Hace tiempo que estoy en poringa pero nunca había escrito.
Esto que les voy a contar me pasó el miércoles pasado, y fue a raíz de calentarme leyendo acá.
Todas las mañana viajo en el tren. Esa mañana fui más temprano.
Subí y si bien siempre tengo ganas de ver lindas mujeres, ese día el tren estaba bastante vacío.
La cuestión es que pasando las estaciones se comenzó a llenar. Yo estaba contento, aunque nunca se sabe si no te va a tocar un tipo y ahí la cosa no es tan divertida.
La cuestión es que en un momento se sube una chica normal. Joven, tipo 22 años. Rubia, de contextura mediana. Estaba escuchando música con auriculares de los grandes.
Con el pasar de los minutos yo buscaba acomodarme para rozarla, ya que nunca me había animado a hacer nada.
El movimiento me fue llevando y disimulando me puse detrás de ella. Bastante apretado.
Empecé a darle pequeños toques... y para mi sorpresa me empezó a buscar.
En un momento me dije que era una idea mía por lo que me retiré un poco para ver que hacía.
Giró, se acomodó mejor y me daba empujoncitos. Ella estaba con los ojos cerrados pero buscaba constantemente mi pija con su culo. Tenía puesto un pantalón de gimnasia por lo que me sentía en ella.
En ese momento me puse a mil, y encima tenía un bóxer que no me ajustaba por lo que mi erección se marcó completamente.
A esta altura nada me importaba. Le daba fuerte, pero fuerte enserio. No era sutil, eran empujones... era tratar de que me sienta bien adentro.
Cada vez nos dabamos más fuerte, hasta que llegamos a Constitución.
Esperé que bajara, la seguí y antes de que salga de la estación (iba en la dirección de los colectivos) le hablé. Quería seguir lo que habíamos empezado. Estaba muy caliente.
Para mi sorpresa, no me dirigió la palabra. Ni siquiera una mirada complice.
Me quede con las ganas de seguir, pero muy satisfecho de haber realizado tremenda apoyada.
Ojalá pueda empezar a contar más de estas historias, ya que vivo pensando en coger.
Esto que les voy a contar me pasó el miércoles pasado, y fue a raíz de calentarme leyendo acá.
Todas las mañana viajo en el tren. Esa mañana fui más temprano.
Subí y si bien siempre tengo ganas de ver lindas mujeres, ese día el tren estaba bastante vacío.
La cuestión es que pasando las estaciones se comenzó a llenar. Yo estaba contento, aunque nunca se sabe si no te va a tocar un tipo y ahí la cosa no es tan divertida.
La cuestión es que en un momento se sube una chica normal. Joven, tipo 22 años. Rubia, de contextura mediana. Estaba escuchando música con auriculares de los grandes.
Con el pasar de los minutos yo buscaba acomodarme para rozarla, ya que nunca me había animado a hacer nada.
El movimiento me fue llevando y disimulando me puse detrás de ella. Bastante apretado.
Empecé a darle pequeños toques... y para mi sorpresa me empezó a buscar.
En un momento me dije que era una idea mía por lo que me retiré un poco para ver que hacía.
Giró, se acomodó mejor y me daba empujoncitos. Ella estaba con los ojos cerrados pero buscaba constantemente mi pija con su culo. Tenía puesto un pantalón de gimnasia por lo que me sentía en ella.
En ese momento me puse a mil, y encima tenía un bóxer que no me ajustaba por lo que mi erección se marcó completamente.
A esta altura nada me importaba. Le daba fuerte, pero fuerte enserio. No era sutil, eran empujones... era tratar de que me sienta bien adentro.
Cada vez nos dabamos más fuerte, hasta que llegamos a Constitución.
Esperé que bajara, la seguí y antes de que salga de la estación (iba en la dirección de los colectivos) le hablé. Quería seguir lo que habíamos empezado. Estaba muy caliente.
Para mi sorpresa, no me dirigió la palabra. Ni siquiera una mirada complice.
Me quede con las ganas de seguir, pero muy satisfecho de haber realizado tremenda apoyada.
Ojalá pueda empezar a contar más de estas historias, ya que vivo pensando en coger.
1 comentarios - En el Tren Roca...