Como suele pasar a veces traspaso algunos limites sin proponermelo, por el calor de la situación que o por mi forma de ser me termina llevando casi sola a hacer cosas que jamas pensaría o se me ocurrirían pensándolo fríamente. Esta es una de esas veces en las que el clima del momento me llevo por esos caminos tan excitantes.
Estábamos en una especie de verano fuera de estación. Si bien no era la fecha hacía realmente mucho calor en la ciudad y eso sumado a que de por si somos muy calurosas nos tenía muy mal a mi y a mi amiga Jimena. Para completar la situación estábamos sumamente irritadas porque una de las bandas más populares de rock visitaba la ciudad y las entradas se habían agotado tan rápido que para cuando fuimos a comprarlas ya hacía horas que había terminado la venta. Para variar el macho de turno de mi amiga iba a asistir.
Parecía que iba a ser un fin de semana para el olvido y la verdad somos como gemelas, el humor de una moviliza automáticamente el de la otra, como ella estaba enojada con esa situación yo que era ajena estaba igual de molesta. Pero lo que parecía iba a ser un finde agendado para el resentimiento se convertiría pronto. Como de costumbre la colo iba a quedarse a dormir en casa y si se nos pasaba la mala onda que teníamos estaba lista para salir a buscar acción. En eso entra mi tío Estaban hablando muy fuerte por teléfono. Como es su costumbre entraba como si fuera su casa, sin golpear y saludando solo con la mano.
- Me van a dejar en banda ahora? lo veníamos planeando loco! son los dos unos pollerudos- decía enardecido al celular - ahora las entradas las revendo en la puerta o me las meto en el culo?! - gritó unos segundos antes de cortar.
- Que pasa Esteban! - Le dijo mi viejo, que no entendía nada.
- El negro y Juani me dejaron de garpe porque a las esposas se les ocurrió una salida de a cuatro y ahora yo me quedo como un boludo con las entradas para el recital de hoy- le respondió frustrado.
- Es como te diría el viejo, "eso por querer hacerse los pendejos", estás grande para esas boludeces - Le tiró mi papá entre risas. Lejos de calmarlo lo molestó más.
Mientras mirábamos esa situación la colorada se le transformó la cara y no dejaba de darme codazos y hacerme señas. A él le sobraban dos entradas y eso podía ponernos en el espectáculo que todo el mundo quería presenciar.
Rápidamente lo llamamos y apenas se acercó empezamos a convencerlo para que nos lleve al borde de la suplica. Teníamos una buena complicidad con él porque como soy su única sobrina mujer siempre me tuvo como la preferida. Los mejores regalos, todos los caprichos desde chica. Solía consentirme cada vez que mis papás me decían "no se puede" y parece que esta iba a ser una de esas ocasiones, con sus preciadas entradas.
Mi tío Estaban es un tipo ya medio mayor, con algunas canas que se le asoman en las sienes y un candado que se va tiñendo de gris y con hijos más grandes que yo, pero su debilidad es el rock. Tocaba en una banda con unos amigos de chico y eran bastante buenos, por lo que cuenta mi viejo, pero los compromisos de la paternidad y las responsabilidades lo llevaron gradualmente a ser un tibio oficinista que tiene un sueldo holgado para que no le falte nada a su familia. Papel del que solo se libera en esta clase de eventos y revive sus mejores épocas, por eso cuando le ofrecimos ir con él no nos constó mucho convencerlo.
-Te amo! Sos el mejor tío del mundo! - le dije apenas me dijo que sí.
-Pero con una condición, te quedas conmigo durante todo el recital, porque son entradas de campo y mi hermanito me mata si te pasa algo en medio de la multitud - Me aclaró haciendose el duro por más que sabe que no le creo ese rol. Obvio que acepté. Con Jime lo abrazábamos como si nos hubiera salvado la vida.
- Bueno vayan a prepararse que un par de horas salimos para poder acomodarnos cerca- nos dijo para calmar nuestra euforia.
Mientras me arreglaba, la colo llamó a Facundo, su chico, para encontrarnos y quedaron en que lo pasábamos a buscar para no desencontrarnos. Después de un buen rato ya estábamos las dos listas para una gran noche. Se puso un jean bien apretado y una remera de la banda atada tipo pupera, con la panza al aire y unas zapatillas estilo rolingas rojas y blancas.
Yo por mi parte, me puse una remera roja de un festival de rock y me la até de la misma forma que mi amiga, un pantalón negro elastizado y unos borcegos que tengo para estas ocasiones. Nos maquillamos un poco y bajamos.
-Uy dios me van a matar los pibes con ustedes dos! - Nos dijo mi tío haciéndose el gracioso.
-No se preocupe Esteban que llamamos refuerzos, viene un amigo más con nosotras. - Le dijo mi amiga pasandole las dos manos por los hombros a mi tío que tenía una remera del grupo, sin mangas. Situación que un poco lo incomodó porque automáticamente saltó del sillón y buscó las llaves para salir en el auto. Mientras íbamos en camino, después de levantar a Facu. Como yo iba sentada adelante, al lado de mi tío podía ver como se le escapaba alguna mirada hacia a mi amiga, lo cual era entendible porque no solo es muy hermosa, también es naturalmente provocativa en todos sus movimientos y gestos. Cuando sentía mi mirada se hacía el disimulado y miraba para afuera. A mi me causaba hasta cierta ternura esa situación.
Cuando llegamos ya había bastante gente haciendo fila, y las miradas empezaron a sentirse de todos lados, al igual que los piropos de albañil de cada uno que pasaba cerca. No me preocupaba porque la cara de malo y la tremenda espalda de mi tío evitaba que alguno se quisiera pasar. En cuanto a la colo estuvo casi todo el tiempo de espera a los besos con su Facu así que ni se fijaba en los buitres que había al rededor o no le importaba. Una media hora después de que llegamos se abrieron las puertas y empezamos a entrar. Cuando ingresamos ya había bastante gente así que empezamos a empujar para encontrar una buena ubicación. Mientras íbamos pasando sentí manos por todo el cuerpo. Ya que mi tío iba al frente haciendo lugar y Facundo es un inútil. Cuando mi tío se dio cuenta de eso, me puso delante de él, abrazandome con un brazo y abriendo paso con el otro.
Quedamos bastante cerca de la valla. Bien al frente del escenario. Y después de un buen rato se apagaron las luces y arrancaron con todo. Empezó a sonar la canción de moda y todo el mundo se enloqueció. La colo pronto estaba rodeada de un monton de monos que le tocaron todo, mientras el tonto del novio miraba estupidizado la banda. El pogo empezó a ser cada vez más intenso y nos fue moviendo hacia adelante. Mi tío trataba de protegerme poniendo su cuerpo de barrera para que yo no recibiera ningún golpe ni manoseos. Le indico al otro pobre flaco que hiciera lo mismo con Jime, pero era un trapo de piso el flaco, no frenaba nada. Y la pobre estaba expuesta al manoseo y las apoyadas más evidentes. La verdad conociéndola, en el fondo lo debía estar disfrutando. Eso se notaba porque cada vez se resistía menos. Mi tío cada tanto giraba para verla y se mordía los labios. Miré también y pude ver como la estaban tocando un grupo de 5 o 6 flacos y ella ya sonreía y les hablaba. No se veían ya, señales de su supuesto macho. Conociendola ya no le puse atención y me centré en el show.
Comenzó a sonar uno de los mejores temas y yo empece a saltar como loca mientras la gente empujaba desde atrás, en ese momento la presión se hizo más grande y mi tío quedó pegado contra mi. Pude sentir que el show que daba mi amiga y sus amigos lo había entusiasmado mucho al tío Estaban. Una pija muy dura justo en el medio de mis nalgas, es algo que no se puede disimular como las miradas en el auto. Instintivamente me di vuelta y antes de que diga nada me ganó de mano diciendo:
- Soy yo, no te asustes, en cuanto aflojen hago más lugar- sin mirarme a los ojos tal vez avergonzado.
- Todo bien tío - le dije yo, para calmarlo.
Tenía una buena pija el viejo a pesar de los años. Capaz el ambiente del rock lo hacía sentirse joven y le traía buenos recuerdos.
Es sabido que el rock y el sexo van de la mano y si tocaba en una banda debe haber cogido como loco en esa época.
La colo ya estaba casi contra la vaya un poco más adelante que nosotros pero no podía vernos por el circulo de pendejos calientes que tenía al rededor. Yo solo pensaba en lo caliente que estaba mi tío. Quería que el buen momento que estaba pasando fuera mejor aún así que mientras estábamos así apretados, empecé a saltar pasando mi culo una y otra vez por su fuerte erección. Esto se ve que lo inquietó un poco, hacía lo posible por alejarse un de mi cuerpo pero la presión de la gente no lo dejaba. Su pija parecía reaccionar muy bien a mis roces. Sentía como crecía cada vez más. El olor del humo, la música, la gente y sentir el cuerpo transpirado de una mina casi treinta años menor hacían que su cuerpo olvidara que era su sobrina esa mujer. Me ponía a mil calentarlo con mi culo. De golpe siento su brazo en mi espalda. Estaba poniendo distancia para dejar de apoyarme. Ante todo era paternal y protector. Y resignaba el obvio placer que lo estaba haciendo sentir.
Dí vuelta la cabeza y sin girar el cuerpo porque no tenía espacio. le dije:
- Sacá el brazo que quiero sentir esta pija dura - Y agarre su bulto con mi mano.
- Hey soy yo! Esteban! - me dijo pensando que era una confusión y medio horrorizado por mi actitud
- Pero la pija se te paró igual con mi cola, dale, nadie se entera acá, no se ve nada - y me estiré para atrás dándole un beso en el cuello que junto con lo que dije lo dejó mudo.
Lo siguiente que supe fue que corrió el brazo y puso su mano en mi panza. Me di vuelta y lo miré con cara de puta, pasando mi lengua por el labio superior de mi boca de lado a lado y después le sonreí cómplice. El se mordió los labios y me acercó a él moviendo su tremenda erección sobre mi cola. Yo me movía haciéndolo gozar del contacto. Estaba muy caliente y sentir las voces y los empujones al rededor me calentaba más. Nadie al rededor notaba lo que estaba pasando. Todas las miradas estaban centradas en el escenario. Eso me dio confianza para ir un paso más allá. Desabroché mi pantalón y guíe su mano adentro, cuando sintió que dentro de mi tanga estaba mojada se calentó el doble.
Me agarró del pelo y me dijo al oído - nunca pensé que fueras tan atorranta, pendeja trola!- yo le respondí apretandolo y meneandole muy pegada la cola y el metiendome sus dedos bien adentro de la concha mojada.
Ya no nos importaba toda la gente al rededor. Nadie nos conocía. Mientras hacíamos esto me gire y le dije - te voy a hacer acabar acá mismo- Automáticamente se bajó el cierre del pantalón y yo busque su pija con mi mano, estaba caliente y venosa, y con la punta mojada, apunto de explotar sobre mi mano.
- Dale acabame toda tío!- le dije con cara de nena juguetona y sumado a la paja que le estaba haciendo pronto sentí dos chorros suertes y calientes en mi espalda. La calentura en ese momento me ganó. Me di vuelta y le comí la boca, mientras en el abrazo se me desparramó toda la leche. Fue un beso muy intenso, con mucha lengua y bastante largo. Cuando terminó el beso empezó a guardar la pija pero antes pase mi dedo por la punta y saqué algo de leche que quedaba ahí, me lamí el dedo ante la mirada incrédula del tío Esteban y me acomodé para ver lo que quedaba de recital como si nada, me desaté la remera para disimular la acabada que tenía en la piel. Él se quedó mudo el resto del show. Al poco tiempo terminó el espectáculo y no encontrábamos a la colo. Después de un rato de llamarla en vano al celu pude verla que venía echa un desastre, toda despeinada y con la remera estirada. Era imposible no encontrarla, blanca como la leche con esos ojasos claros y los rulos colorados para todos lados. Ni le preguntamos por Facundo, nos subimos al auto y arrancamos la vuelta.
Cuando volvíamos, sabiendo que teníamos un buen rato hasta llegar a casa, Jime se tiró en el asiento de atrás y se durmió.
- Se ve que tuvo algo de acción también - le dije con cara picara
- Lo que pasó hoy estuvo muy mal, y no puede repetirse nunca... - me venía diciendo con cara seria, cuando empezó a sonar su teléfono y se fue a la banquina para atender.
- Hola mi amor, si, estamos volviendo con las chicas... - arrancó a hablar medio nervioso. Era mi tía preocupada por la hora. Se preocupa mucho cada vez que Esteban va a uno de estos recitales.
Sabiendo que la charla daba para largo y como no me gustó el tono en el que me habló. Empecé tocarle la pija de nuevo mientras hablaba con mi tía.
Se puso rojo y me hacía señas de que parara mientras seguía hablando. Yo me puse el dedo en la boca como las enfermeras cuando piden silencio y empecé a bajarle el cierre del pantalón. La situación lo aterró. Miraba para atrás a ver si mi amiga despertaba y tenía que seguir la conversación con su mujer asustada.
Se ve que toda esa adrenalina hizo efecto porque apenas metí la mano adentro del bóxer saqué una pija bien dura. Me mordí los labios y empecé a masturbarlo suavemente. El polarizado de los vidrios y la velocidad de los otros autos en ese lugar del camino nos daba bastante intimidad y desde el primer momento que sentí esa pija estaba decidida a hacer esto. Me acerque despacio y le pase la lengua a la punta de la pija. Esto lo hizo temblar y apretar el teléfono entre sus dos manos para poder liberar un gemido de placer que me entusiasmó más todavía.
- Se corta amor, no hay buena señal acá, dale en un ratito te llamo- dijo, y apenas cortó me metí su pija entera adentro de la boca. Y empece una mamada como solo yo sé hacerlo. En ese momento las exclamaciones de placer eran permanentes. Ya no había resistencia alguna, no había parentesco que lo incomodara ni nada, solo mi boca haciéndolo gozar. Con los ojos cerrados y acariciando mi cabeza, se entregó totalmente al placer.
- Te dije que eras el mejor tío del mundo- le dije antes de meterme de nuevo esa pija gorda y caliente en la boca otra vez.
En ese momento mire de reojo para atrás y vi los ojos de mi amiga abiertos como el dos de oro y con una sonrisa de complicidad y excitación. Le hice seña con mi dedo indice de que se acercara y muy despacio se fue moviendo hasta donde estaba yo y empezó a lamer la parte de la pija que no entraba en mi boca. Al sentir esto mi tío abrió los ojos sorprendido y la imagen de las dos chicas jóvenes peleando por meterse su pija en la boca lo excitó demasiado.
- gracias por traerme Esteban, te pensabas que no vi como me mirabas?- le dijo con una sonrisa Jime lamiendosela desde los huevos.
- que putas que son! no puedo creer - decía agarrandose la cabeza y disfrutando de nuestras lenguas y labios que iban turnando su pedazo.
Jimena se la metió hasta la garganta ahogándose un poco y esto lo excitó tanto que agarró su cabeza y empezó a bombearle la boca con fuerza metiéndosela entera una y otra vez. Me quedé unos segundos mirando esa escena hasta que la boca de mi amiga empezó a desbordar de leche espesa. La que rápidamente tragó y se dedicó a lamer el resto mirandolo a los ojos con cara de gata satisfecha. Le dimos un beso cada una y nos acomodamos para seguir viaje. El resto del camino fue charla sobre sexo.
Con los cambios de planes dejamos a la colorada en su casa y seguimos camino. Habíamos hecho unas cuadras y le digo - todo muy lindo pero me quede sin leche yo- con una media sonrisa y mirándolo fijamente. Miró hacia afuera y vio que estábamos frente a un descampado y me dijo - te voy a dar algo mejor a vos porque son mi consentida- y apenas terminó de decir eso, frenó y me empujó contra la ventanilla. Me bajó el pantalón de un tirón y me empezó a coger descontrolado por el culo. Con la mejilla y la mano contra el vidrio y gritando como una puta, terminé lo que sin dudas fue el mejor recital de mi vida.
Estábamos en una especie de verano fuera de estación. Si bien no era la fecha hacía realmente mucho calor en la ciudad y eso sumado a que de por si somos muy calurosas nos tenía muy mal a mi y a mi amiga Jimena. Para completar la situación estábamos sumamente irritadas porque una de las bandas más populares de rock visitaba la ciudad y las entradas se habían agotado tan rápido que para cuando fuimos a comprarlas ya hacía horas que había terminado la venta. Para variar el macho de turno de mi amiga iba a asistir.
Parecía que iba a ser un fin de semana para el olvido y la verdad somos como gemelas, el humor de una moviliza automáticamente el de la otra, como ella estaba enojada con esa situación yo que era ajena estaba igual de molesta. Pero lo que parecía iba a ser un finde agendado para el resentimiento se convertiría pronto. Como de costumbre la colo iba a quedarse a dormir en casa y si se nos pasaba la mala onda que teníamos estaba lista para salir a buscar acción. En eso entra mi tío Estaban hablando muy fuerte por teléfono. Como es su costumbre entraba como si fuera su casa, sin golpear y saludando solo con la mano.
- Me van a dejar en banda ahora? lo veníamos planeando loco! son los dos unos pollerudos- decía enardecido al celular - ahora las entradas las revendo en la puerta o me las meto en el culo?! - gritó unos segundos antes de cortar.
- Que pasa Esteban! - Le dijo mi viejo, que no entendía nada.
- El negro y Juani me dejaron de garpe porque a las esposas se les ocurrió una salida de a cuatro y ahora yo me quedo como un boludo con las entradas para el recital de hoy- le respondió frustrado.
- Es como te diría el viejo, "eso por querer hacerse los pendejos", estás grande para esas boludeces - Le tiró mi papá entre risas. Lejos de calmarlo lo molestó más.
Mientras mirábamos esa situación la colorada se le transformó la cara y no dejaba de darme codazos y hacerme señas. A él le sobraban dos entradas y eso podía ponernos en el espectáculo que todo el mundo quería presenciar.
Rápidamente lo llamamos y apenas se acercó empezamos a convencerlo para que nos lleve al borde de la suplica. Teníamos una buena complicidad con él porque como soy su única sobrina mujer siempre me tuvo como la preferida. Los mejores regalos, todos los caprichos desde chica. Solía consentirme cada vez que mis papás me decían "no se puede" y parece que esta iba a ser una de esas ocasiones, con sus preciadas entradas.
Mi tío Estaban es un tipo ya medio mayor, con algunas canas que se le asoman en las sienes y un candado que se va tiñendo de gris y con hijos más grandes que yo, pero su debilidad es el rock. Tocaba en una banda con unos amigos de chico y eran bastante buenos, por lo que cuenta mi viejo, pero los compromisos de la paternidad y las responsabilidades lo llevaron gradualmente a ser un tibio oficinista que tiene un sueldo holgado para que no le falte nada a su familia. Papel del que solo se libera en esta clase de eventos y revive sus mejores épocas, por eso cuando le ofrecimos ir con él no nos constó mucho convencerlo.
-Te amo! Sos el mejor tío del mundo! - le dije apenas me dijo que sí.
-Pero con una condición, te quedas conmigo durante todo el recital, porque son entradas de campo y mi hermanito me mata si te pasa algo en medio de la multitud - Me aclaró haciendose el duro por más que sabe que no le creo ese rol. Obvio que acepté. Con Jime lo abrazábamos como si nos hubiera salvado la vida.
- Bueno vayan a prepararse que un par de horas salimos para poder acomodarnos cerca- nos dijo para calmar nuestra euforia.
Mientras me arreglaba, la colo llamó a Facundo, su chico, para encontrarnos y quedaron en que lo pasábamos a buscar para no desencontrarnos. Después de un buen rato ya estábamos las dos listas para una gran noche. Se puso un jean bien apretado y una remera de la banda atada tipo pupera, con la panza al aire y unas zapatillas estilo rolingas rojas y blancas.
Yo por mi parte, me puse una remera roja de un festival de rock y me la até de la misma forma que mi amiga, un pantalón negro elastizado y unos borcegos que tengo para estas ocasiones. Nos maquillamos un poco y bajamos.
-Uy dios me van a matar los pibes con ustedes dos! - Nos dijo mi tío haciéndose el gracioso.
-No se preocupe Esteban que llamamos refuerzos, viene un amigo más con nosotras. - Le dijo mi amiga pasandole las dos manos por los hombros a mi tío que tenía una remera del grupo, sin mangas. Situación que un poco lo incomodó porque automáticamente saltó del sillón y buscó las llaves para salir en el auto. Mientras íbamos en camino, después de levantar a Facu. Como yo iba sentada adelante, al lado de mi tío podía ver como se le escapaba alguna mirada hacia a mi amiga, lo cual era entendible porque no solo es muy hermosa, también es naturalmente provocativa en todos sus movimientos y gestos. Cuando sentía mi mirada se hacía el disimulado y miraba para afuera. A mi me causaba hasta cierta ternura esa situación.
Cuando llegamos ya había bastante gente haciendo fila, y las miradas empezaron a sentirse de todos lados, al igual que los piropos de albañil de cada uno que pasaba cerca. No me preocupaba porque la cara de malo y la tremenda espalda de mi tío evitaba que alguno se quisiera pasar. En cuanto a la colo estuvo casi todo el tiempo de espera a los besos con su Facu así que ni se fijaba en los buitres que había al rededor o no le importaba. Una media hora después de que llegamos se abrieron las puertas y empezamos a entrar. Cuando ingresamos ya había bastante gente así que empezamos a empujar para encontrar una buena ubicación. Mientras íbamos pasando sentí manos por todo el cuerpo. Ya que mi tío iba al frente haciendo lugar y Facundo es un inútil. Cuando mi tío se dio cuenta de eso, me puso delante de él, abrazandome con un brazo y abriendo paso con el otro.
Quedamos bastante cerca de la valla. Bien al frente del escenario. Y después de un buen rato se apagaron las luces y arrancaron con todo. Empezó a sonar la canción de moda y todo el mundo se enloqueció. La colo pronto estaba rodeada de un monton de monos que le tocaron todo, mientras el tonto del novio miraba estupidizado la banda. El pogo empezó a ser cada vez más intenso y nos fue moviendo hacia adelante. Mi tío trataba de protegerme poniendo su cuerpo de barrera para que yo no recibiera ningún golpe ni manoseos. Le indico al otro pobre flaco que hiciera lo mismo con Jime, pero era un trapo de piso el flaco, no frenaba nada. Y la pobre estaba expuesta al manoseo y las apoyadas más evidentes. La verdad conociéndola, en el fondo lo debía estar disfrutando. Eso se notaba porque cada vez se resistía menos. Mi tío cada tanto giraba para verla y se mordía los labios. Miré también y pude ver como la estaban tocando un grupo de 5 o 6 flacos y ella ya sonreía y les hablaba. No se veían ya, señales de su supuesto macho. Conociendola ya no le puse atención y me centré en el show.
Comenzó a sonar uno de los mejores temas y yo empece a saltar como loca mientras la gente empujaba desde atrás, en ese momento la presión se hizo más grande y mi tío quedó pegado contra mi. Pude sentir que el show que daba mi amiga y sus amigos lo había entusiasmado mucho al tío Estaban. Una pija muy dura justo en el medio de mis nalgas, es algo que no se puede disimular como las miradas en el auto. Instintivamente me di vuelta y antes de que diga nada me ganó de mano diciendo:
- Soy yo, no te asustes, en cuanto aflojen hago más lugar- sin mirarme a los ojos tal vez avergonzado.
- Todo bien tío - le dije yo, para calmarlo.
Tenía una buena pija el viejo a pesar de los años. Capaz el ambiente del rock lo hacía sentirse joven y le traía buenos recuerdos.
Es sabido que el rock y el sexo van de la mano y si tocaba en una banda debe haber cogido como loco en esa época.
La colo ya estaba casi contra la vaya un poco más adelante que nosotros pero no podía vernos por el circulo de pendejos calientes que tenía al rededor. Yo solo pensaba en lo caliente que estaba mi tío. Quería que el buen momento que estaba pasando fuera mejor aún así que mientras estábamos así apretados, empecé a saltar pasando mi culo una y otra vez por su fuerte erección. Esto se ve que lo inquietó un poco, hacía lo posible por alejarse un de mi cuerpo pero la presión de la gente no lo dejaba. Su pija parecía reaccionar muy bien a mis roces. Sentía como crecía cada vez más. El olor del humo, la música, la gente y sentir el cuerpo transpirado de una mina casi treinta años menor hacían que su cuerpo olvidara que era su sobrina esa mujer. Me ponía a mil calentarlo con mi culo. De golpe siento su brazo en mi espalda. Estaba poniendo distancia para dejar de apoyarme. Ante todo era paternal y protector. Y resignaba el obvio placer que lo estaba haciendo sentir.
Dí vuelta la cabeza y sin girar el cuerpo porque no tenía espacio. le dije:
- Sacá el brazo que quiero sentir esta pija dura - Y agarre su bulto con mi mano.
- Hey soy yo! Esteban! - me dijo pensando que era una confusión y medio horrorizado por mi actitud
- Pero la pija se te paró igual con mi cola, dale, nadie se entera acá, no se ve nada - y me estiré para atrás dándole un beso en el cuello que junto con lo que dije lo dejó mudo.
Lo siguiente que supe fue que corrió el brazo y puso su mano en mi panza. Me di vuelta y lo miré con cara de puta, pasando mi lengua por el labio superior de mi boca de lado a lado y después le sonreí cómplice. El se mordió los labios y me acercó a él moviendo su tremenda erección sobre mi cola. Yo me movía haciéndolo gozar del contacto. Estaba muy caliente y sentir las voces y los empujones al rededor me calentaba más. Nadie al rededor notaba lo que estaba pasando. Todas las miradas estaban centradas en el escenario. Eso me dio confianza para ir un paso más allá. Desabroché mi pantalón y guíe su mano adentro, cuando sintió que dentro de mi tanga estaba mojada se calentó el doble.
Me agarró del pelo y me dijo al oído - nunca pensé que fueras tan atorranta, pendeja trola!- yo le respondí apretandolo y meneandole muy pegada la cola y el metiendome sus dedos bien adentro de la concha mojada.
Ya no nos importaba toda la gente al rededor. Nadie nos conocía. Mientras hacíamos esto me gire y le dije - te voy a hacer acabar acá mismo- Automáticamente se bajó el cierre del pantalón y yo busque su pija con mi mano, estaba caliente y venosa, y con la punta mojada, apunto de explotar sobre mi mano.
- Dale acabame toda tío!- le dije con cara de nena juguetona y sumado a la paja que le estaba haciendo pronto sentí dos chorros suertes y calientes en mi espalda. La calentura en ese momento me ganó. Me di vuelta y le comí la boca, mientras en el abrazo se me desparramó toda la leche. Fue un beso muy intenso, con mucha lengua y bastante largo. Cuando terminó el beso empezó a guardar la pija pero antes pase mi dedo por la punta y saqué algo de leche que quedaba ahí, me lamí el dedo ante la mirada incrédula del tío Esteban y me acomodé para ver lo que quedaba de recital como si nada, me desaté la remera para disimular la acabada que tenía en la piel. Él se quedó mudo el resto del show. Al poco tiempo terminó el espectáculo y no encontrábamos a la colo. Después de un rato de llamarla en vano al celu pude verla que venía echa un desastre, toda despeinada y con la remera estirada. Era imposible no encontrarla, blanca como la leche con esos ojasos claros y los rulos colorados para todos lados. Ni le preguntamos por Facundo, nos subimos al auto y arrancamos la vuelta.
Cuando volvíamos, sabiendo que teníamos un buen rato hasta llegar a casa, Jime se tiró en el asiento de atrás y se durmió.
- Se ve que tuvo algo de acción también - le dije con cara picara
- Lo que pasó hoy estuvo muy mal, y no puede repetirse nunca... - me venía diciendo con cara seria, cuando empezó a sonar su teléfono y se fue a la banquina para atender.
- Hola mi amor, si, estamos volviendo con las chicas... - arrancó a hablar medio nervioso. Era mi tía preocupada por la hora. Se preocupa mucho cada vez que Esteban va a uno de estos recitales.
Sabiendo que la charla daba para largo y como no me gustó el tono en el que me habló. Empecé tocarle la pija de nuevo mientras hablaba con mi tía.
Se puso rojo y me hacía señas de que parara mientras seguía hablando. Yo me puse el dedo en la boca como las enfermeras cuando piden silencio y empecé a bajarle el cierre del pantalón. La situación lo aterró. Miraba para atrás a ver si mi amiga despertaba y tenía que seguir la conversación con su mujer asustada.
Se ve que toda esa adrenalina hizo efecto porque apenas metí la mano adentro del bóxer saqué una pija bien dura. Me mordí los labios y empecé a masturbarlo suavemente. El polarizado de los vidrios y la velocidad de los otros autos en ese lugar del camino nos daba bastante intimidad y desde el primer momento que sentí esa pija estaba decidida a hacer esto. Me acerque despacio y le pase la lengua a la punta de la pija. Esto lo hizo temblar y apretar el teléfono entre sus dos manos para poder liberar un gemido de placer que me entusiasmó más todavía.
- Se corta amor, no hay buena señal acá, dale en un ratito te llamo- dijo, y apenas cortó me metí su pija entera adentro de la boca. Y empece una mamada como solo yo sé hacerlo. En ese momento las exclamaciones de placer eran permanentes. Ya no había resistencia alguna, no había parentesco que lo incomodara ni nada, solo mi boca haciéndolo gozar. Con los ojos cerrados y acariciando mi cabeza, se entregó totalmente al placer.
- Te dije que eras el mejor tío del mundo- le dije antes de meterme de nuevo esa pija gorda y caliente en la boca otra vez.
En ese momento mire de reojo para atrás y vi los ojos de mi amiga abiertos como el dos de oro y con una sonrisa de complicidad y excitación. Le hice seña con mi dedo indice de que se acercara y muy despacio se fue moviendo hasta donde estaba yo y empezó a lamer la parte de la pija que no entraba en mi boca. Al sentir esto mi tío abrió los ojos sorprendido y la imagen de las dos chicas jóvenes peleando por meterse su pija en la boca lo excitó demasiado.
- gracias por traerme Esteban, te pensabas que no vi como me mirabas?- le dijo con una sonrisa Jime lamiendosela desde los huevos.
- que putas que son! no puedo creer - decía agarrandose la cabeza y disfrutando de nuestras lenguas y labios que iban turnando su pedazo.
Jimena se la metió hasta la garganta ahogándose un poco y esto lo excitó tanto que agarró su cabeza y empezó a bombearle la boca con fuerza metiéndosela entera una y otra vez. Me quedé unos segundos mirando esa escena hasta que la boca de mi amiga empezó a desbordar de leche espesa. La que rápidamente tragó y se dedicó a lamer el resto mirandolo a los ojos con cara de gata satisfecha. Le dimos un beso cada una y nos acomodamos para seguir viaje. El resto del camino fue charla sobre sexo.
Con los cambios de planes dejamos a la colorada en su casa y seguimos camino. Habíamos hecho unas cuadras y le digo - todo muy lindo pero me quede sin leche yo- con una media sonrisa y mirándolo fijamente. Miró hacia afuera y vio que estábamos frente a un descampado y me dijo - te voy a dar algo mejor a vos porque son mi consentida- y apenas terminó de decir eso, frenó y me empujó contra la ventanilla. Me bajó el pantalón de un tirón y me empezó a coger descontrolado por el culo. Con la mejilla y la mano contra el vidrio y gritando como una puta, terminé lo que sin dudas fue el mejor recital de mi vida.
32 comentarios - Sexo y Rock&Roll
más daño me hace la lata de cerveza... gracias por el relato
Muuuy caliente!!
Me encanto!
Gracias por compartir
mandale un beso a Jime
besitos 😘
😘