Hacía varios días que nos cruzábamos en la entrada del edificio, casualidad o no me había acostumbrado a verla todos los días. Ella prácticamente no me miraba, indiferencia??, tal vez. Se la veía una mujer super atractiva, de vestir elegante, pelo cuidado, zapatos de taco y siempre olía a perfume importado.
Un saludo distante, como marcando esa distancia que una mujer casada necesita para no ser perseguida por los hombres que están en su entorno diario. Igual a mi edad hay cosas que uno aprende a mirar, sus manos y su anillo de casamiento, algunas pulseras caras. No había podido conseguir mas que un "hola" de parte de ella, siempre en tono cortante.
Mirar sus piernas estilizadas, en jean o mini, esas camisas apretadas que dejaban ver sus pechos bien parados. Ella entendía, vestía así por costumbre y porque sabía que llamaba la atención. Mi intuición me decía que recién pasaba los 30, mezcla explosiva de experiencia en un cuerpo cuidado y las ganas que una mujer tiene a su edad.
Perdí la cuenta cuantos días fueron igual hasta que un día la vi cargada de paquetes, no eran pesados, pero si incómodos, los cuales les costaba transportar. Rápidamente acudí a su ayuda, la cual no fue aceptada, creo que entendió que aceptarla era empezar con un diálogo o por lo menos cortar esa distancia que día a día nos distanciaba. Igual como buen cabeza dura tomo los paquetes, le muestro una sonrisa pícara y le digo "te ayudo igual". Sensación increíble ver por primera vez una sonrisa en su rostro, algo ruborizada, tal vez acostumbrada a no tener hombres cerca.
Caminamos al ascensor, subimos solos y esos minutos eternos en donde el tiempo no pasó nunca para ella. Como hombre y adulador que soy le digo: "recién hoy, después de tantos días puedo conocer tu sonrisa". Roja de verguenza, vuelve a sonreír. En realidad era lo que esperaba de ella.
Llegamos, abre el ascensor, camina hasta su departamento. Me detengo a mirar sus piernas mientras camina, el morbo de verla desfilar para mi es interminable, pero el abrir la puerta y quedarse parada como mostrando distancia me vuelve a la realidad. Un "dejá que yo los entro, muchas gracias por tu ayuda" me dejan sin sueño. Emprendo el camino al ascensor, cuando escucho "simpre me ayuda mi marido, pero está de viaje por unos días, asi que lo tengo que hacer sola". Mi única respuesta fue: "estos días estamos volviendo juntos, te ayudo, no te hagas problemas".
Los próximos dos días pasaron de la misma manera, entrando juntos con los paquetes, llegando a la puerta y recibiendo un gracias por la ayuda. No quería presionarla, sabía que debía esperar el momento justo para poder aumentar la confianza. Ella era increíble, ya no solo me gustaba lo que veía, sino que sus sonrisas eran una constante en mis días.
Domingo, llueve. La cuidad casi vacía y yo esperando en el hall cuando la veo venir. Me saluda, y amigablemente me dice: "estoy sin paquetes hoy", lo que culminó con un sonrisa. Yo le digo que esperaba a mi amigo, pero que no llegaba y que no tenía la llave del departamento.
Amablemente se ofreció a que esperara con ella, mas vale que ni lo dudé, había esperado bastante por eso y no iba a perder la oportunidad de poder conversar.
Cambió rotundamente su forma de ser para conmigo, siguió con los frenos lógicos, pero en forma mas distendida.
Como era tu nombre - dijo ella
Charly - contesté en el momento
Igual nunca me lo habías preguntado - remarqué
Si querés podés tomar café, estoy complicada porque mi marido viene de viaje en hora y media y lo tengo que ir a buscar a Ezeiza - dijo ella
Dale, no hay problema- respondo
Hablamos por largo rato, ella de espaldas a mi acomodando sus cosas y yo sentado en una banqueta sobre una barra que separaba la cocina del comedor diario. Aproveché a mirarla todo el tiempo, pensaba cuanto tiempo pasa esa mujer sola y que en cierta forma me mataba el morbo de imaginarla desnuda en ese momento. Siento que se le cae algo y salgo corriendo a ayudarla....nos agachamos al mismo tiempo y quedamos pegados uno de otro, nuestras caras a corta distancia, podía sentir tu respiración.
Soy media torpe - dijo.
Como si nada siguió con sus cosas, pero noté que algo había cambiado. Ese instante había provocado en ella cierta duda o nerviosismo y en mí volvieron unas ganas incontrolables de tenerla.
Me arrimé despacio, casi sin que se diera cuenta, la tomé por la cintura y automáticamente quiso separarse.... mis manos fuertes no la dejaban moverse con facilidad, puse mis labios en su oído y murmuré, me encanta lo tuyo, te quiero para mí.
Sus palabras fueron "dejame", "no", "salí".... Por supuesto que no iba a hacer caso, ella intentaba salir de esa situación y yo intentaba hablarle al oído para que entendiera lo que quería.
Pudo darse vuelta, pero quedó arrinconada entre la mesada y mi cuerpo. Volvimos a una distancia corta de nuestras bocas. La besé, ella insistía en que la dejara, ofreciendo resistencia con sus brazos e intentando separar sus labios de los míos. Se besar, sus "no" duraron poco y su boca se fue abriendo a la mía.
Intuí que todo este tiempo ella tenía las mismas ganas, pero que siempre priorizó su marido, a conocerme.
Fue un beso apasionado. La excitación de ella era increíble, de estar con otro tipo en su propia casa, después de varios días de no tener sexo. Sentía que mi boca me quemaba....mis manos en sus pechos duros, buena inversión del marido. Comencé lentamente a desprender su camisa, ella sólo se dejaba llevar por la situación. Sorpresa al ver esas tetas super paradas y de un tamaño ideal para una mujer flaca.
Desabroché su corpiño, lo tiré al piso y empecé a disfrutar de esas tetas. Sus pezones increíblemente grandes, algo que me dió mucho morbo.. ella gemía, disfrutaba, solo tomaba mi nuca y me ayudaba en este arduo trabajo....Mis manos lentamente bajaron hasta su entrepierna. Debajo de la pollera una diminuta tanga cubría sus partes íntimas. Mientras sigo besando sus tetas corro la bombacha y con mis dedos empiezo a sentir su humedad.. Increíble, había acabado mientras le chupaba las tetas. Baje su tanga, subi su pollera y la puse sobre la barra. Con mi boca empecé un suave juego sobre su conchita empapada. Nuevamente gemidos, placer inmenso, totalmente descontrolada vuelve a acabar..
Me desvisto, algo sorprendida al ver mi pija, tal vez mas grande que la de su marido. Le digo Chupala putita, es lo que querías de mi,no???
Si, la quiero. Te tenía muchas ganas pero no me animaba...responde ella-
Con habilidad y con conocimiento empieza a chuparla, pajearla, mojar mis huevos y masajearlos como una verdadera puta. Increíble morbo y sensación de estar con la mina que quería en su propia casa.
Estuvo jugando con mi pija un largo rato. Sabía que había que hacer las cosas bien, por lo que para que estuviera tranquila me puse un forro, la volví a subir en la mesada y lentamente empecé a coger esa conchita hermosa, sus gemidos me llevaron a pensar que estaba acostumbrada a su marido y que a pesar de mi calma, debía acostumbrarse a mi pedazo... Podía sentir cada orgasmo, uno tras otro, increíble ese momento. Las poses fueron variando, y ella acabando una y otra vez...
Obsesionado por ella, solo le decía: "decime que sos mi putita", "decilo, dale!!!!"... a lo que ella sólo respondía "si Charly, soy tu putita, solo tuya".
La giré, la apoyé en un sillón dándome la espalda. Creo que sabía que no era lo mejor para ella, por lo que dudó y en quedarse en esa pose, a lo cual yo le dije tranqui, relajate...
Puse mi boca en su culo, increíble sabor, otra vez empezaba a gemir y a gozar como loca. Estuve varios minutos chupándole el culo, hasta que le puse un dedo y volvió a intentar salir de esa situación. Con la experiencia del caso, la contuve, le pedí que vuelva a relajarse y los masajes en su culo empezaron a dar frutos... Abría las piernas y ya no gritaba en las embestidas con el dedo, volví a mi juego de chuparlo una y otra vez, hasta que sentía que la lengua ya ingresaba sola.
Le dije "Si querés ser mi puta, entonces dejame que te coja el culo".
Ni loco - fue su respuesta-
Mi marido nunca me hizo el culo, no te lo voy a dar a vos y menos con esa pija - asintíó -
No la dejé escapar apoyé mi pija en la puerta del culo y vi su cara de desesperación, aunque ya había pasado por situaciones similares, esta era especial, no sólo le estaba cogiendo la mujer en la casa, sino que estaba a punto de romperle el culo, cosa que el no había logrado en más de 10 años de pareja.
Empujé suave, un grito de dolor fue su primera reacción. Me quedé quieto, hasta que su culo se acostumbrara al tamaño de mi cabeza, fueron unos segundos y volvía empujar, nuevamente gemidos y algunos gritos suaves de dolor y placer... empecé a bombear con mas ganas, ella estaba siendo cogida por un tipo que no conocía. Recostadada sobre el sillón con el culo hacia arriba y mi pija dentro. La foto del marido en una mesa y mi primer comentario:
Miralo al cornudo como te mira mientras Charly te rompe el ojete. Parecieron palabras mágicas, empezó a gemir, a pedir, puedo recordar aún hoy esas barbaridades que decía:
Si !!!, Así!!! Dale !!!! Rompeme el orto!!! Haceme tu puta !!!! Vení por mí todas las veces que quieras!!!. MI culo es tuyo!!!!. Sorprendido, algo motivado por la situación llego al límite.
La suelto, la arrodillo en el piso y ella con gran categoría (algo que ya había aprendido) me empieza a chupar la pija y masajear los huevos esperando por la leche... La muy puta cuando empecé a acabar dejó caer la leche en su cara y sus tetas, aunque debo reconocer que parte de la misma fue a su boca...
En ese instante volvimos a la realidad, miró la hora y dijo mi marido... era hora de ir a buscarlo. Le digo que se cambie, que no se bañe que se le iba a hacer tarde. Pensó pero aceptó. Imaginé que por su cabeza pasaba la idea de que su marido se diera cuenta que había estado probando otra verga. Pero el tiempo fue tirano. Salimos, fue a buscar al marido y yo me quedé en una confitería de la esquina.
Como a las dos horas, como si supiera cuando, salgo y vuelvo caminando al departamento. Ella venía feliz hablando con su marido, hasta el momento de verme. Ahí se quedó dura, yo me dí cuenta que estaba incómoda, pero su marido como si nada..
Al pasar al lado mío el marido me sonríe y me dice:
Hola Charly !! Como estas???.
Ella no salía de su asombro, miles de preguntas empezaron a dar vueltas en su cabeza.
Lo conoce??? De donde???
Me habrá entregado a este tipo y yo sin saberlo??
Tan fácil y predecible puedo ser??
Fantasía o realidad? Es lo mismo. Tal vez ella hoy sepa la verdad, dependerá de lo que pasó ese día cuando ingresaron al departamento y cerraron la puerta.. tal vez el la haya besado con pasión, sabiendo que una pija se apoderó de su mujer un rato antes. O si en el tiempo ha dejado de pedirle el culo, sabiendo que nunca fue de el y que hoy le pertenece a su macho. Tal vez sea un secreto de dos o tal vez sea un secreto de tres.
Las fantasías siempre se cumplen, algunos pueden pensar que este relato es inventado. Tal vez esto ya pasó o tal vez sea algo que puede pasar.
Dedicado especialmente........
Un saludo distante, como marcando esa distancia que una mujer casada necesita para no ser perseguida por los hombres que están en su entorno diario. Igual a mi edad hay cosas que uno aprende a mirar, sus manos y su anillo de casamiento, algunas pulseras caras. No había podido conseguir mas que un "hola" de parte de ella, siempre en tono cortante.
Mirar sus piernas estilizadas, en jean o mini, esas camisas apretadas que dejaban ver sus pechos bien parados. Ella entendía, vestía así por costumbre y porque sabía que llamaba la atención. Mi intuición me decía que recién pasaba los 30, mezcla explosiva de experiencia en un cuerpo cuidado y las ganas que una mujer tiene a su edad.
Perdí la cuenta cuantos días fueron igual hasta que un día la vi cargada de paquetes, no eran pesados, pero si incómodos, los cuales les costaba transportar. Rápidamente acudí a su ayuda, la cual no fue aceptada, creo que entendió que aceptarla era empezar con un diálogo o por lo menos cortar esa distancia que día a día nos distanciaba. Igual como buen cabeza dura tomo los paquetes, le muestro una sonrisa pícara y le digo "te ayudo igual". Sensación increíble ver por primera vez una sonrisa en su rostro, algo ruborizada, tal vez acostumbrada a no tener hombres cerca.
Caminamos al ascensor, subimos solos y esos minutos eternos en donde el tiempo no pasó nunca para ella. Como hombre y adulador que soy le digo: "recién hoy, después de tantos días puedo conocer tu sonrisa". Roja de verguenza, vuelve a sonreír. En realidad era lo que esperaba de ella.
Llegamos, abre el ascensor, camina hasta su departamento. Me detengo a mirar sus piernas mientras camina, el morbo de verla desfilar para mi es interminable, pero el abrir la puerta y quedarse parada como mostrando distancia me vuelve a la realidad. Un "dejá que yo los entro, muchas gracias por tu ayuda" me dejan sin sueño. Emprendo el camino al ascensor, cuando escucho "simpre me ayuda mi marido, pero está de viaje por unos días, asi que lo tengo que hacer sola". Mi única respuesta fue: "estos días estamos volviendo juntos, te ayudo, no te hagas problemas".
Los próximos dos días pasaron de la misma manera, entrando juntos con los paquetes, llegando a la puerta y recibiendo un gracias por la ayuda. No quería presionarla, sabía que debía esperar el momento justo para poder aumentar la confianza. Ella era increíble, ya no solo me gustaba lo que veía, sino que sus sonrisas eran una constante en mis días.
Domingo, llueve. La cuidad casi vacía y yo esperando en el hall cuando la veo venir. Me saluda, y amigablemente me dice: "estoy sin paquetes hoy", lo que culminó con un sonrisa. Yo le digo que esperaba a mi amigo, pero que no llegaba y que no tenía la llave del departamento.
Amablemente se ofreció a que esperara con ella, mas vale que ni lo dudé, había esperado bastante por eso y no iba a perder la oportunidad de poder conversar.
Cambió rotundamente su forma de ser para conmigo, siguió con los frenos lógicos, pero en forma mas distendida.
Como era tu nombre - dijo ella
Charly - contesté en el momento
Igual nunca me lo habías preguntado - remarqué
Si querés podés tomar café, estoy complicada porque mi marido viene de viaje en hora y media y lo tengo que ir a buscar a Ezeiza - dijo ella
Dale, no hay problema- respondo
Hablamos por largo rato, ella de espaldas a mi acomodando sus cosas y yo sentado en una banqueta sobre una barra que separaba la cocina del comedor diario. Aproveché a mirarla todo el tiempo, pensaba cuanto tiempo pasa esa mujer sola y que en cierta forma me mataba el morbo de imaginarla desnuda en ese momento. Siento que se le cae algo y salgo corriendo a ayudarla....nos agachamos al mismo tiempo y quedamos pegados uno de otro, nuestras caras a corta distancia, podía sentir tu respiración.
Soy media torpe - dijo.
Como si nada siguió con sus cosas, pero noté que algo había cambiado. Ese instante había provocado en ella cierta duda o nerviosismo y en mí volvieron unas ganas incontrolables de tenerla.
Me arrimé despacio, casi sin que se diera cuenta, la tomé por la cintura y automáticamente quiso separarse.... mis manos fuertes no la dejaban moverse con facilidad, puse mis labios en su oído y murmuré, me encanta lo tuyo, te quiero para mí.
Sus palabras fueron "dejame", "no", "salí".... Por supuesto que no iba a hacer caso, ella intentaba salir de esa situación y yo intentaba hablarle al oído para que entendiera lo que quería.
Pudo darse vuelta, pero quedó arrinconada entre la mesada y mi cuerpo. Volvimos a una distancia corta de nuestras bocas. La besé, ella insistía en que la dejara, ofreciendo resistencia con sus brazos e intentando separar sus labios de los míos. Se besar, sus "no" duraron poco y su boca se fue abriendo a la mía.
Intuí que todo este tiempo ella tenía las mismas ganas, pero que siempre priorizó su marido, a conocerme.
Fue un beso apasionado. La excitación de ella era increíble, de estar con otro tipo en su propia casa, después de varios días de no tener sexo. Sentía que mi boca me quemaba....mis manos en sus pechos duros, buena inversión del marido. Comencé lentamente a desprender su camisa, ella sólo se dejaba llevar por la situación. Sorpresa al ver esas tetas super paradas y de un tamaño ideal para una mujer flaca.
Desabroché su corpiño, lo tiré al piso y empecé a disfrutar de esas tetas. Sus pezones increíblemente grandes, algo que me dió mucho morbo.. ella gemía, disfrutaba, solo tomaba mi nuca y me ayudaba en este arduo trabajo....Mis manos lentamente bajaron hasta su entrepierna. Debajo de la pollera una diminuta tanga cubría sus partes íntimas. Mientras sigo besando sus tetas corro la bombacha y con mis dedos empiezo a sentir su humedad.. Increíble, había acabado mientras le chupaba las tetas. Baje su tanga, subi su pollera y la puse sobre la barra. Con mi boca empecé un suave juego sobre su conchita empapada. Nuevamente gemidos, placer inmenso, totalmente descontrolada vuelve a acabar..
Me desvisto, algo sorprendida al ver mi pija, tal vez mas grande que la de su marido. Le digo Chupala putita, es lo que querías de mi,no???
Si, la quiero. Te tenía muchas ganas pero no me animaba...responde ella-
Con habilidad y con conocimiento empieza a chuparla, pajearla, mojar mis huevos y masajearlos como una verdadera puta. Increíble morbo y sensación de estar con la mina que quería en su propia casa.
Estuvo jugando con mi pija un largo rato. Sabía que había que hacer las cosas bien, por lo que para que estuviera tranquila me puse un forro, la volví a subir en la mesada y lentamente empecé a coger esa conchita hermosa, sus gemidos me llevaron a pensar que estaba acostumbrada a su marido y que a pesar de mi calma, debía acostumbrarse a mi pedazo... Podía sentir cada orgasmo, uno tras otro, increíble ese momento. Las poses fueron variando, y ella acabando una y otra vez...
Obsesionado por ella, solo le decía: "decime que sos mi putita", "decilo, dale!!!!"... a lo que ella sólo respondía "si Charly, soy tu putita, solo tuya".
La giré, la apoyé en un sillón dándome la espalda. Creo que sabía que no era lo mejor para ella, por lo que dudó y en quedarse en esa pose, a lo cual yo le dije tranqui, relajate...
Puse mi boca en su culo, increíble sabor, otra vez empezaba a gemir y a gozar como loca. Estuve varios minutos chupándole el culo, hasta que le puse un dedo y volvió a intentar salir de esa situación. Con la experiencia del caso, la contuve, le pedí que vuelva a relajarse y los masajes en su culo empezaron a dar frutos... Abría las piernas y ya no gritaba en las embestidas con el dedo, volví a mi juego de chuparlo una y otra vez, hasta que sentía que la lengua ya ingresaba sola.
Le dije "Si querés ser mi puta, entonces dejame que te coja el culo".
Ni loco - fue su respuesta-
Mi marido nunca me hizo el culo, no te lo voy a dar a vos y menos con esa pija - asintíó -
No la dejé escapar apoyé mi pija en la puerta del culo y vi su cara de desesperación, aunque ya había pasado por situaciones similares, esta era especial, no sólo le estaba cogiendo la mujer en la casa, sino que estaba a punto de romperle el culo, cosa que el no había logrado en más de 10 años de pareja.
Empujé suave, un grito de dolor fue su primera reacción. Me quedé quieto, hasta que su culo se acostumbrara al tamaño de mi cabeza, fueron unos segundos y volvía empujar, nuevamente gemidos y algunos gritos suaves de dolor y placer... empecé a bombear con mas ganas, ella estaba siendo cogida por un tipo que no conocía. Recostadada sobre el sillón con el culo hacia arriba y mi pija dentro. La foto del marido en una mesa y mi primer comentario:
Miralo al cornudo como te mira mientras Charly te rompe el ojete. Parecieron palabras mágicas, empezó a gemir, a pedir, puedo recordar aún hoy esas barbaridades que decía:
Si !!!, Así!!! Dale !!!! Rompeme el orto!!! Haceme tu puta !!!! Vení por mí todas las veces que quieras!!!. MI culo es tuyo!!!!. Sorprendido, algo motivado por la situación llego al límite.
La suelto, la arrodillo en el piso y ella con gran categoría (algo que ya había aprendido) me empieza a chupar la pija y masajear los huevos esperando por la leche... La muy puta cuando empecé a acabar dejó caer la leche en su cara y sus tetas, aunque debo reconocer que parte de la misma fue a su boca...
En ese instante volvimos a la realidad, miró la hora y dijo mi marido... era hora de ir a buscarlo. Le digo que se cambie, que no se bañe que se le iba a hacer tarde. Pensó pero aceptó. Imaginé que por su cabeza pasaba la idea de que su marido se diera cuenta que había estado probando otra verga. Pero el tiempo fue tirano. Salimos, fue a buscar al marido y yo me quedé en una confitería de la esquina.
Como a las dos horas, como si supiera cuando, salgo y vuelvo caminando al departamento. Ella venía feliz hablando con su marido, hasta el momento de verme. Ahí se quedó dura, yo me dí cuenta que estaba incómoda, pero su marido como si nada..
Al pasar al lado mío el marido me sonríe y me dice:
Hola Charly !! Como estas???.
Ella no salía de su asombro, miles de preguntas empezaron a dar vueltas en su cabeza.
Lo conoce??? De donde???
Me habrá entregado a este tipo y yo sin saberlo??
Tan fácil y predecible puedo ser??
Fantasía o realidad? Es lo mismo. Tal vez ella hoy sepa la verdad, dependerá de lo que pasó ese día cuando ingresaron al departamento y cerraron la puerta.. tal vez el la haya besado con pasión, sabiendo que una pija se apoderó de su mujer un rato antes. O si en el tiempo ha dejado de pedirle el culo, sabiendo que nunca fue de el y que hoy le pertenece a su macho. Tal vez sea un secreto de dos o tal vez sea un secreto de tres.
Las fantasías siempre se cumplen, algunos pueden pensar que este relato es inventado. Tal vez esto ya pasó o tal vez sea algo que puede pasar.
Dedicado especialmente........
2 comentarios - Casualidad???