Si bien, y tácticamente no era mi prima, nuestras familias eran mas que amigas. Son esas personas que son más familia que las verdaderas. Si bien en la historia también nombro a su madre Julia, Melina era mi “prima” mayor y que estaba desarrollada de una manera bastante bien. Mide 1,75 aprox., de piernas interminables, unos senos y una cola muy armoniosa y con una boca terriblemente excitante, carnosa como pocas. Tiene 6 años más que yo y en ese momento yo no superaba ampliamente los 18. En uno de las tantas vacaciones que pasábamos juntos nos fuimos a una playa a Brasil.
Ese verano se me habían despertado las hormonas y son a quien les hecho la culpa de lo que sucedió esos días allá.
Durante los primeros días todo iba normal pero debo admitir que mi mirada ya empezaba a tener ciertas intenciones. La miraba en bikini durante el día, a la noche la miraba cuando se arreglaba para salir de joda (con mi hermano pero sin mi porque aun era chico) y durante los desayunos en la casa que alquilábamos, donde ella se paseaba con sus ropas de dormir.
Un día, su madre (Julia), mi prima y yo, nos volvimos antes de la playa porque diferentes razones, pero era algo que hacíamos a veces aprovechando que teníamos un departamento frente a la playa alquilado. Mientras cruzábamos la calle, que separa la playa de la vereda de los edificios, yo iba mirando, disimuladamente, el juego que había entre sus nalgas y la tanga del bikini. Eso me iba calentando y yo ya iba imaginando la paja que me iba a hacer en el baño cuando lleguemos. Mi tía se había vuelto porque quería descansar un rato antes de salir a la noche, mi prima porque quería ser la primera en bañarse (por el agua caliente) y yo porque tenia ganas de ir al baño ya que las aguas de mar generalmente nos hacen trabajar la panza mas de lo habitual. Mientras entrábamos al departamento mi tía fue a uno de los baños y mi prima fue al que tenía la ducha. En ese momento se me ocurrió ir a espiar por la cerradura a ver si podía ver algo y por desgracia (o suerte) no pude ver demasiado, porque se sentó en el inodoro para hacer algo de sus necesidades antes de bañarse. Mi visión era de perfil a como ella estaba sentada y solo podía ver hasta la mitad de su torso que en un momento debió haber percibido mi presencia del otro lado de la puerta porque colgó algo de la manija para tapar mi visión. Decidí irme un rato de ahí y concentrarme en otra cosa para olvidarme de que me estaba haciendo encima y mi tía no salía del baño. Por ahí cuando voy a golpear la puerta del baño de mi tía se abre repentinamente antes de hacerlo y ambos nos asustamos. Yo porque no esperaba que mi tía habrá justo la puerta y mi tía porque estaba totalmente desnuda con su maya enteriza en la mano. Mi tía tenia unos 50 y tanto pero la verdad que era uno de los primeros cuerpos que veía totalmente desnudo y en vivo. Los dos nos pusimos incómodos por diferentes razones y mi tía si bien se quería tapar con la maya obviamente que no alcazaba para tapar todo su cuerpo. Medio retándome me pregunto “que hacia ahí” y yo con la mayor inocencia del mundo le dije que “Iba a tocarle la puerta para ver si le faltaba mucho porque me estaba haciendo encima”. Mi tía me hizo entrar y ella se fue medio enojada pensando que yo tal vez la estaba espiando pero en su enojo se olvido de no darme la espalda, la cual pude mirar gracias al espejo grande que había en una de las paredes. Que culo grande que tenía mi tía, un culo para 12 personas dirían en la calle. No era de lo mejor que me podía esperar, pero era un culo de adeveras y eso importaba más que nada. Al instante de sentarme en el inodoro para hacer lo que tantas ganas tenia empecé a relajarme y pensar en lo que había visto de mi tía. Una concha bastante peluda, unas tetas impresionantemente grandes con unos pezones grandes, que cuando quiso taparse quedaban mas apretadas y altas y eran mucho mas excitantes y una cola que debería tenés ayuda para separar los glúteos y mirarle los agujeritos. Haciendo un repaso visual de la situación no podía esperarme otra cosa que una terrible erección la cual era peligrosa, porque cualquier chorrito de pis podía salir disparado para cualquier lado, incluso mi propio cuerpo.
Lo mejor sucedió en ese mismo momento. Mientras yo estaba ocupado en masturbarme con el recuerdo de mi tía y tratando de controlar el pis que mientras tanto salía, siento que la puerta se abre muy rápido, con mucha violencia y la voz de mi prima diciendo “Ma, me deje todo acá”. En ese momento mi cara debe a haber expresado todo y más. Entró completamente desnuda, con su conchita depilada (pero no del todo), sus tetas firmes y en su lugar, su boca demostrando su sorpresa y yo con mi pija entre las manos. Mi prima me clavo la vista a mi que estaba sentado en el inodoro con la verga parada y por 2 segundos ninguno de los dos pudimos decir nada. Nos miramos enteritos y mi reflejo fue tratar de esconder lo mi verga y lo que estaba haciendo con ella. Melina, se tapo con las manos como pudo, salio corriendo y pidiendo perdón. Otra vez el mismo detalle de la madre, se olvido que tenía espalda y un culito precioso. Ahí fue una gloria para mí, cerré la puerta y me masturbe 2 veces seguidas como pude y acabe en la puerta, en el piso, en la bacha, no me importaba mas nada. Al salir de ahí, me asomo a la puerta de la habitación de mi tía y estaba cerrada, espío por la cerradura y ella estaba metida en la cama, tapada y durmiendo. Mi prima aun se bañaba, intento espiar pero estaba tapada la cerradura. Al salir mi prima yo estaba mirando TV en el comedor, vino y me pidió perdón y me dijo que pensaba que era su mama la que estaba en el baño y por eso había entrado ahí. Yo le dije que no había problema y le conté lo que me había sucedido con su mama (por supuesto le obvie la parte de que la había mirado desnuda) y ella se río con cierta vergüenza y me dijo: “Tampoco vi nada de lo que estabas haciendo, así que no pasa nada”. Yo me puse colorado y le dije que no estaba haciendo nada, “nada malo” acoto ella. Ella debe haber visto que yo quería que me trague la tierra (por mi inexperiencia natural) así que ella me dijo: “Igual, estas bien para tu edad, no tenés de que avergonzarte”… yo me reí, ella se río y cambio de canal y de conversación.
Ese verano se me habían despertado las hormonas y son a quien les hecho la culpa de lo que sucedió esos días allá.
Durante los primeros días todo iba normal pero debo admitir que mi mirada ya empezaba a tener ciertas intenciones. La miraba en bikini durante el día, a la noche la miraba cuando se arreglaba para salir de joda (con mi hermano pero sin mi porque aun era chico) y durante los desayunos en la casa que alquilábamos, donde ella se paseaba con sus ropas de dormir.
Un día, su madre (Julia), mi prima y yo, nos volvimos antes de la playa porque diferentes razones, pero era algo que hacíamos a veces aprovechando que teníamos un departamento frente a la playa alquilado. Mientras cruzábamos la calle, que separa la playa de la vereda de los edificios, yo iba mirando, disimuladamente, el juego que había entre sus nalgas y la tanga del bikini. Eso me iba calentando y yo ya iba imaginando la paja que me iba a hacer en el baño cuando lleguemos. Mi tía se había vuelto porque quería descansar un rato antes de salir a la noche, mi prima porque quería ser la primera en bañarse (por el agua caliente) y yo porque tenia ganas de ir al baño ya que las aguas de mar generalmente nos hacen trabajar la panza mas de lo habitual. Mientras entrábamos al departamento mi tía fue a uno de los baños y mi prima fue al que tenía la ducha. En ese momento se me ocurrió ir a espiar por la cerradura a ver si podía ver algo y por desgracia (o suerte) no pude ver demasiado, porque se sentó en el inodoro para hacer algo de sus necesidades antes de bañarse. Mi visión era de perfil a como ella estaba sentada y solo podía ver hasta la mitad de su torso que en un momento debió haber percibido mi presencia del otro lado de la puerta porque colgó algo de la manija para tapar mi visión. Decidí irme un rato de ahí y concentrarme en otra cosa para olvidarme de que me estaba haciendo encima y mi tía no salía del baño. Por ahí cuando voy a golpear la puerta del baño de mi tía se abre repentinamente antes de hacerlo y ambos nos asustamos. Yo porque no esperaba que mi tía habrá justo la puerta y mi tía porque estaba totalmente desnuda con su maya enteriza en la mano. Mi tía tenia unos 50 y tanto pero la verdad que era uno de los primeros cuerpos que veía totalmente desnudo y en vivo. Los dos nos pusimos incómodos por diferentes razones y mi tía si bien se quería tapar con la maya obviamente que no alcazaba para tapar todo su cuerpo. Medio retándome me pregunto “que hacia ahí” y yo con la mayor inocencia del mundo le dije que “Iba a tocarle la puerta para ver si le faltaba mucho porque me estaba haciendo encima”. Mi tía me hizo entrar y ella se fue medio enojada pensando que yo tal vez la estaba espiando pero en su enojo se olvido de no darme la espalda, la cual pude mirar gracias al espejo grande que había en una de las paredes. Que culo grande que tenía mi tía, un culo para 12 personas dirían en la calle. No era de lo mejor que me podía esperar, pero era un culo de adeveras y eso importaba más que nada. Al instante de sentarme en el inodoro para hacer lo que tantas ganas tenia empecé a relajarme y pensar en lo que había visto de mi tía. Una concha bastante peluda, unas tetas impresionantemente grandes con unos pezones grandes, que cuando quiso taparse quedaban mas apretadas y altas y eran mucho mas excitantes y una cola que debería tenés ayuda para separar los glúteos y mirarle los agujeritos. Haciendo un repaso visual de la situación no podía esperarme otra cosa que una terrible erección la cual era peligrosa, porque cualquier chorrito de pis podía salir disparado para cualquier lado, incluso mi propio cuerpo.
Lo mejor sucedió en ese mismo momento. Mientras yo estaba ocupado en masturbarme con el recuerdo de mi tía y tratando de controlar el pis que mientras tanto salía, siento que la puerta se abre muy rápido, con mucha violencia y la voz de mi prima diciendo “Ma, me deje todo acá”. En ese momento mi cara debe a haber expresado todo y más. Entró completamente desnuda, con su conchita depilada (pero no del todo), sus tetas firmes y en su lugar, su boca demostrando su sorpresa y yo con mi pija entre las manos. Mi prima me clavo la vista a mi que estaba sentado en el inodoro con la verga parada y por 2 segundos ninguno de los dos pudimos decir nada. Nos miramos enteritos y mi reflejo fue tratar de esconder lo mi verga y lo que estaba haciendo con ella. Melina, se tapo con las manos como pudo, salio corriendo y pidiendo perdón. Otra vez el mismo detalle de la madre, se olvido que tenía espalda y un culito precioso. Ahí fue una gloria para mí, cerré la puerta y me masturbe 2 veces seguidas como pude y acabe en la puerta, en el piso, en la bacha, no me importaba mas nada. Al salir de ahí, me asomo a la puerta de la habitación de mi tía y estaba cerrada, espío por la cerradura y ella estaba metida en la cama, tapada y durmiendo. Mi prima aun se bañaba, intento espiar pero estaba tapada la cerradura. Al salir mi prima yo estaba mirando TV en el comedor, vino y me pidió perdón y me dijo que pensaba que era su mama la que estaba en el baño y por eso había entrado ahí. Yo le dije que no había problema y le conté lo que me había sucedido con su mama (por supuesto le obvie la parte de que la había mirado desnuda) y ella se río con cierta vergüenza y me dijo: “Tampoco vi nada de lo que estabas haciendo, así que no pasa nada”. Yo me puse colorado y le dije que no estaba haciendo nada, “nada malo” acoto ella. Ella debe haber visto que yo quería que me trague la tierra (por mi inexperiencia natural) así que ella me dijo: “Igual, estas bien para tu edad, no tenés de que avergonzarte”… yo me reí, ella se río y cambio de canal y de conversación.
4 comentarios - baño, tia, prima (soft)
😉