Hola a todos! Como verán estoy ansiosa por compartir con ustedes todas mis historias de estos últimos meses, así que les voy a regalar la continuación de la que subí hoy a la tarde.
Para los que aún no la leyeron, los invito a hacerlo para entender de donde viene todo lo que voy a contarles ahora: http://www.poringa.net/posts/relatos/2585472/Elongacion-Profunda.html
Bueno, retomo de donde estábamos….
Ese día con Fran, volvimos caminando juntos, pero ninguno dijo una sola palabra. La tensión que había quedado entre nosotros después de la situación que había tenido lugar solo algunos minutos antes nos había enmudecido. Mi cabeza no paraba de dar vueltas. Entre los flashes que me venían a la cabeza de aquella salvaje experiencia con Pablo, y lo que Fran me había dicho cuando nos vio, estaba absolutamente desconcertada sin saber qué hacer. Fran me acompañó como de costumbre hasta casa, nos saludamos y se fue para su casa. Yo sabía que él se había quedado pensando tanto como yo, pero tampoco sabía que decirle.
Pasaron un par de días y yo esperaba que Fran me llamara para volver al gimnasio juntos pero el llamado nunca llegaba. Empecé a ir al gimnasio sola entonces, pero como no quería cruzarme a Fran para evitar la situación incómoda, y casi sintiéndome culpable de que él hubiera tenido que presenciar esa situación, decidí ir en otro horario para evitar encontrármelo. El tema es que Pablo iba siempre a la tarde temprano, y para la hora a la que yo llegaba, él ya se había ido.
Me moría de ganas de volver a encontrarme a Pablo. Necesitaba otra ronda más de ese maravilloso y salvaje sexo. Necesitaba que me volviese a coger como aquel día. Noche tras noche me enroscaba entre las sabanas complaciendo mi clítoris con mis suaves dedos, imaginando y fantaseando con que fuesen los dedos de pablo los que me rozaban y me encendían…
Creo que aguanté menos de una semana, y decidí que tenía que encarar la situación. Por un lado, no podía dejar que una amistad como la que tenía con Fran se arruinara por eso, aunque al mismo tiempo no sabía cómo iba a manejar aquella última frase que me había dicho… “Siempre quise hacer un trío. Me parece que ya encontré el lugar…”. Por otro lado, no podía dejar que mi tarde de lujuria con Pablo quedara tan solo en eso. Quería más, necesitaba más.
Entonces un mediodía le mandé un mensaje a Fran y le puse “Voy al gym a las 3. Me gustaría que estés así hablamos”. No recibí respuesta alguna pero no estaba dispuesta a dejarlo ahí, iba a ir al gimnasio todos los días a las 3 si hacía falta hasta encontrármelo y encararlo.
La cuestión es que llegue al gimnasio a eso de las 3 y apenas abrí la puerta lo vi a Pablo, con su musculosa roja bien apretada al cuerpo y ese cuerpo espectacular. Automáticamente se me tensó todo el cuerpo y las imágenes de él cogiéndome por atrás sobre aquella pelota inflable comenzaron a recorrer mi cabeza, agolpándose y arremolinándose, generando un torbellino de sensaciones en todo mi cuerpo. Me acerqué y lo saludé con un beso en la mejilla… “Volviste! Pensé que nos habías abandonado chiquita…” me dijo. Nos reímos los 2. Le expliqué medio en secreto que había sido incómoda la situación con Fran y que por eso había elegido ir en otro horario…
Después de eso, como siempre, me acompañó a las máquinas y nos pusimos a charlar mientras yo arrancaba mi rutina… Un poco de esto, un poco de lo otro, y le pregunté si lo había visto a Fran. Me contestó que sí, que estaba yendo casi todos los días pero que ese día no había ido… Hice alrededor de 40 minutos de rutina, siempre con Pablo al lado. Sentía como su mirada se clavaba en mi culo cada vez que me agachaba, y yo intencionalmente me inclinaba hacia adelante, dejando que pudiera entrever el borde de mis tetas a través de mi escote. Cruzábamos miradas, nos deseábamos en silencio, nos rozábamos cada vez que podíamos. Entonces después de un rato, se me acerca de atrás mientras yo empezaba a elongar y me dice “Querés que vayamos a elongar arriba?”. La piel se me erizó por completo. Cada centímetro de mi cuerpo se puso alerta. Tan escuchar su voz e imaginarme lo que vendría hacía que mis latidos se aceleraran.
Entonces subimos. No llegamos a terminar de subir las escaleras y ya nos estábamos manoseando y acariciando casi con desesperación. Rodeamos el borde de la escalera y fuimos directo al mismo salón en el que todo había sucedido la vez anterior. Pero cuando llegamos arriba, mis ojos no podían creer lo que veían. Fran estaba arriba. Esperándonos. Lo miré a Pablo desconcertada. “Fran me dijo que quería hacer esto hace mucho con vos, pero no se animaba a decírtelo. Estos días que estuvo viniendo lo charlamos y a mí me pareció bien. No queremos que te sientas incómoda, pero estamos seguros de que te vamos a pegar el polvo de tu vida. Te animás?” me dijo Pablo. Yo estaba atónita. No podía contestar. La idea de que dos hombres poseyeran mi cuerpo me excitaba demasiado, pero jamás había pensado en Fran de esa manera. No recuerdo cuanto tiempo pasó, solo me acuerdo que me quede callada, no pude responder. Pablo se acercó entonces, y me besó. Suavemente. Me relajé de inmediato. Comenzó a acariciarme, primero la cintura, con una mano, y el pelo con la otra. Luego acarició mi espalda mientras seguía besándome profundamente. Casi me había olvidado de Fran. Sentía que me había trasladado a otra realidad. Y entonces, sentí que dos manos más me aferraban por la espalda.
Fran comenzó a besar mi cuello, mientras con sus manos rodeaba mi cuerpo y me acariciaba las tetas. Rápidamente, ya no podía asegurar quién estaba acariciándome cada parte de mi cuerpo, pero me sentía absolutamente envuelta en placer. Mientras una mano me levantaba la remera y tomaba fuerte una de mis tetas, otra levantaba el elástico de mi calza para bucear en las profundidades de mi húmeda conchita, al mismo tiempo que mi lengua danzaba dentro de una de sus bocas mientras otra recorría mi espalda, bajando hasta mi cintura.
Decidí de inmediato dejar de pensar en cualquier tipo de lógica respecto de la situación. Por momentos me inundaba la lucidez, y pensaba por unos segundos “Que estoy haciendo? Que va a pasar con Fran después de esto” pero el placer de mi cuerpo lo sepultaba de inmediato, dando lugar a mi entrega completa a esos dos hermosos hombres que seducían mi cuerpo.
Fran es alto, no demasiado musculoso aunque sí muy atlético. Tiene unos hermosos ojos verdes, pelo corto, corte tipo militar. Lo que no sabía de Fran, es que tenía guardado semejante pedazo de pija. Sentí como me apoyaba con firmeza por detrás, colocándola entre mis dos nalgas, y se frotaba, pajeándose con mi culo mientras su pija se levantaba cada vez más y se ponía ancha y dura.
La situación se tornó inexplicable. Tanto placer me inundaba que no sabía quién hacía qué. No recuerdo como, a los pocos segundos se habían encargado de dejarme completamente desnuda y en el piso. Fran acomodó su cabeza entre mis piernas y comenzó a chuparme la concha suavemente, primero de forma superficial, y luego adentrándose cada vez más, hasta encontrar mi hinchado clítoris. Mientras tanto, Pablo estaba encima mío y había apoyado su hermoso pedazo de carne entre mis tetas que brillaban lubricadas de saliva. Con mis manos, envolví esa hermosa pija con mis tetas y empezó a cogérmelas. Incliné la cabeza hacia adelante y abrí mi boca sacando la lengua, de modo tal que cada vez que empujaba su pija hacia mis tetas, al atravesarlas chocara esa hermosa cabeza contra mi lengua, para luego volver hacia atrás y repetir la acción. Mis ojos estaban cerrados con fuerza. La lengua de Fran hacía maravillas con mi clítoris que se hinchaba cada vez más. Sentía como mis piernas se tensaban y mis manos se aferraban a mis tetas. Fran se adelantó aún más hasta colocar la punta de su hermosa pija en mis labios. La besé, comencé a chuparla, deslizando mi lengua por su tronco hasta los huevos, para luego subir y juguetear en su cabeza. Rápidamente metió toda su pija en mi boca, casi ahogándome. Entonces con movimientos suaves y continuos comenzó a cogerme la boca, llegando hasta el fondo de mi garganta, provocándome unas leves arcadas que lejos de incomodarme y disgustarme, aumentaban el morbo y me hacían calentar aún más.
Entonces Pablo sacó la pija de mi boca y me levantó. Me puso en cuatro patas, separo mis piernas un poco y le dijo a Fran: “Caballero, haga los honores por favor”. Los tres nos reímos. Ya estábamos distendidos y entregados a disfrutarlo al máximo. Sentí claramente como la cabeza de la pija de Fran, más grande aun que la de Pablo, comenzó a hacer presión contra mi conchita. Suave y cuidadosamente la deslizó hacia adentro, mientras yo sentía como cada centímetro de mi concha se esforzaba por expandirse para dejar que entre. Los ojos se me llenaron de lágrimas. Sentía que el cuerpo me iba a explotar. Entonces sin casi darme cuenta, Pablo puso su pija en mi boca.
Fran comenzó a acelerar el ritmo, me cogía con naturalidad y firmeza. Sentía como su respiración era suave y serena, y todo el tronco de su pija penetraba una y otra vez mi cuerpo. MI lengua se ocupaba de la pija de Pablo. Me la tragaba toda hasta el fondo y la dejaba salir, acariciándola con la lengua. Cada tanto bajaba y le chupaba las pelotas mientras lo pajeaba con una mano para luego volver a su pija y tragarla por completo. Mi cuerpo era una bomba a punto de explotar de placer.
Fran sacó la pija de mi conchita y la apoyó sobre mi culo. Les confieso que tuve miedo. No me habían cogido por el culo tantas veces, y creo que sin dudas, nunca había sido una pija de semejante tamaño. Lo miré de reojo con desconfianza. Pero me devolvió una mirada que decía “No digas una sola palabra”. Le hice caso. Escupió un poco de saliva en mi colita, humedeciéndola y lubricándola. Volvió a meter su pija en mi conchita pero ahora uno de sus dedos se abría paso por mi cola. Primero uno, luego dos dedos. Entraban y salían cada vez con mayor facilidad mientras Fran me seguía cogiendo la conchita.
De repente Fran sacó su pija supuse que el momento estaba por llegar. Esa pija masiva iba a destruirme la cola… Pero entonces Fran me dijo “Ponete boca arriba”. Obedeciéndolo, saqué la pija de Pablo de mi boca y me recosté sobre mi espalda. Entonces le dijo a Pablo “Ahora los honores los tiene que hacer usted…” Volvimos a reírnos todos. Entonces Pablo agarró mis piernas y las levantó juntas dejando al descubierto mi colita mojada y dilatada. Puso su pija y con una suave presión, constante y firme, fue enterrando toda la pija adentro de mi delicado culito. No pude evitar emitir un par de gritos. Fran me tapaba la boca mientras se colocaba arriba mío para cogerme las tetas. El dolor duró pocos segundos hasta convertirse por completo en placer. Mientras Pablo me cogía el culo con firmeza y fiereza, Fran con su mano comenzó a masajear mi clítoris.
Sentía que el cuerpo no me aguantaba más. Necesitaba explotar. Necesitaba acabar. Entonces lo miré a Fran y le dije “No voy a aguantar mucho más. Cogeme vos también y haceme acabar”. Fran se sorprendió. Creo que Pablo también. Ninguno se esperaba mi pedido. Quería tenerlos a los 2 adentro mío. Quería sentir como sus dos hermosas pijas me llenaban de placer. Quería estar poseída por esos dos hombres. Entonces me acosté de costado, Pablo se acostó atrás mío e introdujo de nuevo toda su pija adentro mío y la dejo adentro. Fran se puso de frente, me besó, y mientras me besaba, agarré su pija y la acomodé en mi conchita. Lentamente, ambos comenzaron a moverse y mi cuerpo comenzó a sacudirse de placer. Cada vez más rápido, cada vez con más violencia, cada vez gemía más fuerte. La mano de Fran tapaba mi boca pero eso no impedía que yo soltara gemidos cada vez más intensos. Ambos empezaron a gemir también. Sus respiraciones ya no eran suaves y serenas. Ahora eran agitadas e intensas. Ambos coordinaban su penetración, entrando y saliendo casi al unísono, bombeando un torrente violento de placer hacia todo mi cuerpo.
Y entonces mi cuerpo no aguantó más. Sentí que me iba a desmayar. Sentí que no iba a aguantar lo que venía. Me agarré de Fran con los brazos, clavando mis uñas en su espalda. Mis piernas se tensaron, mi espalda comenzó a arquearse involuntariamente. Una fuerza sobrenatural explotaba en mi interior, provocando un terremoto interno que me hacía sacudirme y temblar como pocas veces me había sucedido. Mis ojos se llenaron de lágrimas, y de repente, toda esa energía, toda esa tensión y esa pasión salieron despedidas de mi cuerpo. Chorros y chorros de jugos de placer comenzaron a salir de mi concha, bañando tanto la pija de Fran como la de Pablo que aun penetraba insaciablemente mi culo. Entonces mi cuerpo se desplomó, carente de fuerzas, agotado por el placer.
Ambos se pusieron entonces rodeando mi cabeza, uno de cada lado. Tomé sus pijas con mis manos y comencé a pajearlas con velocidad. Pablo agarró y la puso en mi boca y empezó a cogérmela con la misma firmeza que me había cogido el culo los 15 o 20 minutos anteriores. Entonces sentí como Pablo comenzó a gemir más fuerte. “Acá viene la lechita mami. Portate bien y tómatela toda”. Por supuesto no pude contestarle porque toda su carne ocupaba mi boca, pero con la mirada le dije “Dámela toda papito…”. Y entonces comenzó a arremeter más y más fuerte con su pija contra mi boca hasta que empezó a latir con fuerza y su leche comenzó a llenarme toda la boca. Un chorro tras otro iban vertiéndose tibios en mi boca, y una vez que toda su leche había salido, la tragué toda dejando mi boca limpia.
Mientras tanto, mi mano izquierda seguía ocupándose de Fran que miraba extasiado la situación. “Te quiero acabar todas las tetas preciosa…” me dijo. Entonces puso su pija entre mis tetas de nuevo y casi con furia comenzó a cogérmelas. Mis pezones se pusieron nuevamente duros de inmediato mientras toda la extensión de su pija se envolvía con mis suaves tetas. No duró más de 10 o 15 segundos hasta que su brillante leche bañó por completo cada centímetro de mis tetas y mi pecho. Seguía deslizando la pija, ahora lubricada con su propia leche por mis tetas, mientras yo jugueteaba con mis dedos y me los chupaba, saboreando el placer de su semen.
Extenuados, los tres nos recostamos por algunos minutos. Nadie dijo nada. Nadie habló. No nos miramos. Tan solo disfrutamos de ese silencio, producto del agotamiento y del exotismo de lo que acabábamos de hacer. Nuestras mentes volaban de placer. Pablo fue el primero en levantarse. Se puso la ropa y bajó. Con Fran nos miramos. Casi con vergüenza, pero sabiendo ambos que nos había encantado. Me ayudó a vestirme, yo lo ayudé a él y bajamos. Pasamos por al lado de Pablo que nos saludó como si nada hubiese pasado. Luego pasamos por el mostrador, derecho hacia la salida. Cuando estábamos abriendo la puerta, la secretaria nos llamó. “Chicos pueden acercarse un segundo?”. En voz baja, casi en secreto, nos dijo “La pasaron bien arriba?”. Nos miramos con Fran. No contestamos. No sabíamos qué contestar! Tan solo atinamos a reírnos e irnos rápidamente.
Seguimos yendo a ese gimnasio por un par de semanas más. Finalmente yo empecé a cursar nuevamente y se nos complicaron los horarios así que tuvimos que dejar el gym. Con Pablo volvimos a hacer lo mismo 2 o 3 veces más en esas semanas. Luego, no volvimos a verlo.
Respecto a Fran y yo, seguimos siendo tan amigos como siempre. No cogimos más, y no hablamos más del tema. Pero no dudo que fue una experiencia que quedará en nuestras mentes por mucho tiempo.
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Mis otros relatos ;)
Mi primera vez con 2 pijas! --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480704/Mi-primera-vez-con-2-pijas-y-mi-primer-post.html
Consolando a Lara (Mi primera experiencia lésbica) --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480910/Consolando-a-Lara-Mi-primera-experiencia-lesbica.html
Cogida por una bestia en las sierras cordobesas...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481239/Cogida-por-una-bestia-en-las-sierras-cordobesas.html
Nada como un buen polvo en los médanos...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481533/Nada-como-un-buen-polvo-en-los-medanos.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atípico). Capitulo I.--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2483522/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-I.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atípico). Capitulo II. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2484193/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-II.html
La vorágine de una aventura pasajera. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2491852/La-voragine-de-una-aventura-pasajera.html
Descubriendo mi adicción... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2493825/Descubriendo-mi-adiccion.html
Profesora sexual por una noche... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2494512/Profesora-sexual-por-una-noche.html
Y un día, a mi cola la invitaron a jugar... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2495019/Y-un-dia-a-mi-cola-la-invitaron-a-jugar.html
Para los que aún no la leyeron, los invito a hacerlo para entender de donde viene todo lo que voy a contarles ahora: http://www.poringa.net/posts/relatos/2585472/Elongacion-Profunda.html
Bueno, retomo de donde estábamos….
Ese día con Fran, volvimos caminando juntos, pero ninguno dijo una sola palabra. La tensión que había quedado entre nosotros después de la situación que había tenido lugar solo algunos minutos antes nos había enmudecido. Mi cabeza no paraba de dar vueltas. Entre los flashes que me venían a la cabeza de aquella salvaje experiencia con Pablo, y lo que Fran me había dicho cuando nos vio, estaba absolutamente desconcertada sin saber qué hacer. Fran me acompañó como de costumbre hasta casa, nos saludamos y se fue para su casa. Yo sabía que él se había quedado pensando tanto como yo, pero tampoco sabía que decirle.
Pasaron un par de días y yo esperaba que Fran me llamara para volver al gimnasio juntos pero el llamado nunca llegaba. Empecé a ir al gimnasio sola entonces, pero como no quería cruzarme a Fran para evitar la situación incómoda, y casi sintiéndome culpable de que él hubiera tenido que presenciar esa situación, decidí ir en otro horario para evitar encontrármelo. El tema es que Pablo iba siempre a la tarde temprano, y para la hora a la que yo llegaba, él ya se había ido.
Me moría de ganas de volver a encontrarme a Pablo. Necesitaba otra ronda más de ese maravilloso y salvaje sexo. Necesitaba que me volviese a coger como aquel día. Noche tras noche me enroscaba entre las sabanas complaciendo mi clítoris con mis suaves dedos, imaginando y fantaseando con que fuesen los dedos de pablo los que me rozaban y me encendían…
Creo que aguanté menos de una semana, y decidí que tenía que encarar la situación. Por un lado, no podía dejar que una amistad como la que tenía con Fran se arruinara por eso, aunque al mismo tiempo no sabía cómo iba a manejar aquella última frase que me había dicho… “Siempre quise hacer un trío. Me parece que ya encontré el lugar…”. Por otro lado, no podía dejar que mi tarde de lujuria con Pablo quedara tan solo en eso. Quería más, necesitaba más.
Entonces un mediodía le mandé un mensaje a Fran y le puse “Voy al gym a las 3. Me gustaría que estés así hablamos”. No recibí respuesta alguna pero no estaba dispuesta a dejarlo ahí, iba a ir al gimnasio todos los días a las 3 si hacía falta hasta encontrármelo y encararlo.
La cuestión es que llegue al gimnasio a eso de las 3 y apenas abrí la puerta lo vi a Pablo, con su musculosa roja bien apretada al cuerpo y ese cuerpo espectacular. Automáticamente se me tensó todo el cuerpo y las imágenes de él cogiéndome por atrás sobre aquella pelota inflable comenzaron a recorrer mi cabeza, agolpándose y arremolinándose, generando un torbellino de sensaciones en todo mi cuerpo. Me acerqué y lo saludé con un beso en la mejilla… “Volviste! Pensé que nos habías abandonado chiquita…” me dijo. Nos reímos los 2. Le expliqué medio en secreto que había sido incómoda la situación con Fran y que por eso había elegido ir en otro horario…
Después de eso, como siempre, me acompañó a las máquinas y nos pusimos a charlar mientras yo arrancaba mi rutina… Un poco de esto, un poco de lo otro, y le pregunté si lo había visto a Fran. Me contestó que sí, que estaba yendo casi todos los días pero que ese día no había ido… Hice alrededor de 40 minutos de rutina, siempre con Pablo al lado. Sentía como su mirada se clavaba en mi culo cada vez que me agachaba, y yo intencionalmente me inclinaba hacia adelante, dejando que pudiera entrever el borde de mis tetas a través de mi escote. Cruzábamos miradas, nos deseábamos en silencio, nos rozábamos cada vez que podíamos. Entonces después de un rato, se me acerca de atrás mientras yo empezaba a elongar y me dice “Querés que vayamos a elongar arriba?”. La piel se me erizó por completo. Cada centímetro de mi cuerpo se puso alerta. Tan escuchar su voz e imaginarme lo que vendría hacía que mis latidos se aceleraran.
Entonces subimos. No llegamos a terminar de subir las escaleras y ya nos estábamos manoseando y acariciando casi con desesperación. Rodeamos el borde de la escalera y fuimos directo al mismo salón en el que todo había sucedido la vez anterior. Pero cuando llegamos arriba, mis ojos no podían creer lo que veían. Fran estaba arriba. Esperándonos. Lo miré a Pablo desconcertada. “Fran me dijo que quería hacer esto hace mucho con vos, pero no se animaba a decírtelo. Estos días que estuvo viniendo lo charlamos y a mí me pareció bien. No queremos que te sientas incómoda, pero estamos seguros de que te vamos a pegar el polvo de tu vida. Te animás?” me dijo Pablo. Yo estaba atónita. No podía contestar. La idea de que dos hombres poseyeran mi cuerpo me excitaba demasiado, pero jamás había pensado en Fran de esa manera. No recuerdo cuanto tiempo pasó, solo me acuerdo que me quede callada, no pude responder. Pablo se acercó entonces, y me besó. Suavemente. Me relajé de inmediato. Comenzó a acariciarme, primero la cintura, con una mano, y el pelo con la otra. Luego acarició mi espalda mientras seguía besándome profundamente. Casi me había olvidado de Fran. Sentía que me había trasladado a otra realidad. Y entonces, sentí que dos manos más me aferraban por la espalda.
Fran comenzó a besar mi cuello, mientras con sus manos rodeaba mi cuerpo y me acariciaba las tetas. Rápidamente, ya no podía asegurar quién estaba acariciándome cada parte de mi cuerpo, pero me sentía absolutamente envuelta en placer. Mientras una mano me levantaba la remera y tomaba fuerte una de mis tetas, otra levantaba el elástico de mi calza para bucear en las profundidades de mi húmeda conchita, al mismo tiempo que mi lengua danzaba dentro de una de sus bocas mientras otra recorría mi espalda, bajando hasta mi cintura.
Decidí de inmediato dejar de pensar en cualquier tipo de lógica respecto de la situación. Por momentos me inundaba la lucidez, y pensaba por unos segundos “Que estoy haciendo? Que va a pasar con Fran después de esto” pero el placer de mi cuerpo lo sepultaba de inmediato, dando lugar a mi entrega completa a esos dos hermosos hombres que seducían mi cuerpo.
Fran es alto, no demasiado musculoso aunque sí muy atlético. Tiene unos hermosos ojos verdes, pelo corto, corte tipo militar. Lo que no sabía de Fran, es que tenía guardado semejante pedazo de pija. Sentí como me apoyaba con firmeza por detrás, colocándola entre mis dos nalgas, y se frotaba, pajeándose con mi culo mientras su pija se levantaba cada vez más y se ponía ancha y dura.
La situación se tornó inexplicable. Tanto placer me inundaba que no sabía quién hacía qué. No recuerdo como, a los pocos segundos se habían encargado de dejarme completamente desnuda y en el piso. Fran acomodó su cabeza entre mis piernas y comenzó a chuparme la concha suavemente, primero de forma superficial, y luego adentrándose cada vez más, hasta encontrar mi hinchado clítoris. Mientras tanto, Pablo estaba encima mío y había apoyado su hermoso pedazo de carne entre mis tetas que brillaban lubricadas de saliva. Con mis manos, envolví esa hermosa pija con mis tetas y empezó a cogérmelas. Incliné la cabeza hacia adelante y abrí mi boca sacando la lengua, de modo tal que cada vez que empujaba su pija hacia mis tetas, al atravesarlas chocara esa hermosa cabeza contra mi lengua, para luego volver hacia atrás y repetir la acción. Mis ojos estaban cerrados con fuerza. La lengua de Fran hacía maravillas con mi clítoris que se hinchaba cada vez más. Sentía como mis piernas se tensaban y mis manos se aferraban a mis tetas. Fran se adelantó aún más hasta colocar la punta de su hermosa pija en mis labios. La besé, comencé a chuparla, deslizando mi lengua por su tronco hasta los huevos, para luego subir y juguetear en su cabeza. Rápidamente metió toda su pija en mi boca, casi ahogándome. Entonces con movimientos suaves y continuos comenzó a cogerme la boca, llegando hasta el fondo de mi garganta, provocándome unas leves arcadas que lejos de incomodarme y disgustarme, aumentaban el morbo y me hacían calentar aún más.
Entonces Pablo sacó la pija de mi boca y me levantó. Me puso en cuatro patas, separo mis piernas un poco y le dijo a Fran: “Caballero, haga los honores por favor”. Los tres nos reímos. Ya estábamos distendidos y entregados a disfrutarlo al máximo. Sentí claramente como la cabeza de la pija de Fran, más grande aun que la de Pablo, comenzó a hacer presión contra mi conchita. Suave y cuidadosamente la deslizó hacia adentro, mientras yo sentía como cada centímetro de mi concha se esforzaba por expandirse para dejar que entre. Los ojos se me llenaron de lágrimas. Sentía que el cuerpo me iba a explotar. Entonces sin casi darme cuenta, Pablo puso su pija en mi boca.
Fran comenzó a acelerar el ritmo, me cogía con naturalidad y firmeza. Sentía como su respiración era suave y serena, y todo el tronco de su pija penetraba una y otra vez mi cuerpo. MI lengua se ocupaba de la pija de Pablo. Me la tragaba toda hasta el fondo y la dejaba salir, acariciándola con la lengua. Cada tanto bajaba y le chupaba las pelotas mientras lo pajeaba con una mano para luego volver a su pija y tragarla por completo. Mi cuerpo era una bomba a punto de explotar de placer.
Fran sacó la pija de mi conchita y la apoyó sobre mi culo. Les confieso que tuve miedo. No me habían cogido por el culo tantas veces, y creo que sin dudas, nunca había sido una pija de semejante tamaño. Lo miré de reojo con desconfianza. Pero me devolvió una mirada que decía “No digas una sola palabra”. Le hice caso. Escupió un poco de saliva en mi colita, humedeciéndola y lubricándola. Volvió a meter su pija en mi conchita pero ahora uno de sus dedos se abría paso por mi cola. Primero uno, luego dos dedos. Entraban y salían cada vez con mayor facilidad mientras Fran me seguía cogiendo la conchita.
De repente Fran sacó su pija supuse que el momento estaba por llegar. Esa pija masiva iba a destruirme la cola… Pero entonces Fran me dijo “Ponete boca arriba”. Obedeciéndolo, saqué la pija de Pablo de mi boca y me recosté sobre mi espalda. Entonces le dijo a Pablo “Ahora los honores los tiene que hacer usted…” Volvimos a reírnos todos. Entonces Pablo agarró mis piernas y las levantó juntas dejando al descubierto mi colita mojada y dilatada. Puso su pija y con una suave presión, constante y firme, fue enterrando toda la pija adentro de mi delicado culito. No pude evitar emitir un par de gritos. Fran me tapaba la boca mientras se colocaba arriba mío para cogerme las tetas. El dolor duró pocos segundos hasta convertirse por completo en placer. Mientras Pablo me cogía el culo con firmeza y fiereza, Fran con su mano comenzó a masajear mi clítoris.
Sentía que el cuerpo no me aguantaba más. Necesitaba explotar. Necesitaba acabar. Entonces lo miré a Fran y le dije “No voy a aguantar mucho más. Cogeme vos también y haceme acabar”. Fran se sorprendió. Creo que Pablo también. Ninguno se esperaba mi pedido. Quería tenerlos a los 2 adentro mío. Quería sentir como sus dos hermosas pijas me llenaban de placer. Quería estar poseída por esos dos hombres. Entonces me acosté de costado, Pablo se acostó atrás mío e introdujo de nuevo toda su pija adentro mío y la dejo adentro. Fran se puso de frente, me besó, y mientras me besaba, agarré su pija y la acomodé en mi conchita. Lentamente, ambos comenzaron a moverse y mi cuerpo comenzó a sacudirse de placer. Cada vez más rápido, cada vez con más violencia, cada vez gemía más fuerte. La mano de Fran tapaba mi boca pero eso no impedía que yo soltara gemidos cada vez más intensos. Ambos empezaron a gemir también. Sus respiraciones ya no eran suaves y serenas. Ahora eran agitadas e intensas. Ambos coordinaban su penetración, entrando y saliendo casi al unísono, bombeando un torrente violento de placer hacia todo mi cuerpo.
Y entonces mi cuerpo no aguantó más. Sentí que me iba a desmayar. Sentí que no iba a aguantar lo que venía. Me agarré de Fran con los brazos, clavando mis uñas en su espalda. Mis piernas se tensaron, mi espalda comenzó a arquearse involuntariamente. Una fuerza sobrenatural explotaba en mi interior, provocando un terremoto interno que me hacía sacudirme y temblar como pocas veces me había sucedido. Mis ojos se llenaron de lágrimas, y de repente, toda esa energía, toda esa tensión y esa pasión salieron despedidas de mi cuerpo. Chorros y chorros de jugos de placer comenzaron a salir de mi concha, bañando tanto la pija de Fran como la de Pablo que aun penetraba insaciablemente mi culo. Entonces mi cuerpo se desplomó, carente de fuerzas, agotado por el placer.
Ambos se pusieron entonces rodeando mi cabeza, uno de cada lado. Tomé sus pijas con mis manos y comencé a pajearlas con velocidad. Pablo agarró y la puso en mi boca y empezó a cogérmela con la misma firmeza que me había cogido el culo los 15 o 20 minutos anteriores. Entonces sentí como Pablo comenzó a gemir más fuerte. “Acá viene la lechita mami. Portate bien y tómatela toda”. Por supuesto no pude contestarle porque toda su carne ocupaba mi boca, pero con la mirada le dije “Dámela toda papito…”. Y entonces comenzó a arremeter más y más fuerte con su pija contra mi boca hasta que empezó a latir con fuerza y su leche comenzó a llenarme toda la boca. Un chorro tras otro iban vertiéndose tibios en mi boca, y una vez que toda su leche había salido, la tragué toda dejando mi boca limpia.
Mientras tanto, mi mano izquierda seguía ocupándose de Fran que miraba extasiado la situación. “Te quiero acabar todas las tetas preciosa…” me dijo. Entonces puso su pija entre mis tetas de nuevo y casi con furia comenzó a cogérmelas. Mis pezones se pusieron nuevamente duros de inmediato mientras toda la extensión de su pija se envolvía con mis suaves tetas. No duró más de 10 o 15 segundos hasta que su brillante leche bañó por completo cada centímetro de mis tetas y mi pecho. Seguía deslizando la pija, ahora lubricada con su propia leche por mis tetas, mientras yo jugueteaba con mis dedos y me los chupaba, saboreando el placer de su semen.
Extenuados, los tres nos recostamos por algunos minutos. Nadie dijo nada. Nadie habló. No nos miramos. Tan solo disfrutamos de ese silencio, producto del agotamiento y del exotismo de lo que acabábamos de hacer. Nuestras mentes volaban de placer. Pablo fue el primero en levantarse. Se puso la ropa y bajó. Con Fran nos miramos. Casi con vergüenza, pero sabiendo ambos que nos había encantado. Me ayudó a vestirme, yo lo ayudé a él y bajamos. Pasamos por al lado de Pablo que nos saludó como si nada hubiese pasado. Luego pasamos por el mostrador, derecho hacia la salida. Cuando estábamos abriendo la puerta, la secretaria nos llamó. “Chicos pueden acercarse un segundo?”. En voz baja, casi en secreto, nos dijo “La pasaron bien arriba?”. Nos miramos con Fran. No contestamos. No sabíamos qué contestar! Tan solo atinamos a reírnos e irnos rápidamente.
Seguimos yendo a ese gimnasio por un par de semanas más. Finalmente yo empecé a cursar nuevamente y se nos complicaron los horarios así que tuvimos que dejar el gym. Con Pablo volvimos a hacer lo mismo 2 o 3 veces más en esas semanas. Luego, no volvimos a verlo.
Respecto a Fran y yo, seguimos siendo tan amigos como siempre. No cogimos más, y no hablamos más del tema. Pero no dudo que fue una experiencia que quedará en nuestras mentes por mucho tiempo.
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Mis otros relatos ;)
Mi primera vez con 2 pijas! --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480704/Mi-primera-vez-con-2-pijas-y-mi-primer-post.html
Consolando a Lara (Mi primera experiencia lésbica) --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2480910/Consolando-a-Lara-Mi-primera-experiencia-lesbica.html
Cogida por una bestia en las sierras cordobesas...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481239/Cogida-por-una-bestia-en-las-sierras-cordobesas.html
Nada como un buen polvo en los médanos...--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2481533/Nada-como-un-buen-polvo-en-los-medanos.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atípico). Capitulo I.--> http://www.poringa.net/posts/relatos/2483522/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-I.html
H.S.A. (Hermoso Sexo Atípico). Capitulo II. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2484193/H-S-A-Hermoso-Sexo-Atipico-Capitulo-II.html
La vorágine de una aventura pasajera. --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2491852/La-voragine-de-una-aventura-pasajera.html
Descubriendo mi adicción... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2493825/Descubriendo-mi-adiccion.html
Profesora sexual por una noche... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2494512/Profesora-sexual-por-una-noche.html
Y un día, a mi cola la invitaron a jugar... --> http://www.poringa.net/posts/relatos/2495019/Y-un-dia-a-mi-cola-la-invitaron-a-jugar.html
17 comentarios - Elongación Profunda (II)
quiero ser fran!!!
PD: por que no habré estudiado educación física en vez de medicina jajaaja
Caliente!!!!!!!!
Se merece aplauso, medalla y beso!!!!
¿No será que tu amigo es un poco raro y para excitarse necesita que haya otro pene por ahí? Lo cual no me parece mal ehhhhh