Durante las primeras semanas, mi entrenamiento solo había consistido en ser follada varias veces al día, ahora, con mis nuevas perforaciones, uno de los tipos del amo se encargaba de mi entrenamiento, su verga era fenomenal, era rígida y grande, y descargaba una gran cantidad de semen en mi culo con cada venida, no había visto a Edvige desde que fue castigada por el amo, y el amo no me había follado desde que llegue a la mansión, pero no importa, ahora estoy siendo penetrada por la verga dura de uno de sus hombres, ya me e corrido unas dos veces, mi semen esta delante mio, me penetra como a una perrita, con el culo hacia arriba, tira de los aros en mis pezones, y no puedo evitar excitarme mas, -por favor, por favor, haz que me corra otra vez- le grite, me nalgueo y dijo -muy bien putita- y aumento la velocidad de las embestidas, mis muñecas estaban aferradas a la mesa de metal sobre la que me hallaba, el también se había corrido dentro de mi culo, sentí como mi vientre creció con cada descarga, me nalgueaba una y otra vez, -si, maltrata a esta puta, haz que desee tu verga siempre- sonrió y se vino, sentir que todavía se corría con fuerza me llevo al clímax, quede jadeando como una perra con los ojos en blanco.
Las luces de mi cuarto me despertaron, Edvige estaba a mi lado, tan hermosa como siempre, con su pecho al descubierto y su pene en encerrado en una tanga de cuero apretada, -me logre colar, al amo no le gusta que su favorita se folle a la mercancía- entonces me dijo, -el amo secuestra y prostituye a sus putas, también las vende al mejor postor, pero no a mi, soy su favorita, a la única puta que folla, pero yo le tengo asco...- su mirada se extravió en oscuridad de la ventana, -te amo-
sus palabras penetraron mi cuerpo, y me hicieron sentir feliz -en serio- quise saber si no era un truco, mi amada Edvige, nunca lo mencione, pero la belleza de tan bella criatura me había prendido desde que la vi por primera vez -quiero que me ayudes, el amo me dio una droga que endurece mi pene, y la sensación me excita mas, se siente atrapado, alíviame- se dio la vuelta y me mostró su dulce culo, su ano era rosado naturalmente, la tanga no lo cubría, lo rodeaba y dejaba una abertura para penetrarlo. no me contuve y lleve mi lengua lamiendo sus nalgas, hasta llegar a la entrada de su ano, introduje mi lengua y sentí como su cuerpo se estremecía, puse mi mano sobre el bulto de su tanga, pude sentir que tan duro estaba su sexo, imagine la presión y mi cuerpo también se estremeció, -vaya, si que esta apretado, ¿quieres que me encargue?,- me miro con una sonrisa -si, usa tu dulce pene para aliviarme- -bien, pero tendrás que mamármela primero- accedió, se puso de rodillas y se llevo a la boca mi excitada verga, recorría su cuerpo con sus labios, la besaba delicadamente, comenzó a usar la lengua, despacio, humedecía la cabeza, y lamia mis huevos, entonces, la devoro de un solo bocado, todo su largo se introdujo en la boca de Edvige -mi linda Edvige- le decía mientras succionaba moviendo la cabeza de arriba a abajo, me vine sin avisarle, levanto la cara con una sonrisa de la que chorreaba un poco de semen, no lo pensé, solo bese a Edvige compartiendo mi semen, -¿ahora si me follaras?- me pregunto, se quiso voltear, pero no la deje, la cargue y la lleve a mi cama, le quite la mayoría de la ropa menos la tanga, abrí sus piernas, busque a tientas bajo las abanas la entrada a su culo, la encontré y apunte hacia ella, -¿lista?- asintió, su cara se puso roja en cuanto introduje todo el largo a través de su recto, hasta que mis caderas toparon, -perdón, ¿te lastime?- lo pregunte por a expresión de vergüenza que tenia, -no, es la primera vez que me lo hace la persona que amo- las lagrimas bajaron por mis mejillas -¿dije algo malo acaso?- -no- comencé a mover las caderas, aquella noche, olvide todo lo relacionado con el entrenamiento, sobre el amo, sobre ser vendida, aquella noche solo pensaba en Edvige, en nada mas, quería estar con ella por la eternidad, nunca pensé que esa noche nos costaría, ni que seria la ultima en la que durmiera en aquella cama, pero no fue la ultima noche con Edvige.
Las luces de mi cuarto me despertaron, Edvige estaba a mi lado, tan hermosa como siempre, con su pecho al descubierto y su pene en encerrado en una tanga de cuero apretada, -me logre colar, al amo no le gusta que su favorita se folle a la mercancía- entonces me dijo, -el amo secuestra y prostituye a sus putas, también las vende al mejor postor, pero no a mi, soy su favorita, a la única puta que folla, pero yo le tengo asco...- su mirada se extravió en oscuridad de la ventana, -te amo-
sus palabras penetraron mi cuerpo, y me hicieron sentir feliz -en serio- quise saber si no era un truco, mi amada Edvige, nunca lo mencione, pero la belleza de tan bella criatura me había prendido desde que la vi por primera vez -quiero que me ayudes, el amo me dio una droga que endurece mi pene, y la sensación me excita mas, se siente atrapado, alíviame- se dio la vuelta y me mostró su dulce culo, su ano era rosado naturalmente, la tanga no lo cubría, lo rodeaba y dejaba una abertura para penetrarlo. no me contuve y lleve mi lengua lamiendo sus nalgas, hasta llegar a la entrada de su ano, introduje mi lengua y sentí como su cuerpo se estremecía, puse mi mano sobre el bulto de su tanga, pude sentir que tan duro estaba su sexo, imagine la presión y mi cuerpo también se estremeció, -vaya, si que esta apretado, ¿quieres que me encargue?,- me miro con una sonrisa -si, usa tu dulce pene para aliviarme- -bien, pero tendrás que mamármela primero- accedió, se puso de rodillas y se llevo a la boca mi excitada verga, recorría su cuerpo con sus labios, la besaba delicadamente, comenzó a usar la lengua, despacio, humedecía la cabeza, y lamia mis huevos, entonces, la devoro de un solo bocado, todo su largo se introdujo en la boca de Edvige -mi linda Edvige- le decía mientras succionaba moviendo la cabeza de arriba a abajo, me vine sin avisarle, levanto la cara con una sonrisa de la que chorreaba un poco de semen, no lo pensé, solo bese a Edvige compartiendo mi semen, -¿ahora si me follaras?- me pregunto, se quiso voltear, pero no la deje, la cargue y la lleve a mi cama, le quite la mayoría de la ropa menos la tanga, abrí sus piernas, busque a tientas bajo las abanas la entrada a su culo, la encontré y apunte hacia ella, -¿lista?- asintió, su cara se puso roja en cuanto introduje todo el largo a través de su recto, hasta que mis caderas toparon, -perdón, ¿te lastime?- lo pregunte por a expresión de vergüenza que tenia, -no, es la primera vez que me lo hace la persona que amo- las lagrimas bajaron por mis mejillas -¿dije algo malo acaso?- -no- comencé a mover las caderas, aquella noche, olvide todo lo relacionado con el entrenamiento, sobre el amo, sobre ser vendida, aquella noche solo pensaba en Edvige, en nada mas, quería estar con ella por la eternidad, nunca pensé que esa noche nos costaría, ni que seria la ultima en la que durmiera en aquella cama, pero no fue la ultima noche con Edvige.
1 comentarios - Soy su esclava III: Entrenamiento interrumpido