Hola a todos, Marcelo les escribe ahora. Tal como quedamos con Vero les paso lo que fue nuestro primer encuentro; fue muy corto pero muy caliente.
Esto pasó hace casi 2 años entre Vero y yo, cuando recién habíamos empezamos a charlar entre nosotros.
Llevamos casi 3 semanas cachondeandonos sin parar, el trabajo estaba muy tranquilo y pasamos casi 8 horas por día hablando de sexo. Ella para volverme loco se paseaba en cada oportunidad que encontraba por delante de mi escritorio, para dejarme disfrutar de la vista de esa cola. También buscaba excusas para venir a pedirme cosas y mostrarme su escote. O se acercaba y me pedía que le muestre algo en la compu y me dejaba las tetas al lado de la cara o apoyadas en mi hombro. Yo también hacia las mías. Cada vez que tenía un segundo con ella en algún lugar sin cámaras le manoseaba las tetas, la cola, ella se hacia la difícil, que acá en el trabajo no, que esto que lo otro... Pero igual se dejaba manosear... hubo varias veces que quedábamos solos en el asesor de la empresa, y como ella siempre anda súper escotada con sus hermosas y enormes tetas, aprovechaba para apretárselas y alguna que otra vez darle unos besos, o manosearle la cola y la conchita por arriba de la ropa.
Pasamos semanas con estos fugaces encuentros y por chat diciéndonos las cosas que nos haríamos, el cómo, el donde, ya teníamos todo planeado; teníamos una fantasía en común muy fuerte y habíamos encontrado en el otro una persona para cumplirla.
Yo todavía no estaba viviendo con Sofi en ese momento, pero ella ya se quedaba en casa varios días a la semana, ese jueves volví a casa para encontrarme que no estaba, le mandé mensajes preguntándole que pasaba y me dijo que había tenido que volver a la casa por problemas con la hermana y la madre. Nos pusimos a discutir y termino escalando bastante, recriminándonos varias cosas de la relación, así que me fui a dormir bastante mal.
Al otro día en la oficina estaba con un humor horrible, le conté a Vero y me apoyó en la situación. Decidimos salir a almorzar juntos, teniendo una shopping a unas cuantas cuadras, aprovechamos el día de primavera para caminar y fuimos a comer ahí. Vero llevaba un vestidito negro corto, ajustado arriba y sueltito abajo, como siempre escotado para mostrar su mejor atributo. Llegamos al Shopping y fuimos al patio de comidas, compramos la comida charlamos un rato, y como yo andaba bajonado, ella, para animarme, apoyaba las tetas en la mesa o se cruzaba de brazos y las apretaba y se inclinaba hacia adelante para q las vea, me volvía loco la hdp. Así charlamos un rato mientras almorzamos, hablábamos de sexo, de nuestra fantasía sobre tenerla atada y someterla... Después de comer y con la calentura que teníamos la convencí de ir a uno de los baños menos usados y meternos.
Ella entró primero, me quede afuera a unos metros de la puerta esperando a que reapareciera, tenía el corazón a mil, no podía creer que finalmente iba a pasar algo más de un toqueteo casual, miraba para todos lados pero no había nadie.
Después de unos segundo, lo que me pareció una eternidad, Vero se asomó por la entrada del baño y me hizo señas par que entre. Yo tenía una calentura terrible, me sentía con fiebre, sentía como se me iba poniendo dura la pija, y cuando la empecé a seguir en el baño sentía como me presionaba en el pantalón.
Vi en la cara de Vero una mirada de duda y lujuria, la agarre de la mano y busque el inodoro de más al fondo, nos metimos adentro y cerramos la puerta. La empuje contra la pared y le bese en cuello, mientras la agarraba de la cintura y subía las manos hasta sus tetas, como el vestido era súper ecotado, se lo corrí para los costados y deje tus tetas libres, se las bese y mordisquee los pezones, ella controlaba los gemidos, se retorcía de placer, me tiró contra el inodoro para que me siente y sentarse arriba mío, me quedaron las tetas a la altura de la cara, así que me hundí en ellas pasando la lengua por todos lados. Vero se frotaba contra mi pija y la manoseaba con una mano y con la otra me agarraba de los pelos; la saque de arriba mío y la empujé contra una de las paredes, le comí las tetas otra vez, la di vuelta y la puse de espaldas, con las tetas contra la pared y bajé desde el cuello lamiéndole y saboreando su cuerpo, tenía puesta una tanga negra, quise meter la cabeza entre medio de esas hermosas nalgas, ella saco la cola para atrás, yo me arrodille y metí la cara, apenas llegué a saborearle la concha que me freno, me hizo levantarme y bajarme los pantalones, me volvió a sentar el inodoro, se corrió la tanga, me dio la espalda y se la clavó entera.
Sentí cada centímetro de mi pija como entraba en esa conchita, súper apretada y empapada. No podía creer lo que estaba pasando, me lo imagine mil veces, pero sentir como la abría, como ella solita se había clavado en mi pija, era impagable. Veía ese culo que saltaba sobre mi pija y mis manos fueron a esas tetas grandes y hermosas. La posición no era cómoda pero estuvimos un rato ella se movía para arriba y abajo adelante y atrás, era muy fuerte el morbo, la calentura y estar en medio del horario de trabajo, en un baño público, la agarre fuerte de las tetas y le llené la concha de leche. Mientras nos acomodamos se escucharon voces, nos quedamos quietos y cuando no escuchamos más ruido salimos y fuimos a caminar y volvimos al trabajo.
Seguimos charlando a la tarde de lo que habíamos hecho, que era un punto de no retorno. A las 6 antes de irse me contó que no se había limpiado y que se había guardado mi leche toda la tarde y no pensaba limpiársela hasta la noche.
Esto pasó hace casi 2 años entre Vero y yo, cuando recién habíamos empezamos a charlar entre nosotros.
Llevamos casi 3 semanas cachondeandonos sin parar, el trabajo estaba muy tranquilo y pasamos casi 8 horas por día hablando de sexo. Ella para volverme loco se paseaba en cada oportunidad que encontraba por delante de mi escritorio, para dejarme disfrutar de la vista de esa cola. También buscaba excusas para venir a pedirme cosas y mostrarme su escote. O se acercaba y me pedía que le muestre algo en la compu y me dejaba las tetas al lado de la cara o apoyadas en mi hombro. Yo también hacia las mías. Cada vez que tenía un segundo con ella en algún lugar sin cámaras le manoseaba las tetas, la cola, ella se hacia la difícil, que acá en el trabajo no, que esto que lo otro... Pero igual se dejaba manosear... hubo varias veces que quedábamos solos en el asesor de la empresa, y como ella siempre anda súper escotada con sus hermosas y enormes tetas, aprovechaba para apretárselas y alguna que otra vez darle unos besos, o manosearle la cola y la conchita por arriba de la ropa.
Pasamos semanas con estos fugaces encuentros y por chat diciéndonos las cosas que nos haríamos, el cómo, el donde, ya teníamos todo planeado; teníamos una fantasía en común muy fuerte y habíamos encontrado en el otro una persona para cumplirla.
Yo todavía no estaba viviendo con Sofi en ese momento, pero ella ya se quedaba en casa varios días a la semana, ese jueves volví a casa para encontrarme que no estaba, le mandé mensajes preguntándole que pasaba y me dijo que había tenido que volver a la casa por problemas con la hermana y la madre. Nos pusimos a discutir y termino escalando bastante, recriminándonos varias cosas de la relación, así que me fui a dormir bastante mal.
Al otro día en la oficina estaba con un humor horrible, le conté a Vero y me apoyó en la situación. Decidimos salir a almorzar juntos, teniendo una shopping a unas cuantas cuadras, aprovechamos el día de primavera para caminar y fuimos a comer ahí. Vero llevaba un vestidito negro corto, ajustado arriba y sueltito abajo, como siempre escotado para mostrar su mejor atributo. Llegamos al Shopping y fuimos al patio de comidas, compramos la comida charlamos un rato, y como yo andaba bajonado, ella, para animarme, apoyaba las tetas en la mesa o se cruzaba de brazos y las apretaba y se inclinaba hacia adelante para q las vea, me volvía loco la hdp. Así charlamos un rato mientras almorzamos, hablábamos de sexo, de nuestra fantasía sobre tenerla atada y someterla... Después de comer y con la calentura que teníamos la convencí de ir a uno de los baños menos usados y meternos.
Ella entró primero, me quede afuera a unos metros de la puerta esperando a que reapareciera, tenía el corazón a mil, no podía creer que finalmente iba a pasar algo más de un toqueteo casual, miraba para todos lados pero no había nadie.
Después de unos segundo, lo que me pareció una eternidad, Vero se asomó por la entrada del baño y me hizo señas par que entre. Yo tenía una calentura terrible, me sentía con fiebre, sentía como se me iba poniendo dura la pija, y cuando la empecé a seguir en el baño sentía como me presionaba en el pantalón.
Vi en la cara de Vero una mirada de duda y lujuria, la agarre de la mano y busque el inodoro de más al fondo, nos metimos adentro y cerramos la puerta. La empuje contra la pared y le bese en cuello, mientras la agarraba de la cintura y subía las manos hasta sus tetas, como el vestido era súper ecotado, se lo corrí para los costados y deje tus tetas libres, se las bese y mordisquee los pezones, ella controlaba los gemidos, se retorcía de placer, me tiró contra el inodoro para que me siente y sentarse arriba mío, me quedaron las tetas a la altura de la cara, así que me hundí en ellas pasando la lengua por todos lados. Vero se frotaba contra mi pija y la manoseaba con una mano y con la otra me agarraba de los pelos; la saque de arriba mío y la empujé contra una de las paredes, le comí las tetas otra vez, la di vuelta y la puse de espaldas, con las tetas contra la pared y bajé desde el cuello lamiéndole y saboreando su cuerpo, tenía puesta una tanga negra, quise meter la cabeza entre medio de esas hermosas nalgas, ella saco la cola para atrás, yo me arrodille y metí la cara, apenas llegué a saborearle la concha que me freno, me hizo levantarme y bajarme los pantalones, me volvió a sentar el inodoro, se corrió la tanga, me dio la espalda y se la clavó entera.
Sentí cada centímetro de mi pija como entraba en esa conchita, súper apretada y empapada. No podía creer lo que estaba pasando, me lo imagine mil veces, pero sentir como la abría, como ella solita se había clavado en mi pija, era impagable. Veía ese culo que saltaba sobre mi pija y mis manos fueron a esas tetas grandes y hermosas. La posición no era cómoda pero estuvimos un rato ella se movía para arriba y abajo adelante y atrás, era muy fuerte el morbo, la calentura y estar en medio del horario de trabajo, en un baño público, la agarre fuerte de las tetas y le llené la concha de leche. Mientras nos acomodamos se escucharon voces, nos quedamos quietos y cuando no escuchamos más ruido salimos y fuimos a caminar y volvimos al trabajo.
Seguimos charlando a la tarde de lo que habíamos hecho, que era un punto de no retorno. A las 6 antes de irse me contó que no se había limpiado y que se había guardado mi leche toda la tarde y no pensaba limpiársela hasta la noche.
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