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Si les interesa la historia completa, con las partes de Agus y leerla en orden, sigan los siguientes enlaces.
- Me recibí de maestra de un nene (Primera Parte)
- Cumple de mi primo
- Me recibí de maestra de un nene (Segunda Parte)
- ESTE RELATO
- Me recibí de maestra de un nene (Tercera Parte)
- Reencuentro
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Un sábado, me encontré con mi primo y sus amigos en el boliche. Uno de los chicos del grupo era Seba, el pibito prácticamente había violado en la fiesta de cumple de mi primo. Cuando lo vi se me iluminaron los ojitos... entre mis amigas era conocido como "mi juguetito", porque la vez que estuvimos fue eso: un juguetito que usé para mi satisfacción sexual.
Me dieron ganas de volver a jugar con él. Para poder llevar a cabo esto iba a necesitar de la ayuda de mi amiga Agustina: ella había garchado con mi primo, y aunque él estaba desesperado atrás de ella, Agus lo esquivaba. Pero esta vez necesitaba que arranque. Mis tíos estaban de vacaciones, así que la casa estaba sola. Por lo tanto, si Agus se iba con mi primo... todos contentos. No fue difícil convencer a Agus y mucho menos a mi primo, que estaba totalmente enloquecido con ella. Casi ni estuvimos en el boliche, nos escapamos mucho tiempo antes.
Nos tomamos un taxi y nos fuimos para la casa de mis tíos. Charlamos un rato, y después cada uno a lo suyo. Agus se fue con mi primo para su habitación y yo quedé con todo el resto de la casa con Seba. Cuando sentí que cerraron la puerta de la habitación me acerqué a Seba y lo arrinconé contra la pared.
Lo besé mientras le arrancaba el pantalón y le sacaba la remera, luego me saqué la mía y quedé en tetas. Como estaba con una pollerita, no hizo falta sacar más nada. Lo seguí besando mientras lo pajeaba. Él metía sus dedos en mi concha. De la calentura me empezaban a temblar las piernas.
Me arrodillé y agarrando su pija con una mano me la devoré entera, desesperadamente. La saboreé un poco y la saqué por completo, mojada con saliva. Mi mano se deslizaba con facilidad por su tronco. Desparramé bien la saliva y volví a escupirla para seguir pajeandolo. Me levanté y apoyando mis manos contra la pared, tiré mi cola para atrás mientras dejaba caer la pollerita al piso, quedando solo con la tanguita. Creo que entendió el mensaje, porque agarro su pija y la metió de una.
Seba me tenía agarrada de la cintura y me movía con fuerzas. Yo abría más mis piernas, para que me entrara más a fondo. Me siguió bombeando así un rato, hasta que sacó su pija y me tiró un lechazo en la cola. Cuando me di vuelta, su pija todavía estaba al palo. Me agaché, la chupé un rato para limpiarla y cuando vi que no perdía erección lo senté en una silla.
Me puse arriba suyo. Agarré su pija con mis manos y la coloqué en la puerta de mi concha que seguía largando flujos. Mi calentura era enorme. Levantaba mis caderas y me enterraba su pija lo más que podía. Me tiré un poco hacia atrás, y agarrando su cabeza hice que me chupara las tetas. Eso me dio más impulso y empecé a moverme con más fuerza.
Seba me frenó, me hizo levantar y me tiró al piso. Me puso en 4 y poniéndose atrás mío me empezó a coger violentamente. Me agarraba del pelo y me tiraba la cabeza para atrás. "Pegame pendejo pegame!" le gritaba desencajada y él obediente empezó a pegarme chirlitos en la cola. Me volvía loca.
Bajé mi cabeza y la apoyé en le piso, levantando más la cola. Empecé a moverme en círculos con su pija adentro, después para adelante y para atrás. Seba se había frenado, dejando que sea yo la que se moviera. Había acabado como 2 veces.
Saqué su pija. Me di vuelta, y, sin levantarme, fui gateando hasta él para hacerlo acabar con la boca. Apoyé su pija en mis pechos y me llenó las tetas con su leche caliente y espesa. Me la desparramé con mis manos por todo el cuerpo.
Nos sentamos en la mesa y nos servimos algo para tomar, para recuperar energía. Yo estaba sentada al lado de él y mientras hablábamos acariciaba su pija, ahora si dormida. No tardó mucho en empalmarse de nuevo. Lo dejé sentado y yo me agaché para empezar a chuparsela. Otra vez tenía su verga como roca en mis labios.
Seba seguía sentado. Yo me senté arriba suyo, pero ahora dándole la espalda. Tiré mi cuerpo hacia adelante apoyándome en la mesa. Con mis piernas levantaba y bajaba mis caderas dejándole el espectáculo de mi culo bajando sobre su cuerpo haciendo desaparecer su pija.
A lo lejos se sentían los gritos de mi amiga. "Haceme gritar más fuerte pendejo" le dije envuelta en una calentura terrible. Me levantó y me acostó sobre la mesa. Por un momento lo dudé pero la calentura que tenía era demasiada.
Puso mis piernas sobre sus hombros y cerrándolas empezó su garchada salvaje. Con tanta fuerza me movía que con sus manos no solo me arrastraba a mi sino también la mesa. Un par de sillas se cayeron. Yo gritaba desencajada. Se lo tomó muy en serio el pendejo. "Ay si hijo de puta cogeme fuerte dale no pares" alcanzaba a decir en medio de mis gemidos. Los gritos de Agustina me excitaban más.
Cuando me di cuenta, estaba en la mitad de la mesa y él subido arriba mío cogiendome totalmente desencajado. Nos dimos vuelta y me puse yo arriba. Empecé a moverme para adelante y atrás rozando mi clítoris en su cuerpo. "Meteme un dedo en el culo" le pedí mientras me quedaba quieta con la cola para atrás.
Cuando lo tuve adentro, seguí con el movimiento. Muy despacio. Hacia atrás me enterraba el dedo. Cuando iba para adelante, su pija. Otro orgasmo más. Pero no podía parar. Me levanté de la mesa y me arrodillé en una silla.
"Haceme la cola YA" le ordené. No tenía la pija muy grande así que no costó mucho. Su verga en mi cola me hacía excitar de nuevo. Llevé mis dedos a mi concha y empecé a tocarme mientras Seba seguía haciéndome la colita. Estaba por llegar a otro orgasmo cuando Seba sacó su pija. "NOoo ahora nooo"!!" le pedí. "No aguanto más!" me dijo, mientras sentía como otro lechazo mojaba mi espalda. "No pude más", terminó diciendo con una mueca de insatisfacción.
Yo estaba a punto de acabar y no podía quedarme así. Me senté en la silla y lo arrodillé adelante mío. "Terminá lo que empezaste", le dije mientras que agarrándolo de los pelos, enterré su boca en mi concha. "Ay si dale chupamela dale que te acabo en la boca dale". En poco tiempo estallé en un orgasmo casi igual o más fuerte que los anteriores.
Por la ventana ya asomaba el sol. Cuando vi la hora no lo podía creer, eran como las 7 de la mañana. Habíamos estado como 3 horas cogiendo sin parar. Aparecieron Agus y mi primo. Nos sentamos a desayunar (en la mesa donde habíamos estado cogiendo). Nos acostamos a dormir un rato. Avisé a mi mamá que me quedaba a dormir de Agus. Agus avisó que se quedaba a dormir en mi casa. Ese domingo volví a la noche tarde. Los tuvimos secuestrados a los dos pendejos toda la tarde. Los dejamos secos pobrecitos. Pero no se quejaron mucho.
Aun hoy, cuando voy de mis tíos veo esa mesa y me acuerdo de las cosas que hice ahí arriba.
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- Reencuentro
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Un sábado, me encontré con mi primo y sus amigos en el boliche. Uno de los chicos del grupo era Seba, el pibito prácticamente había violado en la fiesta de cumple de mi primo. Cuando lo vi se me iluminaron los ojitos... entre mis amigas era conocido como "mi juguetito", porque la vez que estuvimos fue eso: un juguetito que usé para mi satisfacción sexual.
Me dieron ganas de volver a jugar con él. Para poder llevar a cabo esto iba a necesitar de la ayuda de mi amiga Agustina: ella había garchado con mi primo, y aunque él estaba desesperado atrás de ella, Agus lo esquivaba. Pero esta vez necesitaba que arranque. Mis tíos estaban de vacaciones, así que la casa estaba sola. Por lo tanto, si Agus se iba con mi primo... todos contentos. No fue difícil convencer a Agus y mucho menos a mi primo, que estaba totalmente enloquecido con ella. Casi ni estuvimos en el boliche, nos escapamos mucho tiempo antes.
Nos tomamos un taxi y nos fuimos para la casa de mis tíos. Charlamos un rato, y después cada uno a lo suyo. Agus se fue con mi primo para su habitación y yo quedé con todo el resto de la casa con Seba. Cuando sentí que cerraron la puerta de la habitación me acerqué a Seba y lo arrinconé contra la pared.
Lo besé mientras le arrancaba el pantalón y le sacaba la remera, luego me saqué la mía y quedé en tetas. Como estaba con una pollerita, no hizo falta sacar más nada. Lo seguí besando mientras lo pajeaba. Él metía sus dedos en mi concha. De la calentura me empezaban a temblar las piernas.
Me arrodillé y agarrando su pija con una mano me la devoré entera, desesperadamente. La saboreé un poco y la saqué por completo, mojada con saliva. Mi mano se deslizaba con facilidad por su tronco. Desparramé bien la saliva y volví a escupirla para seguir pajeandolo. Me levanté y apoyando mis manos contra la pared, tiré mi cola para atrás mientras dejaba caer la pollerita al piso, quedando solo con la tanguita. Creo que entendió el mensaje, porque agarro su pija y la metió de una.
Seba me tenía agarrada de la cintura y me movía con fuerzas. Yo abría más mis piernas, para que me entrara más a fondo. Me siguió bombeando así un rato, hasta que sacó su pija y me tiró un lechazo en la cola. Cuando me di vuelta, su pija todavía estaba al palo. Me agaché, la chupé un rato para limpiarla y cuando vi que no perdía erección lo senté en una silla.
Me puse arriba suyo. Agarré su pija con mis manos y la coloqué en la puerta de mi concha que seguía largando flujos. Mi calentura era enorme. Levantaba mis caderas y me enterraba su pija lo más que podía. Me tiré un poco hacia atrás, y agarrando su cabeza hice que me chupara las tetas. Eso me dio más impulso y empecé a moverme con más fuerza.
Seba me frenó, me hizo levantar y me tiró al piso. Me puso en 4 y poniéndose atrás mío me empezó a coger violentamente. Me agarraba del pelo y me tiraba la cabeza para atrás. "Pegame pendejo pegame!" le gritaba desencajada y él obediente empezó a pegarme chirlitos en la cola. Me volvía loca.
Bajé mi cabeza y la apoyé en le piso, levantando más la cola. Empecé a moverme en círculos con su pija adentro, después para adelante y para atrás. Seba se había frenado, dejando que sea yo la que se moviera. Había acabado como 2 veces.
Saqué su pija. Me di vuelta, y, sin levantarme, fui gateando hasta él para hacerlo acabar con la boca. Apoyé su pija en mis pechos y me llenó las tetas con su leche caliente y espesa. Me la desparramé con mis manos por todo el cuerpo.
Nos sentamos en la mesa y nos servimos algo para tomar, para recuperar energía. Yo estaba sentada al lado de él y mientras hablábamos acariciaba su pija, ahora si dormida. No tardó mucho en empalmarse de nuevo. Lo dejé sentado y yo me agaché para empezar a chuparsela. Otra vez tenía su verga como roca en mis labios.
Seba seguía sentado. Yo me senté arriba suyo, pero ahora dándole la espalda. Tiré mi cuerpo hacia adelante apoyándome en la mesa. Con mis piernas levantaba y bajaba mis caderas dejándole el espectáculo de mi culo bajando sobre su cuerpo haciendo desaparecer su pija.
A lo lejos se sentían los gritos de mi amiga. "Haceme gritar más fuerte pendejo" le dije envuelta en una calentura terrible. Me levantó y me acostó sobre la mesa. Por un momento lo dudé pero la calentura que tenía era demasiada.
Puso mis piernas sobre sus hombros y cerrándolas empezó su garchada salvaje. Con tanta fuerza me movía que con sus manos no solo me arrastraba a mi sino también la mesa. Un par de sillas se cayeron. Yo gritaba desencajada. Se lo tomó muy en serio el pendejo. "Ay si hijo de puta cogeme fuerte dale no pares" alcanzaba a decir en medio de mis gemidos. Los gritos de Agustina me excitaban más.
Cuando me di cuenta, estaba en la mitad de la mesa y él subido arriba mío cogiendome totalmente desencajado. Nos dimos vuelta y me puse yo arriba. Empecé a moverme para adelante y atrás rozando mi clítoris en su cuerpo. "Meteme un dedo en el culo" le pedí mientras me quedaba quieta con la cola para atrás.
Cuando lo tuve adentro, seguí con el movimiento. Muy despacio. Hacia atrás me enterraba el dedo. Cuando iba para adelante, su pija. Otro orgasmo más. Pero no podía parar. Me levanté de la mesa y me arrodillé en una silla.
"Haceme la cola YA" le ordené. No tenía la pija muy grande así que no costó mucho. Su verga en mi cola me hacía excitar de nuevo. Llevé mis dedos a mi concha y empecé a tocarme mientras Seba seguía haciéndome la colita. Estaba por llegar a otro orgasmo cuando Seba sacó su pija. "NOoo ahora nooo"!!" le pedí. "No aguanto más!" me dijo, mientras sentía como otro lechazo mojaba mi espalda. "No pude más", terminó diciendo con una mueca de insatisfacción.
Yo estaba a punto de acabar y no podía quedarme así. Me senté en la silla y lo arrodillé adelante mío. "Terminá lo que empezaste", le dije mientras que agarrándolo de los pelos, enterré su boca en mi concha. "Ay si dale chupamela dale que te acabo en la boca dale". En poco tiempo estallé en un orgasmo casi igual o más fuerte que los anteriores.
Por la ventana ya asomaba el sol. Cuando vi la hora no lo podía creer, eran como las 7 de la mañana. Habíamos estado como 3 horas cogiendo sin parar. Aparecieron Agus y mi primo. Nos sentamos a desayunar (en la mesa donde habíamos estado cogiendo). Nos acostamos a dormir un rato. Avisé a mi mamá que me quedaba a dormir de Agus. Agus avisó que se quedaba a dormir en mi casa. Ese domingo volví a la noche tarde. Los tuvimos secuestrados a los dos pendejos toda la tarde. Los dejamos secos pobrecitos. Pero no se quejaron mucho.
Aun hoy, cuando voy de mis tíos veo esa mesa y me acuerdo de las cosas que hice ahí arriba.
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37 comentarios - Mi juguetito
Gracias de nuevo por compartir tus deliciosos relatos, volveré con puntos!!!! 😉 😉
pregunta cuando aparecio tu primo y tu amigo, todos vestidos???
besos
Te amo, te amo! 😍
Muuuuy caliente!!
Gracias por compartir
gracias por pasar 😉
nooo mortal jajjaja recuerdo y si supieran la historia de esa mesa jajjajaj , te entiendo yo hay unas cosas asi en plan no tenia donde comprar dildo asiq bueno... a usar algo de mi cuarto jajjajajaj luego una ve y dice que recuerdos sexuales coño jjajaj
soy demasiado jajajjaa va nada fuerte, pero si de cositas asi como mencione jejej
gracias por comentar 🙂