Nos quedamos en la cama mi tía Irene, mi esposa y yo, desnudos, exhaustos por el sexo que habiamos tenido hacía un rato. Me quedé dormido...
Al despertarme, vi a mi tía vestida y a mi mujer tambien. Había acordado un paseo cerca del río a bordo de un jeep. A la noche comeríamos allí y luego vendríamos. El sexo, imaginé, quedaría puertas adentro...
Luego de preparar todo, nos subimos al jeep y fuimos por un camino rural. Iba manejando yo. El río quedaba a media hora de viaje... Después de hablar de cosas variada, la tía le preguntó a mi mujer:
-Le chupaste la verga en el auto a tu marido alguna vez?
-Mmmm No, en al auto no.
-Bueno, lo querés hacer acá?
Acto seguido, se agacha, me saca la pija y comienza a masturbarme. Mi tía se acercaba para ver y besaba en el cuello a mi esposa... Yo aminoré la marcha para disfrutar, y cuando vi a la tía empezar a pajearse, paré....
Me bajé el pantalón para que mi mujer estuviera más cómoda... la otra se encargó de desnudarla y empezar - otra vez - a comerle la cajeta... eran finalmente 2 putas terribles.
Nos fuimos atrás, y acomodé mi poronga en el ojete de mi tía, para sacarlo y meterselo en la boca a mi esposa.
Mi tía se arqueaba de placer, mi mujer chupando una pija y una argolla, mientras ella era penetrada por la lengua de mi tía, perversa como pocas
Eramos tres bestias gritando, gimiendo, cogiendo. Calientes, transpirados bajo el sol. Pero todo se detuvo de repente cuando un patrullero paró al lado nuestro. Resultado: Los tres presos.
Nos cubrieron con una manta. Estabamos al horno
(continuará...)
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