Por motivos que no vienen al caso, en 5o año no hicimos viaje de egresados a Bariloche. Por eso, con mis amigas decidimos irnos en el verano a la costa, más precisamente a Villa Gesell
En total fuimos 5. Agustina, mi mejor amiga;Valeria , que era (bah.. es) una viciosa por chupar pijas, bien guarra que no tiene problema en que le acaben en la boca y tragarse todo.
Antonella, otra que participaba en nuestras fiestitas, una chica muy calentona, le gustaba mucho el sexo y como condimento extra para el viaje: estaba de novia hacía 3 meses, y le era difícil ser fiel.
La última que completaba la lista era Camila. Si bien era amiga nuestra, era una chica mucho más recatada, ni siquiera había tenido sexo; nunca quiso participar de nuestras "travesuras". Nos extrañó que sabiendo como éramos, quisiera venir con nosotras. Pero por supuesto no pusimos resistencia, porque de verdad nos llevábamos bien todas.
En la estación nos fueron a despedir nuestras familias. También fue el novio de Anto... nos dio una pena. La apuesta no era si lo engañaría o no, sino cuanto tiempo iba a tardar en hacerlo. Sabíamos que no iba a aguantar. "Olvidensé chicas, cambié... no le voy a meter los cuernos en todo el viaje", repetía mientras nosotras nos matábamos de la risa.
Llegamos a la mañana, dejamos las cosas en el apart hotel que habíamos reservado y nos fuimos a la playa. Para las 3 de la tarde ya teníamos invitaciones para algunos boliches. A Agustina le gustó mucho uno de los pibes que repartía invitaciones, así que terminamos yendo a ese.
Como era día de semana no había mucha gente y el nivel era realmente pobre. Acompañé a mi amiga a buscar al bendito chico rogando que sus amigos zafen al menos. Dimos unas vueltas y no los encontramos. Para colmo, empezaron a caer buitres.
- Hola chicas, de donde son? bailamos un rato?
- No. Es mi novia, estamos juntas. No bailamos con otras personas, ella es muy celosa - decía Agustina mientras me señalaba, recordando una práctica que ya era habitual entre nosotras en las noches de Rosario
- Jaja.. claro... A ver... No les creemos.. salvo que se den un beso.
Seguramente ellos esperaban un piquito y seguir chamuyando, pero al contrario, agarré a Agustina de la nuca, y de un tirón la traje contra mi y le comí la boca, pero bien abierta y con mucha lengua.
Nos quedamos tranzando un rato hasta que vimos que los pibes se fueron. Seguimos dando vueltas. Tuvimos que hacerlo un par de veces más, pero en la última la verdad que los chicos estaban bastante zafables (habíamos tomado algo ya, las exigencias bajan). A pesar que hicimos el mismo juego, nos quedamos charlando y terminamos tranzando las dos con los dos chicos.
Nos fuimos a un rincón que había unos sillones. Me senté al costado de mi chico, que llevó su mano a mi entrepierna. Empezó a mover sus dedos por encima de mi ropa, mientras yo tiraba la cabeza para atrás dejando que me comiera el cuello. Bajé mi mano hasta su pija, podía sentirla ya bien dura.
Amagó con desabrocharse el pantalón y lo miré como diciendo "estás loco" y volvió la mano a su lugar: ahora era el turno de mis pechos. Estaba con una calentura que volaba. Me subí encima suyo, en una de sus piernas, para poder frotar mi concha contra su muslo, mientras le agarraba la cara y le comía la boca desaforadamente.
Agustina a mi lado estaba sentada con las piernas abiertas y mientras se comían la boca el chabón le estaba metiendo dos dedos en la concha. Yo no podía creer lo que estaba viendo y miraba alrededor por miedo que alguien esté mirando. Seguí moviéndome en su pierna por un rato, hasta que el pibe que estaba con Agus lo toca al amigo: "Boludoooo miráa!!!" le grita.
Mi amiga estaba arrodillada chupándole la pija al loco. Como había contado, Agus tiene la delicada capacidad de tragarse absolutamente todo hasta el fondo. Al parecer, era la primera vez que se lo hacían.
Seguimos un rato más, hasta que llegó otra pareja a sentarse y tuvimos que parar. Los chicos querían ir a un telo, pero no conocíamos nada del lugar, ni a estos pibes. "Olvidate que te vuelvo a besar", le dije a Agustina mientras nos íbamos.
Seguimos buscando al chico de Agus. Nos cruzamos en una barra, él estaba charlando con el barman. Después de un rato de hablar, Agustina ya estaba comiéndose al pibe. El barman me invitó a pasar atrás de la barra, y como estaba aburrida y para hacerle el aguante a mi amiga me lo terminé tranzando también.
"Agarrá una botella de champagne" le dijo al barman, quien buscó un reemplazo y salimos los 4 hasta una oficina que había atrás de una puerta de emergencia. Ahí pudimos seguir dando rienda suelta a la lujuria. Agustina no perdió el tiempo y se arrodilló esperando que su chico sacara la pija y se la metiera en la boca. Yo me senté en un escritorio dejando que el barman me besara y empezara a chuparme la concha.
Otra vez escuché gritos de admiración. El pibe sorprendido por la técnica oral de mi amiga. Este la tenía un poco más grande que el otro, pero igual se la tragaba sin problemas. Mi barman se levantó, se bajó el pantalón y empezó a penetrarme. Me acosté mientras él me agarraba de mis piernas acompañando sus movimientos.
Al lado mío Agustina literalmente violaba a su chico, que estaba sentado en una silla y ella encima saltando arriba de su pija. Se podía ver como entraba y salía casi por completo antes de que mi amiga arqueara la espalda y volviera a enterrarse el tronco de su amante.
El barman me giró por completo y me puso con la panza en el escritorio. Me volvió a penetrar y tirándome del pelo me siguió taladrando un rato largo a un ritmo firme y rápido que me ponía loca. A gritos le pedía que no parara. Me estaba haciendo acabar. Cuando no aguanté más, lo saqué de atrás mío y lo empujé al piso para sentarme arriba.
Agus estaba tirada en el piso mientras su chico sentado arriba suyo se masturbaba. Pegó un grito y empezó a llenar de leche el pecho de mi amiga. Yo ahora manejaba los movimientos, estaba sentada arriba de la pija del barman. La tenía completamente enterrada y me movía para adelante y para atrás, para que mi clítoris roce con su cuerpo. Me estaba provocando un orgasmo espectacular.
"Listo, lo liquidé jaja!", dijo Agustina mientras se acercaba a mi y me daba un beso. Me olvidé que le había chupado la pija a 2 pibes esa noche. Acomodó su concha en la cara del barman, que no entendía nada, y se empezó a mover arriba de su lengua, mientras nos besábamos.
El otro chabón entendía aun menos. Cuando reaccionó se paró al lado mío, me puso su pija en la cara y con sus manos guió mi cabeza hacia ella. Todavía estaba blanda, de la acción de recién. Esta situación me hacía calentar aun más y terminé con un orgasmo terrible mientras le chupaba la pija al otro pibe y tenía las manos de mi amiga amasando mis tetas. El grito que pegué se ahogó porque tenía su verga hasta la garganta. Ya empezaba a sentir como se ponía cada vez más dura.
Me movía ahora más rápido, hasta hacer acabar al barman. Me levanté, y Agus se encargó de limpiarle la pija hasta dejársela totalmente flácida. Miramos la hora y nos queríamos matar. Ya estaba por terminar la noche y teníamos que encontrar a las chicas. Los pibes querían que fuésemos a su casa, pero les dijimos que no, que mañana volvíamos.
Salimos y nos cruzamos a Vale, que había encontrado con qué divertirse toda la noche. Cami y Anto se habían ido temprano, así que salimos las 3 de nuevo para el departamento.
Veníamos contando las anécdotas de la noche, hasta que abrimos la puerta y la situación nos dejó con la boca abierta: Camila durmiendo en una de las cuchetas. En la otra, Anto en 4 agarrada del respaldo de la cama siendo penetrada salvajemente por un pibe... y parecía que nada más podía sorprendernos, cuando del baño sale en bolas otro chabón...
Episodio 2
Episodio 3
Episodio 4
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Indice
En total fuimos 5. Agustina, mi mejor amiga;Valeria , que era (bah.. es) una viciosa por chupar pijas, bien guarra que no tiene problema en que le acaben en la boca y tragarse todo.
Antonella, otra que participaba en nuestras fiestitas, una chica muy calentona, le gustaba mucho el sexo y como condimento extra para el viaje: estaba de novia hacía 3 meses, y le era difícil ser fiel.
La última que completaba la lista era Camila. Si bien era amiga nuestra, era una chica mucho más recatada, ni siquiera había tenido sexo; nunca quiso participar de nuestras "travesuras". Nos extrañó que sabiendo como éramos, quisiera venir con nosotras. Pero por supuesto no pusimos resistencia, porque de verdad nos llevábamos bien todas.
En la estación nos fueron a despedir nuestras familias. También fue el novio de Anto... nos dio una pena. La apuesta no era si lo engañaría o no, sino cuanto tiempo iba a tardar en hacerlo. Sabíamos que no iba a aguantar. "Olvidensé chicas, cambié... no le voy a meter los cuernos en todo el viaje", repetía mientras nosotras nos matábamos de la risa.
Llegamos a la mañana, dejamos las cosas en el apart hotel que habíamos reservado y nos fuimos a la playa. Para las 3 de la tarde ya teníamos invitaciones para algunos boliches. A Agustina le gustó mucho uno de los pibes que repartía invitaciones, así que terminamos yendo a ese.
Como era día de semana no había mucha gente y el nivel era realmente pobre. Acompañé a mi amiga a buscar al bendito chico rogando que sus amigos zafen al menos. Dimos unas vueltas y no los encontramos. Para colmo, empezaron a caer buitres.
- Hola chicas, de donde son? bailamos un rato?
- No. Es mi novia, estamos juntas. No bailamos con otras personas, ella es muy celosa - decía Agustina mientras me señalaba, recordando una práctica que ya era habitual entre nosotras en las noches de Rosario
- Jaja.. claro... A ver... No les creemos.. salvo que se den un beso.
Seguramente ellos esperaban un piquito y seguir chamuyando, pero al contrario, agarré a Agustina de la nuca, y de un tirón la traje contra mi y le comí la boca, pero bien abierta y con mucha lengua.
Nos quedamos tranzando un rato hasta que vimos que los pibes se fueron. Seguimos dando vueltas. Tuvimos que hacerlo un par de veces más, pero en la última la verdad que los chicos estaban bastante zafables (habíamos tomado algo ya, las exigencias bajan). A pesar que hicimos el mismo juego, nos quedamos charlando y terminamos tranzando las dos con los dos chicos.
Nos fuimos a un rincón que había unos sillones. Me senté al costado de mi chico, que llevó su mano a mi entrepierna. Empezó a mover sus dedos por encima de mi ropa, mientras yo tiraba la cabeza para atrás dejando que me comiera el cuello. Bajé mi mano hasta su pija, podía sentirla ya bien dura.
Amagó con desabrocharse el pantalón y lo miré como diciendo "estás loco" y volvió la mano a su lugar: ahora era el turno de mis pechos. Estaba con una calentura que volaba. Me subí encima suyo, en una de sus piernas, para poder frotar mi concha contra su muslo, mientras le agarraba la cara y le comía la boca desaforadamente.
Agustina a mi lado estaba sentada con las piernas abiertas y mientras se comían la boca el chabón le estaba metiendo dos dedos en la concha. Yo no podía creer lo que estaba viendo y miraba alrededor por miedo que alguien esté mirando. Seguí moviéndome en su pierna por un rato, hasta que el pibe que estaba con Agus lo toca al amigo: "Boludoooo miráa!!!" le grita.
Mi amiga estaba arrodillada chupándole la pija al loco. Como había contado, Agus tiene la delicada capacidad de tragarse absolutamente todo hasta el fondo. Al parecer, era la primera vez que se lo hacían.
Seguimos un rato más, hasta que llegó otra pareja a sentarse y tuvimos que parar. Los chicos querían ir a un telo, pero no conocíamos nada del lugar, ni a estos pibes. "Olvidate que te vuelvo a besar", le dije a Agustina mientras nos íbamos.
Seguimos buscando al chico de Agus. Nos cruzamos en una barra, él estaba charlando con el barman. Después de un rato de hablar, Agustina ya estaba comiéndose al pibe. El barman me invitó a pasar atrás de la barra, y como estaba aburrida y para hacerle el aguante a mi amiga me lo terminé tranzando también.
"Agarrá una botella de champagne" le dijo al barman, quien buscó un reemplazo y salimos los 4 hasta una oficina que había atrás de una puerta de emergencia. Ahí pudimos seguir dando rienda suelta a la lujuria. Agustina no perdió el tiempo y se arrodilló esperando que su chico sacara la pija y se la metiera en la boca. Yo me senté en un escritorio dejando que el barman me besara y empezara a chuparme la concha.
Otra vez escuché gritos de admiración. El pibe sorprendido por la técnica oral de mi amiga. Este la tenía un poco más grande que el otro, pero igual se la tragaba sin problemas. Mi barman se levantó, se bajó el pantalón y empezó a penetrarme. Me acosté mientras él me agarraba de mis piernas acompañando sus movimientos.
Al lado mío Agustina literalmente violaba a su chico, que estaba sentado en una silla y ella encima saltando arriba de su pija. Se podía ver como entraba y salía casi por completo antes de que mi amiga arqueara la espalda y volviera a enterrarse el tronco de su amante.
El barman me giró por completo y me puso con la panza en el escritorio. Me volvió a penetrar y tirándome del pelo me siguió taladrando un rato largo a un ritmo firme y rápido que me ponía loca. A gritos le pedía que no parara. Me estaba haciendo acabar. Cuando no aguanté más, lo saqué de atrás mío y lo empujé al piso para sentarme arriba.
Agus estaba tirada en el piso mientras su chico sentado arriba suyo se masturbaba. Pegó un grito y empezó a llenar de leche el pecho de mi amiga. Yo ahora manejaba los movimientos, estaba sentada arriba de la pija del barman. La tenía completamente enterrada y me movía para adelante y para atrás, para que mi clítoris roce con su cuerpo. Me estaba provocando un orgasmo espectacular.
"Listo, lo liquidé jaja!", dijo Agustina mientras se acercaba a mi y me daba un beso. Me olvidé que le había chupado la pija a 2 pibes esa noche. Acomodó su concha en la cara del barman, que no entendía nada, y se empezó a mover arriba de su lengua, mientras nos besábamos.
El otro chabón entendía aun menos. Cuando reaccionó se paró al lado mío, me puso su pija en la cara y con sus manos guió mi cabeza hacia ella. Todavía estaba blanda, de la acción de recién. Esta situación me hacía calentar aun más y terminé con un orgasmo terrible mientras le chupaba la pija al otro pibe y tenía las manos de mi amiga amasando mis tetas. El grito que pegué se ahogó porque tenía su verga hasta la garganta. Ya empezaba a sentir como se ponía cada vez más dura.
Me movía ahora más rápido, hasta hacer acabar al barman. Me levanté, y Agus se encargó de limpiarle la pija hasta dejársela totalmente flácida. Miramos la hora y nos queríamos matar. Ya estaba por terminar la noche y teníamos que encontrar a las chicas. Los pibes querían que fuésemos a su casa, pero les dijimos que no, que mañana volvíamos.
Salimos y nos cruzamos a Vale, que había encontrado con qué divertirse toda la noche. Cami y Anto se habían ido temprano, así que salimos las 3 de nuevo para el departamento.
Veníamos contando las anécdotas de la noche, hasta que abrimos la puerta y la situación nos dejó con la boca abierta: Camila durmiendo en una de las cuchetas. En la otra, Anto en 4 agarrada del respaldo de la cama siendo penetrada salvajemente por un pibe... y parecía que nada más podía sorprendernos, cuando del baño sale en bolas otro chabón...
Episodio 2
Episodio 3
Episodio 4
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Indice
64 comentarios - Villa Gesell, Episodio I. Agustina
Qué bien describís las situaciones, flaca. Me hace volar la imaginación y eso es lo que más me calienta.
Saludos, bellísima.
Ah, te amo! ❤️
Ahora te sigo!!
gracias por compartir.
AGUSTINA ME DEJO MIS 21CM DE PIJA AL RE PALO¡¡¡
EXELENTE RELATO
son unas mamasitas!
Excelente relato!!
Muuuy caliente como siempre!
Gracias por compartir
Es todo posta esto?? O producto de tu imaginacion??
que mujeres calientes por dios!!!