Carlota comenzó a desabrocharse los botones de su camisa bajo la atenta mirada de sus dos hijos. Parecía divertirse por el improvisado streaptease delante de sus hijos. Sentía rejuvenecerse y resultaba gracioso el hecho. Carlota disfrutaba. Cuando se despojó de su blusa la lanzó al aire, sonriente y coqueta. Se podían adivinar con claridad sus voluminosas tetas. Su hijo Christian no podía apartar su mirada de sus grandes tetas, y aún más, cuando finalmente Carlota se libró de los sostenes y ofreció con generosidad la visión de sus turgentes y rotundas tetas. Christian y Brandi aplaudieron al unísono la audacia de su madre, y Carlota sonrió a sus hijos y meneó sus tetas delante de ellos. A continuación la falda cedió y cayó al suelo, ayudándose del contoneo de caderas que Carlota ejercía. Carlota con arrojo y osadía se bajó finalmente las bragas, que se resbalaban por sus piernas y cayeron al suelo.
- Bueno, hijos míos, ya está. Al final aquí me tenéis totalmente desnuda. Debo estar loca. Mira que dejarme persuadir por las travesuras y desvergüenza de mis hijos.
Brandi, divertida, se levantó del sofá y fue al encuentro de su madre, riéndose con desenfado. Su hermano Christian permanecía sentado y alucinado contemplando los cuerpos desnudos de su madre y de su hermana Brandi.
- Has visto, mamá, qué bien. Mira, Christian no aparta la mirada de nosotras. Debe estar contentísimo. -
- Bueno, Brandi, he de reconocer que al final me he atrevido. Y bien, hijo, ¿ qúe te parece tu madre ? Creo que a mi edad todavía me mantengo en forma. Creo que todavía tengo un cuerpo esbelto. -
- Sí, mamá, todavía estas muy resultona. Serás mi madre pero tienes un cuerpo espléndido. No veas, mamá, tus tetas son magníficas, todavía se mantienen bien firmes, sabes. -
- Vaya, hijo, gracias. Resulta curioso sentir que mi propio hijo piropee mi cuerpo y me comente que le complace ver mis tetas.
Christian en seguida comenzó a desnudarse. Sentía cierto recelo a desnudarse delante de su propia madre, pero contemplar la desnudez de su madre le daba confianza y tranquilidad. Christian estaba excitado y su polla lo evidenciaba. Cuando estuvo totalmente desnudo sentía cierta vergüenza al no poder evitar que su polla enardecida mostrara su grado de excitación.
Carlota miró la polla de su hijo Christian con asombro y deleite. A Carlota le pareció bonita la polla de su hijo, grande y poderosa. Se sentía orgullosa de tener un hijo tan bien dotado. Carlota miró la polla de su hijo con atención. Resultaba muy extraña aquella situación.
- Vaya, hijo, sabes que estás muy bien dotado, tienes una polla espléndida, aunque no resulte bien que lo diga una madre a su hijo. Qúe situación tan extraña, hijos míos. Y bueno, Christian, tienes un cuerpo muy atlético, sabes. -
- Verdad, mamá, que mi hermano está muy bueno. -
- Sí, claro, Brandi, pero sigo viendo mal que mis dos hijos mantengan relaciones sexuales entre ellos. Yo creo, Brandi, que no tendrías que follar con tu hermano. ¿ Me promete, Brandi, que ya no te follará más veces tu hermano ? -
- Ay, mamá, no insistas más. A mi me encanta que me folle mi hermano. Además creo que es la mejor manera de mostrar a mi hermano el cariño que siento por él. Yo creo que debemos ser naturales, frescos, mostrarnos con naturalidad, sin complejos.-
- Está bien, hija mía, ya veo que tendré que aceptar que mis dos hijos se dediquen a follar mutuamente. Sólo, ser precavidos y no levantar las sospechas de papá. Yo os dejo que folleis pero tener cuidado de que no os sorprenda vuestro padre. Vaya, fijáos, con la conversación me he olvidado por completo que estamos los tres completamente desnudos. -
- Ves, mamá, como no es nada malo mostrarse con naturalidad. -
- Ya veo, hija. Lo cierto es que tiene gracia esto de estar desnuda ante vosotros. Bueno, hijo, estás muy silencioso. Tienes una hermana que está como una cabra, insiste que quiere que la folles, y al final tengo que claudicar. Os dejaré que continuéis follando aunque me parezca una obscenidad e incestuoso. -
- Bueno, a mi me encanta follarme a mi hermana. Es estupendo que lo apruebes, mamá. -
- Bueno, hijo, no he dicho que lo apruebe, sólo que lo consiento. Total, si os lo prohibo, seguiréis follando a escondidas.
Mejor saberlo y consentirlo. Bueno, hijo, entonces crees que todavía tu madre se mantiene en forma. -
- Sí, mamá, tienes una figura espléndida.. Mis amigos siempre me lo comentan, me dicen que vaya madre que tienes. Y están en lo cierto, mamá, y ahora viéndote totalmente desnuda lo puedo confirmar. Mi madre está buenísima. -
- Vaya, hijo, gracias. Suena tan chocante recibir piropos proviniendo de tu propio hijo. Pero, me gusta, ciertamente. Me siento halagada. Y, bueno, hijo, tienes la polla bien empinada, eh. Y lo cierto es que tienes una polla bien grande. Estoy sorprendida. Claro, que supongo que la última vez que tuve ocasión de verte la polla, hijo, sería cuando eras pequeño y todavía te bañaba yo. Y, claro, verte ahora desnudo, hijo, y contemplar esa polla tan hermosa me desconcierta. -
- Bueno, mamá, yo también estoy muy sorprendido, y para ser sincero me da algo de vergüenza estar desnudo delante tuyo, mamá, y con la polla empinada. -
- Ya, pero no te da vergüenza joderte a tu hermana Brandi, eh. -
- Bueno, hijos, quizás será mejor que nos vistamos, vale. Me ha parecido divertido y agradable esto de desnudarnos y vernos desnudos. Creo que a partir de ahora la desnudez entre nosotros no debe causarnos vergüenza alguna. -
- Ay, no, mamá, sigamos desnudos. Papá está de viaje y no volverá hasta mañana por la noche. Es muy emocionante continuar desnudos. -
- Ay, Brandi, eres incorregible, hija. No estás contenta, me he desnudado completamente y he reconocido que me divierte estar desnuda delante de vosotros. Me tengo que ir a acostar porque mañana tengo que madrugar y no me gusta llegar tarde al trabajo, hija. -
- Mamá, me dejas que te toque las tetas. -
- Christian, ¡ qúe dices ! Quieres meterle mano a tu propia madre. -
- Ay, sí, mamá, déjale a Christian que te toque las tetas. Será emocionante. -
- No sé, hijos. Soy tu madre, Christian. No sé, supongo que no es nada malo, pero no es muy corriente. Bueno, está bien, pero luego me dejáis que me vaya a acostar, eh.
Christian, emocionado y osado, alargó sus brazos y con ambas manos comenzó a sobar y manosear las tetas de su madre. Sintió escalofríos por todo su cuerpo, excitado y exaltado por la sensación que le provocaba frotar las tetas de su madre. Las apretaba, las juntaba y pellizcaba sus pezones con entusiasmo, percibiendo el calor que transmitía. Su madre se sintió halagada y sorprendida por el entusiasmo y ansiedad, y aceptó sus caricias y manoseos con agrado. Carlota comprobaba cómo su hijo frotaba sus tetas olvidándose del hecho de que se trataba de su propia madre. No acababa de entender cómo su hijo podía actuar de forma tan atrevida y desvergonzada. Estaba metiendo mano a su propia madre. Pero Carlota se sentía complacida y halagada. Sentir las suaves manos de su hijo Christian apretando sus tetas le provocaba una sensación extraña pero también muy agradable.
- Bueno, hijo, vaya manera de manosear las tetas de tu madre. Ya veo que te encanta sobar mis tetas, hijo. -
- Ay, mama, es estupendo. -
- Ya veo, hijo, te follas a tu hermana y todavía pretenderás joderte a tu madre, eh. -
- No, mamá. -
- Venga, hijo, no me digas que en el fondo no te gustaría follarme. -
- Sí, Christian, fóllate a mamá. Sería increíble y tan emocionante. -
- Bueno, hija, tú vas muy rápido. No sé, hijo, vuestro padre esta noche no dormirá en casa y lo cierto es que estar totalmente desnuda ante vosotros y tus constantes manoseos me han puesto algo cachonda, si quiero ser sincera. No sé, suena muy fuerte que te folle tu propio hijo, la verdad sea dicha, pero claro, bueno, hijo, tú qúe dices, te follarías a tu madre.-
- Bueno, mamá, no sé, suena tan indecente. -
- Te has follado a tu propia hermana. -
- Sí, mamá, pero, claro, follarte a ti, mamá, es muy diferente. Eres mi madre. -
- Ay, hermanito, sí, anímate. Mamá está dispuesta a que la folles. -
- Bueno, Brandi, hija, no he dicho eso, eh. Sólo le estaba preguntando a Christian qué opina sobre la posibilidad de follarse a su propia madre. -
- Bueno, mamá, si quieres podemos follar. Sería muy emocionante. Aunque me siento algo intimidado. Me he atrevido a sobarte las tetas, mamá, pero follarte es muy distinto. -
- Ay, mira, hijo, será mejor dejarlo. No sé lo que estoy diciendo. No puedo follar con mi propio hijo. Es una perversión. Un poco más y caigo en la tentación. Aunque, hijo, quizás follar no, pero sabes, te voy a chupar la polla, vale. Verás que bien.
No voy a permitir que te vayas a dormir sin correrte. Además supongo que yo soy la causa de que tengas la polla tan empinada, hijo. -
- Sí, mamá. -
- Bueno, Brandi, hija, al final le comeré la polla a mi hijo. Follar me parece demasiado. -
- Qúe emocionante, mamá. Voy a coger la cámara de vídeo. Me gustaría tomar unas imágenes de mi madre chupando la polla de mi querido hermanito.
En primer lugar, Carlota agarró la polla de su hijo y comenzó a menearla al mismo tiempo que jugaba con sus cojones amasándolos y golpeándolos. Estaba emocionada, sentía el calor y palpitaciones que transmitía la polla de su hijo y el grado de dureza y erección. Carlota sonrió a su hijo Christian. Y a continuación se metió la polla de su hijo en la boca, y comenzó a mamarla con cariño y amor de madre. Cuando Christian percibió los besos y lametones de su madre a su polla creyó hallarse en el paraíso. Los labios carnosos de Carlota apretaban la polla de su hijo y chupaba con fruición y adoración. Carlota se sentía emocionada al percibir el aroma de la polla de su hijo y la sensación de placer la embargaba por completo. El placer que sentía al chupar la polla de su propio hijo era indescriptible y mágico. Carlota se esforzaba al máximo por tragarse entera la polla de su hijo y podía sentirla pugnando en su garganta. Era maravilloso la multitud de sensaciones que recorrían su ser al mamar la polla de su hijo Christian, sentirla entera dentro de su boca, sus vibraciones. Ver a su propia madre chupando de forma apasionada y efusiva su polla provocaba en Christian una sensación extraña e increíble. Christian hubiera deseado que aquellos momentos fueran eternos, que su propia madre continuara chupando su polla durante una eternidad, pero ya no podía resistir más, y justo en un instante que su madre lamía con cariño el extremo de su polla, Christian lanzó con furia un gran chorro de semen, que llenó su lengua y salpicó el rostro de su madre. Carlota se sintió abrumada al recibir el semen de su hijo súbitamente. No estaba preparada. Pero percibir el sabor del semen de su propio hijo la volvió loca y voraz y se tragó la polla de su hijo mientras continuaba arrojando chorros de semen que inundaba su boca. Carlota abrió su boca y mostró su lengua totalmente impregnada de semen, que también se esparcía y fluía por sus labios y por su barbilla.
- ¡ Ay, mamá ! -
- ¡ Dios mío, pero que he hecho, le he chupado la polla a mi propio hijo ! Debo estar loca. Y me he tragado su semen. ¡ Dios mío ! Mira, hijos, vamos a olvidar lo que ha pasado hoy, vale. Supongo que habré perdido el control con vuestros juegos, pero esto no debe volver a pasar, eh. Me voy a acostar, hijos. Tengo la boca llena de leche.
Carlota, confundida y desconcertada marchó a su dormitorio. Christian, excitado, permaneció echado sobre el sofá mientras su hermana Brandi lo miraba feliz. Brandi se acercó y quiso probar restos de semen que permanecían en su polla. Y se tragó la polla de su hermano. Brandi tuvo suerte, todavía podía degustar restos de su semen, que tragó con cariño.
- No veas, Christian, no puedo creerme que mamá te haya chupado la polla y tragado tu leche. Es demasiado, una pasada. -
- Yo tampoco, hermanita. Estoy alucinado y trastornado. No veas, tu propia madre comiéndote la polla. Es tan indecente e inmoral.-
- Qué bien, eh, hermanito. Ahora podremos comportarnos con total desvergüenza, como mamá se ha apuntado a nuestros juegos.
Podrás follarme con total tranquilidad. -
- Sabes, hermanito, nunca me cansaría de que me follaras. Debo ser una insaciable y una viciosa, pero me encanta ser así.
Bueno, hermanito, vamos a la cama. Mañana tengo que madrugar, vale. -
- De acuerdo, hermanita.
- Bueno, hijos míos, ya está. Al final aquí me tenéis totalmente desnuda. Debo estar loca. Mira que dejarme persuadir por las travesuras y desvergüenza de mis hijos.
Brandi, divertida, se levantó del sofá y fue al encuentro de su madre, riéndose con desenfado. Su hermano Christian permanecía sentado y alucinado contemplando los cuerpos desnudos de su madre y de su hermana Brandi.
- Has visto, mamá, qué bien. Mira, Christian no aparta la mirada de nosotras. Debe estar contentísimo. -
- Bueno, Brandi, he de reconocer que al final me he atrevido. Y bien, hijo, ¿ qúe te parece tu madre ? Creo que a mi edad todavía me mantengo en forma. Creo que todavía tengo un cuerpo esbelto. -
- Sí, mamá, todavía estas muy resultona. Serás mi madre pero tienes un cuerpo espléndido. No veas, mamá, tus tetas son magníficas, todavía se mantienen bien firmes, sabes. -
- Vaya, hijo, gracias. Resulta curioso sentir que mi propio hijo piropee mi cuerpo y me comente que le complace ver mis tetas.
Christian en seguida comenzó a desnudarse. Sentía cierto recelo a desnudarse delante de su propia madre, pero contemplar la desnudez de su madre le daba confianza y tranquilidad. Christian estaba excitado y su polla lo evidenciaba. Cuando estuvo totalmente desnudo sentía cierta vergüenza al no poder evitar que su polla enardecida mostrara su grado de excitación.
Carlota miró la polla de su hijo Christian con asombro y deleite. A Carlota le pareció bonita la polla de su hijo, grande y poderosa. Se sentía orgullosa de tener un hijo tan bien dotado. Carlota miró la polla de su hijo con atención. Resultaba muy extraña aquella situación.
- Vaya, hijo, sabes que estás muy bien dotado, tienes una polla espléndida, aunque no resulte bien que lo diga una madre a su hijo. Qúe situación tan extraña, hijos míos. Y bueno, Christian, tienes un cuerpo muy atlético, sabes. -
- Verdad, mamá, que mi hermano está muy bueno. -
- Sí, claro, Brandi, pero sigo viendo mal que mis dos hijos mantengan relaciones sexuales entre ellos. Yo creo, Brandi, que no tendrías que follar con tu hermano. ¿ Me promete, Brandi, que ya no te follará más veces tu hermano ? -
- Ay, mamá, no insistas más. A mi me encanta que me folle mi hermano. Además creo que es la mejor manera de mostrar a mi hermano el cariño que siento por él. Yo creo que debemos ser naturales, frescos, mostrarnos con naturalidad, sin complejos.-
- Está bien, hija mía, ya veo que tendré que aceptar que mis dos hijos se dediquen a follar mutuamente. Sólo, ser precavidos y no levantar las sospechas de papá. Yo os dejo que folleis pero tener cuidado de que no os sorprenda vuestro padre. Vaya, fijáos, con la conversación me he olvidado por completo que estamos los tres completamente desnudos. -
- Ves, mamá, como no es nada malo mostrarse con naturalidad. -
- Ya veo, hija. Lo cierto es que tiene gracia esto de estar desnuda ante vosotros. Bueno, hijo, estás muy silencioso. Tienes una hermana que está como una cabra, insiste que quiere que la folles, y al final tengo que claudicar. Os dejaré que continuéis follando aunque me parezca una obscenidad e incestuoso. -
- Bueno, a mi me encanta follarme a mi hermana. Es estupendo que lo apruebes, mamá. -
- Bueno, hijo, no he dicho que lo apruebe, sólo que lo consiento. Total, si os lo prohibo, seguiréis follando a escondidas.
Mejor saberlo y consentirlo. Bueno, hijo, entonces crees que todavía tu madre se mantiene en forma. -
- Sí, mamá, tienes una figura espléndida.. Mis amigos siempre me lo comentan, me dicen que vaya madre que tienes. Y están en lo cierto, mamá, y ahora viéndote totalmente desnuda lo puedo confirmar. Mi madre está buenísima. -
- Vaya, hijo, gracias. Suena tan chocante recibir piropos proviniendo de tu propio hijo. Pero, me gusta, ciertamente. Me siento halagada. Y, bueno, hijo, tienes la polla bien empinada, eh. Y lo cierto es que tienes una polla bien grande. Estoy sorprendida. Claro, que supongo que la última vez que tuve ocasión de verte la polla, hijo, sería cuando eras pequeño y todavía te bañaba yo. Y, claro, verte ahora desnudo, hijo, y contemplar esa polla tan hermosa me desconcierta. -
- Bueno, mamá, yo también estoy muy sorprendido, y para ser sincero me da algo de vergüenza estar desnudo delante tuyo, mamá, y con la polla empinada. -
- Ya, pero no te da vergüenza joderte a tu hermana Brandi, eh. -
- Bueno, hijos, quizás será mejor que nos vistamos, vale. Me ha parecido divertido y agradable esto de desnudarnos y vernos desnudos. Creo que a partir de ahora la desnudez entre nosotros no debe causarnos vergüenza alguna. -
- Ay, no, mamá, sigamos desnudos. Papá está de viaje y no volverá hasta mañana por la noche. Es muy emocionante continuar desnudos. -
- Ay, Brandi, eres incorregible, hija. No estás contenta, me he desnudado completamente y he reconocido que me divierte estar desnuda delante de vosotros. Me tengo que ir a acostar porque mañana tengo que madrugar y no me gusta llegar tarde al trabajo, hija. -
- Mamá, me dejas que te toque las tetas. -
- Christian, ¡ qúe dices ! Quieres meterle mano a tu propia madre. -
- Ay, sí, mamá, déjale a Christian que te toque las tetas. Será emocionante. -
- No sé, hijos. Soy tu madre, Christian. No sé, supongo que no es nada malo, pero no es muy corriente. Bueno, está bien, pero luego me dejáis que me vaya a acostar, eh.
Christian, emocionado y osado, alargó sus brazos y con ambas manos comenzó a sobar y manosear las tetas de su madre. Sintió escalofríos por todo su cuerpo, excitado y exaltado por la sensación que le provocaba frotar las tetas de su madre. Las apretaba, las juntaba y pellizcaba sus pezones con entusiasmo, percibiendo el calor que transmitía. Su madre se sintió halagada y sorprendida por el entusiasmo y ansiedad, y aceptó sus caricias y manoseos con agrado. Carlota comprobaba cómo su hijo frotaba sus tetas olvidándose del hecho de que se trataba de su propia madre. No acababa de entender cómo su hijo podía actuar de forma tan atrevida y desvergonzada. Estaba metiendo mano a su propia madre. Pero Carlota se sentía complacida y halagada. Sentir las suaves manos de su hijo Christian apretando sus tetas le provocaba una sensación extraña pero también muy agradable.
- Bueno, hijo, vaya manera de manosear las tetas de tu madre. Ya veo que te encanta sobar mis tetas, hijo. -
- Ay, mama, es estupendo. -
- Ya veo, hijo, te follas a tu hermana y todavía pretenderás joderte a tu madre, eh. -
- No, mamá. -
- Venga, hijo, no me digas que en el fondo no te gustaría follarme. -
- Sí, Christian, fóllate a mamá. Sería increíble y tan emocionante. -
- Bueno, hija, tú vas muy rápido. No sé, hijo, vuestro padre esta noche no dormirá en casa y lo cierto es que estar totalmente desnuda ante vosotros y tus constantes manoseos me han puesto algo cachonda, si quiero ser sincera. No sé, suena muy fuerte que te folle tu propio hijo, la verdad sea dicha, pero claro, bueno, hijo, tú qúe dices, te follarías a tu madre.-
- Bueno, mamá, no sé, suena tan indecente. -
- Te has follado a tu propia hermana. -
- Sí, mamá, pero, claro, follarte a ti, mamá, es muy diferente. Eres mi madre. -
- Ay, hermanito, sí, anímate. Mamá está dispuesta a que la folles. -
- Bueno, Brandi, hija, no he dicho eso, eh. Sólo le estaba preguntando a Christian qué opina sobre la posibilidad de follarse a su propia madre. -
- Bueno, mamá, si quieres podemos follar. Sería muy emocionante. Aunque me siento algo intimidado. Me he atrevido a sobarte las tetas, mamá, pero follarte es muy distinto. -
- Ay, mira, hijo, será mejor dejarlo. No sé lo que estoy diciendo. No puedo follar con mi propio hijo. Es una perversión. Un poco más y caigo en la tentación. Aunque, hijo, quizás follar no, pero sabes, te voy a chupar la polla, vale. Verás que bien.
No voy a permitir que te vayas a dormir sin correrte. Además supongo que yo soy la causa de que tengas la polla tan empinada, hijo. -
- Sí, mamá. -
- Bueno, Brandi, hija, al final le comeré la polla a mi hijo. Follar me parece demasiado. -
- Qúe emocionante, mamá. Voy a coger la cámara de vídeo. Me gustaría tomar unas imágenes de mi madre chupando la polla de mi querido hermanito.
En primer lugar, Carlota agarró la polla de su hijo y comenzó a menearla al mismo tiempo que jugaba con sus cojones amasándolos y golpeándolos. Estaba emocionada, sentía el calor y palpitaciones que transmitía la polla de su hijo y el grado de dureza y erección. Carlota sonrió a su hijo Christian. Y a continuación se metió la polla de su hijo en la boca, y comenzó a mamarla con cariño y amor de madre. Cuando Christian percibió los besos y lametones de su madre a su polla creyó hallarse en el paraíso. Los labios carnosos de Carlota apretaban la polla de su hijo y chupaba con fruición y adoración. Carlota se sentía emocionada al percibir el aroma de la polla de su hijo y la sensación de placer la embargaba por completo. El placer que sentía al chupar la polla de su propio hijo era indescriptible y mágico. Carlota se esforzaba al máximo por tragarse entera la polla de su hijo y podía sentirla pugnando en su garganta. Era maravilloso la multitud de sensaciones que recorrían su ser al mamar la polla de su hijo Christian, sentirla entera dentro de su boca, sus vibraciones. Ver a su propia madre chupando de forma apasionada y efusiva su polla provocaba en Christian una sensación extraña e increíble. Christian hubiera deseado que aquellos momentos fueran eternos, que su propia madre continuara chupando su polla durante una eternidad, pero ya no podía resistir más, y justo en un instante que su madre lamía con cariño el extremo de su polla, Christian lanzó con furia un gran chorro de semen, que llenó su lengua y salpicó el rostro de su madre. Carlota se sintió abrumada al recibir el semen de su hijo súbitamente. No estaba preparada. Pero percibir el sabor del semen de su propio hijo la volvió loca y voraz y se tragó la polla de su hijo mientras continuaba arrojando chorros de semen que inundaba su boca. Carlota abrió su boca y mostró su lengua totalmente impregnada de semen, que también se esparcía y fluía por sus labios y por su barbilla.
- ¡ Ay, mamá ! -
- ¡ Dios mío, pero que he hecho, le he chupado la polla a mi propio hijo ! Debo estar loca. Y me he tragado su semen. ¡ Dios mío ! Mira, hijos, vamos a olvidar lo que ha pasado hoy, vale. Supongo que habré perdido el control con vuestros juegos, pero esto no debe volver a pasar, eh. Me voy a acostar, hijos. Tengo la boca llena de leche.
Carlota, confundida y desconcertada marchó a su dormitorio. Christian, excitado, permaneció echado sobre el sofá mientras su hermana Brandi lo miraba feliz. Brandi se acercó y quiso probar restos de semen que permanecían en su polla. Y se tragó la polla de su hermano. Brandi tuvo suerte, todavía podía degustar restos de su semen, que tragó con cariño.
- No veas, Christian, no puedo creerme que mamá te haya chupado la polla y tragado tu leche. Es demasiado, una pasada. -
- Yo tampoco, hermanita. Estoy alucinado y trastornado. No veas, tu propia madre comiéndote la polla. Es tan indecente e inmoral.-
- Qué bien, eh, hermanito. Ahora podremos comportarnos con total desvergüenza, como mamá se ha apuntado a nuestros juegos.
Podrás follarme con total tranquilidad. -
- Sabes, hermanito, nunca me cansaría de que me follaras. Debo ser una insaciable y una viciosa, pero me encanta ser así.
Bueno, hermanito, vamos a la cama. Mañana tengo que madrugar, vale. -
- De acuerdo, hermanita.
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