Hola comunidad. Este es mi primer post, esperemos se haga costumbre.
Les cuento, tengo 32 y estoy casado con mi esposa desde hace tres años más o menos.
Esta es una historia de ella en realidad que me confesó unos meses luego de que pasáramos por una pequeña crisis en nuestra pareja en la que por distintos motivos estuvimos distanciados y con muy poco sexo.
Adriana, mi esposa, es delgada, con un culito manzana hermoso y piernas atléticas, tetas pequeñas pero redonditas y duras.
En ese momento tenía 27 años. Nati, una amiga de ella, había sido mamá hacía un año y pico y también estaba pasando por una crisis sexual con su marido, Andrés. Tratar de quedar embarazados había desgastado la pareja. Nati le había contado a Adri que entre el embarazo y el nacimiento del bebé, José, no se habían hechado más que un puñado de polvos muy tristes en el transcurso de casi dos años.
Yo a Nati también la conozco bastante y siempre me calentó mucho, no porque estuviera particularmente fuerte (morochita de pelo corto, no gorda pero con tetas generosas y culoncita) pero sí con una actitud muy sexy, encaradora, medio putona que contrastaba con la pseudointelectualidad de su marido, un tipo medio pusilánime.
Durante esa época Nati había comenzado una relación con Fernando, un amigo de su marido que se la movía cada tanto y el nacimiento de José no había interrumpido esa costumbre ya que la crisis de pareja continuaba.
Un día sábado, en el que Andrés estaba fuera de la capital en un congreso médico por un par de días, Nati arregló en pasar una tarde de sexo maratónica con Fernando. Yo también tenía que laburar todo ese finde, por lo que Nati llamo a Adri mi esposa para que le cuide al bebé mientras ella hacía de las suyas (Adri estaba totalmente enterada del affaire, Nati siempre le contaba las proezas que hacía en la cama con la verga de 20 cm de Fer).
Adri llegó a la casa de Nati justo cuando estaba por largarse a llover.
Nati estaba vestida para el infarto. Una mini negra hasta medio muslo, musculocita blanca escotada sin corpiño debajo y nada más.
- Qué putita te pusiste amiga!-dice Adri.
-No sabés lo que necesito tener esa poronga adentro, no quiero que se demore mucho con la ropa.-respondió Nati.
Cinco minutos antes de que llegará Fernando se largó una tormenta terrible. Los que conocen el barrio de Belgrano, en BsAs saben que en general cuando llueve mucho en poco tiempo, se inunda todo, y eso pasó ese día. Toda la calle había quedado con varios cm de agua, tornando imposible la circulación.
-La puta madre! Se quejó Nati. Imposible que nos vayamos a un telo, no hay forma de llegar, te juro que me lo cojo en el auto.
-quedate tranqui, le dijo Adriana. Cojan acá en el dormitorio todo lo que quieran, total yo me quedo cuidando a Jose en el living y la cocina, no pasa nada.
Hicieron así, Fer y Nati fueron a sacarse las ganas al dormitorio y mi esposa se quedó cuidando al bebé en el living.
El depto no era chico, un tres ambientes, pero los gemidos y los gritos se esuchaban claros. Como les dije, en ese momento con mi esposa tambien estabamos atravesando una crisis sexual y ella estaba recibiendo poco, por lo que se empezó a calentar con la situación. El bebé ya estaba profundamente dormido. El primer polvo duró 20 minutos y ella terminó acariciandose las tetas por debajo del corpiño y apretandose los pezones. Casi sin respiro empezó el segundo polvo.
adri escuchaba, atrás de la puerta
- Sí, hjijo de puta, que terrible poronga que tenés, no se te baja más. Clavame, clavame, clavame, clavame , clavame. Ahhhhhhh, siiiiii, adeeeentroooooooo.
-como te gusta putita , no? Decime que te gusta, decime como tu maridito no tiene esta pija
- siiiii. Me encanta Fer, me encanta tu poronga enorme. Ahhhhhhhhh. Mi marido tiene un chicito de mierda y no me coje nunca, nunca como vos, que no se te baja nunca esa vara enorme y venosa. Cogeme cogeme cogeme cogeme cogeme así. Ahhhhhhhhhhhhhhh
A todo esto, mi mujercita Adri estaba en una silla en el living, con una mano serruchandose el coñito humedo y con otra apretandose una teta. Tan caliente estaba y metida en su paja que no se dió cuenta cuando Nati salió del dormitorio al baño y se la encontró en plena pose.
Parece que vos también necesitas pija, no? - le dijo Nati.
Adri, sobresaltada, sacó las manos de sus tetas y coño.
-No te preocupes, está todo bien. Escuchame, no querés subirte una vuelta vos con Fer. Después de dos polvos todavía no se le bajó y la verdad que ya me dejó la chocha medio inflamada de tanto mete y saca. Dejame a Jose y metete despacito en el dormitorio que no te va a decir que no, siempre te tuvo ganas.
Mi esposa, que sí estaba necesitando pija y se encontraba con la calentura de la paja, dudó poco. Se quedó en corpiño y bombacha y se metió en la habbitación.
Fernando estaba con la pija a media asta, venosa y húmeda con el brillo del semen recién volcado, masajeandosela de arriba a abajo para mantenerla lista.
-Hola Fer, espero no te importe que la reemplaze un rato a Nati. La dejaste molida y tiene que descansar un rato.
- Para nada mi amor, vení que recién estoy calentando....
Mi esposa se arrodilló enfrente de Fer y reemplazó su mano con la suya. Empezó a pajearlo de arriba a abajo, escupiendole la pija con su saliva y chupando la cabeza roja y caliente y hasta la base, pasando a los huevos, escupiendo de nuevo en la cabeza y bajando hasta los huevos otra vez. La pija se iba hinchando cada vez más, poniendose dura y más dura y empezando a secretar liquido preseminal por el glande. Fer le agarró la cabeza y se la empujó, clavándole la punta de la pija en la laringe, mi esposa lo aguantó un rato largo (le encanta petear), hasta que se ahogó y se la sacó de golpe, escupiendo más saliva mezclada con liquido seminal en la chota de Fer.
Se levantó y apuntó la cabeza de la chota en la entrada de su vagina. Se quedó quieta 10 segundos, sintiendo como la cabeza pulsátil de esa poronga latia dentro de la entrada de su coñito. Fue bajando despacito dejando que los 20 cm de ariete erecto y caliente se fueran abriendo paso, desgarrandola lentamente. Cuando la tuvo adentro hasta la base, empezó un bamboleo adelante y atrás,gimiendo por esa pija como su amiga un rato antes. Fer tenía una mano fija en la nalga derecha de mi esposa, mientras con la izquierda le agarraba una teta y se la metía en la boca, mordiendola como una manzana jugosa.
Sí, sí, sí, Fer, sí, ssí, sí, sí, cogeme, metemela toda. Mantuvieron el mete y saca un rato largo, las manos de Fer en el culo de mi esposa, las de ella en su espalda..
fernando la levanto y la puso en cuatro. Entrandole a la concha por atras. Adri separó las piernas lo más que pudo, para facilitar la entrada de tamaño grosor.
Al segundo embiste en posición perrito mmi esposa alcanzó un orgasmo que tenía retenido desde hacía varios meses, largo y convulsivante, empezó a temblar mientras Fer no paraba con su bombeo. Fue así que Adri tuvo por primera vez en su vida tres orgasmos consecutivos, como fuegos artificiales en sus paredes vaginales. No llegó al cuarto porque Fernando culminó con una explosión de semen en las nalgas y la espalda de mi esposa que le salpicó hasta la cara.
Después de este tercer polvo, Fer se tiró de espaldas en la cama, rendido y agitado, mientras mi esposa le tomaba con la mano la pija ya medio fláccida y le limpiaba con la lengua los restos del espeso semen.
Ante esta escena vuelve a entrar Nati en la habitación. Sólo con la bombacha puesta y con esas hermosas tetas colgando en el aire, se puso las manos en la cintura y exclama:
-Mirá que yo ya estoy recuperada y lista para más, y mi amiga acá presente evidentemente le tomó le retomó el gusto a la pija. Pero a vos chiquito después de tres al hilo entre las dos te vamos a dejar seco.
¡Me parece que acá nos está faltando una pija!
(continuará...)
Les cuento, tengo 32 y estoy casado con mi esposa desde hace tres años más o menos.
Esta es una historia de ella en realidad que me confesó unos meses luego de que pasáramos por una pequeña crisis en nuestra pareja en la que por distintos motivos estuvimos distanciados y con muy poco sexo.
Adriana, mi esposa, es delgada, con un culito manzana hermoso y piernas atléticas, tetas pequeñas pero redonditas y duras.
En ese momento tenía 27 años. Nati, una amiga de ella, había sido mamá hacía un año y pico y también estaba pasando por una crisis sexual con su marido, Andrés. Tratar de quedar embarazados había desgastado la pareja. Nati le había contado a Adri que entre el embarazo y el nacimiento del bebé, José, no se habían hechado más que un puñado de polvos muy tristes en el transcurso de casi dos años.
Yo a Nati también la conozco bastante y siempre me calentó mucho, no porque estuviera particularmente fuerte (morochita de pelo corto, no gorda pero con tetas generosas y culoncita) pero sí con una actitud muy sexy, encaradora, medio putona que contrastaba con la pseudointelectualidad de su marido, un tipo medio pusilánime.
Durante esa época Nati había comenzado una relación con Fernando, un amigo de su marido que se la movía cada tanto y el nacimiento de José no había interrumpido esa costumbre ya que la crisis de pareja continuaba.
Un día sábado, en el que Andrés estaba fuera de la capital en un congreso médico por un par de días, Nati arregló en pasar una tarde de sexo maratónica con Fernando. Yo también tenía que laburar todo ese finde, por lo que Nati llamo a Adri mi esposa para que le cuide al bebé mientras ella hacía de las suyas (Adri estaba totalmente enterada del affaire, Nati siempre le contaba las proezas que hacía en la cama con la verga de 20 cm de Fer).
Adri llegó a la casa de Nati justo cuando estaba por largarse a llover.
Nati estaba vestida para el infarto. Una mini negra hasta medio muslo, musculocita blanca escotada sin corpiño debajo y nada más.
- Qué putita te pusiste amiga!-dice Adri.
-No sabés lo que necesito tener esa poronga adentro, no quiero que se demore mucho con la ropa.-respondió Nati.
Cinco minutos antes de que llegará Fernando se largó una tormenta terrible. Los que conocen el barrio de Belgrano, en BsAs saben que en general cuando llueve mucho en poco tiempo, se inunda todo, y eso pasó ese día. Toda la calle había quedado con varios cm de agua, tornando imposible la circulación.
-La puta madre! Se quejó Nati. Imposible que nos vayamos a un telo, no hay forma de llegar, te juro que me lo cojo en el auto.
-quedate tranqui, le dijo Adriana. Cojan acá en el dormitorio todo lo que quieran, total yo me quedo cuidando a Jose en el living y la cocina, no pasa nada.
Hicieron así, Fer y Nati fueron a sacarse las ganas al dormitorio y mi esposa se quedó cuidando al bebé en el living.
El depto no era chico, un tres ambientes, pero los gemidos y los gritos se esuchaban claros. Como les dije, en ese momento con mi esposa tambien estabamos atravesando una crisis sexual y ella estaba recibiendo poco, por lo que se empezó a calentar con la situación. El bebé ya estaba profundamente dormido. El primer polvo duró 20 minutos y ella terminó acariciandose las tetas por debajo del corpiño y apretandose los pezones. Casi sin respiro empezó el segundo polvo.
adri escuchaba, atrás de la puerta
- Sí, hjijo de puta, que terrible poronga que tenés, no se te baja más. Clavame, clavame, clavame, clavame , clavame. Ahhhhhhh, siiiiii, adeeeentroooooooo.
-como te gusta putita , no? Decime que te gusta, decime como tu maridito no tiene esta pija
- siiiii. Me encanta Fer, me encanta tu poronga enorme. Ahhhhhhhhh. Mi marido tiene un chicito de mierda y no me coje nunca, nunca como vos, que no se te baja nunca esa vara enorme y venosa. Cogeme cogeme cogeme cogeme cogeme así. Ahhhhhhhhhhhhhhh
A todo esto, mi mujercita Adri estaba en una silla en el living, con una mano serruchandose el coñito humedo y con otra apretandose una teta. Tan caliente estaba y metida en su paja que no se dió cuenta cuando Nati salió del dormitorio al baño y se la encontró en plena pose.
Parece que vos también necesitas pija, no? - le dijo Nati.
Adri, sobresaltada, sacó las manos de sus tetas y coño.
-No te preocupes, está todo bien. Escuchame, no querés subirte una vuelta vos con Fer. Después de dos polvos todavía no se le bajó y la verdad que ya me dejó la chocha medio inflamada de tanto mete y saca. Dejame a Jose y metete despacito en el dormitorio que no te va a decir que no, siempre te tuvo ganas.
Mi esposa, que sí estaba necesitando pija y se encontraba con la calentura de la paja, dudó poco. Se quedó en corpiño y bombacha y se metió en la habbitación.
Fernando estaba con la pija a media asta, venosa y húmeda con el brillo del semen recién volcado, masajeandosela de arriba a abajo para mantenerla lista.
-Hola Fer, espero no te importe que la reemplaze un rato a Nati. La dejaste molida y tiene que descansar un rato.
- Para nada mi amor, vení que recién estoy calentando....
Mi esposa se arrodilló enfrente de Fer y reemplazó su mano con la suya. Empezó a pajearlo de arriba a abajo, escupiendole la pija con su saliva y chupando la cabeza roja y caliente y hasta la base, pasando a los huevos, escupiendo de nuevo en la cabeza y bajando hasta los huevos otra vez. La pija se iba hinchando cada vez más, poniendose dura y más dura y empezando a secretar liquido preseminal por el glande. Fer le agarró la cabeza y se la empujó, clavándole la punta de la pija en la laringe, mi esposa lo aguantó un rato largo (le encanta petear), hasta que se ahogó y se la sacó de golpe, escupiendo más saliva mezclada con liquido seminal en la chota de Fer.
Se levantó y apuntó la cabeza de la chota en la entrada de su vagina. Se quedó quieta 10 segundos, sintiendo como la cabeza pulsátil de esa poronga latia dentro de la entrada de su coñito. Fue bajando despacito dejando que los 20 cm de ariete erecto y caliente se fueran abriendo paso, desgarrandola lentamente. Cuando la tuvo adentro hasta la base, empezó un bamboleo adelante y atrás,gimiendo por esa pija como su amiga un rato antes. Fer tenía una mano fija en la nalga derecha de mi esposa, mientras con la izquierda le agarraba una teta y se la metía en la boca, mordiendola como una manzana jugosa.
Sí, sí, sí, Fer, sí, ssí, sí, sí, cogeme, metemela toda. Mantuvieron el mete y saca un rato largo, las manos de Fer en el culo de mi esposa, las de ella en su espalda..
fernando la levanto y la puso en cuatro. Entrandole a la concha por atras. Adri separó las piernas lo más que pudo, para facilitar la entrada de tamaño grosor.
Al segundo embiste en posición perrito mmi esposa alcanzó un orgasmo que tenía retenido desde hacía varios meses, largo y convulsivante, empezó a temblar mientras Fer no paraba con su bombeo. Fue así que Adri tuvo por primera vez en su vida tres orgasmos consecutivos, como fuegos artificiales en sus paredes vaginales. No llegó al cuarto porque Fernando culminó con una explosión de semen en las nalgas y la espalda de mi esposa que le salpicó hasta la cara.
Después de este tercer polvo, Fer se tiró de espaldas en la cama, rendido y agitado, mientras mi esposa le tomaba con la mano la pija ya medio fláccida y le limpiaba con la lengua los restos del espeso semen.
Ante esta escena vuelve a entrar Nati en la habitación. Sólo con la bombacha puesta y con esas hermosas tetas colgando en el aire, se puso las manos en la cintura y exclama:
-Mirá que yo ya estoy recuperada y lista para más, y mi amiga acá presente evidentemente le tomó le retomó el gusto a la pija. Pero a vos chiquito después de tres al hilo entre las dos te vamos a dejar seco.
¡Me parece que acá nos está faltando una pija!
(continuará...)
6 comentarios - Acá falta nos está faltando una pija...