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Un Problema Humedo

Hace tiempo que vivo solo desde que llegue aquí a una nueva ciudad, con el tiempo conocí a una chica llamada Dafne de mi misma edad (aproximadamente 22 años) ella era con la que me llevaba bien desde que se presentó a mi puerta para darme la bienvenida como su nuevo vecino. Ella es en verdad hermosa, ya que tiene rasgos asiáticos, piel blanca, cabello súper largo que llegaba a sus caderas color negro lacio, ojos azul-gris profundo, labios de color rosa brillantes, y de cuerpo no estaba nada mal, caderas anchas no mucho, pechos grandes trasero y piernas firmes, aunque ella es delgada, pero no puedo dejar pasar su torpeza; es muy descuidada ya que siempre se le cae, rompe, descuida, ciertas cosas, incluso he estado llendo a su departamento para arreglar ciertas cosas domésticas, como tuberías, luz, etc. Todo causado por ella, aunque era buen pretexto para conocernos más y así fuimos siendo grandes amigos.

Un día llegando de un día duro en trabajo me acosté en mi suave cama para alfin poder descansar, pero escuchaba un goteo y al ver note que una parte de la esquina de mi cuarto estaba húmeda y en eso pensé en Dafne, ¿Que habrá echo esta vez?

Con esfuerzo pude nuevamente incorporarme para ponerme mis tenis e ir hacia ella, ya que cada destrozo, ella me llamaba para ayudarla como si fuese su plomero, de todas formas su departamento está abajo del mío. Al salir de mi departamento la escuche gritar, lo cual eso me alarmó, corrí para luego golpear su puerta.

-Dafne, ¿estás bien? Ábreme! - decía casi gritando para luego encontrarme con una imagen tierna y exótica.

Ella estaba empapada con una pequeña blusa de color roja que igual estaba mojada y reslataba sus senos, y tratando de ocultar la parte baja de su cuerpo.

Al verme rápidamente me abrazo aliviada.

-Gracias a dios que estas aquí - decía.

-No te preocupes, dime ¿qué pasó? - le decía al ver el suelo de su casa mojado.

-Algo paso con mi lavadora, de repente empezó a salir tanta agua y me asuste ¿puedes ayudarme?

-Claro - le dije mientras me separaba de ella e iba al cuarto de lavado.

-Perdóname por molestarte con mis cosas - me decía con voz apenada y yo solo volví mi cabeza para darle una guiño y una sonrisa para que supiera con había problema.

Tratando de no caer por el ahora resbaloso suelo, llegue hacia el cuarto de lavado y el lugar era un desastre, el agua fluía como una fuente tanto adentro de la lavadora como el una de las mangueras. Hice lo que pude pero el problema persistía y note que la tubería de la llave estaba rota.

-Dafne, esto es serio, una de las tuberías está rota, debemos llamar a un profesional - decía gritándole desde el cuarto de lavado

-¿Enserio es malo el asunto? - me decía desde su sala

-Si, por ahora retuve un poco la fuga pero no será por mucho, conoces a alguien para que lo llames o si quieres llamo al mío para que nos... - pero mis palabras se detuvieron en seco al salir, para encontrarme a ella arrodillada, secando el piso y note su trasero grande, su vagina y su colita rositas, y brillantes por estar mojada.

No podía dejar de verla en esa posición, mi boca estaba muy abierta de la impresión y ella igual, su rostro estaba sonrojado. Reaccione para retirar mi mirada hacia su trasero desnudo

-Lo... Lo siento, no tenía otra cosa que ponerme, no quería que me vieras así, enserio perdo... - iba a decir que yo debía pedirle perdón pero al mirarla nuevamente, al acercarse, resbalo con una de sus trapos que estaba utilizando para cercar y estrello conmigo. El impacto entre su cuerpo y el mío iso que yo diera un aspo atrás, pero igual resbale y caí al suelo con ella encima mío, y para rematarme con un fuerte golpe en mi cabeza contra la pared

-Oh por dios ¿estás bien?, porfavor perdóname - la escuche aun encima de mi mientras yo aun sentía ese duro golpe en mi cabeza que incluso me noqueo un poco.

-Dios eso si que me dolió - no podía ocultar ese dolor y trate de incorporarme, pero ella aún estaba encía mío, pero se quitó para que yo pudiera sentarme, pero en un punto mi mente no trabajo como si no supiese que estaba haciendo ahora, pero eso fue por unos segundos, pero mi mano estaba en uno de sus pechos, el rostro de Dafne estaba sonrojado como apenada.

-Dafne, perdón no sé qué me paso, por favor discúlpame, ahora me quito de aquí.

Me empecé a levantar, pero de repente ella se abalanzó para abrazarme y nuevamente quedar sobre mí, pareciese que no quería que me fuera su abrazo me estaba estrujando pero suavemente

-Lo siento mucho - me decía rompiendo ese minuto de silencio que se había formado

-No... yo lo siento, no quise mirarte asi ni tocarte...

-No, es verdad, lo siento - no dejo que continuara para estrujarme un poco más con ese abrazo que al parecer no quería romper y yo no sabía que decir o hacer y ocultar su aun sonrojado rostro en mi cuello. Lo admito se sentía tan bien tenerla cerca de mí, respirando en mi cuello, pero empezaba a excitarme y mi verga crecer

-Yo... Daf... debemos llamar al profesional, o el agua volverá a salir... - le decía casi tartamudeando y ella puso sus ojos en mí, para luego poner su dedo en medio de mis labios indicando que no dijera nada más. Ella tomo una de mis manos y vi como ella la ponía entre sus pechos que se sentían tan suaves, eran unos pechos sensibles, cada toque que ella hacía con mi mano temblaba, ahora mi vista paso nuevamente a la suya viéndome para luego cerrar sus ojos y aproximarse más hacia mi rostro.

De un momento sus labios estaba con los míos en un beso apasionado, sus labios eran algo inusual, dulces, no era un beso cualquiera, era un beso que ella lo deseaba y yo lo gozaba; un minuto duro el beso para después ella retirarse, pareciera apenada nuevamente.

-Lo siento... no quise ser atrevida contigo... tal vez tengas a alguien más y yo estoy siendo... - pero ahora yo no la deje continuar, mi mano que tocaba sus pechos aun viajo a su rostro para poder volver a ese besos que tanto gustaba.

Nuevamente nos besamos con más intimidad, con más placer que me incline hacia adelante, para acostarla en el húmedo suelo, no separa sus labios de los míos y aun seguía ese baile de mi mano en sus pechos que ahora se sentían un poco más duros, pero sin que su suavidad desapareciera; mi mano viajo ahora a su vagina y la escuche gemir un poco, frotaba levemente esa vagina que estaba mojada, no por el agua, si no por el placer que sentía y ella me lo permitía. Nos separamos de nuestro beso para reparar, tanta intensidad nos sofocaba.

-Por favor... quiero que me lo hagas, quiero sentirte dentro de mi

Ante esa petición la obedecí, desabroche un poco su blusa para que sus pechos salieran y poder contemplarlos mas y sacar mi verga que imploraba salir, estaba muy dura que me dolía. Acomodando mi verga entre su vagina, la metía poco a poco y note un pequeño chillido de ella seguido de un poco de sangre escurriendo en ella.

-Daf... esta es tu primera... - no termine al sentir sus manos acariciando mi rostro

-No importa mientras seas tú, yo siempre quise que fueses mi primera vez, me gustas... me gustas mucho desde que te vi, estoy enamorada de ti - nuevamente me trajo a sus labios.
Luego empecé a moverme lentamente ya que su vagina estaba muy estrecha que podría dolerle si iba más rápido, pero para mí era un lujo haber entrado en su vagina tan caliente, sensible; su calor interno hacia hervir mi verga.

-Muévete mas quiero que me folles, no me duele mucho así que por favor muévete más – me dio luz verde para incrementar más mi velocidad y pude escucharla gemir más y más que me ponía más caliente. Lamia, tocaba, besaba cada parte de su cuerpo caliente incluso podría jurar que el agua que se encontraba en el piso pareciese calentare gracias a nuestros cuerpo calientes llenos de placer. Saque mi verga que estaba tan roja de tanto moverme pero aún no acababa quería mas y yo sabía que ella también

-Ponte en 4 Dafne… quiero seguir contigo más – le dije besando su cuello y ella obedeció. Puse de nuevo mi verga en posición y nuevamente volví a coger pero mis embestidas eran más duras ya que ella gemía más fuerte, y eso me volvía loco escucharla sintiendo placer por mis penetradas

-Porfavor… ahhhh… se mas gentil… mmm… - pero no podía detenerme, no podía bajar la velocidad de mis embestidas; más y más mientras tocaba esos pechos y besando su cuerpo y ya no podía mas, estaba a punto de acabar.

-Dafne… ya no puedo más… me… me voy a correr.

-Si… pero adentro de mí quiero sentir tu semen dentro de mi cuerpo y quiero verte frente cuando lo hagas.

Entonces ahora se separó de mí para acostarme en el suelo y subirse encima de mí mientras ponía rápido mi verga en su vagina, pareciendo que ella no quería que saliera por más tiempo fuera de ella. Moviendo sus caderas rápidamente mientras sus manos apoyaban su peso en mi pecho y yo agarraba su cintura para incrementar más y más la velocidad de los dos hasta que acabe. Todo mi semen fluyendo y entrando en su vagina que ambos dimos gemidos de satisfacción y agotamiento.

Caímos rendidos en el suelo húmedo, mientras sentía sus espasmos de ella mientras se acostaba sobre mi cuerpo, abrazándome. No sé cuánto tiempo paso que nos quedamos así abrazados y rompí el silencio del momento pero no sabía que decir.

-Yo… creo que ya es hora de llamar al profesional antes de que todo se inunde ¿no lo crees? – dije cansadamente.

-Si… estas en lo cierto

Entonces ambos nos levantamos para que yo fuese por mi teléfono y llamar al profesional. Mientras ella se sentaba, yo sacaba una tóala de su cuarto y la envolvía sobre ella y se acostaba, y yo a esperar al profesional que no tardó mucho en venir y ver si le pida ayudar con el problema.

Una vez terminado le pague para luego irse, note que Dafne se había quedado dormida plácidamente y aun ver el lugar echo un desastre me dispuse a arreglar su departamento, secando el piso, ordenando pero aun pensando en esos momentos en que tuvimos sexo.
Cayo la noche y por fin termine de arreglar todo, me levanté para escuchar el crujido de huesos de mi espalda y luego sentir el abrazo de Dafne inesperadamente y yo responderle su abrazo.

-¿Te gustaría mañana salir a caminar o a comer conmigo? – le preguntaba ya que bueno al parecer ya somos algo

-Me encantaría también quisiera volver hacerlo contigo, pero esta vez quisiera que durmiéramos juntos – me respondía y yo le daba un último beso ante de regresar a mi departamento pero al entrar pude ver que el agua bajo mucho por habitación arruinando algunos libros de mi repisa y yo solo lancé una carcajada irónica

-SI esto me depara con ella, tardare en acostumbrarme a esto

1 comentarios - Un Problema Humedo

SuperEdge88
Que buen relato capo, que suerte tienes, gracias por compartir!