Antes de comenzar, quisiera decir que estos relatos son completamente verídicos y han sucedido a lo largo de mi vida…
Mi nombre es Maly, soy mitad camboyana, mitad americana. Se preguntaran como es que hablo y escribo en español, bueno esa es una historia muy larga y triste para mi, así que mejor pasemos a lo agradable, solo déjenme decirles que llegue a México cuando solo tenía cuatro años, en la actualidad cuento con 41 años, teniendo en mi haber dos hijos Ariel y Jonás, cuento con una pareja estable, aun que nuestra relación es muy libre y sin ataduras, disfrutamos del sexo y de explorar nuevas experiencias.
No soy una modelo ni nada por el estilo, mido apenas 1.60 de estatura, mi cara es larga y ovalada mis ojos por supuesto son rasgados y de color café, mi boca pequeña y la mis labios delgados, mi cabello es largo y lacio hasta las nalgas de color castaño, mi tés es morena clara, complexión delgada mis senos son medianos y bastante firmes, totalmente naturales y mi trasero es abultado pero pequeñito…
Bueno comencemos, a los 6 años mi madre decidió vivir con un hombre con el cual inicio una relación, poco después se casaron y así adquirí la nacionalidad mexicana. Mi padrastro era un hombre divorciado y tenía un hijo mayor de nombre Miguel, el cual era 4 años mayor que yo, el chico vivía con su madre en una ciudad fronteriza de la república mexicana, y solo lo nos visitaba en vacaciones. Los años fueron pasando y los dos dejamos de ser niños, en aquellas vacaciones de verano, mi hermano llego a casa con noticias que cambiarían por completo mi vida.
Ya que se mudaría a la capital para cursar los últimos semestres de su carrera en la UNAM, todos nos alegramos por la noticia. Miguel alquilo un apartamento cerca de la casa de mis padres, así que lo visitaba cada que podía, durante esas visitas comencé a darme cuenta que Miguel, se había convertido en un hombre guapo y muy sexy, varias veces lo mire solo cubierto por una toalla de baño y su cuerpo no era el de un modelo pero se notaba masculino. Miguel solo sonreía al ver mi expresión al verlo semidesnudo y decía.
- Que Maly, no has visto a un hombre desnudo?...
Claro que los había visto, pero verlo a él era más morboso ya que era mi hermano, bueno hermanastro. Las vacaciones se fueron volando y el día de regresar a la rutina escolar se acercaba, los días pasaron y con ellos mis vistas a Miguel fueron aminorando, ya que tenía muchas cosas que hacer, una tarde mientras hacia un trabajo tuve la necesidad de ocupar algunas cosas que no tenía en casa, pero sabía que Miguel si las tendría en su casa; así que pregunte a mama si creía que Miguel estuvieran es su casa y al obtener respuesta inconclusa, Salí a ver si lo encontraba.
Llegue a su casa y abrí la puerta usando la llave que él me había dado para casos de emergencia. No escuche ningún ruido por lo que supuse que no estaba en casa, así que me dirigí a su estudio y comencé a buscar las pinturas que necesitaba, estando en cuclillas buscando dichas pinturas escuche un sonido que provenía de la habitación de mi hermano.
Me levante y despacio y de puntillas me acerque para ver qué pasaba, la puerta de su habitación estaba entre abierta, lentamente me acerque más; solo para ver a mi hermano desnudo de rodillas sobre la cama y una chica morena le daba sexo oral. Me quede helada y no supe si salir huyendo o gritar…
Lentamente y en silencio retrocedí un poco y respire hondo. Mi razón me dijo que saliera de ahí, pero mi lado sexual me decía quédate y mira…
Y como era de esperase me quede, lentamente me acerque y seguí mirando agazapada. La mujer se comía completo el pene de mi hermano, yo había dado sexo oral a varios chicos ya que me inicie muy pequeña en las artes del sexo oral y más tarde en los actos sexuales. Miguel la tomo del cabello y la jalo para que dejara su pene en paz, colocándola boca arriba, ahora era el que le daba un buen sexo oral a ella.
La mujer gemía mientras tomaba a mi hermano de los cabellos, hundiendo cada vez más su cara en su vagina. Aquello ya era insoportable; me sentía atrapada dentro de mi ropa, así que desabotone mi pantalón y metí mi mano dentro de mi panty. Comenzando a masturbarme mientras miraba a mi hermano tener sexo. Cambie la perspectiva hacia el pene de Miguel y me di cuenta que no era un sexo enorme o de elefante, más bien era un pene delgado y de unos 12 centímetros de largo; con una cabeza más grande que el tronco y lleno de venas; sus testículos eran medianos y muy pegados a su pene.
Después de unos minutos Miguel se levantó dejando la vagina de la mujer y se colocó en posición para penetrarla. En ese momento ya no importándome nada de parentescos o genética, quería ser yo la que estuviera ahí recostada esperando que mi hermano me penetrara…
- Maly… que estás haciendo… esto no es correcto…-decía la voz de mi conciencia-
Pero a mí no me importo ni un poco, me quede ahí mirando y tocándome mientras ellos se envolvían en un frenesí sexual, tuvieron sexo en varias posiciones, misionero, perrito, la mujer monto a mi hermano, en la cómoda, de pie y finalmente de lado; con aquella posición podía ver como mi hermano le clavaba el pene a la mujer mientras sus manos se aferraban a sus senos. Al fin mi hermano eyaculo dentro de la mujer y se quedó ahí abrazándola por un momento.
Para luego sacar su pene aun erecto y con poco semen en la punta, se colocó una toalla y camino hacia donde yo estaba, la mujer lo llamo y él se detuvo, lo que aproveche para salir rápidamente al estudio y abrochar mi pantalón de nuevo. Mi vagina estaba empapada y sentí que mis pantalones también, así que me coloque la chamarra amarrada a la cintura y me hice tonta, mis manos temblaban por los nervios y deje caer un bote de pintura.
Los pasos de mi hermano se escucharon acercarse y al verme, se tranquilizó un poco diciendo.
- Maly… que susto me diste…
- Perdón Migue… lo siento… no quise espantarte… solo necesito unas pinturas y me voy…-dije jadeante y tartamuda-
- Desde a qué hora estas aquí, Maly?-pregunto extrañado Miguel-
- Acabo de llegar… -respondí aun nerviosa-
- Segura? Y porque están jadeando y muy agitada?-pregunto mirándome de forma diferente-
- Aaa… es que subí rápido las escaleras… -respondí-
- Mmm… si como no… crees que me chupo el dedo… verdad…-respondió y sonrió pícaramente-
- Jajaja, no… ya me voy… -dije saliendo del estudio-
- Y las pinturas… aaaa… babas…-dijo mie hermano mientras miraba que mis nervios no se controlaban-
Tome las pinturas y Salí de prisa. Camine hasta la casa para tratar de calmarme y durante todo el trayecto no dejaba de recordar cada momento de lo que había visto en esa habitación, la voz de mi conciencia volvió a hablar.
- Maly, es tu hermano… no puedes desearlo…
Pero fue interrumpido por el sentido común.
- No, en realidad no es tu hermano… ningún lazo biológico los une, solo un ligero lazo moral…
Rayos tenía razón, Miguel en realidad no era mi hermano, aquello fue un alivio ya que muy en el fondo me sentía culpable por desear a mi hermano.
Más tarde esa noche Miguel llego a casa acompañado de la misma mujer con la que había tenido sexo, la expresión en mi rosto cabio a asombro total y volví a notarme muy nerviosa, como aquellos tipos de la televisión cuando son culpables de algo. Mi hermano de inmediato lo noto y me miro con ojos de sospecha.
- Que… te sirvieron las pinturas…?-pregunto llamando mi atención-
- Aja… gracias mañana te las llevo-respondí-
Se acercó a donde están mi papas y presento a la chica como su amiga, cuando llego conmigo dijo.
- Ella es Ingrid, Maly pero creo que ya la conocías no?...-dijo Miguel, mientras me miraba a los ojos-
Rayos me había visto… o solo sospechaba por mi conducta sospechosa…
- No, nunca nos habíamos visto verdad?...-dije mirando a la chica-
Ella sonrió y dijo
- No nunca… mucho gusto…
Su sonrisa me dijo que no me había visto pero reconocía mi voz. Todos nos sentamos a la mesa y cenamos, al terminar me levante y me dirigí a mi habitación para prestarle un suéter a Ingrid, cuando salía con la prenda Miguel me esperaba en el pasillo, mirándome dijo.
- A ver hermanita… dime la verdad… me viste con Íngrid… viste lo que le hacía?
El corazón se me salía del pecho y mi respiración se agito de nuevo. Solo asentí con la cabeza y camine deprisa. Miguel me tomo del brazo y volvió a decir.
- Maly, tranquila… espera… por lo menos dime que viste…?-pregunto miguel-
- Todo… hermano… todo…-respondió con la cabeza baja-
- Jaja, ok… solo te pido que no digas nada por favor…-dijo mi hermano, soltándome del brazo-
Los dos caminamos a la sala, le entregue el suéter a Ingrid y los dos se despidieron, saliendo de casa.
Mis padres me dieron las buenas noches y todos entramos a nuestras habitaciones. Durante esa noche tuve sueños eróticos en los que los protagonistas éramos mi hermano y yo, los cuales fueron interrumpidos por el clásico sonido del despertador. Pase la mañana en la preparatoria y por la tarde regrese a casa, al estar en mi habitación mire los botes de pintura que había tomado de la casa de mi hermano así que ese era el pretexto para volver. Salí de prisa de mi casa y en el camino al departamento de Miguel una tormenta me dejo empapada.
Al llegar a su casa toque el timbre y nadie atendió, dude en usar de nuevo la llave pero mi ropa escurría de lo mojada que estaba, así que tome la llave y entre.
- Migue!!... estas en casa?...-dije en voz alta-
Nadie respondió, dirigí al cuarto de baño y comencé a llenar la tina de baño. Mientras la temperatura del agua se ajustaba me desnude por completo y Salí a meter mi ropa a la secadora.
Regrese al cuarto de baño y entre en la tina, el agua estaba caliente y comencé a relajarme tanto que caí en un sueño profundo. No sé cuánto tiempo paso, pero estando sumergida en la tina soñaba con mi hermano, a lo lejos escuchaba su voz diciendo.
- Maly… estas aquí?...
- Maly… dónde estás?...
De pronto la puerta del cuarto de baño se abrió y desperté de súbito, para ver a mi hermano parado frente a mí. Al verlo hice lo que no debí hacer, me levante para intentar alcanzar al toalla y mi hermano abrió grandes los ojos al ver mi cuerpo desnudo frente a él.
- Que haces… cierra los ojos… miguel…-dije intentando cubrirme-
- Jaja… resulta que ahora tengo que cerrar los ojos no… siendo tu quien esta desnuda en mi casa…-respondió Miguel mientras sus ojos me recorrían de abajo arriba-
Me volví a meter en el agua jabonosa, mientras que mi hermano de dejaba de mirarme. Su ojos fueron cambiando la forma de verme mientras su pene crecía dentro de su pantalón.
- Miguel… salte ya… déjame sola…-dije intentando que no lo hiciera-
De pronto él se sacó los zapatos y los calcetines, tomo su pantalón y lo desabrocho bajándolo de un tirón, lo saco usando sus pies; mientras sus manos desabotonaban su camisa y lo desojaban de ella.
- Miguel… que haces…-dije en tono deseoso al ver a mi hermano desnudarse frente a mí-
- Hago lo que quieres que haga… Maly… o no es lo que quieres?-pregunto mientras bajaba sus calzones y se despojaba de ellos-
- Parece que mi hermanita quiere ser mi puta…-dijo mirándome fijamente-
- Hermanita, quieres ser mi puta?-pregunto acercándose a mí con el pene en su mano-
En ese momento mil cosas pasaron por mi cabeza, pero ninguna tan fuerte como para decir que no. Solo podía mirar que el pene de mi hermano se acercaba cada vez más a mi cara.
- Si, si quiero… quiero ser tu puta… Migue… hazme tu puta…-dije rebasada por el deseo-
- Bien putita… abre la boca…-dijo tomándome del cabello-
Lentamente abrí la boca y mi hermano hundió su pene poco flácido en ella.
- Chupa, hermanita… chúpale el pito a tu hermanito…-decía miguel mientras metía y sacaba el pene de mi boca-
- Mm, mm, mm, mm, migue… mmm, mm, mm, mm, mm…-era lo único que se escuchaba salir de mi garganta-
- Umm, hermanita… que bien chupas pito… eres toda una experta… verdad puta?...-dijo mi hermano-
- Mmjjuu… mm, mm, mmm, mm, mm, mm…-gemía mientras le daba sexo oral a mi hermano-
Sus manos tomaron mis senos mientras su cadera seguía moviéndose penetrando mi boca con buen ritmo.
- Uy… Maly… que ricas chichitas tienes… umm, umm… y que boca tan suave y húmeda… aa, aa, oo… imagino que así mm, mm, debes de tener la panocha…-decía miguel entre gemidos-
Yo lo tome de los muslos y deje que se zaceara con mi boca, pocos minutos después sus manos me sujetaron con fuerza por la corona de mi cabeza y sentí que su pene comenzaba a palpitar dentro de mi boca. Miguel hundió por completo su pene en mi boca y sin dejar de sostenerme la cabeza, dejo salir su semen inundando con el mi garganta.
- Ummm!!... ummm!!... Maly… hermanita… oooo!!!... traga, traga mocos… ummm!!-gemía mientras se vaciaba dentro de mi garganta-
Yo jalaba aire pero su pene me lo impedía así que comencé a golpear sus muslos y el al darse cuenta que me asfixiaba saco de un golpe su pene de mi boca, lo que provoco que su semen escurriera por todo mi cuello hasta mis senos…
Jale aire con todas mis fuerzas, mientras tragaba lo el semen que quedaba en mi garganta. Miguel miro que su líquido espeso se había derramado en mí y dijo.
- Límpiate y trágalo… hermanita…
Lo cual hice tomando el semen que se hallaba en mis senos y cuello con los dedos, lo metí a mi boca y los deje limpios.
- Te gusto, hermanita…?-pregunto Miguel-
- Aja… sabe rico…-respondí-
- Bien sal de ahí… vamos a terminar con esto…-dijo dándome la mano y ayudándome a salir de la bañera.-
Mi cuerpo empapado de agua goteaba mientras caminábamos, no pude evitar mirar su pene un poco flácido, sola para darme cuenta que aun escurría líquido seminal de la punta de este. Caminamos hasta el estudio y mi hermano me inclino sobre el escritorio que ahí se encontraba.
- Cierra los ojos Maly, solo siente lo que viene a continuación…-dijo mientras se ponía de rodillas Miguel-
Cerré lo ojos y me prepare para disfrutar de su lengua y boca. La misma que dejaba suaves besos por todas mi nalgas y labios vaginales, después de un momento de besos en el trasero, sus manos separaron mis nalgas y sus labios besaron mi vagina con fuerza.
- Mmm!!... migue… mmm!!... migue… aaa!!...-gemía al sentir sus labios succionar mi vagina-
- Shhh… putita… disfruta y calla…-respondió mi hermano-
Sus labios dejaron de succionar para dar paso a su lengua, la cual hacia pequeños círculos a lo largo de mis labios vaginales, mientras que sus dedos frotaban mi clítoris; aquello era increíble.
- Te gusta puta… te gusta mi lengua…-decía mi hermano-
- Mmmjuu… aaaa!!... sigue migue no pares… mmm!!... ouuuu!!... que rico…-gemía yo-
Su dedos dejaron mi clítoris y se clavaron en mi canal vaginal, lentamente los deslizaba dentro para después sacarlos, con cada penetración de sus dedos mi vagina se humedecía aún más, mis senos se comenzaron a endurecer y sentí como si mi vejiga estuviera llena de orina…
- Migue… migue… quiero ir al baño… déjame… me voy a orinar…-dije al sentir esa sensación-
- Sshhh… relájate hazte aquí… solo hazlo… que no te importe nada… dame tus jugos hermanita putona…-dijo mi hermano-
Trate de contener todo lo que pude, pero la presión fue demasiada, así que solté un gemido largo y profundo y deje que mi vagina se derramara sobre la cara de mi hermano. Me sentí avergonzada ya que creí que lo había orinado…
- Perdón migue… te deje empapado… -dije jadeante-
- Jajaja… puta tonta… no sabes ni lo que te ha pasado, verdad… tuviste un orgasmo… no te orinaste…-dijo mi hermano riendo.-
A mis 18 años había ya tenido varias experiencias sexuales pero ese día me di cuenta que mi hermano me superaba con mucho.
Cuando aún mi cuerpo se estremecía producto del placer de aquel orgasmo, mi hermano se levantó y dijo.
- Chúpame de nuevo puta… ponme el pito duro…
Me di vuelta lentamente y comencé a darle sexo oral de nuevo. Su pene se comenzó a poner duro después de unas cuantas chupadas y jalones que mis manos le daban.
Una vez que estuvo bien duro, Miguel me tomo de la barbilla y dijo.
- Ahora si hermanita putita… vas a probar el pito de tu hermanito… acuéstate…
Me deje caer hacia atrás y levante las piernas, el las tomo por mis pantorrillas y se acercó a mí. Lentamente me doblo como quien dobla una hoja de papel, dejando que mis tobillos reposaran junto a mis orejas. Su pene duro paso varias veces por encima de mi vagina y de pronto se clavó dentro de mí, hasta lo más profundo.
- Aaaaaaa!!!... migue…. Ummmm!!... uuu, uu, uu, aaaa!!... migue… que rico… aaa!!...-gemía al sentir como su pene se hundía en mi-
- Uuurrrr!!!... hermana…. Uurr!!... que buena estas… aprietas muy bien….-decía mi hermano-
Sus manos se recargaron en mis corvas y comenzó a mover su cadera metiendo y sacando su pene de mi vagina con cadencia.
- Aa, aa, aa, aa, pap, pap, pap, aa, aa, mm, pap, pap, pap, mm, mm, mm, hermanita… que rica estas… ummm!!... si… te gusta migue… te gusta… aja… me encanta tu pucha… apretada y caliente… aa, aa, mm, mm, pap, pap, pap…-gemíamos los dos-
Poco a poco la intensidad de la penetraciones aumentaba y con ella los gemidos y golpeteos.
- Aa, aa, aa, aa, aa, aa, uy, uy, uy, uy, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… migue, migue, migueee!!... así… justo así… cógete a tu hermanita… aaa!!... que rico… cógete a tu puta hermana… aaayy!!... Maly… umm… mmm, uy… que rico coges hermanita… nunca me imaginé estar cogiéndote… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… aaaaa!!... –gemíamos casi a la par-
De pronto se detuvo y me saco el pene, violentamente me dio vuelta tomándome de los tobillos y colocándome en posición de perrito, volvió a hundirme el pene hasta el fondo y de un solo empujón.
- Aaaaa!!... migueeee!!… cállate… puta… y goza mi pito… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… mm, mm, mm, mm, ummm!!... Maly… Maly… Maly… que buena pucha tienes… siento como me aprieta el pito… como si fuera a arrancármelo… ou, ou, ou, ou, ou… así, así, sigue así… no pares … migue… no te detengas… aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa…-eran los sonidos de un buen sexo entre hermanos-
Después de algunos minutos el bajo la intensidad y las penetraciones se hicieron más lentas y cadenciosas. Así duramos otro tiempo, hasta que llegó el momento de cambiar la posición; zafando su pene de mí vagina se recostó sobre la cama y dijo.
- Móntame hermana puta… móntame hasta que te llene de mocos la pucha…
Casi sin aliento y fuerzas debido a tanto placer me subí en mi hermano y comencé a propinarme tremendos sentones sobre su pene.
- Aww!!.. aww!!... así putita… así… agg… aggg… mm… mmm… pap… pap… pap… pap… migue no puedo más… estoy exhausta… pap… pap… mmm!!... –dije totalmente cansada-
Mi hermano me tomo de las nalgas y levantándome un poco comenzó a meter y sacar su pene con violencia.
- Uuyyyy!!... uyyyy!!... pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap…aa, aa, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, aaaaa!!... migue, migue… umm… umm… hermanita ya casi, ya casi… ooo!!... aguanta… aguanta… déjame terminar en tu pucha… -dijo mi hermano-
Volví a sentir aquella presión dentro de mi vagina una vez más, y justo cuando me derramaba por segunda vez en la tarde; Miguel dejo que su semen inundara mi vagina.
- Oooo!!!... migue…. Me vengo…. Me vengo…. Yo también…. Aaawwww!!... ggggrrrr!!!... aa, aa, aa, aa… aaaaa!!!.....-gemíamos al terminar juntos-
La mezcla de su semen y mis jugos femeninos provoco que todo saliera de mi vagina y se esparciera por su pene y testículos llegando hasta las sabanas. Me desplome sobre él, al tiempo que sus brazos me rodearon con fuerza; y susurro a mi oído.
- Hermanita, eres la mejor puta que he tenido…
Sus labios besaron los míos y ahí permanecimos hasta recuperar el aliento. El sueño nos venció y dormimos por espacio de una hora, para después volver a vestirnos, Miguel me acompaño de regreso a casa, durante el trayecto sentía que las piernas se me doblaban y mi hermano casi tuvo que cargarme en sus brazos. Me dejo en la puerta de la casa y besándome la mejilla se despidió.
Entre a casa y salude a mis padres, y me fui a mi habitación. Dormí como un bebe hasta el día siguiente. Al despertar aun sentía el aroma de mi hermano en todo mi cuerpo…
Y así fue como me convertí en la puta de mi hermano…
Fin…
Mi nombre es Maly, soy mitad camboyana, mitad americana. Se preguntaran como es que hablo y escribo en español, bueno esa es una historia muy larga y triste para mi, así que mejor pasemos a lo agradable, solo déjenme decirles que llegue a México cuando solo tenía cuatro años, en la actualidad cuento con 41 años, teniendo en mi haber dos hijos Ariel y Jonás, cuento con una pareja estable, aun que nuestra relación es muy libre y sin ataduras, disfrutamos del sexo y de explorar nuevas experiencias.
No soy una modelo ni nada por el estilo, mido apenas 1.60 de estatura, mi cara es larga y ovalada mis ojos por supuesto son rasgados y de color café, mi boca pequeña y la mis labios delgados, mi cabello es largo y lacio hasta las nalgas de color castaño, mi tés es morena clara, complexión delgada mis senos son medianos y bastante firmes, totalmente naturales y mi trasero es abultado pero pequeñito…
Bueno comencemos, a los 6 años mi madre decidió vivir con un hombre con el cual inicio una relación, poco después se casaron y así adquirí la nacionalidad mexicana. Mi padrastro era un hombre divorciado y tenía un hijo mayor de nombre Miguel, el cual era 4 años mayor que yo, el chico vivía con su madre en una ciudad fronteriza de la república mexicana, y solo lo nos visitaba en vacaciones. Los años fueron pasando y los dos dejamos de ser niños, en aquellas vacaciones de verano, mi hermano llego a casa con noticias que cambiarían por completo mi vida.
Ya que se mudaría a la capital para cursar los últimos semestres de su carrera en la UNAM, todos nos alegramos por la noticia. Miguel alquilo un apartamento cerca de la casa de mis padres, así que lo visitaba cada que podía, durante esas visitas comencé a darme cuenta que Miguel, se había convertido en un hombre guapo y muy sexy, varias veces lo mire solo cubierto por una toalla de baño y su cuerpo no era el de un modelo pero se notaba masculino. Miguel solo sonreía al ver mi expresión al verlo semidesnudo y decía.
- Que Maly, no has visto a un hombre desnudo?...
Claro que los había visto, pero verlo a él era más morboso ya que era mi hermano, bueno hermanastro. Las vacaciones se fueron volando y el día de regresar a la rutina escolar se acercaba, los días pasaron y con ellos mis vistas a Miguel fueron aminorando, ya que tenía muchas cosas que hacer, una tarde mientras hacia un trabajo tuve la necesidad de ocupar algunas cosas que no tenía en casa, pero sabía que Miguel si las tendría en su casa; así que pregunte a mama si creía que Miguel estuvieran es su casa y al obtener respuesta inconclusa, Salí a ver si lo encontraba.
Llegue a su casa y abrí la puerta usando la llave que él me había dado para casos de emergencia. No escuche ningún ruido por lo que supuse que no estaba en casa, así que me dirigí a su estudio y comencé a buscar las pinturas que necesitaba, estando en cuclillas buscando dichas pinturas escuche un sonido que provenía de la habitación de mi hermano.
Me levante y despacio y de puntillas me acerque para ver qué pasaba, la puerta de su habitación estaba entre abierta, lentamente me acerque más; solo para ver a mi hermano desnudo de rodillas sobre la cama y una chica morena le daba sexo oral. Me quede helada y no supe si salir huyendo o gritar…
Lentamente y en silencio retrocedí un poco y respire hondo. Mi razón me dijo que saliera de ahí, pero mi lado sexual me decía quédate y mira…
Y como era de esperase me quede, lentamente me acerque y seguí mirando agazapada. La mujer se comía completo el pene de mi hermano, yo había dado sexo oral a varios chicos ya que me inicie muy pequeña en las artes del sexo oral y más tarde en los actos sexuales. Miguel la tomo del cabello y la jalo para que dejara su pene en paz, colocándola boca arriba, ahora era el que le daba un buen sexo oral a ella.
La mujer gemía mientras tomaba a mi hermano de los cabellos, hundiendo cada vez más su cara en su vagina. Aquello ya era insoportable; me sentía atrapada dentro de mi ropa, así que desabotone mi pantalón y metí mi mano dentro de mi panty. Comenzando a masturbarme mientras miraba a mi hermano tener sexo. Cambie la perspectiva hacia el pene de Miguel y me di cuenta que no era un sexo enorme o de elefante, más bien era un pene delgado y de unos 12 centímetros de largo; con una cabeza más grande que el tronco y lleno de venas; sus testículos eran medianos y muy pegados a su pene.
Después de unos minutos Miguel se levantó dejando la vagina de la mujer y se colocó en posición para penetrarla. En ese momento ya no importándome nada de parentescos o genética, quería ser yo la que estuviera ahí recostada esperando que mi hermano me penetrara…
- Maly… que estás haciendo… esto no es correcto…-decía la voz de mi conciencia-
Pero a mí no me importo ni un poco, me quede ahí mirando y tocándome mientras ellos se envolvían en un frenesí sexual, tuvieron sexo en varias posiciones, misionero, perrito, la mujer monto a mi hermano, en la cómoda, de pie y finalmente de lado; con aquella posición podía ver como mi hermano le clavaba el pene a la mujer mientras sus manos se aferraban a sus senos. Al fin mi hermano eyaculo dentro de la mujer y se quedó ahí abrazándola por un momento.
Para luego sacar su pene aun erecto y con poco semen en la punta, se colocó una toalla y camino hacia donde yo estaba, la mujer lo llamo y él se detuvo, lo que aproveche para salir rápidamente al estudio y abrochar mi pantalón de nuevo. Mi vagina estaba empapada y sentí que mis pantalones también, así que me coloque la chamarra amarrada a la cintura y me hice tonta, mis manos temblaban por los nervios y deje caer un bote de pintura.
Los pasos de mi hermano se escucharon acercarse y al verme, se tranquilizó un poco diciendo.
- Maly… que susto me diste…
- Perdón Migue… lo siento… no quise espantarte… solo necesito unas pinturas y me voy…-dije jadeante y tartamuda-
- Desde a qué hora estas aquí, Maly?-pregunto extrañado Miguel-
- Acabo de llegar… -respondí aun nerviosa-
- Segura? Y porque están jadeando y muy agitada?-pregunto mirándome de forma diferente-
- Aaa… es que subí rápido las escaleras… -respondí-
- Mmm… si como no… crees que me chupo el dedo… verdad…-respondió y sonrió pícaramente-
- Jajaja, no… ya me voy… -dije saliendo del estudio-
- Y las pinturas… aaaa… babas…-dijo mie hermano mientras miraba que mis nervios no se controlaban-
Tome las pinturas y Salí de prisa. Camine hasta la casa para tratar de calmarme y durante todo el trayecto no dejaba de recordar cada momento de lo que había visto en esa habitación, la voz de mi conciencia volvió a hablar.
- Maly, es tu hermano… no puedes desearlo…
Pero fue interrumpido por el sentido común.
- No, en realidad no es tu hermano… ningún lazo biológico los une, solo un ligero lazo moral…
Rayos tenía razón, Miguel en realidad no era mi hermano, aquello fue un alivio ya que muy en el fondo me sentía culpable por desear a mi hermano.
Más tarde esa noche Miguel llego a casa acompañado de la misma mujer con la que había tenido sexo, la expresión en mi rosto cabio a asombro total y volví a notarme muy nerviosa, como aquellos tipos de la televisión cuando son culpables de algo. Mi hermano de inmediato lo noto y me miro con ojos de sospecha.
- Que… te sirvieron las pinturas…?-pregunto llamando mi atención-
- Aja… gracias mañana te las llevo-respondí-
Se acercó a donde están mi papas y presento a la chica como su amiga, cuando llego conmigo dijo.
- Ella es Ingrid, Maly pero creo que ya la conocías no?...-dijo Miguel, mientras me miraba a los ojos-
Rayos me había visto… o solo sospechaba por mi conducta sospechosa…
- No, nunca nos habíamos visto verdad?...-dije mirando a la chica-
Ella sonrió y dijo
- No nunca… mucho gusto…
Su sonrisa me dijo que no me había visto pero reconocía mi voz. Todos nos sentamos a la mesa y cenamos, al terminar me levante y me dirigí a mi habitación para prestarle un suéter a Ingrid, cuando salía con la prenda Miguel me esperaba en el pasillo, mirándome dijo.
- A ver hermanita… dime la verdad… me viste con Íngrid… viste lo que le hacía?
El corazón se me salía del pecho y mi respiración se agito de nuevo. Solo asentí con la cabeza y camine deprisa. Miguel me tomo del brazo y volvió a decir.
- Maly, tranquila… espera… por lo menos dime que viste…?-pregunto miguel-
- Todo… hermano… todo…-respondió con la cabeza baja-
- Jaja, ok… solo te pido que no digas nada por favor…-dijo mi hermano, soltándome del brazo-
Los dos caminamos a la sala, le entregue el suéter a Ingrid y los dos se despidieron, saliendo de casa.
Mis padres me dieron las buenas noches y todos entramos a nuestras habitaciones. Durante esa noche tuve sueños eróticos en los que los protagonistas éramos mi hermano y yo, los cuales fueron interrumpidos por el clásico sonido del despertador. Pase la mañana en la preparatoria y por la tarde regrese a casa, al estar en mi habitación mire los botes de pintura que había tomado de la casa de mi hermano así que ese era el pretexto para volver. Salí de prisa de mi casa y en el camino al departamento de Miguel una tormenta me dejo empapada.
Al llegar a su casa toque el timbre y nadie atendió, dude en usar de nuevo la llave pero mi ropa escurría de lo mojada que estaba, así que tome la llave y entre.
- Migue!!... estas en casa?...-dije en voz alta-
Nadie respondió, dirigí al cuarto de baño y comencé a llenar la tina de baño. Mientras la temperatura del agua se ajustaba me desnude por completo y Salí a meter mi ropa a la secadora.
Regrese al cuarto de baño y entre en la tina, el agua estaba caliente y comencé a relajarme tanto que caí en un sueño profundo. No sé cuánto tiempo paso, pero estando sumergida en la tina soñaba con mi hermano, a lo lejos escuchaba su voz diciendo.
- Maly… estas aquí?...
- Maly… dónde estás?...
De pronto la puerta del cuarto de baño se abrió y desperté de súbito, para ver a mi hermano parado frente a mí. Al verlo hice lo que no debí hacer, me levante para intentar alcanzar al toalla y mi hermano abrió grandes los ojos al ver mi cuerpo desnudo frente a él.
- Que haces… cierra los ojos… miguel…-dije intentando cubrirme-
- Jaja… resulta que ahora tengo que cerrar los ojos no… siendo tu quien esta desnuda en mi casa…-respondió Miguel mientras sus ojos me recorrían de abajo arriba-
Me volví a meter en el agua jabonosa, mientras que mi hermano de dejaba de mirarme. Su ojos fueron cambiando la forma de verme mientras su pene crecía dentro de su pantalón.
- Miguel… salte ya… déjame sola…-dije intentando que no lo hiciera-
De pronto él se sacó los zapatos y los calcetines, tomo su pantalón y lo desabrocho bajándolo de un tirón, lo saco usando sus pies; mientras sus manos desabotonaban su camisa y lo desojaban de ella.
- Miguel… que haces…-dije en tono deseoso al ver a mi hermano desnudarse frente a mí-
- Hago lo que quieres que haga… Maly… o no es lo que quieres?-pregunto mientras bajaba sus calzones y se despojaba de ellos-
- Parece que mi hermanita quiere ser mi puta…-dijo mirándome fijamente-
- Hermanita, quieres ser mi puta?-pregunto acercándose a mí con el pene en su mano-
En ese momento mil cosas pasaron por mi cabeza, pero ninguna tan fuerte como para decir que no. Solo podía mirar que el pene de mi hermano se acercaba cada vez más a mi cara.
- Si, si quiero… quiero ser tu puta… Migue… hazme tu puta…-dije rebasada por el deseo-
- Bien putita… abre la boca…-dijo tomándome del cabello-
Lentamente abrí la boca y mi hermano hundió su pene poco flácido en ella.
- Chupa, hermanita… chúpale el pito a tu hermanito…-decía miguel mientras metía y sacaba el pene de mi boca-
- Mm, mm, mm, mm, migue… mmm, mm, mm, mm, mm…-era lo único que se escuchaba salir de mi garganta-
- Umm, hermanita… que bien chupas pito… eres toda una experta… verdad puta?...-dijo mi hermano-
- Mmjjuu… mm, mm, mmm, mm, mm, mm…-gemía mientras le daba sexo oral a mi hermano-
Sus manos tomaron mis senos mientras su cadera seguía moviéndose penetrando mi boca con buen ritmo.
- Uy… Maly… que ricas chichitas tienes… umm, umm… y que boca tan suave y húmeda… aa, aa, oo… imagino que así mm, mm, debes de tener la panocha…-decía miguel entre gemidos-
Yo lo tome de los muslos y deje que se zaceara con mi boca, pocos minutos después sus manos me sujetaron con fuerza por la corona de mi cabeza y sentí que su pene comenzaba a palpitar dentro de mi boca. Miguel hundió por completo su pene en mi boca y sin dejar de sostenerme la cabeza, dejo salir su semen inundando con el mi garganta.
- Ummm!!... ummm!!... Maly… hermanita… oooo!!!... traga, traga mocos… ummm!!-gemía mientras se vaciaba dentro de mi garganta-
Yo jalaba aire pero su pene me lo impedía así que comencé a golpear sus muslos y el al darse cuenta que me asfixiaba saco de un golpe su pene de mi boca, lo que provoco que su semen escurriera por todo mi cuello hasta mis senos…
Jale aire con todas mis fuerzas, mientras tragaba lo el semen que quedaba en mi garganta. Miguel miro que su líquido espeso se había derramado en mí y dijo.
- Límpiate y trágalo… hermanita…
Lo cual hice tomando el semen que se hallaba en mis senos y cuello con los dedos, lo metí a mi boca y los deje limpios.
- Te gusto, hermanita…?-pregunto Miguel-
- Aja… sabe rico…-respondí-
- Bien sal de ahí… vamos a terminar con esto…-dijo dándome la mano y ayudándome a salir de la bañera.-
Mi cuerpo empapado de agua goteaba mientras caminábamos, no pude evitar mirar su pene un poco flácido, sola para darme cuenta que aun escurría líquido seminal de la punta de este. Caminamos hasta el estudio y mi hermano me inclino sobre el escritorio que ahí se encontraba.
- Cierra los ojos Maly, solo siente lo que viene a continuación…-dijo mientras se ponía de rodillas Miguel-
Cerré lo ojos y me prepare para disfrutar de su lengua y boca. La misma que dejaba suaves besos por todas mi nalgas y labios vaginales, después de un momento de besos en el trasero, sus manos separaron mis nalgas y sus labios besaron mi vagina con fuerza.
- Mmm!!... migue… mmm!!... migue… aaa!!...-gemía al sentir sus labios succionar mi vagina-
- Shhh… putita… disfruta y calla…-respondió mi hermano-
Sus labios dejaron de succionar para dar paso a su lengua, la cual hacia pequeños círculos a lo largo de mis labios vaginales, mientras que sus dedos frotaban mi clítoris; aquello era increíble.
- Te gusta puta… te gusta mi lengua…-decía mi hermano-
- Mmmjuu… aaaa!!... sigue migue no pares… mmm!!... ouuuu!!... que rico…-gemía yo-
Su dedos dejaron mi clítoris y se clavaron en mi canal vaginal, lentamente los deslizaba dentro para después sacarlos, con cada penetración de sus dedos mi vagina se humedecía aún más, mis senos se comenzaron a endurecer y sentí como si mi vejiga estuviera llena de orina…
- Migue… migue… quiero ir al baño… déjame… me voy a orinar…-dije al sentir esa sensación-
- Sshhh… relájate hazte aquí… solo hazlo… que no te importe nada… dame tus jugos hermanita putona…-dijo mi hermano-
Trate de contener todo lo que pude, pero la presión fue demasiada, así que solté un gemido largo y profundo y deje que mi vagina se derramara sobre la cara de mi hermano. Me sentí avergonzada ya que creí que lo había orinado…
- Perdón migue… te deje empapado… -dije jadeante-
- Jajaja… puta tonta… no sabes ni lo que te ha pasado, verdad… tuviste un orgasmo… no te orinaste…-dijo mi hermano riendo.-
A mis 18 años había ya tenido varias experiencias sexuales pero ese día me di cuenta que mi hermano me superaba con mucho.
Cuando aún mi cuerpo se estremecía producto del placer de aquel orgasmo, mi hermano se levantó y dijo.
- Chúpame de nuevo puta… ponme el pito duro…
Me di vuelta lentamente y comencé a darle sexo oral de nuevo. Su pene se comenzó a poner duro después de unas cuantas chupadas y jalones que mis manos le daban.
Una vez que estuvo bien duro, Miguel me tomo de la barbilla y dijo.
- Ahora si hermanita putita… vas a probar el pito de tu hermanito… acuéstate…
Me deje caer hacia atrás y levante las piernas, el las tomo por mis pantorrillas y se acercó a mí. Lentamente me doblo como quien dobla una hoja de papel, dejando que mis tobillos reposaran junto a mis orejas. Su pene duro paso varias veces por encima de mi vagina y de pronto se clavó dentro de mí, hasta lo más profundo.
- Aaaaaaa!!!... migue…. Ummmm!!... uuu, uu, uu, aaaa!!... migue… que rico… aaa!!...-gemía al sentir como su pene se hundía en mi-
- Uuurrrr!!!... hermana…. Uurr!!... que buena estas… aprietas muy bien….-decía mi hermano-
Sus manos se recargaron en mis corvas y comenzó a mover su cadera metiendo y sacando su pene de mi vagina con cadencia.
- Aa, aa, aa, aa, pap, pap, pap, aa, aa, mm, pap, pap, pap, mm, mm, mm, hermanita… que rica estas… ummm!!... si… te gusta migue… te gusta… aja… me encanta tu pucha… apretada y caliente… aa, aa, mm, mm, pap, pap, pap…-gemíamos los dos-
Poco a poco la intensidad de la penetraciones aumentaba y con ella los gemidos y golpeteos.
- Aa, aa, aa, aa, aa, aa, uy, uy, uy, uy, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… migue, migue, migueee!!... así… justo así… cógete a tu hermanita… aaa!!... que rico… cógete a tu puta hermana… aaayy!!... Maly… umm… mmm, uy… que rico coges hermanita… nunca me imaginé estar cogiéndote… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… aaaaa!!... –gemíamos casi a la par-
De pronto se detuvo y me saco el pene, violentamente me dio vuelta tomándome de los tobillos y colocándome en posición de perrito, volvió a hundirme el pene hasta el fondo y de un solo empujón.
- Aaaaa!!... migueeee!!… cállate… puta… y goza mi pito… pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap… mm, mm, mm, mm, ummm!!... Maly… Maly… Maly… que buena pucha tienes… siento como me aprieta el pito… como si fuera a arrancármelo… ou, ou, ou, ou, ou… así, así, sigue así… no pares … migue… no te detengas… aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa, aa…-eran los sonidos de un buen sexo entre hermanos-
Después de algunos minutos el bajo la intensidad y las penetraciones se hicieron más lentas y cadenciosas. Así duramos otro tiempo, hasta que llegó el momento de cambiar la posición; zafando su pene de mí vagina se recostó sobre la cama y dijo.
- Móntame hermana puta… móntame hasta que te llene de mocos la pucha…
Casi sin aliento y fuerzas debido a tanto placer me subí en mi hermano y comencé a propinarme tremendos sentones sobre su pene.
- Aww!!.. aww!!... así putita… así… agg… aggg… mm… mmm… pap… pap… pap… pap… migue no puedo más… estoy exhausta… pap… pap… mmm!!... –dije totalmente cansada-
Mi hermano me tomo de las nalgas y levantándome un poco comenzó a meter y sacar su pene con violencia.
- Uuyyyy!!... uyyyy!!... pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap, pap…aa, aa, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, a, aaaaa!!... migue, migue… umm… umm… hermanita ya casi, ya casi… ooo!!... aguanta… aguanta… déjame terminar en tu pucha… -dijo mi hermano-
Volví a sentir aquella presión dentro de mi vagina una vez más, y justo cuando me derramaba por segunda vez en la tarde; Miguel dejo que su semen inundara mi vagina.
- Oooo!!!... migue…. Me vengo…. Me vengo…. Yo también…. Aaawwww!!... ggggrrrr!!!... aa, aa, aa, aa… aaaaa!!!.....-gemíamos al terminar juntos-
La mezcla de su semen y mis jugos femeninos provoco que todo saliera de mi vagina y se esparciera por su pene y testículos llegando hasta las sabanas. Me desplome sobre él, al tiempo que sus brazos me rodearon con fuerza; y susurro a mi oído.
- Hermanita, eres la mejor puta que he tenido…
Sus labios besaron los míos y ahí permanecimos hasta recuperar el aliento. El sueño nos venció y dormimos por espacio de una hora, para después volver a vestirnos, Miguel me acompaño de regreso a casa, durante el trayecto sentía que las piernas se me doblaban y mi hermano casi tuvo que cargarme en sus brazos. Me dejo en la puerta de la casa y besándome la mejilla se despidió.
Entre a casa y salude a mis padres, y me fui a mi habitación. Dormí como un bebe hasta el día siguiente. Al despertar aun sentía el aroma de mi hermano en todo mi cuerpo…
Y así fue como me convertí en la puta de mi hermano…
Fin…
1 comentarios - Hermanita, Quieres Ser Mi Puta?…