Estaba en una época en mi vida donde quería y necesitaba coger. Me calentaba muy fácil, y necesitaba pija. Eso me llevaba a cometer algunas locuras, como esta que voy a contar hoy.
Había salido a bailar con mis amigas, y en el boliche conocí a un chico, muy lindo. Franeleamos toda la noche. Yo bailaba rozando mi cola contra su pija que no tardó en ponerse durísima. La sentía a través de la fina tela de mi pollera.
Él aprovechaba que mis piernas estaban al aire, y con sus manos tocaba mis muslos. Al ver que no decía nada, fue subiendo cada vez más. Cuando con sus dedos llegó hasta mi concha totalmente empapada, lejos de frenarlo cerré los ojos y suspiré extasiada. Nos dimos cuenta que no podíamos seguir haciendo eso en el medio de la pista. Nos fuimos a un rincón oscuro, donde estuvimos un rato más.
Luego de estar arrinconada contra una pared, me pidió de ir a su casa. Tenía una calentura épica, mi cuerpo lo único que pedía era coger. Agarré su pija con la mano y le dije "vamos", sin vueltas. El chabón vivía con un amigo, que había salido con él, así que íbamos a estar solos. Nos tomamos un taxi y fuimos. En el camino metió su mano entre mis piernas. Yo, media borracha y muy caliente, me tiré para atrás en el asiento y abrí mis piernas mientras él jugaba en mi concha. Por fin llegamos.
Vivía en tercer piso. Casi lo violo en el ascensor. Lo empujé contra el espejo y mientras le comía la boca le desabrochaba el pantalón. Saqué su pija y empecé a pajearlo, hasta llegar al destino.
Bajamos, él con el pantalón abierto y entramos al depto. Ahí terminé mi trabajo: bajé su pantalón y me arrodillé para chuparla. No me importaba nada. Agarré su pija con mis dos manos, era bien gruesa. Eso me calentaba aún más. Metí lo que pude en la boca y lo pajeaba. Con la otra mano me tocaba mi clítoris y me metía dedos en la conchita. No aguanté más.
Me paré y le ordené que me cogiera. Me llevó hasta su habitación, me tiró en la cama y sin sacarme la ropa se puso encima mío y me la puso. El mar de jugos que tenía brotando de mi agujero hizo que el pijón grueso entrara resbalando fácilmente.
Al fin sentía mi concha llena de carne. Pero el ritmo era muy lento y yo quería ser pr+acticamente violada por su pija. Le pedía que me cogiera más fuerte pero no me hacía caso. Pasé mis piernas rodeando sus caderas, lo apreté contra mi cuerpo y empecé yo a moverme rápido levantando mi cola. No duró 1 minuto que acabó. Lo seguí cogiendo hasta que sentí que su pija estaba totalmente dormida.
Me acosté a su lado, dejándolo descansar para arrancar otra vez. Yo estaba peor que antes. Cuando me di cuenta, el chabón estaba dormido! No su pija... él!!! Lo desperté. Me miró medio dormido y me dijo que descansaba un rato y me cogía de nuevo. Yo me quería morir!! Me levanté y me fui a al baño a mojarme la cara y a la cocina a buscar algo para tomar. Trataba de despejarme, para que se me pase la calentura. Justo cuando volvía a la cama, vuelve el amigo de bailar.
Al principio el chabón no entendía nada, después le expliqué y se empezó a cagar de la risa de su amigo. Resumiendo, me lo terminé comiendo a él. Me llevó a su habitación, que estaba al lado de la del amigo, y tirándome en la cama me empezó a chupar la concha. "No no, ponemela ponemela" le pedí.
No quería ni tenía tiempo para previas. De eso se había encargado su amigo. Se bajó el pantalón y sacó una pija, no tan gruesa como la del amigo pero bien dura. Me empezó a coger como a mi me gusta, sacando toda su pija y volviéndola a enterrar sin piedad. Le clavé mis uñas en la espalda y lo arañé. Él seguía taladrándome con fuerza. Me agarraba de los pelos y tiraba mi cabeza hacia atrás. Dejé escapar un grito de desahogo cuando me hizo acabar por primera vez.
Lo di vuelta. Me senté arriba y lo cabalgué levantando mis caderas. Su pija se enterraba por completo en mi concha y la dejaba salir casi hasta la cabeza. La dejé bien clavada adentro y me movía para adelante y atrás, rozando mi clítoris contra su cuerpo. Acabé dos veces casi seguidas. Mi cuerpo estaba convulsionado. El momento en que paré para recuperarme de los últimos dos, él me agarró y me tiró en la cama, con la cola para arriba.
Me levantó de mis caderas y puso su pija en mi concha. Abrí bien mis piernas para que la embocara. No fue difícil. Me la enterró y empezó a cogerme violentamente otra vez. Mis gritos eran cada vez más fuertes. Mordía la almohada para no despertar a mi primer chongo, que seguía en sus dulces sueños. Me agarró de los pelos y se puso bien encima mío, como los perritos, cogiéndome cada vez más fuerte. La cama se movía de las embestidas bestiales que me pegaba.
Los ruidos y los gritos hicieron que el bello durmiente se despertara. Se asomó a la habitación y vio la escena menos pensada: yo en 4 con su amigo arriba mío agarrándome de los pelos y pegándome una cogida monumental. "Que están haciendo??!" gritó el pibe desde la puerta. "Callate no jodas!" le grité. "Boludo dejame participar al menos!" le pidió a su amigo. Me miró y yo moví la cabeza diciendo que no. "Ni en pedo, que se vuelva a dormir... seguí dale", le dije. El dormilón se quedó mirando. No me importaba, al contrario me esforcé para que viera lo que se había perdido.
Tanto me esforcé que hice algo que nunca (bah... pocas jeje) hice: cuando estuvo por acabar, me tiré en la cama boca arriba y agarrando su pija se la empecé a chupar. Cuando sentí que se ponía bien dura puse su pija a la altura de mi cara. El primer chorro saltó a mi pelo. El segundo casi me arranca un ojo. Después empezó a caer leche por toda mi cara.
Me fui a limpiar. Cogimos un par de veces más ese día antes que me volviera a mi casa. Le pedí el teléfono, y obviamente, borré el de su amigo que se tuvo que bancar escucharnos cogiendo por varias semanas
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Había salido a bailar con mis amigas, y en el boliche conocí a un chico, muy lindo. Franeleamos toda la noche. Yo bailaba rozando mi cola contra su pija que no tardó en ponerse durísima. La sentía a través de la fina tela de mi pollera.
Él aprovechaba que mis piernas estaban al aire, y con sus manos tocaba mis muslos. Al ver que no decía nada, fue subiendo cada vez más. Cuando con sus dedos llegó hasta mi concha totalmente empapada, lejos de frenarlo cerré los ojos y suspiré extasiada. Nos dimos cuenta que no podíamos seguir haciendo eso en el medio de la pista. Nos fuimos a un rincón oscuro, donde estuvimos un rato más.
Luego de estar arrinconada contra una pared, me pidió de ir a su casa. Tenía una calentura épica, mi cuerpo lo único que pedía era coger. Agarré su pija con la mano y le dije "vamos", sin vueltas. El chabón vivía con un amigo, que había salido con él, así que íbamos a estar solos. Nos tomamos un taxi y fuimos. En el camino metió su mano entre mis piernas. Yo, media borracha y muy caliente, me tiré para atrás en el asiento y abrí mis piernas mientras él jugaba en mi concha. Por fin llegamos.
Vivía en tercer piso. Casi lo violo en el ascensor. Lo empujé contra el espejo y mientras le comía la boca le desabrochaba el pantalón. Saqué su pija y empecé a pajearlo, hasta llegar al destino.
Bajamos, él con el pantalón abierto y entramos al depto. Ahí terminé mi trabajo: bajé su pantalón y me arrodillé para chuparla. No me importaba nada. Agarré su pija con mis dos manos, era bien gruesa. Eso me calentaba aún más. Metí lo que pude en la boca y lo pajeaba. Con la otra mano me tocaba mi clítoris y me metía dedos en la conchita. No aguanté más.
Me paré y le ordené que me cogiera. Me llevó hasta su habitación, me tiró en la cama y sin sacarme la ropa se puso encima mío y me la puso. El mar de jugos que tenía brotando de mi agujero hizo que el pijón grueso entrara resbalando fácilmente.
Al fin sentía mi concha llena de carne. Pero el ritmo era muy lento y yo quería ser pr+acticamente violada por su pija. Le pedía que me cogiera más fuerte pero no me hacía caso. Pasé mis piernas rodeando sus caderas, lo apreté contra mi cuerpo y empecé yo a moverme rápido levantando mi cola. No duró 1 minuto que acabó. Lo seguí cogiendo hasta que sentí que su pija estaba totalmente dormida.
Me acosté a su lado, dejándolo descansar para arrancar otra vez. Yo estaba peor que antes. Cuando me di cuenta, el chabón estaba dormido! No su pija... él!!! Lo desperté. Me miró medio dormido y me dijo que descansaba un rato y me cogía de nuevo. Yo me quería morir!! Me levanté y me fui a al baño a mojarme la cara y a la cocina a buscar algo para tomar. Trataba de despejarme, para que se me pase la calentura. Justo cuando volvía a la cama, vuelve el amigo de bailar.
Al principio el chabón no entendía nada, después le expliqué y se empezó a cagar de la risa de su amigo. Resumiendo, me lo terminé comiendo a él. Me llevó a su habitación, que estaba al lado de la del amigo, y tirándome en la cama me empezó a chupar la concha. "No no, ponemela ponemela" le pedí.
No quería ni tenía tiempo para previas. De eso se había encargado su amigo. Se bajó el pantalón y sacó una pija, no tan gruesa como la del amigo pero bien dura. Me empezó a coger como a mi me gusta, sacando toda su pija y volviéndola a enterrar sin piedad. Le clavé mis uñas en la espalda y lo arañé. Él seguía taladrándome con fuerza. Me agarraba de los pelos y tiraba mi cabeza hacia atrás. Dejé escapar un grito de desahogo cuando me hizo acabar por primera vez.
Lo di vuelta. Me senté arriba y lo cabalgué levantando mis caderas. Su pija se enterraba por completo en mi concha y la dejaba salir casi hasta la cabeza. La dejé bien clavada adentro y me movía para adelante y atrás, rozando mi clítoris contra su cuerpo. Acabé dos veces casi seguidas. Mi cuerpo estaba convulsionado. El momento en que paré para recuperarme de los últimos dos, él me agarró y me tiró en la cama, con la cola para arriba.
Me levantó de mis caderas y puso su pija en mi concha. Abrí bien mis piernas para que la embocara. No fue difícil. Me la enterró y empezó a cogerme violentamente otra vez. Mis gritos eran cada vez más fuertes. Mordía la almohada para no despertar a mi primer chongo, que seguía en sus dulces sueños. Me agarró de los pelos y se puso bien encima mío, como los perritos, cogiéndome cada vez más fuerte. La cama se movía de las embestidas bestiales que me pegaba.
Los ruidos y los gritos hicieron que el bello durmiente se despertara. Se asomó a la habitación y vio la escena menos pensada: yo en 4 con su amigo arriba mío agarrándome de los pelos y pegándome una cogida monumental. "Que están haciendo??!" gritó el pibe desde la puerta. "Callate no jodas!" le grité. "Boludo dejame participar al menos!" le pidió a su amigo. Me miró y yo moví la cabeza diciendo que no. "Ni en pedo, que se vuelva a dormir... seguí dale", le dije. El dormilón se quedó mirando. No me importaba, al contrario me esforcé para que viera lo que se había perdido.
Tanto me esforcé que hice algo que nunca (bah... pocas jeje) hice: cuando estuvo por acabar, me tiré en la cama boca arriba y agarrando su pija se la empecé a chupar. Cuando sentí que se ponía bien dura puse su pija a la altura de mi cara. El primer chorro saltó a mi pelo. El segundo casi me arranca un ojo. Después empezó a caer leche por toda mi cara.
Me fui a limpiar. Cogimos un par de veces más ese día antes que me volviera a mi casa. Le pedí el teléfono, y obviamente, borré el de su amigo que se tuvo que bancar escucharnos cogiendo por varias semanas
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51 comentarios - No te duermas...
gracias por comentar!
gracias por comentar!
gracias por pasasr!
Buen relato, me parece una buena decision dejar al bobo afuera.
Hay que saber remarla en ciertos momentos.
gracias por pasar!
Te amo!
Siempre tenes una alternativa!!
Me encanto!
Muy caliente!
Gracias por compartir
gracias por pasar!
como me hubiera gustado ser yo el que te cojia
gracias por pasar! 😛
Copados tus relatos.
Puntos y a favoritos...
che nooooo se durmio que feoooo jajjajajaj yo le daba castañasos jajjaja menos mal estaba la opcion 2 😅
"Le clavé mis uñas en la espalda y lo arañé." bien ahi haria lo mismo XD
"El segundo casi me arranca un ojo" la leche mortal jjajajaja
al menos che no pego con la ver... en el oso jajjaja, me recordo una amiga una ves me dijo y lo haces con chicos un dia no dejes q te caiga leche en el cabello es dificil de quitar jajjaja , jajjaja es lindo arañar jaja no se vos pero a mi me recen en punta jajjaja
aah tenian razon toca sacrificar cortando peor que un nudo :C
gracias por comentar 😉
La capacidad de calentar vestida, como putita...pero vestida.
La 1.