Hoy les voy a contar como hice que se cogieran a mi esposa sin que ella se diera cuenta.
Con mi mujer tenemos una relación fantástica, de muy buen sexo. Ella es una cuarentona bastante rellenita, de las que me gustan y mucho, con muchas pero muchas tetas y un culo grande que no me canso de coger.
Somos muy compañeros en la cama y siempre fui el que tomaba la iniciativa. Durante más de 10 años me dejó hacer casi lo que quisiera con ella desde romperle el culo hasta meterle cuanto consolador se me cruzara, pero lo que nunca aceptó es experimentar con tríos, ni siquiera cuando le propuse hacerlo con otro tipo, pero le gustaba que le inventara historias mientras lo hacíamos. Cuando le dije que del trío lo único que me importaba es verla cogida por otro se enojó muchísimo y nunca más tocamos el tema.
A medida que pasaba el tiempo seguimos con historias y los juguetitos simulando los tríos pero en mi cabeza empecé a idear la manera de concretar mi gran fantasía.
En cierta oportunidad viajamos a Buenos Aires (somos del interior) y alquilamos un departamento en pleno centro, donde había un gran flujo de personas, y decidí que era el momento.
Una noche salimos de paseo y empezamos a beber (no es de las más aguantadoras) y en ese momento entendí que era ahora o nunca. A medida que transcurría la noche estuvimos en un par de bares y me encargué de que se emborrachara lo suficiente para cometer mi plan, yo bebí lo justo para quedar enfiestado. Al final volvimos a nuestro dpto., nos acostamos y la empecé a manosear, estaba tan borracha que se durmió en el acto.
Antes de seguir con mi plan me cercioré que mi esposa estuviera a punto, la acosté boca abajo le paré el culito le puse un poco de lubricante y se lo mandé de una, solo se movió un poco y no hizo ni un gesto, listo ya estaba, dejé de darle por el culo porque no quería acabar, me vestí, tomé una lata de cerveza y me paré fuera del edificio.
El lugar estaba bastante concurrido (varios boliches en la zona) y busqué a mi cómplice ideal. De no haber estado tan excitado no creo haber podido realizar nada, pero me armé de valor y busqué un tipo que tenga más o menos mi fisonomía (tamaño, peso, color y tipo de pelo), esto parece difícil pero como soy un tipo de lo más común encontré varios que correspondían con mi figura. De repente uno estaba esperando algo o alguien cerca de mí y le empecé a dar conversación, no pasaron más de 5 minutos de charla que le dije
–Mirá pibe, tengo una fantasía y quiero que me ayudes
-Vos sos puto?
- No, lo único que quiero es ver como otro se la come a mi jermu.
Le expliqué mi plan y me dijo que sí, pero que si había algún problema me partía la cabeza. La adrenalina es una cosa muy rara porque esa amenaza me calentó mucho más.
El departamento estaba casi a oscuras, solo entraba una pequeña cantidad de luz por uno de los ventanales que dejaba ver apenas el cuerpo desnudo de mi mujer. Le pedí que se desvistiera en el living y nos dirigimos a la habitación (había despejado el camino para que no nos tropezáramos con nada) y nos quedamos un rato mirando a mi mujer para poder acostumbrarnos a la oscuridad.
Mientras él la miraba ví que se la empezó a jalar, se acercó a mi oído y me dijo que el corazón se le salía del pecho de la calentura, le dije que estaba todo listo que empezara como estaba ella, tal como la había dejado.
El reflejo de la ventana hizo que cada vez se viera mejor. Yo me encontraba en un sillón cercano en el cuál no me perdía nada y podía salir si mi mujer se despertaba.
Él se acomodó encima de mi mujer y le empezó a frotar su pija en el culo como masturbándose, lo agarró, lo levantó un poco y empezó a meterlo despacio por su concha. Les puedo asegurar que veía esa escena como en cámara lenta, no podía creer lo que estaba pasando. Mi nuevo amigo empezó a acelerar el ritmo cuando vimos que mi mujer levantó apenas su culo y dio un gemido de placer. Nos quedamos helados y me miró como esperando que le dijera que se fuera, el corazón me estaba por explotar y le hice una seña de que siguiera y así fue. Fueron unas cuantas penetradas y me avisó por señas que estaba por acabar, le dije que se lo acercara a la boca, no pudo creer cuando le apoyó en los labios y abrió la boca grande y se lo tragó entero (por suerte no era mucho más grande que el mío), un par de chupadas y le descargó todo y mi mujer se tragó absolutamente todo, se lo había chupado de manera mecánica.
Mi cómplice se quedó parado temblando entero, yo había acabado 2 veces y quería seguir, en eso mi mujer se dio vuelta y balbuceó unas palabras que no entendimos y nos dimos cuenta que seguía borracha.
Le hice señas de que siguiera y me hizo la seña del medio tiempo, que necesitaba recuperarse. Me acerqué al oído y le dije que le empezara a meter los dedos en la concha hasta que se le pare de nuevo.
Le acerqué un lubricante el cual se encargó de pasarlo por toda la concha , se acomodó bien al costado y empezó con 2 dedos, viendo la facilidad metió el tercero, pude ver que en su cara había ya un entusiasmo y le metió el cuarto dedo mientras aceleraba el ritmo. Sacó su mano y se embadurnó de lubricante y empezó a trabajar hasta meterle todo el puño. Para nosotros era una práctica habitual así que no tuvo inconvenientes.
El tipo ni siquiera me miraba, creo que hasta se había olvidado que yo estaba ahí. Metía su puño en esa concha haciendo círculos y cada vez aceleraba más el ritmo. Me tuve que acercar y pedirle que lo hiciera más lento ya que eso podría despertar a mi esposa y la fiesta se acabaría. Por suerte lo entendió y luego de un rato sacó su puño y hundió su cabeza en esa concha toda lubricada.
Mi amigo se levantó y pude ver como su pija estaba nuevamente firme, es más creo que ahora estaba más grande que antes.
Ya no hacía falta que lo dirigiera, él sólo la dio vuelta y tomó nuevamente el lubricante pero esta vez se dedicó a su culo, me acerqué a su oído y le pedí que fuera un poco más delicado que con su concha, me dijo también al oído que quería cogerle el orto y acabarle adentro, le asentí y me volví a mi lugar a comenzar mi cuarta acabada.
Mi cómplice puso una buena cantidad de lubricante y a su dedo mayor lo fue introduciendo de a poco hasta que este se perdió por completo, después metió 2 y mi mujer lanzó un pequeño jadeo de dolor lo que hizo que este se los sacara. Volvió a meter ambos dedos con extrema suavidad y así estuvo un rato jugando con su agujero. Cuando no aguantó más le levantó el culo desde sus caderas, apoyó la cabeza de su chota en el agujero y lo empezó a meter de una manera tan sensual que ni bien acabé (nuevamente) mi pija se volvió a parar. El chabón iba metiendo su pija de a milímetros mientras arqueaba su cuerpo y lanzaba su cabeza hacia atrás, estaba casi en un trance, no era violento, sus movimientos eran muy rítmicos. Así estuvo un buen rato hasta que vi desaparecer su pija por completo en el culo de mi mujer.
Mi erección ya era constante, estaba extasiado de tanta lujuria, ver como esa pija se cogía el culo de mi esposa me llevó hasta el limbo.
Fue claro cuando acabó, su cuerpo empezó como a temblar y agarró fuerte las cintura de ella, inclusive estuvo a punto de gritar. Se quedó uno segundos con su pija en el orto hasta que le pedí se hiciera a un lado. Me acerqué y ví como los chorros de leche le salían de ese hermoso culaso. La excitación me ganó y no me aguanté, aún con su semen saliendo me acomodé y se la mandé hasta el fondo. En cada embestida que daba sentía el contacto de mi piel con su leche y eso me calentó más, mi última acabada se uniría con la de mi eventual y fantástico cómplice.
Nos vestimos y acompañé a mi amigo hasta la calle, me dio su número para que lo vuelva a hablar no sin antes agradecerme por darle la mejor de las experiencias que había tenido en su vida…el agradecimiento fue mutuo.
Volví donde mi mujer quién permanecía en la misma posición que la habíamos dejado, me quedé observándola un rato largo y la calentura me volvió a subir, entonces me agaché y limpié cada uno de sus agujeros con mi lengua, me volví a masturbar y caí desmayado a su lado.
Al otro día mi mujer se levantó con una fuerte resaca y me preguntó si habíamos cogido porque le dolía mucho el culo…lástima que no pude decirle toda la verdad.
Con mi mujer tenemos una relación fantástica, de muy buen sexo. Ella es una cuarentona bastante rellenita, de las que me gustan y mucho, con muchas pero muchas tetas y un culo grande que no me canso de coger.
Somos muy compañeros en la cama y siempre fui el que tomaba la iniciativa. Durante más de 10 años me dejó hacer casi lo que quisiera con ella desde romperle el culo hasta meterle cuanto consolador se me cruzara, pero lo que nunca aceptó es experimentar con tríos, ni siquiera cuando le propuse hacerlo con otro tipo, pero le gustaba que le inventara historias mientras lo hacíamos. Cuando le dije que del trío lo único que me importaba es verla cogida por otro se enojó muchísimo y nunca más tocamos el tema.
A medida que pasaba el tiempo seguimos con historias y los juguetitos simulando los tríos pero en mi cabeza empecé a idear la manera de concretar mi gran fantasía.
En cierta oportunidad viajamos a Buenos Aires (somos del interior) y alquilamos un departamento en pleno centro, donde había un gran flujo de personas, y decidí que era el momento.
Una noche salimos de paseo y empezamos a beber (no es de las más aguantadoras) y en ese momento entendí que era ahora o nunca. A medida que transcurría la noche estuvimos en un par de bares y me encargué de que se emborrachara lo suficiente para cometer mi plan, yo bebí lo justo para quedar enfiestado. Al final volvimos a nuestro dpto., nos acostamos y la empecé a manosear, estaba tan borracha que se durmió en el acto.
Antes de seguir con mi plan me cercioré que mi esposa estuviera a punto, la acosté boca abajo le paré el culito le puse un poco de lubricante y se lo mandé de una, solo se movió un poco y no hizo ni un gesto, listo ya estaba, dejé de darle por el culo porque no quería acabar, me vestí, tomé una lata de cerveza y me paré fuera del edificio.
El lugar estaba bastante concurrido (varios boliches en la zona) y busqué a mi cómplice ideal. De no haber estado tan excitado no creo haber podido realizar nada, pero me armé de valor y busqué un tipo que tenga más o menos mi fisonomía (tamaño, peso, color y tipo de pelo), esto parece difícil pero como soy un tipo de lo más común encontré varios que correspondían con mi figura. De repente uno estaba esperando algo o alguien cerca de mí y le empecé a dar conversación, no pasaron más de 5 minutos de charla que le dije
–Mirá pibe, tengo una fantasía y quiero que me ayudes
-Vos sos puto?
- No, lo único que quiero es ver como otro se la come a mi jermu.
Le expliqué mi plan y me dijo que sí, pero que si había algún problema me partía la cabeza. La adrenalina es una cosa muy rara porque esa amenaza me calentó mucho más.
El departamento estaba casi a oscuras, solo entraba una pequeña cantidad de luz por uno de los ventanales que dejaba ver apenas el cuerpo desnudo de mi mujer. Le pedí que se desvistiera en el living y nos dirigimos a la habitación (había despejado el camino para que no nos tropezáramos con nada) y nos quedamos un rato mirando a mi mujer para poder acostumbrarnos a la oscuridad.
Mientras él la miraba ví que se la empezó a jalar, se acercó a mi oído y me dijo que el corazón se le salía del pecho de la calentura, le dije que estaba todo listo que empezara como estaba ella, tal como la había dejado.
El reflejo de la ventana hizo que cada vez se viera mejor. Yo me encontraba en un sillón cercano en el cuál no me perdía nada y podía salir si mi mujer se despertaba.
Él se acomodó encima de mi mujer y le empezó a frotar su pija en el culo como masturbándose, lo agarró, lo levantó un poco y empezó a meterlo despacio por su concha. Les puedo asegurar que veía esa escena como en cámara lenta, no podía creer lo que estaba pasando. Mi nuevo amigo empezó a acelerar el ritmo cuando vimos que mi mujer levantó apenas su culo y dio un gemido de placer. Nos quedamos helados y me miró como esperando que le dijera que se fuera, el corazón me estaba por explotar y le hice una seña de que siguiera y así fue. Fueron unas cuantas penetradas y me avisó por señas que estaba por acabar, le dije que se lo acercara a la boca, no pudo creer cuando le apoyó en los labios y abrió la boca grande y se lo tragó entero (por suerte no era mucho más grande que el mío), un par de chupadas y le descargó todo y mi mujer se tragó absolutamente todo, se lo había chupado de manera mecánica.
Mi cómplice se quedó parado temblando entero, yo había acabado 2 veces y quería seguir, en eso mi mujer se dio vuelta y balbuceó unas palabras que no entendimos y nos dimos cuenta que seguía borracha.
Le hice señas de que siguiera y me hizo la seña del medio tiempo, que necesitaba recuperarse. Me acerqué al oído y le dije que le empezara a meter los dedos en la concha hasta que se le pare de nuevo.
Le acerqué un lubricante el cual se encargó de pasarlo por toda la concha , se acomodó bien al costado y empezó con 2 dedos, viendo la facilidad metió el tercero, pude ver que en su cara había ya un entusiasmo y le metió el cuarto dedo mientras aceleraba el ritmo. Sacó su mano y se embadurnó de lubricante y empezó a trabajar hasta meterle todo el puño. Para nosotros era una práctica habitual así que no tuvo inconvenientes.
El tipo ni siquiera me miraba, creo que hasta se había olvidado que yo estaba ahí. Metía su puño en esa concha haciendo círculos y cada vez aceleraba más el ritmo. Me tuve que acercar y pedirle que lo hiciera más lento ya que eso podría despertar a mi esposa y la fiesta se acabaría. Por suerte lo entendió y luego de un rato sacó su puño y hundió su cabeza en esa concha toda lubricada.
Mi amigo se levantó y pude ver como su pija estaba nuevamente firme, es más creo que ahora estaba más grande que antes.
Ya no hacía falta que lo dirigiera, él sólo la dio vuelta y tomó nuevamente el lubricante pero esta vez se dedicó a su culo, me acerqué a su oído y le pedí que fuera un poco más delicado que con su concha, me dijo también al oído que quería cogerle el orto y acabarle adentro, le asentí y me volví a mi lugar a comenzar mi cuarta acabada.
Mi cómplice puso una buena cantidad de lubricante y a su dedo mayor lo fue introduciendo de a poco hasta que este se perdió por completo, después metió 2 y mi mujer lanzó un pequeño jadeo de dolor lo que hizo que este se los sacara. Volvió a meter ambos dedos con extrema suavidad y así estuvo un rato jugando con su agujero. Cuando no aguantó más le levantó el culo desde sus caderas, apoyó la cabeza de su chota en el agujero y lo empezó a meter de una manera tan sensual que ni bien acabé (nuevamente) mi pija se volvió a parar. El chabón iba metiendo su pija de a milímetros mientras arqueaba su cuerpo y lanzaba su cabeza hacia atrás, estaba casi en un trance, no era violento, sus movimientos eran muy rítmicos. Así estuvo un buen rato hasta que vi desaparecer su pija por completo en el culo de mi mujer.
Mi erección ya era constante, estaba extasiado de tanta lujuria, ver como esa pija se cogía el culo de mi esposa me llevó hasta el limbo.
Fue claro cuando acabó, su cuerpo empezó como a temblar y agarró fuerte las cintura de ella, inclusive estuvo a punto de gritar. Se quedó uno segundos con su pija en el orto hasta que le pedí se hiciera a un lado. Me acerqué y ví como los chorros de leche le salían de ese hermoso culaso. La excitación me ganó y no me aguanté, aún con su semen saliendo me acomodé y se la mandé hasta el fondo. En cada embestida que daba sentía el contacto de mi piel con su leche y eso me calentó más, mi última acabada se uniría con la de mi eventual y fantástico cómplice.
Nos vestimos y acompañé a mi amigo hasta la calle, me dio su número para que lo vuelva a hablar no sin antes agradecerme por darle la mejor de las experiencias que había tenido en su vida…el agradecimiento fue mutuo.
Volví donde mi mujer quién permanecía en la misma posición que la habíamos dejado, me quedé observándola un rato largo y la calentura me volvió a subir, entonces me agaché y limpié cada uno de sus agujeros con mi lengua, me volví a masturbar y caí desmayado a su lado.
Al otro día mi mujer se levantó con una fuerte resaca y me preguntó si habíamos cogido porque le dolía mucho el culo…lástima que no pude decirle toda la verdad.
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nos complementamos campeon