Somos una pareja del interior de la pampa húmeda, de una pequeña ciudad de no más de 40.000 personas, no voy a especificar zona ni provincia para preservar nuestra privacidad, solamente decir que mi nombre es Tomas y Alejandra el de mi mujer (lógicamente también los nombres son ficticios). Yo tengo 34 y Ale 30. Ella pelo castaño, no muy largo, flaca, de tetas medianas tirando a chicas pero bien paraditas, pezones bien rosados y saltones, muy buena cintura, linda cola, redonda, paradita y dura. Todo duro tiene, quizás por su condición de bailarina. Y mucha, pero mucha actitud de puta. Como para que se hagan una idea de como es de rostro y físicamente, les digo, es muyyyyy parecida a la actriz porno argentina Lanny Pitt. Hace ya siete años que estamos juntos y desde los primeros meses de relación que empezamos a hablar mientras hacíamos el amor e ir incluyendo en nuestras fantasías sexuales a un tercero. Primero era una mujer, hasta que con el tiempo, notaba como se calentaba cada vez más cuando le proponía que ese tercero sea un hombre. Y ni hablar cuando ese hombre era un macho bien rudo, musculoso, grandote y por sobre todas las cosas venia dotado de una gran verga. He llegado a comprarle consoladores grandes y gruesos de color piel y jugamos con eso cuando hacíamos el amor imaginando que mientras yo la cogía ella se la chupaba a nuestro amigo o mientras ella me la chupaba se metía el juguete imaginando que era otro macho quien le serruchaba la concha. Otras veces me he sentado en un sillón de la habitación mientras ella con el juguete en la cama simulaba que era atendida por otro macho en mi presencia.
Así fue pasando el tiempo y nuestras fantasías y ganas iban en aumento hasta que este verano que pasó lo hicimos realidad. Fue en navidad, más precisamente el 25 de diciembre. Habíamos pasado el 24 con mi familia y el 25 fuimos a pasarla a una casa quinta de su hermano en un pueblo cercano a Rosario. Allí después de almorzar, en una de esas idas y vueltas, mientras se levantaba la mesa y se ordenaba todo después del almuerzo se me acerca y me pide que la abrace y le haga upa. Directamente le dije que no. Que esa misma tarde la iba a llevar a que le hagan upa. La respuesta la tomó por sorpresa, pero lejos de molestarla puso mucha cara de puta, se reía nerviosamente y me dijo al oído: “te vas a bancar ver como otro macho se coge a tu mujer como a una puta??”, “si, me encantaría, hace mucho que quiero que lo hagamos” y su mano fue directo a mi pija, “mira cómo te pones!! Ya se te está poniendo dura. Como te calienta que otro tipo se coja a tu mujer”, me dijo. Luego más tarde mientras corría el tiempo, ella estaba intrigada de como haríamos todo y me iba preguntando, yo en cuenta gotas le iba diciendo. Previamente durante la semana había entrado a una página de acompañantes de Rosario y había tomado nota de los machos disponibles en la ciudad de Rosario con teléfonos y todo. Cuando después de comer prepararon el mate para tomar alrededor de la pileta yo avise que necesitaba comprar cigarrillos y partí con el auto rumbo a un kiosco. Compre cigarrillos y corrobore por teléfono que el macho estuviera disponible. Lógicamente elegí al más dotado de todos, Leo (así se llamaba), un morocho de tez trigueña de 1.85 metros de altura, dotado de una verga de 23x6 cm. Lo llame, le explique lo que buscaba y le pregunte si iba a estar disponible cerca de la tardecita. Me conto que tenía lugar cerca del centro, que tenía experiencia en esto de cogerse a mujeres enfrente de sus maridos/novios y que iba a estar disponible. Bingo!!! Dije, hoy cumplimos nuestra fantasía.
Volví a la casa-quinta de mi cuñado, contento, caliente y ansioso porque llegara la hora que emprendiéramos la retirada rumbo al encuentro con Leo. Algunos dormían y otros estaban bajo las plantas tomando mates. Yo aduciendo estar muerto de calor me metí a la pileta, necesitaba calmar un poco la calentura y la ansiedad. Atrás mío se metió Ale, vino, me abrazo y me pregunto qué había pasado y le conté. “Ya arregle la cita con tu macho. En un rato vamos a decir que no podemos volver tarde y vamos a ir rumbo a Rosario, te espera un macho como siempre fantaseaste”. Y así fue, a eso de las 5/6 de la tarde ella me guiña un ojo y me dijo: “no tendríamos que ir pegando la vuelta? La ruta va a estar muy cargada y tengo muchas cosas que dejar listas para mañana”, “si mi amor, tenés razón, tomamos dos mates más, me cambio y nos vamos”. Salí de la pileta, me cambie, guardamos las pocas cosas que teníamos, los regalos y nos fuimos.
Desde la casa-quinta hasta Rosario ella fue tocándome y chupándome la pija cada tanto, contándome las cosas que iba a hacer con Leo. Casi me hace acabar en el camino, estábamos muy calientes y no veíamos la hora de llegar hasta su depto. Llegamos a Rosario, dejamos el auto en una cochera cerca y fuimos rumbo al depto. de Leo que quedaba a pocas cuadras.
A los pocos segundos de tocar el portero se abre el ascensor, bajo un macho con ojotas, un joggins muy liviano y una remera blanca que se le quedaba toda marcada. Sinceramente el tipo tenía un físico envidiable. Abre y me da la mano, y a ella la abraza y le da un beso en la mejilla muy cerca de la boca. Subimos por el ascensor hasta el depto., entramos y fuimos derecho a su habitación. Yo sentado en una silla, Ale sobre mis rodillas y Leo al borde de la cama enfrente de nosotros, ultimando detalles, mejor dicho contándole bien que era lo que estábamos buscando en él. Leo comenzaría por darle unos masajes como comienzo de todo. Le pide que se desnude y se ponga boca abajo en la cama mientras él nos dejaba solos en la habitación unos instantes para que nos preparemos. Cuando vuelve Leo, Ale ya estaba acostada en el centro de la cama boca abajo, solamente con la tanga de la bikini puesta, Leo se quita la remera y el joggins quedando solamente en bóxer blanco. Se sube a la cama con el pote de crema en la cama, sentándose sobre las piernas de mi mujer para comenzar el masaje.
Coloca crema sobre la espalda de Ale y comienza a dar un masaje como todo un profesional, recorriendo toda su espalda, yendo de aquí para allá, cubriendo sus brazos también. Ale se iba relajando y disfrutando del masaje, mientras Leo comienza a darle un poco más de emoción con sus manos, recorre los costados de su espalda, rozando sus pechos y jugando un poco con sus pezones, ayudado por Ale que levantaba un poco la espalda colaborando con las caricias. Baja un poquito la bikini a mitad de cola masajeando la zona del coxis. Vuelve a sus pechos, ya tocándolos descaradamente y apoyando todo su bulto en la cola. Se levanta un poco y comienza a bajar con sus caricias, le saca por completo la bikini, masajea su cola, le abre las piernas y baja a jugar con su lengua en la colita de Ale. Allí comienza la acción. Leo jugaba con su lengua en la cola y en la conchita mientras Ale colaboraba levantando la cola para que Leo jugara libremente con su lengua metiéndosela en la cola.
Luego la da vuelta y la pone boca arriba, abriéndola totalmente de piernas. Comienza a atacar con su lengua la conchita de Ale chupándola como todo un experto, mientras Ale se retorcía de placer en la cama, apretándole la cabeza contra su cuerpo, en señal de que siguiera con su tarea que le estaba dando mucho placer. Luego de estar un rato así sube con su boca a su vientre, llegando a sus pechos los cuales chupo con muchísimo esmero para finalmente enredar sus lenguas en un apasionado beso mientras Leo se quitaba el bóxer. Allí salto ante la vista de ambos una verga poderosísima, totalmente parada, depilada, más grande de lo que parecía en las fotos. Seguían con los besos y Ale lo pajeaba, mientras Leo se recuesta en la cama para que Ale comenzara a comerse la pija más grande que tuvo en su vida (según me conto después y eso que me había dicho que había tenido novios muy bien dotados).
Ale entre las piernas de Leo toma la poderosa verga y comienza a recorrerla toda con su lengua, sube, baja a sus huevos, juega con ellos que están todos depilados y vuelve a subir. Juega con su lengua en la cabeza de esa pija para luego comérsela toda mientras lo pajeaba. Sus mejillas comienzan a enrojecerse. Leo la trae hacia si mismo para hacer un 69 y mientras Ale hacia esfuerzos por meterse toda esa pija enorme, Leo la hacía delirar con su lengua larga y juguetona recorriendo y cogiéndola en la concha y en la cola.
- Te gusta como Leo te chupa la conchita? Lo hace bien mi amor?
- Siiiiii, me da mucho placer……
- Y la pija? Te gusta esa pija? Era lo que vos querías??
- Me encanta!!!! Es enorme y esta durísima…. Te gusta ver cómo me la como toda??
A todo esto yo ya estaba desnudo sentado en la silla, pajeandome como un pendejo viendo una porno y asintiendo con la cabeza. Donde mi mujer era la actriz y estaba disfrutando de una verga realmente enorme. Leo con las dos manos sobre la cabeza de mi mujer forzándola a que le entre toda la pija en la boca provocándole arcadas. Esto era supremo y todavía no la había cogido.
- Pedile que me coja!!!! Quiero tener toda esta verga adentro mío, me decía Ale….
- Ya escuchaste Leo, dale con el gusto por favor
- Sera un placer flaco, tu mujer está muy buena y parece que estaba deseando una verga grande que le de una buena cogida….
Leo se coloca un preservativo, mientras Ale se acuesta boca arriba abriendo bien sus piernas esperando la penetración. Leo comienza a jugar con la cabeza de su verga en los labios de la concha de mi mujer, frotándola sobre su clítoris
- Cogeme!!!!..... por favor, ponemela…..
- Queres que te la ponga? Queres comerte toda mi pija??
- Siiii…… Dale!!! No aguanto más…..
Y ahí fue, Leo comienza suave a introducir su pija en la conchita de Ale, lentamente, buscando que su verga se abra camino y su estrecha conchita se amolde a semejante pedazo de poronga. Una vez que eso paso, comienza a aumentar la intensidad de las embestidas. La verga de Leo entraba y salía de la conchita por completo y los gemidos de Ale aumentaban en intensidad y su rostro se iba transformando como nunca lo había visto.
Luego la da vuelta, la pone en 4 y comienza a cogerla suave al principio, es ahí cuando me acerco a mi mujer y toma mi verga y comienza a chuparla como puede, porque Leo aumentaba el ritmo y ella no paraba de gritar. Tomo los cachetes de la cola de mi mujer y los separo y le pido a Leo que la vaya sacando despacio y la vuelva a introducir lentamente. No quería perderme el placer de ver en primer plano como la conchita de la puta de mi mujer se comía semejante pedazo. Que placer Dios mío!!. Ahí estaba como siempre habíamos soñado, mi mujer recibiendo una verga enorme y dura, tratada como una puta, en mi presencia.
- Como me calienta tu mujer flaco, cógela un poco vos porque no quiero acabar todavía….
Ahí estaba un macho, taxiboy, stripper o como quieran llamarlo, caliente con la situación y con ganas de seguir disfrutando de la putita de mi mujer. Era todo perfecto.
Ahí nomás, invertimos posiciones y yo parado al borde de la cama comencé a cogerla en 4 mientras ella volvía a degustar con su boca ese mástil de carne intentando tragársela por completo, mientras la empujaba con mi mano en su cabeza. Yo me asomaba por el costado y veía como se esforzaba por lograrlo, disfrutando el momento.
Ya repuesto Leo le pide a Ale que se suba arriba de él dándole la espalda, Ale totalmente extasiada y obediente lo hace comenzando a introducirse lentamente todo esa torre de carne mirándome a los ojos con una cara de puta irreproducible. Recuesta su espalda sobre el pecho de Leo y este desde abajo comienza a darle duro mientras la besaba en la boca sacando su lengua. Fijaba mi vista en la conchita de mi mujer, como entraba y salía todo ese semejante pedazo de verga y no lo podía creer. Ella se ve que interpreto lo que estaba pensando y me dijo:
- Viste mi amor, Leo me está cogiendo como siempre queres hacerlo vos pero no podemos porque la tenes chiquita….
- Veni cornudito, métesela en la conchita para que se calle y le hacemos la doble vaginal, me dice Leo
Me sumo a ellos y se la meto a Ale, mientras Leo desde abajo hacia todo el movimiento, quedando de frente a mi esposa, besándonos y sintiendo todo el gusto a otra verga en su boca. Así estuvimos un buen rato mientras Ale gritaba:
- Que lindo!!!! Tengo dos vergas en mi concha, por Dios!!!!.......Cuanto placer!!!
Cambiamos de posición, un poco también para que se reponga Leo y no acabe todavía, quería que le siguiera dando hasta año nuevo si era posible. Así que ahí mismo me acosté y mi mujer me monto, mi verga bailaba en esa concha toda abierta por haber tenido recién dos pijas juntas. Leo se paró al costado nuestro y mi mujer se prendió a esa poronga como si se le fuera la vida y la respiración. Era totalmente excitante ver como hacia esfuerzos por devorarse toda esa pija tratando de meterla toda en la boca. Sus cachetes se hinchaban, estaba toda colorada y su rostro desencajado. Yo desde abajo chupaba sus tetas, jugaba con mis dedos en su cola y veía en un inmejorable primer plano como deglutía tremenda pija. Hasta que le pregunto:
- Queres que Leo te la ponga por la cola??
- Siiiiiiiii, quiero…..quiero tenerla en mi colita……ahhhh
Leo le saco la pija de la boca, se puso un preservativo y fue tras de ella. La hizo recostar sobre mi pecho, le lubrico bien la cola con un gel, y apoyo la cabeza de semejante verga en la entrada de su culito. Sin prisa pero sin pausa, sin retroceder en ningún momento, fue metiendo su pija en la cola de Ale. Yo sentía en mi pija el roce de la verga de Leo entrando por la cola. No hay palabras para explicar semejante acontecimiento. Ale gritaba, puteaba, resoplaba, pedían que se la saquen, pero nada de eso paso, entre besos y caricias que le dábamos entre los dos, la fuimos estimulando y se fue pasando el dolor y viniendo el placer. Lentamente Leo comenzó el mete y saca de su cola, yo desde adentro de su concha sentía el placentero roce de nuestras vergas separados apenas por la piel de mi mujer. Cuando Leo comenzó a imprimir mayor movimiento yo no aguante más y acabe dentro de la concha de Ale.
Automáticamente salí de esa posición y deje que continuaran ellos. Leo la hizo recostar y en posición de cucharita comenzó un mete y saca, no tan violento pero sin pausa. Ale quería saber cuánto de pija se había tragado su cola, asique le separe bien los cachetes le lleve la mano a su cola y verifico que TODA la poronga de Leo estaba enterrada en su colita. Lógicamente que yo me acerque a ver en un primer plano ese acontecimiento.
- Viste amor, te la tragaste toda por la cola. Toda esa pija grandota la tenes enterrada en tu culito….le dije
- Siiiiiii …… me la como toda por la cola….. Ahhhh…… Te gusta ver cómo me rompe la colita este macho??..... Esto querías?....... Ver como un macho bien pijudo se coge a tu mujer por todo los agujeros y la vuelve una puta?? Bueno, ahora mira y disfrutalo y anda sabiendo que te lo voy a pedir muy seguido….
- Te gusta hacerme cornudo? Y en mis narices?
- Siiiiiii…. Esto es lo que siempre me pediste….. y no sé porque deje pasar tanto tiempo….. quiero machos bien dotados y que me cojan así delante tuyo…. Dale…. Chúpame la conchita mientras Leo me rompe el culito, quiero acabar asi….. siiiii ….. ahhhhhh…. Dale……
Yo obedecía como el mejor, miraba hacia la cola de Ale y Leo la cogía con total vehemencia, hasta que en un momento me dice:
- Mira cornudo, mira como le deje el culito abierto. Esto querías ver, esto querías que le haga a tu mujercita??? Tremenda puta resulto ser…..
Indudablemente, estábamos cumpliendo nuestra fantasía con creces. Leo como un toro seguía en pie, yo no daba más y Ale seguía cada vez más hambrienta de pija. El daba todas las órdenes. La hizo poner a 4 patas, me hizo chuparle la concha y el culo metiéndole la lengua y sintiendo como estaba toda abierta mientras ella chupaba esa verga que la tenía totalmente loca y perdida.
- Dale cornudin…. chupa, dale,….. sentí como te la abrí toda a la puta de tu mujer y tu pijita va a bailar ahí adentro.
- Nena: de ahora en más solo pijas grandes vas a querer comerte.
- Dale cuernos lubrícamela bien que ahora vuelvo a darle por el culo.
- Así putita muy bien comete toda mi pija, dale, chupa, chupa,…. Queres que te vuelva a coger la colita, putita??
- Siiii, dale rómpeme la cola y acábeme toda…..
Leo se colocó un forro y vino atrás de Ale y comenzó a meterle la pija por la cola. Una vez que estuvo toda la pija adentro comenzó un mete y saca lento y poco a poco fue aumentando el ritmo hasta hacerlo bestialmente, Tomo de las caderas a mi mujer y la cogía salvajemente, ella gritaba, el también, y yo me volvía a pajear como un pendejo de secundaria por enésima vez. Luego soltó sus caderas y con todo el peso encima de ella le dio hasta acabar con toda la pija dentro de su cola. Hasta ese momento no había experimentado algo tan fuerte. Lo imaginamos mil y unas veces. Pero la realidad supero ampliamente la fantasía.
Leo se paró le mostro a Ale toda la leche contenida en el forro y se fue a limpiar dejándonos solos un rato.
- Gracias mi amor, te pasaste con el regalo de papa Noel. El mejor de mi vida. No quiero que perdamos más el tiempo y sigamos disfrutando de esto, quiero seguir probando vergas grandotas de otros machos……….
Pero eso será parte de otra historia….
Espero que les haya gustado, es mi primer relato. Sepan disculpar cualquier error. Totalmente verídico, salvo los nombres.
Hasta pronto….
Así fue pasando el tiempo y nuestras fantasías y ganas iban en aumento hasta que este verano que pasó lo hicimos realidad. Fue en navidad, más precisamente el 25 de diciembre. Habíamos pasado el 24 con mi familia y el 25 fuimos a pasarla a una casa quinta de su hermano en un pueblo cercano a Rosario. Allí después de almorzar, en una de esas idas y vueltas, mientras se levantaba la mesa y se ordenaba todo después del almuerzo se me acerca y me pide que la abrace y le haga upa. Directamente le dije que no. Que esa misma tarde la iba a llevar a que le hagan upa. La respuesta la tomó por sorpresa, pero lejos de molestarla puso mucha cara de puta, se reía nerviosamente y me dijo al oído: “te vas a bancar ver como otro macho se coge a tu mujer como a una puta??”, “si, me encantaría, hace mucho que quiero que lo hagamos” y su mano fue directo a mi pija, “mira cómo te pones!! Ya se te está poniendo dura. Como te calienta que otro tipo se coja a tu mujer”, me dijo. Luego más tarde mientras corría el tiempo, ella estaba intrigada de como haríamos todo y me iba preguntando, yo en cuenta gotas le iba diciendo. Previamente durante la semana había entrado a una página de acompañantes de Rosario y había tomado nota de los machos disponibles en la ciudad de Rosario con teléfonos y todo. Cuando después de comer prepararon el mate para tomar alrededor de la pileta yo avise que necesitaba comprar cigarrillos y partí con el auto rumbo a un kiosco. Compre cigarrillos y corrobore por teléfono que el macho estuviera disponible. Lógicamente elegí al más dotado de todos, Leo (así se llamaba), un morocho de tez trigueña de 1.85 metros de altura, dotado de una verga de 23x6 cm. Lo llame, le explique lo que buscaba y le pregunte si iba a estar disponible cerca de la tardecita. Me conto que tenía lugar cerca del centro, que tenía experiencia en esto de cogerse a mujeres enfrente de sus maridos/novios y que iba a estar disponible. Bingo!!! Dije, hoy cumplimos nuestra fantasía.
Volví a la casa-quinta de mi cuñado, contento, caliente y ansioso porque llegara la hora que emprendiéramos la retirada rumbo al encuentro con Leo. Algunos dormían y otros estaban bajo las plantas tomando mates. Yo aduciendo estar muerto de calor me metí a la pileta, necesitaba calmar un poco la calentura y la ansiedad. Atrás mío se metió Ale, vino, me abrazo y me pregunto qué había pasado y le conté. “Ya arregle la cita con tu macho. En un rato vamos a decir que no podemos volver tarde y vamos a ir rumbo a Rosario, te espera un macho como siempre fantaseaste”. Y así fue, a eso de las 5/6 de la tarde ella me guiña un ojo y me dijo: “no tendríamos que ir pegando la vuelta? La ruta va a estar muy cargada y tengo muchas cosas que dejar listas para mañana”, “si mi amor, tenés razón, tomamos dos mates más, me cambio y nos vamos”. Salí de la pileta, me cambie, guardamos las pocas cosas que teníamos, los regalos y nos fuimos.
Desde la casa-quinta hasta Rosario ella fue tocándome y chupándome la pija cada tanto, contándome las cosas que iba a hacer con Leo. Casi me hace acabar en el camino, estábamos muy calientes y no veíamos la hora de llegar hasta su depto. Llegamos a Rosario, dejamos el auto en una cochera cerca y fuimos rumbo al depto. de Leo que quedaba a pocas cuadras.
A los pocos segundos de tocar el portero se abre el ascensor, bajo un macho con ojotas, un joggins muy liviano y una remera blanca que se le quedaba toda marcada. Sinceramente el tipo tenía un físico envidiable. Abre y me da la mano, y a ella la abraza y le da un beso en la mejilla muy cerca de la boca. Subimos por el ascensor hasta el depto., entramos y fuimos derecho a su habitación. Yo sentado en una silla, Ale sobre mis rodillas y Leo al borde de la cama enfrente de nosotros, ultimando detalles, mejor dicho contándole bien que era lo que estábamos buscando en él. Leo comenzaría por darle unos masajes como comienzo de todo. Le pide que se desnude y se ponga boca abajo en la cama mientras él nos dejaba solos en la habitación unos instantes para que nos preparemos. Cuando vuelve Leo, Ale ya estaba acostada en el centro de la cama boca abajo, solamente con la tanga de la bikini puesta, Leo se quita la remera y el joggins quedando solamente en bóxer blanco. Se sube a la cama con el pote de crema en la cama, sentándose sobre las piernas de mi mujer para comenzar el masaje.
Coloca crema sobre la espalda de Ale y comienza a dar un masaje como todo un profesional, recorriendo toda su espalda, yendo de aquí para allá, cubriendo sus brazos también. Ale se iba relajando y disfrutando del masaje, mientras Leo comienza a darle un poco más de emoción con sus manos, recorre los costados de su espalda, rozando sus pechos y jugando un poco con sus pezones, ayudado por Ale que levantaba un poco la espalda colaborando con las caricias. Baja un poquito la bikini a mitad de cola masajeando la zona del coxis. Vuelve a sus pechos, ya tocándolos descaradamente y apoyando todo su bulto en la cola. Se levanta un poco y comienza a bajar con sus caricias, le saca por completo la bikini, masajea su cola, le abre las piernas y baja a jugar con su lengua en la colita de Ale. Allí comienza la acción. Leo jugaba con su lengua en la cola y en la conchita mientras Ale colaboraba levantando la cola para que Leo jugara libremente con su lengua metiéndosela en la cola.
Luego la da vuelta y la pone boca arriba, abriéndola totalmente de piernas. Comienza a atacar con su lengua la conchita de Ale chupándola como todo un experto, mientras Ale se retorcía de placer en la cama, apretándole la cabeza contra su cuerpo, en señal de que siguiera con su tarea que le estaba dando mucho placer. Luego de estar un rato así sube con su boca a su vientre, llegando a sus pechos los cuales chupo con muchísimo esmero para finalmente enredar sus lenguas en un apasionado beso mientras Leo se quitaba el bóxer. Allí salto ante la vista de ambos una verga poderosísima, totalmente parada, depilada, más grande de lo que parecía en las fotos. Seguían con los besos y Ale lo pajeaba, mientras Leo se recuesta en la cama para que Ale comenzara a comerse la pija más grande que tuvo en su vida (según me conto después y eso que me había dicho que había tenido novios muy bien dotados).
Ale entre las piernas de Leo toma la poderosa verga y comienza a recorrerla toda con su lengua, sube, baja a sus huevos, juega con ellos que están todos depilados y vuelve a subir. Juega con su lengua en la cabeza de esa pija para luego comérsela toda mientras lo pajeaba. Sus mejillas comienzan a enrojecerse. Leo la trae hacia si mismo para hacer un 69 y mientras Ale hacia esfuerzos por meterse toda esa pija enorme, Leo la hacía delirar con su lengua larga y juguetona recorriendo y cogiéndola en la concha y en la cola.
- Te gusta como Leo te chupa la conchita? Lo hace bien mi amor?
- Siiiiii, me da mucho placer……
- Y la pija? Te gusta esa pija? Era lo que vos querías??
- Me encanta!!!! Es enorme y esta durísima…. Te gusta ver cómo me la como toda??
A todo esto yo ya estaba desnudo sentado en la silla, pajeandome como un pendejo viendo una porno y asintiendo con la cabeza. Donde mi mujer era la actriz y estaba disfrutando de una verga realmente enorme. Leo con las dos manos sobre la cabeza de mi mujer forzándola a que le entre toda la pija en la boca provocándole arcadas. Esto era supremo y todavía no la había cogido.
- Pedile que me coja!!!! Quiero tener toda esta verga adentro mío, me decía Ale….
- Ya escuchaste Leo, dale con el gusto por favor
- Sera un placer flaco, tu mujer está muy buena y parece que estaba deseando una verga grande que le de una buena cogida….
Leo se coloca un preservativo, mientras Ale se acuesta boca arriba abriendo bien sus piernas esperando la penetración. Leo comienza a jugar con la cabeza de su verga en los labios de la concha de mi mujer, frotándola sobre su clítoris
- Cogeme!!!!..... por favor, ponemela…..
- Queres que te la ponga? Queres comerte toda mi pija??
- Siiii…… Dale!!! No aguanto más…..
Y ahí fue, Leo comienza suave a introducir su pija en la conchita de Ale, lentamente, buscando que su verga se abra camino y su estrecha conchita se amolde a semejante pedazo de poronga. Una vez que eso paso, comienza a aumentar la intensidad de las embestidas. La verga de Leo entraba y salía de la conchita por completo y los gemidos de Ale aumentaban en intensidad y su rostro se iba transformando como nunca lo había visto.
Luego la da vuelta, la pone en 4 y comienza a cogerla suave al principio, es ahí cuando me acerco a mi mujer y toma mi verga y comienza a chuparla como puede, porque Leo aumentaba el ritmo y ella no paraba de gritar. Tomo los cachetes de la cola de mi mujer y los separo y le pido a Leo que la vaya sacando despacio y la vuelva a introducir lentamente. No quería perderme el placer de ver en primer plano como la conchita de la puta de mi mujer se comía semejante pedazo. Que placer Dios mío!!. Ahí estaba como siempre habíamos soñado, mi mujer recibiendo una verga enorme y dura, tratada como una puta, en mi presencia.
- Como me calienta tu mujer flaco, cógela un poco vos porque no quiero acabar todavía….
Ahí estaba un macho, taxiboy, stripper o como quieran llamarlo, caliente con la situación y con ganas de seguir disfrutando de la putita de mi mujer. Era todo perfecto.
Ahí nomás, invertimos posiciones y yo parado al borde de la cama comencé a cogerla en 4 mientras ella volvía a degustar con su boca ese mástil de carne intentando tragársela por completo, mientras la empujaba con mi mano en su cabeza. Yo me asomaba por el costado y veía como se esforzaba por lograrlo, disfrutando el momento.
Ya repuesto Leo le pide a Ale que se suba arriba de él dándole la espalda, Ale totalmente extasiada y obediente lo hace comenzando a introducirse lentamente todo esa torre de carne mirándome a los ojos con una cara de puta irreproducible. Recuesta su espalda sobre el pecho de Leo y este desde abajo comienza a darle duro mientras la besaba en la boca sacando su lengua. Fijaba mi vista en la conchita de mi mujer, como entraba y salía todo ese semejante pedazo de verga y no lo podía creer. Ella se ve que interpreto lo que estaba pensando y me dijo:
- Viste mi amor, Leo me está cogiendo como siempre queres hacerlo vos pero no podemos porque la tenes chiquita….
- Veni cornudito, métesela en la conchita para que se calle y le hacemos la doble vaginal, me dice Leo
Me sumo a ellos y se la meto a Ale, mientras Leo desde abajo hacia todo el movimiento, quedando de frente a mi esposa, besándonos y sintiendo todo el gusto a otra verga en su boca. Así estuvimos un buen rato mientras Ale gritaba:
- Que lindo!!!! Tengo dos vergas en mi concha, por Dios!!!!.......Cuanto placer!!!
Cambiamos de posición, un poco también para que se reponga Leo y no acabe todavía, quería que le siguiera dando hasta año nuevo si era posible. Así que ahí mismo me acosté y mi mujer me monto, mi verga bailaba en esa concha toda abierta por haber tenido recién dos pijas juntas. Leo se paró al costado nuestro y mi mujer se prendió a esa poronga como si se le fuera la vida y la respiración. Era totalmente excitante ver como hacia esfuerzos por devorarse toda esa pija tratando de meterla toda en la boca. Sus cachetes se hinchaban, estaba toda colorada y su rostro desencajado. Yo desde abajo chupaba sus tetas, jugaba con mis dedos en su cola y veía en un inmejorable primer plano como deglutía tremenda pija. Hasta que le pregunto:
- Queres que Leo te la ponga por la cola??
- Siiiiiiiii, quiero…..quiero tenerla en mi colita……ahhhh
Leo le saco la pija de la boca, se puso un preservativo y fue tras de ella. La hizo recostar sobre mi pecho, le lubrico bien la cola con un gel, y apoyo la cabeza de semejante verga en la entrada de su culito. Sin prisa pero sin pausa, sin retroceder en ningún momento, fue metiendo su pija en la cola de Ale. Yo sentía en mi pija el roce de la verga de Leo entrando por la cola. No hay palabras para explicar semejante acontecimiento. Ale gritaba, puteaba, resoplaba, pedían que se la saquen, pero nada de eso paso, entre besos y caricias que le dábamos entre los dos, la fuimos estimulando y se fue pasando el dolor y viniendo el placer. Lentamente Leo comenzó el mete y saca de su cola, yo desde adentro de su concha sentía el placentero roce de nuestras vergas separados apenas por la piel de mi mujer. Cuando Leo comenzó a imprimir mayor movimiento yo no aguante más y acabe dentro de la concha de Ale.
Automáticamente salí de esa posición y deje que continuaran ellos. Leo la hizo recostar y en posición de cucharita comenzó un mete y saca, no tan violento pero sin pausa. Ale quería saber cuánto de pija se había tragado su cola, asique le separe bien los cachetes le lleve la mano a su cola y verifico que TODA la poronga de Leo estaba enterrada en su colita. Lógicamente que yo me acerque a ver en un primer plano ese acontecimiento.
- Viste amor, te la tragaste toda por la cola. Toda esa pija grandota la tenes enterrada en tu culito….le dije
- Siiiiiii …… me la como toda por la cola….. Ahhhh…… Te gusta ver cómo me rompe la colita este macho??..... Esto querías?....... Ver como un macho bien pijudo se coge a tu mujer por todo los agujeros y la vuelve una puta?? Bueno, ahora mira y disfrutalo y anda sabiendo que te lo voy a pedir muy seguido….
- Te gusta hacerme cornudo? Y en mis narices?
- Siiiiiii…. Esto es lo que siempre me pediste….. y no sé porque deje pasar tanto tiempo….. quiero machos bien dotados y que me cojan así delante tuyo…. Dale…. Chúpame la conchita mientras Leo me rompe el culito, quiero acabar asi….. siiiii ….. ahhhhhh…. Dale……
Yo obedecía como el mejor, miraba hacia la cola de Ale y Leo la cogía con total vehemencia, hasta que en un momento me dice:
- Mira cornudo, mira como le deje el culito abierto. Esto querías ver, esto querías que le haga a tu mujercita??? Tremenda puta resulto ser…..
Indudablemente, estábamos cumpliendo nuestra fantasía con creces. Leo como un toro seguía en pie, yo no daba más y Ale seguía cada vez más hambrienta de pija. El daba todas las órdenes. La hizo poner a 4 patas, me hizo chuparle la concha y el culo metiéndole la lengua y sintiendo como estaba toda abierta mientras ella chupaba esa verga que la tenía totalmente loca y perdida.
- Dale cornudin…. chupa, dale,….. sentí como te la abrí toda a la puta de tu mujer y tu pijita va a bailar ahí adentro.
- Nena: de ahora en más solo pijas grandes vas a querer comerte.
- Dale cuernos lubrícamela bien que ahora vuelvo a darle por el culo.
- Así putita muy bien comete toda mi pija, dale, chupa, chupa,…. Queres que te vuelva a coger la colita, putita??
- Siiii, dale rómpeme la cola y acábeme toda…..
Leo se colocó un forro y vino atrás de Ale y comenzó a meterle la pija por la cola. Una vez que estuvo toda la pija adentro comenzó un mete y saca lento y poco a poco fue aumentando el ritmo hasta hacerlo bestialmente, Tomo de las caderas a mi mujer y la cogía salvajemente, ella gritaba, el también, y yo me volvía a pajear como un pendejo de secundaria por enésima vez. Luego soltó sus caderas y con todo el peso encima de ella le dio hasta acabar con toda la pija dentro de su cola. Hasta ese momento no había experimentado algo tan fuerte. Lo imaginamos mil y unas veces. Pero la realidad supero ampliamente la fantasía.
Leo se paró le mostro a Ale toda la leche contenida en el forro y se fue a limpiar dejándonos solos un rato.
- Gracias mi amor, te pasaste con el regalo de papa Noel. El mejor de mi vida. No quiero que perdamos más el tiempo y sigamos disfrutando de esto, quiero seguir probando vergas grandotas de otros machos……….
Pero eso será parte de otra historia….
Espero que les haya gustado, es mi primer relato. Sepan disculpar cualquier error. Totalmente verídico, salvo los nombres.
Hasta pronto….
9 comentarios - Regalito de Navidad para mi mujer