muy corto, espalda al aire, mucho escote (tetas recontra levantabas, gracias push up!); y unos tacos bien altos que hacía lucir mis piernas. Y este chico Seba, no me sacó los ojos de encima en toda la noche. Estábamos en mesas separadas, pero siempre que tenía la oportunidad, le desfilaba por adelante y lo miraba desafiante. Era lógico que no iba a aguantar. Bueno, y yo tampoco. Tenía ganas de terminar la noche con él.
En la primer tanda de baile, me busca. Charlamos un rato, bailamos y de entrada lo empecé a franelear. Me daba vuelta, y le movía la cola rozando su pija. Lo traía contra mi cuerpo y le respiraba cerca de la cara. Metía su pierna entre las mías. Llegó un punto que dejamos de bailar, y yo me movía en su rodilla. En ese momento, cortan la música!
La torta, el vals, otra tanda de baile, otra vez franeleo, el ramo, demás boludeces, seguíamos tomando, ya los tacos estaban guardados y andaba descalza porque me costaba caminar derecho.
Siguió el baile y seguimos franeleando hasta que empezamos a chaparnos en el medio de la pista. En ese ambiente careta hay mucho chisme, y yo traté de mantener cierta reputación ahí adentro, aunque en ocasiones se me hizo difícil. Lo frené a Seba y le pedí de ir a un lugar más apartado. Aunque todos sabían que teníamos nuestros encuentros, no quería dar espectáculo.
Nos fuimos a una de las últimas mesas. Todos estaban bailando, algunos ya se habían ido; así que no había nadie cerca. Nos sentamos y empezamos a tranzar alocadamente. Seba se aprovechó de mi vestido, que cuando estaba sentada casi no llegaba a cubrirme toda la cola. Sus manos recorrieron mis muslos. Mis piernas se abrieron, como indicándole el camino a seguir.
Corrió mi tanguita empapada y sus dedos se fueron metiendo en mi conchita. Yo no me quedé atrás. Empecé a franelearle el bulto por encima del pantalón. Su pija estaba que explotaba. Desabroché su pantalón y dejé asomar media verga afuera y lo empecé a pajear. Nos tapamos con el mantel y nos pajeamos mutuamente mientras nos comíamos la boca.
Seba se bajó más el pantalón, ahora si dejando todo el tronco afuera. Me escupí la mano y le recorrí toda la extensión de su gruesa poronga, de arriba a abajo. Ahora la paja era más lenta, pero de un recorrido más largo.
Otra vez cortaron la música. Todos a las mesas. Una bronca tenía! "Que hacen ustedes dos acá solos?" dijo uno de los amigos de Seba (que rápido se había acomodado el pantalón). Quedé sentada en la mesa con los otros amigos del equipo de Seba. Al rato no aguanté tanta taradez de los rugbiers y me fui a mi mesa.
Volvió el momento del baile, pero yo me quedé en la mesa. Seba me vio y se vino al humo. "Pará, otra vez no..." le dije... "esperemos a que termine la fiesta y nos vamos juntos". Volvimos a la pista por separado. No imaginé que ese momento en el que quedé sola lo iba a aprovechar Agustín, otro del equipo que me venía insistiendo hacía rato para garchar (solo habíamos chapado unas veces). Se puso a bailar, esta vez yo un poco más tranquila, pero sus manos empezaron a provocarme y con la calentura que me había agarrado antes con Seba empecé a ceder.
De verdad quería estar con Seba. Pero me tenía que sacar de encima a Agustín, que me quería comer la boca a toda costa. Nos había visto con Seba (y sabía que éramos garche), pero al parecer le chupaba un huevo que su amigo esté ahí mismo y no dudó en buscar cagarle la mina cuando la dejó sola. Yo no quería que Seba me viera, pero también estaba re caliente.
Le dije que con carpa nos encontremos afuera, en el parque. A esa altura de la noche, estábamos todos muy en pedo como para notar quien faltaba y quien no. Nos fuimos lo más alejados posible. Encontramos un rincón con sombra, bien oscurito y empezamos a besarnos. Estaba desesperado el pibe, me metía mano por todos lados. Me levantó el vestido, y ya me quería coger... "Pará.. estás loco? acá no!" lo paré en seco.
"Dale Juli me tenés re caliente, dejame cogerte un rato" me suplicaba... "No boludo... después de la fiesta nos vamos juntos, ahí si.." cuando terminé de decir eso, mi cerebro reaccionó que le había dicho lo mismo a Seba (boluda total). Nos seguimos tocando. Agustín franeleaba su pija contra mi pierna. Eso ya no me gustaba mucho. Sabía que no me iba a zafar fácil de esa situación, encima, el chabón era mucho más alto y grande que yo.
Así que desabroché su pantalón, lo bajé y me arrodillé. Le empecé a chupar la pija. Lo pajeaba mientras metía la cabecita en mi boca y jugaba con mi lengua. Hasta que sentí como todo su cuerpo se estremecía y me corrí a un costado, dejando que largara toda la leche en el pasto. Me paré, le di un beso y me limpié las rodillas de tierra. Le dije que volviera al salón, para que nadie sospechara, y que después hablábamos.
Al rato, volví sigilosamente. Traté de meterme por un costado, mientras todos (por suerte) seguían bailando. Sin que me vieran, me metí al baño. Me acomodé la ropa, me lavé bien las rodillas y salí. Justo en la puerta me lo crucé a Seba. "Donde estabas Juli, te estuve buscando", me dijo. "No me sentía bien, estaba en el baño". Ya eran pasadas las 4. Lo agarré del cuello y lo besé. "Vamonos... ya!" le supliqué. Se fue a buscar su saco, y sin saludar a nadie nos escapamos.
Nos subimos al auto, y fuimos derecho para su departamento. En el camino, le saqué la pija y me dediqué a chuparsela. Fue un camino largo, porque iba muy despacio; entre la borrachera y yo que le chupaba la pija, le costaba prestar atención. Por suerte llegamos a salvo.
Subimos, y casi sin cerrar la puerta me alzó (él también es mucho más grandote que yo) y me llevó a la cama. Seba se sacó el pantalón y me clavó la pija. Mientras me cogía, terminé de desvestirlo. Le saqué la corbata, se la puse en la cabeza mientras nos reíamos. Del pedo que teníamos nos reíamos de cualquier cosa. Empezó a meterla con más fuerza, y la risa cambió a gemido nuevamente. Estaba tan caliente que acabé apenas empezó a bombear su pija adentro mío.
Estaba muy sensible esos días. Cada pijazo me estremecía, y no tardé en acabar de nuevo. Seba me agarró y me sentó. Me puso en 4 y me siguió taladrando con fuerza. Yo gritaba cada vez más. Me puso su mano en la boca y me susurró "vas a despertar a los vecinos puta, pará". Eso me puso loca. Aún con la boca tapada empecé a gritar y a mover mi cola para adelante y para atrás cogiéndome a Seba que se quedaba quieto encima mío. Su mano rodeaba mi cuello apretando con fuerza mi boca y yo me ponía más loca...
Otro orgasmo hizo que me desplomara en la cama. Seba me dio vuelta, y me empezó a chupar la concha. Me enloquecía aún más. Lo agarré y lo acosté. Ahora me tocaba a mi: agarré su pija y me la puse en la entrada de mi concha. De lo empapada que estaba, solo con apoyarla se deslizó hasta el fondo. "Uff nenaaa!" exclamó Seba al ver lo fácil que había entrado. Me la clavé y me empecé a mover. No tardó en llegar otro orgasmo más, cada orgasmo nuevo era más intenso que el anterior.
Con mis manos me agarraba de la camisa de Seba que todavía tenía puesta. La agarraba con fuerza y la arrugaba mientras mi cola se levantaba y sentaba en su poronga. Otro orgasmo me hizo temblar todo el cuerpo. Ese momento que frené para recuperarme, Seba me dio vuelta y me volvió a tirar en la cama, boca arriba. Se trepó arriba mío y me empezó a coger con violencia.
Me agarré de su cuello, bajé las manos queriendo tocar su cuerpo, aun vestido, cuando me grita "aaahhh pendeja te voy a llenar de lecheee". Lo agarré el cuello de su camisa y se la arranqué toda, rompiéndole todos los botones. En ese momento, sacó su pija y me largó un lechazo en la panza... en realidad, el tercero fue a la panza... el primero llegó casi hasta mi cuello, el segundo a mis tetas, y después otros más en mi panza.
Mientras recuperaba el aire, desparramé toda su leche por mi cuerpo. Me fui al baño. Volví y Seba estaba dormido. Me tiré al lado suyo también agotada. Al rato nos despertamos y lo hicimos otra vez más, antes que me llevara a mi casa.
En el camino a casa... y si... obvio, volví con la boca ocupada.
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Llegó el día del casamiento. Después de la loca despedida de soltera, mi compañera de equipo tenía la caradurez de mirar con amor a los ojos de su marido... no podía creerlo. Una semana antes la escuchaba pedir a un stripper que le rompiera el culo, y hoy le decía que iba a amar toda la vida al cornudito... pero bueno, problema de ellos.
La fiesta era con todo. Mucha plata, muchos invitados, el mejor salón, mucho caretaje... el ambiente donde me crié, que se le va a hacer. Entre los invitados, había varios del equipo de rugby del club. Entre esos rugbiers, estaba Seba. Con este pibe había tenido mi primer trio unos años antes, y era además una especie de "garche fijo".
La verdad es que me había ido muy puta vestida. Vestido muy corto, espalda al aire, mucho escote (tetas recontra levantabas, gracias push up!); y unos tacos bien altos que hacía lucir mis piernas. Y este chico Seba, no me sacó los ojos de encima en toda la noche. Estábamos en mesas separadas, pero siempre que tenía la oportunidad, le desfilaba por adelante y lo miraba desafiante. Era lógico que no iba a aguantar. Bueno, y yo tampoco. Tenía ganas de terminar la noche con él.
En la primer tanda de baile, me busca. Charlamos un rato, bailamos y de entrada lo empecé a franelear. Me daba vuelta, y le movía la cola rozando su pija. Lo traía contra mi cuerpo y le respiraba cerca de la cara. Metía su pierna entre las mías. Llegó un punto que dejamos de bailar, y yo me movía en su rodilla. En ese momento, cortan la música!
La torta, el vals, otra tanda de baile, otra vez franeleo, el ramo, demás boludeces, seguíamos tomando, ya los tacos estaban guardados y andaba descalza porque me costaba caminar derecho.
Siguió el baile y seguimos franeleando hasta que empezamos a chaparnos en el medio de la pista. En ese ambiente careta hay mucho chisme, y yo traté de mantener cierta reputación ahí adentro, aunque en ocasiones se me hizo difícil. Lo frené a Seba y le pedí de ir a un lugar más apartado. Aunque todos sabían que teníamos nuestros encuentros, no quería dar espectáculo.
Nos fuimos a una de las últimas mesas. Todos estaban bailando, algunos ya se habían ido; así que no había nadie cerca. Nos sentamos y empezamos a tranzar alocadamente. Seba se aprovechó de mi vestido, que cuando estaba sentada casi no llegaba a cubrirme toda la cola. Sus manos recorrieron mis muslos. Mis piernas se abrieron, como indicándole el camino a seguir.
Corrió mi tanguita empapada y sus dedos se fueron metiendo en mi conchita. Yo no me quedé atrás. Empecé a franelearle el bulto por encima del pantalón. Su pija estaba que explotaba. Desabroché su pantalón y dejé asomar media verga afuera y lo empecé a pajear. Nos tapamos con el mantel y nos pajeamos mutuamente mientras nos comíamos la boca.
Seba se bajó más el pantalón, ahora si dejando todo el tronco afuera. Me escupí la mano y le recorrí toda la extensión de su gruesa poronga, de arriba a abajo. Ahora la paja era más lenta, pero de un recorrido más largo.
Otra vez cortaron la música. Todos a las mesas. Una bronca tenía! "Que hacen ustedes dos acá solos?" dijo uno de los amigos de Seba (que rápido se había acomodado el pantalón). Quedé sentada en la mesa con los otros amigos del equipo de Seba. Al rato no aguanté tanta taradez de los rugbiers y me fui a mi mesa.
Volvió el momento del baile, pero yo me quedé en la mesa. Seba me vio y se vino al humo. "Pará, otra vez no..." le dije... "esperemos a que termine la fiesta y nos vamos juntos". Volvimos a la pista por separado. No imaginé que ese momento en el que quedé sola lo iba a aprovechar Agustín, otro del equipo que me venía insistiendo hacía rato para garchar (solo habíamos chapado unas veces). Se puso a bailar, esta vez yo un poco más tranquila, pero sus manos empezaron a provocarme y con la calentura que me había agarrado antes con Seba empecé a ceder.
De verdad quería estar con Seba. Pero me tenía que sacar de encima a Agustín, que me quería comer la boca a toda costa. Nos había visto con Seba (y sabía que éramos garche), pero al parecer le chupaba un huevo que su amigo esté ahí mismo y no dudó en buscar cagarle la mina cuando la dejó sola. Yo no quería que Seba me viera, pero también estaba re caliente.
Le dije que con carpa nos encontremos afuera, en el parque. A esa altura de la noche, estábamos todos muy en pedo como para notar quien faltaba y quien no. Nos fuimos lo más alejados posible. Encontramos un rincón con sombra, bien oscurito y empezamos a besarnos. Estaba desesperado el pibe, me metía mano por todos lados. Me levantó el vestido, y ya me quería coger... "Pará.. estás loco? acá no!" lo paré en seco.
"Dale Juli me tenés re caliente, dejame cogerte un rato" me suplicaba... "No boludo... después de la fiesta nos vamos juntos, ahí si.." cuando terminé de decir eso, mi cerebro reaccionó que le había dicho lo mismo a Seba (boluda total). Nos seguimos tocando. Agustín franeleaba su pija contra mi pierna. Eso ya no me gustaba mucho. Sabía que no me iba a zafar fácil de esa situación, encima, el chabón era mucho más alto y grande que yo.
Así que desabroché su pantalón, lo bajé y me arrodillé. Le empecé a chupar la pija. Lo pajeaba mientras metía la cabecita en mi boca y jugaba con mi lengua. Hasta que sentí como todo su cuerpo se estremecía y me corrí a un costado, dejando que largara toda la leche en el pasto. Me paré, le di un beso y me limpié las rodillas de tierra. Le dije que volviera al salón, para que nadie sospechara, y que después hablábamos.
Al rato, volví sigilosamente. Traté de meterme por un costado, mientras todos (por suerte) seguían bailando. Sin que me vieran, me metí al baño. Me acomodé la ropa, me lavé bien las rodillas y salí. Justo en la puerta me lo crucé a Seba. "Donde estabas Juli, te estuve buscando", me dijo. "No me sentía bien, estaba en el baño". Ya eran pasadas las 4. Lo agarré del cuello y lo besé. "Vamonos... ya!" le supliqué. Se fue a buscar su saco, y sin saludar a nadie nos escapamos.
Nos subimos al auto, y fuimos derecho para su departamento. En el camino, le saqué la pija y me dediqué a chuparsela. Fue un camino largo, porque iba muy despacio; entre la borrachera y yo que le chupaba la pija, le costaba prestar atención. Por suerte llegamos a salvo.
Subimos, y casi sin cerrar la puerta me alzó (él también es mucho más grandote que yo) y me llevó a la cama. Seba se sacó el pantalón y me clavó la pija. Mientras me cogía, terminé de desvestirlo. Le saqué la corbata, se la puse en la cabeza mientras nos reíamos. Del pedo que teníamos nos reíamos de cualquier cosa. Empezó a meterla con más fuerza, y la risa cambió a gemido nuevamente. Estaba tan caliente que acabé apenas empezó a bombear su pija adentro mío.
Estaba muy sensible esos días. Cada pijazo me estremecía, y no tardé en acabar de nuevo. Seba me agarró y me sentó. Me puso en 4 y me siguió taladrando con fuerza. Yo gritaba cada vez más. Me puso su mano en la boca y me susurró "vas a despertar a los vecinos puta, pará". Eso me puso loca. Aún con la boca tapada empecé a gritar y a mover mi cola para adelante y para atrás cogiéndome a Seba que se quedaba quieto encima mío. Su mano rodeaba mi cuello apretando con fuerza mi boca y yo me ponía más loca...
Otro orgasmo hizo que me desplomara en la cama. Seba me dio vuelta, y me empezó a chupar la concha. Me enloquecía aún más. Lo agarré y lo acosté. Ahora me tocaba a mi: agarré su pija y me la puse en la entrada de mi concha. De lo empapada que estaba, solo con apoyarla se deslizó hasta el fondo. "Uff nenaaa!" exclamó Seba al ver lo fácil que había entrado. Me la clavé y me empecé a mover. No tardó en llegar otro orgasmo más, cada orgasmo nuevo era más intenso que el anterior.
Con mis manos me agarraba de la camisa de Seba que todavía tenía puesta. La agarraba con fuerza y la arrugaba mientras mi cola se levantaba y sentaba en su poronga. Otro orgasmo me hizo temblar todo el cuerpo. Ese momento que frené para recuperarme, Seba me dio vuelta y me volvió a tirar en la cama, boca arriba. Se trepó arriba mío y me empezó a coger con violencia.
Me agarré de su cuello, bajé las manos queriendo tocar su cuerpo, aun vestido, cuando me grita "aaahhh pendeja te voy a llenar de lecheee". Lo agarré el cuello de su camisa y se la arranqué toda, rompiéndole todos los botones. En ese momento, sacó su pija y me largó un lechazo en la panza... en realidad, el tercero fue a la panza... el primero llegó casi hasta mi cuello, el segundo a mis tetas, y después otros más en mi panza.
Mientras recuperaba el aire, desparramé toda su leche por mi cuerpo. Me fui al baño. Volví y Seba estaba dormido. Me tiré al lado suyo también agotada. Al rato nos despertamos y lo hicimos otra vez más, antes que me llevara a mi casa.
En el camino a casa... y si... obvio, volví con la boca ocupada.
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45 comentarios - En el casamiento... tranqui
Mañana te dejo puntos muchas gracias 😁
👏 👏 👏
una en tu honor... je je
besos
gracias por comentar!
una maravilla tus relatos... y vos debés ser hermosa
van 10, excelente negra
Excelente!!!
Gracias por compartir
gracias por comentar!
saludos
gracias por comentar"!
Quiere hacerte el anillito de cuero mamita hasta que te arda, buen relato
besos te dejo unos puntitos
gracias por comentar!
gracias por pasaR!!
Q lindo q reconozcas q sos cheta y putita! y como dijo otro mas arriba! sii calienta mas! jajaja
saludos
Flor de puta en la cama!!
Me encanta!!
Muy buen relato!!
Como dijo uno!!!
Te aamooo!!!
Xq no me toca una clienta como vossss!!!
En lo que va de los relatos que leí y por cómo te describís, debes se una mina hermosa 😉😉
en ese ambiente son todos asi medio gatos. hubo reclamo cuando se entero o lo supuso; pero despues van y buscan a otra. no se hacen mucha historia
"desparramé toda su leche por mi cuerpo." que deli ❤️
genial lo de taparse con el mantel ajja
+10
ahora que pienso me toco ir algunos pero creo tenia hormonas tranquilas me dedique a comer jajja
Also Juli: Su pija estaba que explotaba. Desabroché su pantalón y dejé asomar media verga afuera y lo empecé a pajear. Nos tapamos con el mantel y nos pajeamos mutuamente mientras nos comíamos la boca.
Jejejeje la mejor por escandalo.