Cuñadita mirona

Amigos, desde que empecé con estos post me caliento cada vez más con ella, mi hermosa cuñadita.

Hoy sólo laburé de mañana y al mediodía tuve el agrado de pasar a buscar a mi esposa por la casa de mi suegra... Y aproveché para hacer algo que un poringuero me sugirió en un comentario de los post anteriores: fijarme si ella (mi cuñada) me miraba el bulto...

Ya tenía la idea en mente, entonces pasé por mi casa primero, y me cambié la ropa; me puse un pantalón de joggin, cómodo, pero que deja ver mi poronga parada mucho mejor. Obviamente tenía que hacer .-como siempre- todo con disimulo para no ser detectado in fraganti por mi mujer o mi suegra...

Confieso que antes de ir hacia la casa de ellas -a dos cuadras de la mía- me masturbé un poco para ir con el ganso bien duro. Con este día lluvioso en Buenos Aires (acá en zona sur del conurbano) llevé mi camperón y listo. En las dos cuadras que hice, la pija cada vez se me ponía más dura pensando en la adrenalina de lo que iba a hacer...

Cuando llegué a la casa me abrió mi mujer, la saludé normalmente y pasé. Nos quedamos en la cocina charlando, y yo esperaba mi chance. Mi cuñadita estaba en el living, que uno debe atravesar para llegar al baño. Entoncés vi mi oportunidad. Fui al baño -camperón puesto, ya desabrochado-, cuando paso de ida la saludo con un beso (yo pija a full en el joggin). En el baño me pajeo rápido para tenerla más parada aún, al minuto salgo y le hago un comentario pelotudo para quedarme ahí....

Ella estaba en el sillón leyendo una revista. ¡Justa altura para una linda mamada hubiera sido! Entonces paro al lado -manito contra la pared y con la otra me corro un poco el camperón- y le hablo mientras pienso si me mira o no la chota.... ¡COMO FICHABA! ¡qué dura la tenía de ver cómo se hacía la boluda para mirarme el bulto ya exagerado porque estaba para adelante bien en carpa! 🙂 Era tan obvia la situación, y tan exitante, que hasta hice como que me rascaba, dando un toquecito a la pija que rebotó levemente, como para que la mirara más todavía...

Mucho no pude sostener la situación, la saludé y volví a la cocina. Cuando llegamos a mi casa, justo cogimos con mi esposa... y yo pensé mucho mucho en su hermanita...


SI SIGO ASÍ PRONTO ME LA COJO, gracias por animarme ustedes!
(eso sí, si me sale mal denme asilo en sus casas porque mi mujer seguro me corre con un cuchillo)

Ale.