Hola Poringuer#s.
Esta confidencia podría titularla “Mi Venganza: El pasivo y La activa”.
Los Preparativos de la Venganza:
Nos preparábamos para ir a dormir para poder levantarnos lo más temprano posible el domingo así pasar un domingo dedicado a tener sexo.
Le ofrecí ropa de cama de mi novio que no aceptó, no por evitar abusar de las cosas de mi novio, sino porque le gusta dormir en ropa interior.
Dejó a un lado las ropas de mi amor al costado y se acostó. Le di un besito y le dije “que descanses lindo”. Voy al baño y vuelvo. Ahí me saqué el vestido blanco, el corpiño y obviamente la tanga que tenia semen seco con su rico aroma. Me lave la cola y la vagina con un rico jaboncito que deja un olorcito suave y me los froté con un poquito de aceite saborizado. Me cambié el maquillaje por algo bien suave. Me puse otra tanga negra, pero no tan chiquita; de adelante parece más grande, pero de atrás es chiquito, pero no tanto. ¿Arriba? En los pezones otro aceitito saborizado de otro sabor, libre de sostén. Todo tapado con una red (cuadros muy chiquitos) con escote en v, con faldita que llega hasta muy por arriba de las rodillas ¡todo de estreno!, no me había visto nunca así. Esperaba que esté medio dormitando con todo lo que tardé, me cepillé el cabello y me puse unos lindos zapatos negros brillosos de prostituta; y salí del baño hacia la cama para cumplir mi venganza.
Me paré en la puerta como puta. Parada apoyada con un pie y el otro adelante con un brazo apoyándo bien alto en el marco de la puerta, y la otra en la cintura pero más atrás ocultado una sorpresa. Ni bien abrió sus ojitos dormidos me dijo “estás hecha una trola cara, vení chupála puta” me dijo. Seguí su juego de sumisa virgen y le dije “si cerrás los ojitos te saco el calzoncillo con la boca", e inmediatamente los cerro. Me le fui al humo lo destapé y me le eché encima frotándolo, y besé su boca apasionadamente metiéndole la lengua y lamiendo todo el rostro mientras tocaba su rígida virilidad por encima de los calzoncillos de mi novio. Me pidió como puta que se la coma. Pedí que cerrara los ojos. Así lo hizo, tomé sus manos, las junté y saqué uno de los juguetitos y lo esposé. Se sorprendió y dijo “que vas a hacer guacha”. “¡¿Nervioso?!” le dije, y empecé a besarlo, el rostro, el cuello, los pechos y metí mi mano por debajo de la ropa interior. “No estoy nervioso” atinó a decir y lo calle de un beso y cerró los ojos. Ahí nomas saqué el otro juego de esposas y enllacé con un aro los eslabones de la corta cadenita de las esposas que tenía puesta; y la otra argolla la cerré sobre un hierro que puso mi novio en mi departamento sobre la cabecera de la cama para estos juegos. Acá empieza la venganza de la sumisa que ahora tiene en su cama a un activo en condiciones sumisas; y le dije: “ahora vos sos mi puta y vas a hacer lo que te diga, porque sino lo hacés y no acabo, no te suelto; ¡ah! y no acabés hasta que yo te lo diga, porque la lechita hoy va a un lugar especial”.
Larga noche para mi amante que tanto le gusta masturbarme y pasarme mis propios jugos de concha por mi boca hasta limpiar sus dedos.
Empecé con un pequeño baile hot, suave, y mirándolo con rostro de puta, chupándome los dedos, manoseándome las tetas; me subí en la cama y me di vuelta, y mostrándole la cola para que vea mi vagina tapada con la tanga. Miré su entrepierna y vi como el calzoncillo de mi novio se mojaba con el líquido peneano de mi amante. Verlo y pensar en esto me excitó aún más.
La Venganza:
Le venganza comenzó sacándole los calzones con la boca y le dije “que linda verga venuda que tenés puta” y me dijo “epa”, y le dije “epa que puta, chupame las gomas” y bajé los breteles de mi red y se las puse en la boca y con una mano le tocaba el escroto.
Me saqué la red y me quedé en tanga, y se la tiré a un costado.
Empecé a besarle los muslos adelante y los costados, pasé la lengua subiendo y subiendo esquivando los testículos y el pene que podía ver como latía solo, pasé por al lado, besé y lamí todo el abdomen, pechos, cuello y boca; quedando boca a boca, lengua a lengua y sexo a sexo interrumpidos por la tanga negra, y empezamos a frotarnos sexo a sexo. Podía sentir mi tanga mojada, y él también lo notó porque me dijo “estás mojada, trola,¿eh?, mandatela hasta el fonto puta” ordenó el activo sumiso. Eso me dio la pauta que quería estar dentro mío, y lo hice desear, y para ser sincera, también estaba muy caliente y quería lo mismo.
Traje del armario una caja de zapatos y la puse al lado de la cama, preguntó que había ahí pero no le contesté al respecto, solo atiné a decirle “chupame la concha puta”. Me sente encima de su cabeza separé mis labios con una mano y le dije “meté la lengua en la vagina y no te olvides del clítoris, porque sino no te desato”; y el esclavo chupo y chupo, y giré la cabeza para ver como estabta y vi que tenía el glande jugoso, y me dio pena, así que le dije “mejo que no acabes” e hicimos un gloriosos 69.
En el 69 se tomo algo de revancha porque ni bien la comí hasta el fondo hizo un movimiento de pelvis que me hizo dar arcada. Ni lerda ni perezosa ordené que deje la conchis y empiezo a chuparme el ano, que succionó, lamió y metió lengua con placer. Mientas tanto tocaba sus bolas, acariciaba su tronco con mano cerrada arriba abajo y chupaba su glande que cuando me la metía hasta el fondo lamentablemente debía soltar un poco el tronco. Y se le puso muy muy dura y empezó a corcovar la pelvis el macho. Así que decidí hacerlo descansar un poco.
Me puse arriba de su pecho para que vea la función.
Abrí la caja que dejé al lado y saque un vibrador y me lo empecé a chupar, y metí hasta el fondo de la vagina, lo sacaba lleno de mis jugos y lo hacia que lo seque con la lengua y me lo volvía a meter. Cuando se calmó un poco me puse en cuatro dando mi entrepierna y glúteos frente a su vara y mi boca envolvió a su miembro. Y empecé a meter despacio, despacito el vibra por atrás, despacito porque me dolía y lo saqué, y lo dejé de lado y me metí tres dedos en la concha y cuando estuve mas dilatada metí un cuarto, todo gimiendo sin decir palabras porque tenía mi boca ocupada haciendo un glorioso pete sin manos. Cuando no di más lo amenacé que no acabara; fue cruel de mi parte porque se cuando lo calienta verme acabar, tanto que tienen que contenerse para no terminar antes.
A continuación lo monté dándole la espalda y me la metí toda verga gorda y venuda que dilató mi vagina. Me tocaba los pechos, la pancita el clítoris; él me acompañaba con su corcoveo y me decia “montá puta, montá, movete más” y como previa sumisa que fui lo hice, lo hice y acercé sus rodillas a mis manos, las use como apoyo y monté a mi potro indócil y me fui en un terrible orgasmo en donde grite de placer, tanto que las sábanas quedaron mojadas en donde me vine.
Me dijo “soltame que te tengo ganas de llenar rellenar trola”. Pero no le dije nada ni le hice caso. Solo me acosté a su lado y lo besé y le dije “descansá un poquito campeón que ahora viene el final”.
Mi Venganza con premio para mi sumiso:
Cuando lo vi mas tranquilo fui a su miembro y se la chupé, de arriba abajo; se lo agarré y se lo puse vertical y le tiraba mis aceites espesos saborizados y se la dejaba limpia con la lengua; cuando estuvo a punto lo monté.
Me dijo “metétela que te gusta puta”. Si le dije, tome su tronco y apunte el glande hacia mi agujero trasero y exclamó:
- ¡Que puta de mierda que sos, dejaste el pan dulce para lo último!
- Si, pero no acabes hasta que yo lo haga, sino no te suelto – lo amenacé.
Y así lo hizo mi puta.
Agarré el tronco y lo apunte a mi ano. Así cuesta más debido a que cuando hago esto él me abre los cachetes de la cola, y si es al revés lo abro yo y él apunta el misil de carne al culo del mundo.
Me costó hacerlo sola, pero una vez que entro el glande, entre gemidos mutuos y gritos de dolor y placer mío, con mucho esfuerzo entró toda. Una vez que se fue el dolor y quedo el placer terminé de usar a este hombre como mi objeto de carne y objeto sexual (como esos consoladores con sopapa que ponemos en la silla) metiéndomelo por atrás mientras con una mano libre me masturbé y tocaba mis pechos. Satisfecha yo (por el momento) di la orden a mi puta a que eyacule, y así lo hizo en breve, y terminé de utilizarlo con un tierno beso; mientras sentía el semen que se escurría desde donde salía hacia mi vagina en donde lo junté con mi mano lo que caía y gocé chupandome los dedos; ¡¿pues no voy a tirarlo, no?¡, con lo que me costó ordeñar a este hombre.
Lo desencadené y le dije “que tengas buenas noches puta”.
Y así nos preparamos y fuimos a dormir. Y así estar listos para un domingo y lunes lleno de sexo para tratar de saciar la lujuria.
Dentro de una horas él vuelve a la casa matrimonial y yo quedaré sola hasta que venga mi amor. Pero por suerte lo tengo por unas horas más.
Si pasa algo interesante vuelvo con una parte más, sino volveré con nueva experiencia y con anécdotas pasadas.
Besos.
Esta confidencia podría titularla “Mi Venganza: El pasivo y La activa”.
Los Preparativos de la Venganza:
Nos preparábamos para ir a dormir para poder levantarnos lo más temprano posible el domingo así pasar un domingo dedicado a tener sexo.
Le ofrecí ropa de cama de mi novio que no aceptó, no por evitar abusar de las cosas de mi novio, sino porque le gusta dormir en ropa interior.
Dejó a un lado las ropas de mi amor al costado y se acostó. Le di un besito y le dije “que descanses lindo”. Voy al baño y vuelvo. Ahí me saqué el vestido blanco, el corpiño y obviamente la tanga que tenia semen seco con su rico aroma. Me lave la cola y la vagina con un rico jaboncito que deja un olorcito suave y me los froté con un poquito de aceite saborizado. Me cambié el maquillaje por algo bien suave. Me puse otra tanga negra, pero no tan chiquita; de adelante parece más grande, pero de atrás es chiquito, pero no tanto. ¿Arriba? En los pezones otro aceitito saborizado de otro sabor, libre de sostén. Todo tapado con una red (cuadros muy chiquitos) con escote en v, con faldita que llega hasta muy por arriba de las rodillas ¡todo de estreno!, no me había visto nunca así. Esperaba que esté medio dormitando con todo lo que tardé, me cepillé el cabello y me puse unos lindos zapatos negros brillosos de prostituta; y salí del baño hacia la cama para cumplir mi venganza.
Me paré en la puerta como puta. Parada apoyada con un pie y el otro adelante con un brazo apoyándo bien alto en el marco de la puerta, y la otra en la cintura pero más atrás ocultado una sorpresa. Ni bien abrió sus ojitos dormidos me dijo “estás hecha una trola cara, vení chupála puta” me dijo. Seguí su juego de sumisa virgen y le dije “si cerrás los ojitos te saco el calzoncillo con la boca", e inmediatamente los cerro. Me le fui al humo lo destapé y me le eché encima frotándolo, y besé su boca apasionadamente metiéndole la lengua y lamiendo todo el rostro mientras tocaba su rígida virilidad por encima de los calzoncillos de mi novio. Me pidió como puta que se la coma. Pedí que cerrara los ojos. Así lo hizo, tomé sus manos, las junté y saqué uno de los juguetitos y lo esposé. Se sorprendió y dijo “que vas a hacer guacha”. “¡¿Nervioso?!” le dije, y empecé a besarlo, el rostro, el cuello, los pechos y metí mi mano por debajo de la ropa interior. “No estoy nervioso” atinó a decir y lo calle de un beso y cerró los ojos. Ahí nomas saqué el otro juego de esposas y enllacé con un aro los eslabones de la corta cadenita de las esposas que tenía puesta; y la otra argolla la cerré sobre un hierro que puso mi novio en mi departamento sobre la cabecera de la cama para estos juegos. Acá empieza la venganza de la sumisa que ahora tiene en su cama a un activo en condiciones sumisas; y le dije: “ahora vos sos mi puta y vas a hacer lo que te diga, porque sino lo hacés y no acabo, no te suelto; ¡ah! y no acabés hasta que yo te lo diga, porque la lechita hoy va a un lugar especial”.
Larga noche para mi amante que tanto le gusta masturbarme y pasarme mis propios jugos de concha por mi boca hasta limpiar sus dedos.
Empecé con un pequeño baile hot, suave, y mirándolo con rostro de puta, chupándome los dedos, manoseándome las tetas; me subí en la cama y me di vuelta, y mostrándole la cola para que vea mi vagina tapada con la tanga. Miré su entrepierna y vi como el calzoncillo de mi novio se mojaba con el líquido peneano de mi amante. Verlo y pensar en esto me excitó aún más.
La Venganza:
Le venganza comenzó sacándole los calzones con la boca y le dije “que linda verga venuda que tenés puta” y me dijo “epa”, y le dije “epa que puta, chupame las gomas” y bajé los breteles de mi red y se las puse en la boca y con una mano le tocaba el escroto.
Me saqué la red y me quedé en tanga, y se la tiré a un costado.
Empecé a besarle los muslos adelante y los costados, pasé la lengua subiendo y subiendo esquivando los testículos y el pene que podía ver como latía solo, pasé por al lado, besé y lamí todo el abdomen, pechos, cuello y boca; quedando boca a boca, lengua a lengua y sexo a sexo interrumpidos por la tanga negra, y empezamos a frotarnos sexo a sexo. Podía sentir mi tanga mojada, y él también lo notó porque me dijo “estás mojada, trola,¿eh?, mandatela hasta el fonto puta” ordenó el activo sumiso. Eso me dio la pauta que quería estar dentro mío, y lo hice desear, y para ser sincera, también estaba muy caliente y quería lo mismo.
Traje del armario una caja de zapatos y la puse al lado de la cama, preguntó que había ahí pero no le contesté al respecto, solo atiné a decirle “chupame la concha puta”. Me sente encima de su cabeza separé mis labios con una mano y le dije “meté la lengua en la vagina y no te olvides del clítoris, porque sino no te desato”; y el esclavo chupo y chupo, y giré la cabeza para ver como estabta y vi que tenía el glande jugoso, y me dio pena, así que le dije “mejo que no acabes” e hicimos un gloriosos 69.
En el 69 se tomo algo de revancha porque ni bien la comí hasta el fondo hizo un movimiento de pelvis que me hizo dar arcada. Ni lerda ni perezosa ordené que deje la conchis y empiezo a chuparme el ano, que succionó, lamió y metió lengua con placer. Mientas tanto tocaba sus bolas, acariciaba su tronco con mano cerrada arriba abajo y chupaba su glande que cuando me la metía hasta el fondo lamentablemente debía soltar un poco el tronco. Y se le puso muy muy dura y empezó a corcovar la pelvis el macho. Así que decidí hacerlo descansar un poco.
Me puse arriba de su pecho para que vea la función.
Abrí la caja que dejé al lado y saque un vibrador y me lo empecé a chupar, y metí hasta el fondo de la vagina, lo sacaba lleno de mis jugos y lo hacia que lo seque con la lengua y me lo volvía a meter. Cuando se calmó un poco me puse en cuatro dando mi entrepierna y glúteos frente a su vara y mi boca envolvió a su miembro. Y empecé a meter despacio, despacito el vibra por atrás, despacito porque me dolía y lo saqué, y lo dejé de lado y me metí tres dedos en la concha y cuando estuve mas dilatada metí un cuarto, todo gimiendo sin decir palabras porque tenía mi boca ocupada haciendo un glorioso pete sin manos. Cuando no di más lo amenacé que no acabara; fue cruel de mi parte porque se cuando lo calienta verme acabar, tanto que tienen que contenerse para no terminar antes.
A continuación lo monté dándole la espalda y me la metí toda verga gorda y venuda que dilató mi vagina. Me tocaba los pechos, la pancita el clítoris; él me acompañaba con su corcoveo y me decia “montá puta, montá, movete más” y como previa sumisa que fui lo hice, lo hice y acercé sus rodillas a mis manos, las use como apoyo y monté a mi potro indócil y me fui en un terrible orgasmo en donde grite de placer, tanto que las sábanas quedaron mojadas en donde me vine.
Me dijo “soltame que te tengo ganas de llenar rellenar trola”. Pero no le dije nada ni le hice caso. Solo me acosté a su lado y lo besé y le dije “descansá un poquito campeón que ahora viene el final”.
Mi Venganza con premio para mi sumiso:
Cuando lo vi mas tranquilo fui a su miembro y se la chupé, de arriba abajo; se lo agarré y se lo puse vertical y le tiraba mis aceites espesos saborizados y se la dejaba limpia con la lengua; cuando estuvo a punto lo monté.
Me dijo “metétela que te gusta puta”. Si le dije, tome su tronco y apunte el glande hacia mi agujero trasero y exclamó:
- ¡Que puta de mierda que sos, dejaste el pan dulce para lo último!
- Si, pero no acabes hasta que yo lo haga, sino no te suelto – lo amenacé.
Y así lo hizo mi puta.
Agarré el tronco y lo apunte a mi ano. Así cuesta más debido a que cuando hago esto él me abre los cachetes de la cola, y si es al revés lo abro yo y él apunta el misil de carne al culo del mundo.
Me costó hacerlo sola, pero una vez que entro el glande, entre gemidos mutuos y gritos de dolor y placer mío, con mucho esfuerzo entró toda. Una vez que se fue el dolor y quedo el placer terminé de usar a este hombre como mi objeto de carne y objeto sexual (como esos consoladores con sopapa que ponemos en la silla) metiéndomelo por atrás mientras con una mano libre me masturbé y tocaba mis pechos. Satisfecha yo (por el momento) di la orden a mi puta a que eyacule, y así lo hizo en breve, y terminé de utilizarlo con un tierno beso; mientras sentía el semen que se escurría desde donde salía hacia mi vagina en donde lo junté con mi mano lo que caía y gocé chupandome los dedos; ¡¿pues no voy a tirarlo, no?¡, con lo que me costó ordeñar a este hombre.
Lo desencadené y le dije “que tengas buenas noches puta”.
Y así nos preparamos y fuimos a dormir. Y así estar listos para un domingo y lunes lleno de sexo para tratar de saciar la lujuria.
Dentro de una horas él vuelve a la casa matrimonial y yo quedaré sola hasta que venga mi amor. Pero por suerte lo tengo por unas horas más.
Si pasa algo interesante vuelvo con una parte más, sino volveré con nueva experiencia y con anécdotas pasadas.
Besos.
9 comentarios - Debút: Poringuera - 4ta Parte.
muuuy caliente!!
Gracias por compartir
Beso.