Tenía tiempo que nos conocíamos y éramos amigas, como tal hablábamos mucho y el sexo era tema totalmente libre. Que si nos masturbábamos solas, veíamos porno en casa y entre juego y juego en el colegio nos tocábamos las nalgas o el pecho. Nunca nada serio.
Siempre me gusto verla y admirar su belleza, hasta llego a ser mi musa. Alta, delgada, cabello largo y negro, piel blanca y esos hermosos labios carnosos que tantas ganas tenia de besar.
Un día entre un grupo de amigas fuimos al cine que estaba cerca de su casa, mientras veíamos la película sentía como sus miradas recorrían mi escote pronunciado y yo la veía de reojo. Todo bien fuimos a su casa y se fueron yendo mis otras amigas, como yo vivía un poco más lejos me iría más tarde. Solo quedábamos nosotras dos, con la casa vacía, recostadas en la cama conversando. Aunque me sentía un poco nerviosa nunca imagine lo que pasaría. Hablábamos de chicos muy normales, hacia tanto frío que se le veían sus pezones a través de la blusa, me calentaba mucho, sugerí que nos cubriéramos con una manta y quedamos pegaditas.
De repente un silencio inundo el cuarto y nos volteamos a ver extrañadas, era mi momento, la abrase fuerte y dije: -Te quiero tanto- a lo que ella respondió retándome -¿solo eso?- La mire fijo y dije: -te deseo-.
Dude lo que pasaría pero me acerque a ella y la bese suavemente, mordí sus labios y la sujete de la cintura. La acaricie y resbale mi mano hacia su hombro, fui bajando su blusa y ella la mía, la recosté y amase sus pechos ¡alfan lo pude hacer después de tanto tiempo! acaricie, pellizcando suavemente sus pezones y los chupe, podía notar su gesto de placer.
Iba besando cada centímetro de su piel y regresaba a su boca cada vez con más pasión. La mire fijamente y estando ambas semidesnudas le pregunté: -¿estas segura de esto?- (ya que ella tenía novio), me contesto entrecortado por la excitación: -Si lo estoy y por favor no te detengas-.
Si más preámbulos me resbale en la cama hacia su vientre y desabroche sus jeans rosas, de inmediato quite su panty, y ahí estaba yo, con mi fantasía a mi disposición. Me termine de desnudar y abrí sus piernas, me recogí en pelo y empezó a juguetear con mi dedo, acerqué mi rostro y empezó a lamer su vagina, me encantaba toda depilada y suave. En fin, iba de sus labios a su clítoris que sin piedad tocaba y lamia tan rápido como podía, la saboreaba completamente. Con mi mano fui subiendo la intensidad al 1000, la podía oír gemir tan fuerte y tan excitante, estaba súper hot.
Brusco me acerque y la bese apasionadamente hasta quedar sin respiración al tiempo que tocaba sus nalgas jalándola hacia mí, ella era mía.
La sentía, la tenía, su deliciosa vagina, sus labios, sus suaves pechos y nalgas. Me sonrió deseosa y tomo un trago de whisky (lo tenía por ahí guardado) y me abrazo mientras rasguñaba mi espalda, estaba súper excitada, me dejaba oír su respiración hasta que sentí un jalón de pelo y como me acorralo a la pared para besarme súper sexy, intenso, nuestras lenguas peleaban en nuestras bocas y mordió mi labio. Por Dios, así me encantaba, salvaje. De un empujón me lanzo a la cama y como cazadora se fue arrastrando sobre mí. Éramos una sola piel. Rozábamos nuestras vaginas y tocaba mis pechos, tan rico como mamaba de mis pezones y brutal me masturbaba. Bajo sexy y suave a mi vagina, besándola y lamiendo, con su pulgar movía mi clítoris y metía sus dos dedos a mí, no se detenía, su lengua recorría mi vagina. Estaba súper excitada y le pedí que hiciéramos tijeras, fue intenso, como nuestros fluidos se combinaban y mientras manteníamos el ritmo le decía: -Vamos, no te detengas mi maldita puta me encantas mi amor- Ambas gemíamos como locas llenas de placer Sentí como temblaba y quede derrumbada en un orgasmo perfecto, a ella le metí mis dedos rápidamente y después los lamí, sentí sus espasmos llego al orgasmo. Ahí quedamos abrazadas, desnudas y satisfechas. Nos besamos, un beso delicioso y húmedo que goza Después de ese día, muchas aventuras pasaron.
Siempre me gusto verla y admirar su belleza, hasta llego a ser mi musa. Alta, delgada, cabello largo y negro, piel blanca y esos hermosos labios carnosos que tantas ganas tenia de besar.
Un día entre un grupo de amigas fuimos al cine que estaba cerca de su casa, mientras veíamos la película sentía como sus miradas recorrían mi escote pronunciado y yo la veía de reojo. Todo bien fuimos a su casa y se fueron yendo mis otras amigas, como yo vivía un poco más lejos me iría más tarde. Solo quedábamos nosotras dos, con la casa vacía, recostadas en la cama conversando. Aunque me sentía un poco nerviosa nunca imagine lo que pasaría. Hablábamos de chicos muy normales, hacia tanto frío que se le veían sus pezones a través de la blusa, me calentaba mucho, sugerí que nos cubriéramos con una manta y quedamos pegaditas.
De repente un silencio inundo el cuarto y nos volteamos a ver extrañadas, era mi momento, la abrase fuerte y dije: -Te quiero tanto- a lo que ella respondió retándome -¿solo eso?- La mire fijo y dije: -te deseo-.
Dude lo que pasaría pero me acerque a ella y la bese suavemente, mordí sus labios y la sujete de la cintura. La acaricie y resbale mi mano hacia su hombro, fui bajando su blusa y ella la mía, la recosté y amase sus pechos ¡alfan lo pude hacer después de tanto tiempo! acaricie, pellizcando suavemente sus pezones y los chupe, podía notar su gesto de placer.
Iba besando cada centímetro de su piel y regresaba a su boca cada vez con más pasión. La mire fijamente y estando ambas semidesnudas le pregunté: -¿estas segura de esto?- (ya que ella tenía novio), me contesto entrecortado por la excitación: -Si lo estoy y por favor no te detengas-.
Si más preámbulos me resbale en la cama hacia su vientre y desabroche sus jeans rosas, de inmediato quite su panty, y ahí estaba yo, con mi fantasía a mi disposición. Me termine de desnudar y abrí sus piernas, me recogí en pelo y empezó a juguetear con mi dedo, acerqué mi rostro y empezó a lamer su vagina, me encantaba toda depilada y suave. En fin, iba de sus labios a su clítoris que sin piedad tocaba y lamia tan rápido como podía, la saboreaba completamente. Con mi mano fui subiendo la intensidad al 1000, la podía oír gemir tan fuerte y tan excitante, estaba súper hot.
Brusco me acerque y la bese apasionadamente hasta quedar sin respiración al tiempo que tocaba sus nalgas jalándola hacia mí, ella era mía.
La sentía, la tenía, su deliciosa vagina, sus labios, sus suaves pechos y nalgas. Me sonrió deseosa y tomo un trago de whisky (lo tenía por ahí guardado) y me abrazo mientras rasguñaba mi espalda, estaba súper excitada, me dejaba oír su respiración hasta que sentí un jalón de pelo y como me acorralo a la pared para besarme súper sexy, intenso, nuestras lenguas peleaban en nuestras bocas y mordió mi labio. Por Dios, así me encantaba, salvaje. De un empujón me lanzo a la cama y como cazadora se fue arrastrando sobre mí. Éramos una sola piel. Rozábamos nuestras vaginas y tocaba mis pechos, tan rico como mamaba de mis pezones y brutal me masturbaba. Bajo sexy y suave a mi vagina, besándola y lamiendo, con su pulgar movía mi clítoris y metía sus dos dedos a mí, no se detenía, su lengua recorría mi vagina. Estaba súper excitada y le pedí que hiciéramos tijeras, fue intenso, como nuestros fluidos se combinaban y mientras manteníamos el ritmo le decía: -Vamos, no te detengas mi maldita puta me encantas mi amor- Ambas gemíamos como locas llenas de placer Sentí como temblaba y quede derrumbada en un orgasmo perfecto, a ella le metí mis dedos rápidamente y después los lamí, sentí sus espasmos llego al orgasmo. Ahí quedamos abrazadas, desnudas y satisfechas. Nos besamos, un beso delicioso y húmedo que goza Después de ese día, muchas aventuras pasaron.
3 comentarios - Más que amigas By:Ireee69