Cuando mi madre me pidió que si podía quedarme una semana en su casa con los abuelos para que ella pudiera irse de vacaciones ni me lo plantee.
Allí llegue después de pedirme algo de flexibilidad en el trabajo, trabajaba para una inmobiliaria como agente.
Los abuelos vivían en casa con mama, el abuelo estaba estupendo pero no la abuela, que necesitaba ayuda para todo, solo tenía que pasar algo de tiempo con ellos y de paso que mama pasara unos días de descanso alejada de todo.
Los primeros días fueron muy bien, por la mañana después del desayuno y un rato de tareas salimos a comprar y a dar una vuelta, luego regreso a casa para hacer la comida entre los tres y tras una siesta yo y la abuela íbamos a tomar un refresco y recogíamos al abuelo de su partida.
Al tercer día tenía que enseñar una casa no demasiado lejos de allí, deje a la abuela en el bar donde el abuelo jugaba a las cartas con un café con leche y salí disparada.
Regrese dos horas después y me los encontré como los había dejado, menos al abuelo, me acerque a preguntar y uno de los amigos del abuelo me dijo que tenía una casa en la afueras y que se planteaba venderla.
-pues si te decides déjame darle un vistazo y sacarle unas fotos y te doy pistas.
-vale guapa
Su mirada recorrió mi cuerpo de arriba abajo, me hizo gracia la mirada de ese señor mayor.
-Y mi abuelo?
-está en el baño
Regrese donde la abuela y antes de sentarme fui un momento al baño, al pasar por una de las puertas del pasillo oí ruido y voces y me pare un segundo.
-entonces se anula lo del viernes? –claramente era la voz de la señora que llevaba el bar.
-sí, deja mi polla que no poder salir de aquí y ese después de anular la cita se cabrearan
Era la voz de mi abuelo, me asome un poco y me quede helada al ver la escena, esa señora tenia agarrada la polla del abuelo mientras este sobaba sus tetazas. Me impresiono ver el miembro erecto del abuelo, era más grande que el de mi ex y tremendamente gordo.
-venga mujer suelta mi polla, follaremos todos la semana que viene
No podía creer que ese grupo de viejos quedaran para hacer orgias, pero eso era lo que parecía al menos por sus palabras
-pero mira como esta deja que la disfrute un rato, tu polla es la que más me gusta de las cuatro –decía claramente excitada la mujer-
Esa mujer se follaba a todo el grupito, estaba alucinada.
-tu ganas puta ponte de rodillas quieres polla? Pues vas a tener polla.
Oír a mi abuelo decir esas cosas en contra de lo que hubiera creído me pusieron a mil. Mientras veía como esa mujer de unos cincuenta y muchos se arrodillaba y sacando la lengua empezó a lamer la gran polla de mi abuelo, mientras este le sobaba las tetas.
-si puta chupa, que seguro aun tienes ese coño mojado de la paja que te he hecho
Si no hubiera estado en el pasillo de un bar publico me habría masturbado, pero no podía a pesar de estar excitadísima. No me lo podía creer, mi abuelo jadeaba mientras ella mamaba sin parar, se separó un poco y agarrándose la polla se la meneo dos veces saliendo de esta un chorrito de semen que fue a parar sobre las tetas de la mujer.
-toma puta, al final te has salido con la tuya.
Regrese a mi sitio azorada sin darme cuenta que no había ido al baño y además ahora no podía ir. Cuando pase por la mesa de los amigos del abuelo note sus miradas y aunque fueran viejos y no me gustaran me gusto gustarles.
Los dos días siguientes no podía quitarme de la cabeza la escena del abuelo y cada vez que veíamos a uno de sus amigos me exhibía ante ellos y recordaba las palabras de ellos en el almacén hablando de orgias.
Empecé a dejar dos botones desabrochados, a procurar que mis faldas fueran bien cortas y así exhibirme ante ellos. Todos babeaban cada tarde cuando dejaba mis piernas ligeramente separadas y desde donde jugaban veían mis bragas. Sabía que los excitaba y me gustaba al llegar a casa meterme en el baño y allí me masturbaba todos los días.
No quería nada con ellos pero desde la escena mi mente estaba salida y me gustaba jugar a ponerlos cachondos. Me gustaba que me miraran y fantaseaba con que alguno terminara cascándosela pensando en mí.
Ya llevaba una semana allí cuando una tarde me dijo el amigo del abuelo que quería que viera la casa. Quedamos para ir al día siguiente, después de comer la abuela recogía antes de hacer la siesta y cogí la cámara y me fui.
Al llegar a la casa solo estaba el amigo, me hizo pasar y empezó a enseñarme la casa, hicimos fotos en las habitaciones y luego fuimos al salón a redactar mi informe, tenía que preguntarle algunos datos, me ofreció un café y acepte, sentada en el sofá preparaba lo que tenía que pedirle, me había terminado ya el café y al escribir me sentí mareada, el señor sentándose a mi lado me pidió si me pasaba algo.
-te pasa algo nena?
-me siento algo floja pero será del calor que hace aquí.
Moví el cuello de mi camisa de manga corta y el acercándose puso una mano en mis rodillas
-es que hace calor, pondré el aire acondicionado. Quieres?
Asentí con la cabeza y enseguida note el fresquito volvió a mi lado y poniendo de nuevo su mano en mi rodilla dijo
-mejor así preciosa?
Cerré los ojos un momento disfrutando del fresquito y volví a notar su mano esta vez acariciaba mi piel, quise apartarlo pero me pesaban los parpados mientras él seguía.
-tienes una piel muy suave bonita
Notaba su aliento cerca y la otra mano empezó a desabrocharme los botones de mi camisa se metió dentro y sobaba mis pechos sobre el sujetador, me sentía rara, como en una nube.
Saco la camisa de mi falda y me la quito, sus ásperas manos recorrían mi piel calentándola, luego se arrodillo ante mí y empezó a acariciarme los muslos, subiendo mi falda y ganando terreno hacia su objetivo, mis bragas. Empezó a tocarme sobre ellas y note como me mojaba, a pesar de mi atontamiento ese viejo me ponía cachonda. Aparto la braguita y sus gordos dedos hurgaban entre los pliegues de mi sexo.
-esta chorreando golfilla –me dijo mientras un dedo me penetraba-
Apenas podía jadear y el dándose cuenta que no podía escapar junto otro dedo y me penetro de nuevo notaba como me abría. El sudaba y jadeaba entre mis piernas cuando sonó el timbre. Vi a los otros dos amigos de mi abuelo entrar en el comedor, no se sorprendieron al verme tirada en el sofá con la falda subida, las bragas movidas y sin camisa, en ese momento lo supe. El café, me había metido algo en el café por eso estaba atontada.
-veis que preciosidad?
Se puso de nuevo ante mí y me subió la falda a la cintura y me bajo las bragas mientras los otros dos se relamían.
Volvió a colocarse en el suelo y abriéndome les enseño mi sexo, lo abrió con dos dedos mientras les decía.
-ya está mojada, le he metido dos dedos antes y esta estrechita y caliente.
-que me ha puesto en el café –pregunte con un sobreesfuerzo-
-no te preocupes cariño solo es una pastilla relajante de las que uso para dormir.
Me penetro de nuevo con dos dedos y suspire, uno de los otros dos se sentó a mi lado y empezó a amasar mis pechos, los saco del sujetador y empezó a lamerlos, mordisqueaba mis pezones mientras el otro entraba y salía de mi vagina lentamente. Busque al otro y vi que se la había sacado y poniéndose de rodillas en el sofá al otro lado se la meneaba mirando el espectáculo.
-que buena estas golfilla, no esperabas esto cuando te pavoneabas delante de tres viejos verdad?
-no se lo esperaba solo iba de calientabraguetas verdad nena? –me decía otro sin dejar de penetrarme-
-que tetas más ricas tiene
Me mordía los pezones y yo estaba cachondisima cuando note una lengua áspera pero certera lamer mi clítoris y succionarlo, no podía evitarlo esos viejos me ponían a cien. El que se la meneaba la acerco a mi cara.
-chúpamela nena
Agarrándome la cabeza empezó a frotármela por los labios hasta que los entreabrí y empujo levemente metiéndola en mi boca.
-te gusta mi polla pequeña? –trágatela entera-
No podía hacer otra cosa porque cuando un minuto después esa boca empezó a succionarme dando un placer bestial, me rendí a la evidencia y empecé a chupar con glotonería esa vieja polla.
-así nena chúpala así, que placer me das.
Tenia a los tres viejos dándome placer, uno me chupaba el sexo, otro las tetas y el tercero me penetraba la boca haciéndome chupar su polla. Me corrí enseguida arqueando la espalda. El de mis tetas se sacó la polla y alternaba ambas chupándolas ya desenfrenadamente, mientras el otro dejo de lamerme y sacándose la polla, la paseo por mi coñito, presiono y metió el glande, me agarro de las caderas y empujo, me penetro en dos veces haciéndome chillar.
-uf niña que estrecha estas, que gusto aprieta bien mi polla que este viejo te va a dar una buena follada puta.
Iba de una polla a otra mientras mi coñito era penetrado sin piedad, varias manos agarraban mis tetitas pellizcándolas, sobándolas y dándome placer, más del que había recibido nunca y volví a correrme.
-si puta mójame la polla, así córrete cerdita
Gritaba y jadeaba sin pudor alguno ya, cuando me corrí saco su polla y otro lo sustituyo, era más pequeña, pero me follaba más fuerte, note mi sabor en su polla.
-así límpiamela bien con tu lengüecita putita
Me agarro la cabeza y empezó a follarme la boca como se había follado mi coño y no paro hasta llenarme la boca de semen, que yo trague enloquecida mientras volvía a correrme.
Como una muñeca de trapo me sentaron sobre la última polla que me faltaba por probar, me abrieron los muslos y me lamieron ambos mientras tenía toda la polla metida, mire sus lenguas que iban desde mi coño hasta los huevos del que me follaba y la escena me enloqueció. Así estuvieron varios minutos hasta que me levantaron de nuevo y el que me follaba se la meneo mientras me subían y se corrió en mi espalda, notaba su semen caliente y me pusieron a cuatro patas y el que faltaba por correrse se puso detrás y agarrándome las caderas me la metió, me follo dos minutos como un salvaje mientras el recién corrido se ponía ante mí.
-lamela zorra límpiame la polla, hacía años que no me corría así.
El tercero aun me follaba con vigor, no dejo de hacerlo hasta que otro orgasmo me dejo temblando, entonces la saco y se la meneo en mis labios
-toma también mi semen puta lámelo todo. Te gusta cómo te follan estos viejos?
-sí, si
-dilo golfa di que te ha gustado la follada
-me ha gustado la follada
El primer chorro se estrelló en mi pelo y los siguientes en mis labios y los lamí, luego lamí su polla y caí al suelo derrotada y bien follada por esos tres viejos.
Me pasó mi ropa y me puse la falda y me estaba abrochando la camisa cuando oí al abuelo
-estaba abierto –se quedó parado viéndome con la falda aun desabrochada y abotonándome la camisa-
Entro detrás del el que había ido al coche y sin ver al abuelo dijo
-nena toma pañuelitos mojados para el semen de tu pelo. –entonces le vio-
-que ha pasado aquí? –Pidió mirándonos a los cuatro-
-abuelo…
-que habéis hecho? –les pregunto a ellos-
-te vas a cabrear, pero si no fuera tu nieta también te hubieras apuntado
-os la habéis follado?
-si –contesto uno-
-los tres?
-si –contesto el otro-
-joder no respetáis nada?
-lo intentamos, pero…
-abuelo también es mi culpa –decidí ser justa, no debí ser tan calienta braguetas-
Se sentó en el sillón derrotado, enfadado y triste.
-no te lo tomes así, si hasta a ti te la ha puesto dura –dijo uno de ellos, llamando mi atención-
-calla
-no me callo, no nos hagas sentir mal.
-quiero saberlo –dije decidida y excitada de nuevo-
-tu querido abuelo la otra noche te vio masturbarte y luego se la meneo en tu honor
-no cambiéis de tema, que te han hecho nena?
Pensar que mi abuelo me había mirado tocándome y se había excitado me puso a cien y recordé de nuevo su polla en la boca de esa mujer, sus palabras y me lance.
-abuelo me han follado
-los tres?
Me puse de rodillas ante el que tenía la cabeza apoyada en sus manos y afirme con la cabeza.
-primero vine solo a ver la casa, pero me ofreció café y algo dentro –miro al dueño de la casa-
-solo ha sido una pastillita de las de dormir, para que nos dejara
-sois unos…
-abuelo al principio cuando me tocaba estaba como en una nube, pero cuando me toco el coñito… me excite mucho y luego llegaron los otros dos y también me acariciaron
-o sea que te gusto?
-si abuelo –los tres sonreían-
-solo pensábamos tocarla un poco aprovechando que estaría atontada pero ella pedía más y más y está demasiado buena, la chupa de fábula y su coñito es estrecho, caliente y mojado –dijo otro-
Mire a mi abuelo y vi que estaba excitado, el bulto en su pantalón lo delataba y se dieron cuenta.
-nena sácasela –dijo uno-
Me acerque más al abuelo y baje la cremallera del pantalón, me miraba con una mezcla de cautela y deseo.
-no cielo, no lo hagas –dijo sin convicción-
-si abuelito quiero probar tu polla
Se la saque y empecé a meneársela lentamente
-no, déjame. Eres mi nieta
-lo se abuelo
-chúpasela preciosa
Baje la cabeza y sacando la lengua empecé a pasarla por su glande hinchado, el abuelo jadeo y yo pase la lengua por todo su miembro, su mano empujaba mi cabeza hacia atrás para que dejara de chupársela, pero no pare, me la coloque entre mis labios y la deje resbalar hacia dentro de mi boca succionándola, solo me cabía media, pero la metía y la sacaba dejándosela mojada, la mano que antes me empujaba hacia atrás ahora me empujaba hacia abajo.
-ves como la chupa…
Le baje los pantalones sin demasiadas reticencia por su parte y empecé a acariciar sus testículos apretándolos ligeramente cada vez que succionaba. El abuelo jadeaba cada vez que lo hacía. Mientras los otros tres nos miraban.
-te gusta abuelo?
-si mi niña, me encanta, no puedo aguantarlo más, me voy a correr
Seguí mamándole la polla entregada hasta que arqueo su cuerpo y note un chorro de semen caliente en mi boca, seguí succionando hasta que me trague todo su semen sin dejar de mirarle, limpie su polla y me relamí los labios. El me miraba agradecido y perplejo.
Me levante y regrese a casa, por la noche no me miraba, apenas me hablaba para que la abuela no notara nada. Me di una ducha antes de cenar y durante la cena nada, yo no dejaba de pensar en el placer de chuparle esa gran polla y empecé a desearla en otras partes de mi cuerpo.
Nos quedamos los tres a ver un rato la tele, me senté a su lado y le notaba nervioso pero no se movió por la abuela.
Cuando esta se fue a la cama, nos quedamos solos.
-tendrías que irte a dormir nena –dijo el abuelo-
-estas enfadado?
-no, pero ha sido un error
-no te ha gustado? –pregunte triste-
-si me ha gustado, jamás me había gustado tanto mírate cómo no va a gustarle a un viejo como yo que una chica como tú se la chupe? Pero eres mi nieta. Vete a dormir mañana hablamos.
Me fui a dormir y al rato me levante al oír la tele, fui hacia el comedor y le vi. Estaba ante la tele y se había sacado la polla, se la meneaba lentamente con los ojos cerrados. Me acerque sin hacer ruido y me pare ante él, que al notar mi presencia abrió los ojos.
-lo siento, perdóname.
-en que pensabas abuelo? La verdad
Después de unos segundos se rindió a la evidencia.
-pensaba en ti, soy un cabrón
Agarre mi camiseta y la saque por mi cabeza quedándome solo en braguitas, mi abuelo me devoraba con la mirada. Me acerque y separando las piernas me coloque sobre el abuelo, agarre la polla y la puse en la entrada de mi coñito caliente y cogiéndole las manos las puse en mis tetas.
-te gustan abuelo
-si cariño
Empezó a manosearlas, a estrujarlas y pellizcaba mis pezones cuando empecé a bajar clavándome su polla lentamente, su polla me abría y me llenaba.
-cuida cariño no puedo meterla del todo
-porque?
-porque te dolerá
Fui bajando hasta clavármela hasta los huevos, tras unos minutos empecé a moverme abrazada a el
-cariño es la primera vez que la meto del todo, que rico es tu coñito. Te gusta cariño?
-si abuelo
Me agarro del culo y me moví apretándole la polla, ambos gemíamos bajito mientras sentía su polla rozar cada rincón de mí.
-ven nena llevo días soñando con esto
Me cogió de la mano y me llevo a mi habitación, allí me hizo poner a cuatro patas en la cama y cogiéndome de las caderas me follo metiéndome toda su polla y haciéndome gritar de placer agarrada a las sabanas
-te duele nena?
-no abuelito, sigue que me corro en tu polla
Empujo sin piedad, follándome salvajemente hasta que mordí la almohada al correrme.
-nena tengo que salir
-no abuelo, fóllame hasta que te corras lléname de tu semen
Y empujo con desesperación mientras yo le apretaba la polla vaciándosela por completo.
Caímos en la cama destrozados y me acaricio el pelo, aun dentro de mí
-gracias mi niña, nunca había sentido tanto placer
-ni yo abuelo, ni yo…
Allí llegue después de pedirme algo de flexibilidad en el trabajo, trabajaba para una inmobiliaria como agente.
Los abuelos vivían en casa con mama, el abuelo estaba estupendo pero no la abuela, que necesitaba ayuda para todo, solo tenía que pasar algo de tiempo con ellos y de paso que mama pasara unos días de descanso alejada de todo.
Los primeros días fueron muy bien, por la mañana después del desayuno y un rato de tareas salimos a comprar y a dar una vuelta, luego regreso a casa para hacer la comida entre los tres y tras una siesta yo y la abuela íbamos a tomar un refresco y recogíamos al abuelo de su partida.
Al tercer día tenía que enseñar una casa no demasiado lejos de allí, deje a la abuela en el bar donde el abuelo jugaba a las cartas con un café con leche y salí disparada.
Regrese dos horas después y me los encontré como los había dejado, menos al abuelo, me acerque a preguntar y uno de los amigos del abuelo me dijo que tenía una casa en la afueras y que se planteaba venderla.
-pues si te decides déjame darle un vistazo y sacarle unas fotos y te doy pistas.
-vale guapa
Su mirada recorrió mi cuerpo de arriba abajo, me hizo gracia la mirada de ese señor mayor.
-Y mi abuelo?
-está en el baño
Regrese donde la abuela y antes de sentarme fui un momento al baño, al pasar por una de las puertas del pasillo oí ruido y voces y me pare un segundo.
-entonces se anula lo del viernes? –claramente era la voz de la señora que llevaba el bar.
-sí, deja mi polla que no poder salir de aquí y ese después de anular la cita se cabrearan
Era la voz de mi abuelo, me asome un poco y me quede helada al ver la escena, esa señora tenia agarrada la polla del abuelo mientras este sobaba sus tetazas. Me impresiono ver el miembro erecto del abuelo, era más grande que el de mi ex y tremendamente gordo.
-venga mujer suelta mi polla, follaremos todos la semana que viene
No podía creer que ese grupo de viejos quedaran para hacer orgias, pero eso era lo que parecía al menos por sus palabras
-pero mira como esta deja que la disfrute un rato, tu polla es la que más me gusta de las cuatro –decía claramente excitada la mujer-
Esa mujer se follaba a todo el grupito, estaba alucinada.
-tu ganas puta ponte de rodillas quieres polla? Pues vas a tener polla.
Oír a mi abuelo decir esas cosas en contra de lo que hubiera creído me pusieron a mil. Mientras veía como esa mujer de unos cincuenta y muchos se arrodillaba y sacando la lengua empezó a lamer la gran polla de mi abuelo, mientras este le sobaba las tetas.
-si puta chupa, que seguro aun tienes ese coño mojado de la paja que te he hecho
Si no hubiera estado en el pasillo de un bar publico me habría masturbado, pero no podía a pesar de estar excitadísima. No me lo podía creer, mi abuelo jadeaba mientras ella mamaba sin parar, se separó un poco y agarrándose la polla se la meneo dos veces saliendo de esta un chorrito de semen que fue a parar sobre las tetas de la mujer.
-toma puta, al final te has salido con la tuya.
Regrese a mi sitio azorada sin darme cuenta que no había ido al baño y además ahora no podía ir. Cuando pase por la mesa de los amigos del abuelo note sus miradas y aunque fueran viejos y no me gustaran me gusto gustarles.
Los dos días siguientes no podía quitarme de la cabeza la escena del abuelo y cada vez que veíamos a uno de sus amigos me exhibía ante ellos y recordaba las palabras de ellos en el almacén hablando de orgias.
Empecé a dejar dos botones desabrochados, a procurar que mis faldas fueran bien cortas y así exhibirme ante ellos. Todos babeaban cada tarde cuando dejaba mis piernas ligeramente separadas y desde donde jugaban veían mis bragas. Sabía que los excitaba y me gustaba al llegar a casa meterme en el baño y allí me masturbaba todos los días.
No quería nada con ellos pero desde la escena mi mente estaba salida y me gustaba jugar a ponerlos cachondos. Me gustaba que me miraran y fantaseaba con que alguno terminara cascándosela pensando en mí.
Ya llevaba una semana allí cuando una tarde me dijo el amigo del abuelo que quería que viera la casa. Quedamos para ir al día siguiente, después de comer la abuela recogía antes de hacer la siesta y cogí la cámara y me fui.
Al llegar a la casa solo estaba el amigo, me hizo pasar y empezó a enseñarme la casa, hicimos fotos en las habitaciones y luego fuimos al salón a redactar mi informe, tenía que preguntarle algunos datos, me ofreció un café y acepte, sentada en el sofá preparaba lo que tenía que pedirle, me había terminado ya el café y al escribir me sentí mareada, el señor sentándose a mi lado me pidió si me pasaba algo.
-te pasa algo nena?
-me siento algo floja pero será del calor que hace aquí.
Moví el cuello de mi camisa de manga corta y el acercándose puso una mano en mis rodillas
-es que hace calor, pondré el aire acondicionado. Quieres?
Asentí con la cabeza y enseguida note el fresquito volvió a mi lado y poniendo de nuevo su mano en mi rodilla dijo
-mejor así preciosa?
Cerré los ojos un momento disfrutando del fresquito y volví a notar su mano esta vez acariciaba mi piel, quise apartarlo pero me pesaban los parpados mientras él seguía.
-tienes una piel muy suave bonita
Notaba su aliento cerca y la otra mano empezó a desabrocharme los botones de mi camisa se metió dentro y sobaba mis pechos sobre el sujetador, me sentía rara, como en una nube.
Saco la camisa de mi falda y me la quito, sus ásperas manos recorrían mi piel calentándola, luego se arrodillo ante mí y empezó a acariciarme los muslos, subiendo mi falda y ganando terreno hacia su objetivo, mis bragas. Empezó a tocarme sobre ellas y note como me mojaba, a pesar de mi atontamiento ese viejo me ponía cachonda. Aparto la braguita y sus gordos dedos hurgaban entre los pliegues de mi sexo.
-esta chorreando golfilla –me dijo mientras un dedo me penetraba-
Apenas podía jadear y el dándose cuenta que no podía escapar junto otro dedo y me penetro de nuevo notaba como me abría. El sudaba y jadeaba entre mis piernas cuando sonó el timbre. Vi a los otros dos amigos de mi abuelo entrar en el comedor, no se sorprendieron al verme tirada en el sofá con la falda subida, las bragas movidas y sin camisa, en ese momento lo supe. El café, me había metido algo en el café por eso estaba atontada.
-veis que preciosidad?
Se puso de nuevo ante mí y me subió la falda a la cintura y me bajo las bragas mientras los otros dos se relamían.
Volvió a colocarse en el suelo y abriéndome les enseño mi sexo, lo abrió con dos dedos mientras les decía.
-ya está mojada, le he metido dos dedos antes y esta estrechita y caliente.
-que me ha puesto en el café –pregunte con un sobreesfuerzo-
-no te preocupes cariño solo es una pastilla relajante de las que uso para dormir.
Me penetro de nuevo con dos dedos y suspire, uno de los otros dos se sentó a mi lado y empezó a amasar mis pechos, los saco del sujetador y empezó a lamerlos, mordisqueaba mis pezones mientras el otro entraba y salía de mi vagina lentamente. Busque al otro y vi que se la había sacado y poniéndose de rodillas en el sofá al otro lado se la meneaba mirando el espectáculo.
-que buena estas golfilla, no esperabas esto cuando te pavoneabas delante de tres viejos verdad?
-no se lo esperaba solo iba de calientabraguetas verdad nena? –me decía otro sin dejar de penetrarme-
-que tetas más ricas tiene
Me mordía los pezones y yo estaba cachondisima cuando note una lengua áspera pero certera lamer mi clítoris y succionarlo, no podía evitarlo esos viejos me ponían a cien. El que se la meneaba la acerco a mi cara.
-chúpamela nena
Agarrándome la cabeza empezó a frotármela por los labios hasta que los entreabrí y empujo levemente metiéndola en mi boca.
-te gusta mi polla pequeña? –trágatela entera-
No podía hacer otra cosa porque cuando un minuto después esa boca empezó a succionarme dando un placer bestial, me rendí a la evidencia y empecé a chupar con glotonería esa vieja polla.
-así nena chúpala así, que placer me das.
Tenia a los tres viejos dándome placer, uno me chupaba el sexo, otro las tetas y el tercero me penetraba la boca haciéndome chupar su polla. Me corrí enseguida arqueando la espalda. El de mis tetas se sacó la polla y alternaba ambas chupándolas ya desenfrenadamente, mientras el otro dejo de lamerme y sacándose la polla, la paseo por mi coñito, presiono y metió el glande, me agarro de las caderas y empujo, me penetro en dos veces haciéndome chillar.
-uf niña que estrecha estas, que gusto aprieta bien mi polla que este viejo te va a dar una buena follada puta.
Iba de una polla a otra mientras mi coñito era penetrado sin piedad, varias manos agarraban mis tetitas pellizcándolas, sobándolas y dándome placer, más del que había recibido nunca y volví a correrme.
-si puta mójame la polla, así córrete cerdita
Gritaba y jadeaba sin pudor alguno ya, cuando me corrí saco su polla y otro lo sustituyo, era más pequeña, pero me follaba más fuerte, note mi sabor en su polla.
-así límpiamela bien con tu lengüecita putita
Me agarro la cabeza y empezó a follarme la boca como se había follado mi coño y no paro hasta llenarme la boca de semen, que yo trague enloquecida mientras volvía a correrme.
Como una muñeca de trapo me sentaron sobre la última polla que me faltaba por probar, me abrieron los muslos y me lamieron ambos mientras tenía toda la polla metida, mire sus lenguas que iban desde mi coño hasta los huevos del que me follaba y la escena me enloqueció. Así estuvieron varios minutos hasta que me levantaron de nuevo y el que me follaba se la meneo mientras me subían y se corrió en mi espalda, notaba su semen caliente y me pusieron a cuatro patas y el que faltaba por correrse se puso detrás y agarrándome las caderas me la metió, me follo dos minutos como un salvaje mientras el recién corrido se ponía ante mí.
-lamela zorra límpiame la polla, hacía años que no me corría así.
El tercero aun me follaba con vigor, no dejo de hacerlo hasta que otro orgasmo me dejo temblando, entonces la saco y se la meneo en mis labios
-toma también mi semen puta lámelo todo. Te gusta cómo te follan estos viejos?
-sí, si
-dilo golfa di que te ha gustado la follada
-me ha gustado la follada
El primer chorro se estrelló en mi pelo y los siguientes en mis labios y los lamí, luego lamí su polla y caí al suelo derrotada y bien follada por esos tres viejos.
Me pasó mi ropa y me puse la falda y me estaba abrochando la camisa cuando oí al abuelo
-estaba abierto –se quedó parado viéndome con la falda aun desabrochada y abotonándome la camisa-
Entro detrás del el que había ido al coche y sin ver al abuelo dijo
-nena toma pañuelitos mojados para el semen de tu pelo. –entonces le vio-
-que ha pasado aquí? –Pidió mirándonos a los cuatro-
-abuelo…
-que habéis hecho? –les pregunto a ellos-
-te vas a cabrear, pero si no fuera tu nieta también te hubieras apuntado
-os la habéis follado?
-si –contesto uno-
-los tres?
-si –contesto el otro-
-joder no respetáis nada?
-lo intentamos, pero…
-abuelo también es mi culpa –decidí ser justa, no debí ser tan calienta braguetas-
Se sentó en el sillón derrotado, enfadado y triste.
-no te lo tomes así, si hasta a ti te la ha puesto dura –dijo uno de ellos, llamando mi atención-
-calla
-no me callo, no nos hagas sentir mal.
-quiero saberlo –dije decidida y excitada de nuevo-
-tu querido abuelo la otra noche te vio masturbarte y luego se la meneo en tu honor
-no cambiéis de tema, que te han hecho nena?
Pensar que mi abuelo me había mirado tocándome y se había excitado me puso a cien y recordé de nuevo su polla en la boca de esa mujer, sus palabras y me lance.
-abuelo me han follado
-los tres?
Me puse de rodillas ante el que tenía la cabeza apoyada en sus manos y afirme con la cabeza.
-primero vine solo a ver la casa, pero me ofreció café y algo dentro –miro al dueño de la casa-
-solo ha sido una pastillita de las de dormir, para que nos dejara
-sois unos…
-abuelo al principio cuando me tocaba estaba como en una nube, pero cuando me toco el coñito… me excite mucho y luego llegaron los otros dos y también me acariciaron
-o sea que te gusto?
-si abuelo –los tres sonreían-
-solo pensábamos tocarla un poco aprovechando que estaría atontada pero ella pedía más y más y está demasiado buena, la chupa de fábula y su coñito es estrecho, caliente y mojado –dijo otro-
Mire a mi abuelo y vi que estaba excitado, el bulto en su pantalón lo delataba y se dieron cuenta.
-nena sácasela –dijo uno-
Me acerque más al abuelo y baje la cremallera del pantalón, me miraba con una mezcla de cautela y deseo.
-no cielo, no lo hagas –dijo sin convicción-
-si abuelito quiero probar tu polla
Se la saque y empecé a meneársela lentamente
-no, déjame. Eres mi nieta
-lo se abuelo
-chúpasela preciosa
Baje la cabeza y sacando la lengua empecé a pasarla por su glande hinchado, el abuelo jadeo y yo pase la lengua por todo su miembro, su mano empujaba mi cabeza hacia atrás para que dejara de chupársela, pero no pare, me la coloque entre mis labios y la deje resbalar hacia dentro de mi boca succionándola, solo me cabía media, pero la metía y la sacaba dejándosela mojada, la mano que antes me empujaba hacia atrás ahora me empujaba hacia abajo.
-ves como la chupa…
Le baje los pantalones sin demasiadas reticencia por su parte y empecé a acariciar sus testículos apretándolos ligeramente cada vez que succionaba. El abuelo jadeaba cada vez que lo hacía. Mientras los otros tres nos miraban.
-te gusta abuelo?
-si mi niña, me encanta, no puedo aguantarlo más, me voy a correr
Seguí mamándole la polla entregada hasta que arqueo su cuerpo y note un chorro de semen caliente en mi boca, seguí succionando hasta que me trague todo su semen sin dejar de mirarle, limpie su polla y me relamí los labios. El me miraba agradecido y perplejo.
Me levante y regrese a casa, por la noche no me miraba, apenas me hablaba para que la abuela no notara nada. Me di una ducha antes de cenar y durante la cena nada, yo no dejaba de pensar en el placer de chuparle esa gran polla y empecé a desearla en otras partes de mi cuerpo.
Nos quedamos los tres a ver un rato la tele, me senté a su lado y le notaba nervioso pero no se movió por la abuela.
Cuando esta se fue a la cama, nos quedamos solos.
-tendrías que irte a dormir nena –dijo el abuelo-
-estas enfadado?
-no, pero ha sido un error
-no te ha gustado? –pregunte triste-
-si me ha gustado, jamás me había gustado tanto mírate cómo no va a gustarle a un viejo como yo que una chica como tú se la chupe? Pero eres mi nieta. Vete a dormir mañana hablamos.
Me fui a dormir y al rato me levante al oír la tele, fui hacia el comedor y le vi. Estaba ante la tele y se había sacado la polla, se la meneaba lentamente con los ojos cerrados. Me acerque sin hacer ruido y me pare ante él, que al notar mi presencia abrió los ojos.
-lo siento, perdóname.
-en que pensabas abuelo? La verdad
Después de unos segundos se rindió a la evidencia.
-pensaba en ti, soy un cabrón
Agarre mi camiseta y la saque por mi cabeza quedándome solo en braguitas, mi abuelo me devoraba con la mirada. Me acerque y separando las piernas me coloque sobre el abuelo, agarre la polla y la puse en la entrada de mi coñito caliente y cogiéndole las manos las puse en mis tetas.
-te gustan abuelo
-si cariño
Empezó a manosearlas, a estrujarlas y pellizcaba mis pezones cuando empecé a bajar clavándome su polla lentamente, su polla me abría y me llenaba.
-cuida cariño no puedo meterla del todo
-porque?
-porque te dolerá
Fui bajando hasta clavármela hasta los huevos, tras unos minutos empecé a moverme abrazada a el
-cariño es la primera vez que la meto del todo, que rico es tu coñito. Te gusta cariño?
-si abuelo
Me agarro del culo y me moví apretándole la polla, ambos gemíamos bajito mientras sentía su polla rozar cada rincón de mí.
-ven nena llevo días soñando con esto
Me cogió de la mano y me llevo a mi habitación, allí me hizo poner a cuatro patas en la cama y cogiéndome de las caderas me follo metiéndome toda su polla y haciéndome gritar de placer agarrada a las sabanas
-te duele nena?
-no abuelito, sigue que me corro en tu polla
Empujo sin piedad, follándome salvajemente hasta que mordí la almohada al correrme.
-nena tengo que salir
-no abuelo, fóllame hasta que te corras lléname de tu semen
Y empujo con desesperación mientras yo le apretaba la polla vaciándosela por completo.
Caímos en la cama destrozados y me acaricio el pelo, aun dentro de mí
-gracias mi niña, nunca había sentido tanto placer
-ni yo abuelo, ni yo…
0 comentarios - Mi abuelo y sus amigos