Bajo el signo de Escorpio

Dicen que los escorpianos, son los más cachondos, sexópatas y fogosos del horóscopo. Pero este es un caso, de excepción a la regla.
Su nombre es Juan, era el tipo más perfecto que conocí en mi vida, su altura, standard 1,83, delgado, no pesa más de 75kg. Jugador de la reserva de Boca, y una verga de 19x5, que hasta hoy me tiene loca.
Hecha su descripción, les contaré, por que digo que es una excepción.
Nos conocimos en el laburo. De casualidad coincidimos en gustos, y manías. Yo le conté que me gustaba hacer masajes y él dijo que necesitaba masajista. Me citó un sábado en su casa. Llegué una hora tarde, por un accidente en la ruta, pero llegué. Me recibió con un beso muy dulce. Me contaba de su laburo, o sea todo muy tranqui.
En un momento se levantó del escritorio, y rumbo a la cocina, me miró las tetas:-"que pedazo de gomas que tenes. ¿Puedo tocar?" Yo no me negué.
Eran las nueve de la noche, y yo tenía la concha, que era un fuego, depilada y jugosa, deseosa de ser abierta, por la pija de este tipo, pero nada.
Seguía hablando, y hablando.
Vimos un rato de tele, y no activaba. Ya caminaba por las paredes, quise tomar la iniciativa, pero me frenó en seco.
Comimos algo. En silencio.
Tipo las 3:30, me dice. "¿Vamos a dormir?" Asentí.
Lo besé en los labios. Me acarició las tetas, suavemente. Y cuando yo bajé las manos, para encontrar su pija. Me detuvo. Se dio media vuelta. Y se durmió.
Me masturbé en silencio.
Acabé. Media vuelta e intenté dormir.
A las ocho ya estaba despierto, haciendo café.
"Buen día, te hice café"- me dijo con una sonrisa seductora en los labios.
Agarré la taza, bebí, y me ofrecí a lavarla, se negó. Me sacó la taza, me apuró a vestirme. Y salimos. Nos tomamos, el subte. Y yo volví para mi casa y él se fue con sus amigos.
Sinceramente, cada vez que veo las fotos que me mandaba por whatsapp de su pija pienso: "¿porqué no me dejó comérsela aunque sea un ratito?"