Superman (I: El Sacrificio)
Era uno de esos días comunes en la ciudad de Metrópolis, ningún acontecimiento sobresaliente más allá de lo normal en una gran urbe. En el edificio que albergaba al periódico "El Planeta" era la hora pico para el trabajo. En el departamento de redacción los reporteros iban y venían llevando documentos, esperando noticias en Fax, tomando notas por teléfono o seleccionando fotografías para los artículos.
Otros estaban atentos a una gran pared donde varios televisores, empotrados en ella, permitían vez lo que ocurría en los principales canales noticiosos, no solo del país sino también del extranjero. De vez en cuando Pedro Huay, editor en jefe del Planeta, salía de su oficina para llamar a alguien o para girar alguna orden de salida, en realidad esto no era necesario pues hubiera podido hacerlo atraves de la computadora, no obstante el prefería el viejo estilo del jefe gritón.
Para el ojo neófito aquella actividad era caótica, pero para los conocedores era el movimiento normal en la construcción de un periódico. Pero aquel día había una pieza de la maquinaria que no funcionaba, se trataba nada menos que de Clark Kent, Superman, quien permanecía ajeno a la actividad que se desarrollaba en torno suyo. Estaba sentado, con los brazos cruzados, la barbilla hundida en el pecho y la mirada perdida. Curiosamente la única persona que se percato de su aptitud fue su compañera de trabajo Luisa Lane, esta se acercó a su escritorio y dijo como al descuido.
-¿Problemas Villachica?- Por toda respuesta Kent levanto la mirada y frunció el entrecejo. Luisa conocía el significado de aquella mirada, "vete al diablo" penso. A su vez ella hizo un gesto de dignidad y sin decir más continuó su camino hacia su propio escritorio. No obstante estaba sorprendía, era la primera vez que el "chico bueno de Kansas" mostraba una aptitud grosera como esa. En fin ella tenía sus propios asuntos que atender. Clark la miro alejarse, contemplo su estupenda figura, mejor que la de muchas modelos que había visto, enfundada en un elegante traje sastre, lo que más le llamó la atención fue la minifalda que dejaba al descubierto sus bien torneadas piernas.
En otro momento hubiera ido tras ella para disculparse, pero ese día no, ese día no tenía ganas de jugar al "buen chico del pueblo" ó acaso era más acertado decir "el tonto de la ciudad". Sin embargo, la intromiciónde Luisa lo hizo darse cuanta de lo atrasado que estaba en cuanto a los demás, "lo que menos necesito son problemas con Pedro" se dijo a sí mismo mientras se acomodaba en su asiento. Entonces hecho mano de sus habilidades y comenzó a trabajar a una velocidad pasmosa.
Teniendo cuidado de no llamar la atención. En pocos instantes realizo el trabajo que a cualquier otro le habría llevado más de dos horas. Al terminar se levanto y sin cruzar palabra con nadie se encamino hacia los elevadores, subió a la azotea del edificio y, tras asegurarse de que estaba solo, cambió su indumentaria de reportero por el inconfundible traje de Superman. Sin más emprendió el vuelo rumbo a su hogar, la casa de Martha y Jonathan Kent, necesitaba hablar con alguien abiertamente.
En pocos minutos se encontraba volando sobre los campos sembrados de trigo, y otros productos, propiedad de su padre. Finalmente llego hasta la casa y descendió, de inmediato un viejo perro labrador comenzó a ladrar alertando sobre la llegada de un intruso, Jonathan y Martha salieron y sus caras se llenaron de alegría al ver a su hijo después de tanto tiempo, habían pasado 4 meses desde su última visita. Sin embargo, la expresión de su rostro les hizo comprender que algo serio le ocurría. Más tarde se encontraban reunidos en la vieja cocina de la granja, Martha les preparó una taza de café, hay comenzaron a hablar.
-¿Qué te ocurre hijo?- pregunto Jonathan preocupado.
-Se trata de Kara papa- Tanto Jonathan como Martha suspiraron al escuchar el nombre de la joven de acero.
-¿Qué pasa con ella hijo?- dijo Martha mientras tomaba asiento cerca de su hijo. Este tomo un sorbo de café y respondió apesadumbrado.
-¡Tiene un romance con Lex Lutor!- Aquella noticia casi hizo que lo viejos granjeros se fueran de espaldas.
-Hijo, ¿éstas seguro de lo que dices?- la voz de jonathan era casi un sollozo.
-Sí- contesto Clark bajando la vista, hubiera querido no contarselo a sus padres, pero la verdad era que él mismo no sabía que hacer.
-Cuentanos que pasa.-dijo Martha visiblemente consternada. Clark respiró profundamente y comenzó a contales sobre la amenaza que ahora estaba sobre Kara, y por ende sobre ellos.
Todo había comenzado unos meses atras, justo después de que Kara y él detuvieran un complot del siniestro amo de Apocolis, Darksai, para vengarse de la tierra por haberlo desafiado, ese acto fue su carta de presentación ante la gente de Metrópolis, y ante el mundo entero. Al principio todo le había parecido maravilloso, sobre todo el hecho de poder volar libremente por los cielos de la gran urbe, al fin podía realizar su sueño de ayudar a las personas, como no pudo hacerlo con sus padres y su gente. El intento convenserla de pasar un poco más de tiempo en la granja, pero ella se negó asegurando que ya estaba lista para enfrentar la vida en la tierra. Al final Clark terminó por acceder y se dio a la tarea de ayudarla a conseguir una identidad secreta. Por tal motivo no le quedo más remedió que acudir a Ciudad Gótica, donde solicito la ayuda del Caballero de la noche, Batman.
Este se sorprendió por aquel pedido, pero acepto solicitando dos días para hacerlo, después le presento a Superman el resultado. A partir de ese momento Kara adoptaría el nombre de Linda Lee, nacida en Kansas, de padres divorciados y dedicada al estudio del arte.
-Espero que no haya nada raro en esta identidad- había comentado antes de partir de regreso a Metrópolis.
-Descuida- respondió Batman- No queremos hacer nada ilegal ¿verdad?- el sarcasmo del hombre murciélago consiguió arrancarle una sonrisa. Una vez resuelto el problema, le consiguió un pequeño departamento cerca del centro. Así Superchica comenzó a combatir el crimen, aligerando un poco la carga para él, por desgracia esta actividad atrajo la atención del más poderoso criminal de la cuidad, Lex Lutor, al principio la considero una nueva molestia para él, sin embargo, su mente diabólica no tardo en concebir un plan para sacar provecho de la recién llegada.
Para empezar, gracias a sus influencias políticas, promovió la realización de una espectacular bienvenida para Superchica, con desfile y entrega de las llaves de la cuidad. Desde luego él se opuso a tal evento, sin embargo a Kara le agrado la idea sobremanera y no pudo evitar que asistiera. Aunque él mismo termino por asistir, como Clark Kent desde luego, no dejo de inquietarle el hecho de que fuera el mismo Lutor quien recibiera a Superchica a la entrada del Ayuntamiento. Lutor hizo gala de sus mejores modales, incluso beso la mano de Kara provocando que esta se ruborizara, su discurso fue sumamente emotivo y cerro pidiendo una fuerte ovación para la festejada. No bien los aplausos comenzaron, hicieron acto de presencia unos "misteriosos" hombres armados que pretendían secuestrar al alcalde. Desde luego Superchica se lanzó a la batalla, él no pudo intervenir porque Luisa tuvo a bien tirarlo al suelo, junto con ella, para "mantenerlo a salvo". La lucha fue feroz pero la joven de acero logro salir triunfante, curiosamente Lutor salió "levemente herido" a causa de un rozón en el hombro. La sangre hizo que la herida aparentara ser más grave de lo que en realidad era. Superchica se ofreció a llevarlo al hospital, en el camino Lutor entablo conversación con Kara y logró impresionarla con sus aires de filántropo.
Mientras tanto Clark Kent, mediante sus poderes, buscaba algunas pistas sobre lo que había pasado, pronto se dio cuenta de que todo había sido una farsa cuyo objeto aún no podía comprender. Días después Lutor pidió atraves del la televisión que Superchica acudiera a su departamento para un asunto importante. Clark se opuso a que ella se entrevistara con Lutor. Por desgracia Kara estaba envanecida por sus éxitos combatiendo el crimen, de modo que no dudo en acudir a la cita. Al día siguiente, mientras desayunaba en la terraza de su departamento, Lutor recibió la visita de Superchica, esta descendió suavemente en la barda y desde hay saludo al hombre.
-Buenos días- Lutor la miro sin denotar sorpresa ó admiración por el hecho de que llegara volando. Esto desanimo un poco a Kara, pero sin perder aplomo preguntó con firmeza. -¿Por qué me pidió que viniera?-
Lutor interrumpió su desayuno y levantandose de la mesa y lanzó un grito hacia el interior del departamento.
-¡Merci!- De inmediato se presentó la bella, y mortal, chofer-guardaespaldas llevando en las manos una carpeta de cuero negro. Lutor tomó la carpeta é hizo un ademan para que se retirara. Acto seguido extendió la carpeta a Superchica, quien la tomó y hecho un vistazo a su contenido. Se trataba de una carta enviada por el director de un hospital, en ella pedía a Lutor ayuda para cumplir la última voluntad de una paciente terminal de tan solo 10 años. Adjunto a la carta estaba otra a todas luces escrita por la niña y adornada con dibujos hechos con lápiz de color.
-¿Paciente terminal?- interrogó Kara sin comprender el significado de las palabras.
-Significa que va a morir- respondió Lutor con voz apesadumbrada.
Superchica se quedó helada por las palabras de Lutor, en su planeta natal Kandor las enfermedades habían sido erradicadas y solo se hablaba de ellas en los registros históricos, instintivamente recordó la muerte de sus propios padres y su corazón se lleno de pena.
-¿No pueden ayudarla?-
-Por desgracia no- El rostro de Lutor estaba sombrío y su voz sonaba quebrada. - Nuestro conocimientos científicos aún no hallan la cura para esas personas.- En ese momento el criminal aprovecho la situación para acercarse a la joven de acero y colocar sus manos sobre sus hombros.
-Lo único que podemos hacer es proporcionarles toda la felicidad que podamos durante el tiempo que vivan. Lutor acerco su rostro al de Kara, hasta casi besarla, para decirle con voz queda. -Por favor ve a verla.- Durante unos instantes Kara contemplo los rasgos varoniles de Lutor, en justicia era un tipo bien parecido, sus ojos fueron lo que más le llamo la atención, emitían una fuerza que le recordó en mucho a la mirada de su madre cuando lucho por salvarla de la muerte.
-¡Donde esta?- Lutor sonrío dulcemente y le dio los datos del hospital. De inmediato Kara voló hacia haya no sin prometerle que volvería para contarle lo que sucediera. Cuando Superchica se perdió de vista la expresión de Lutor volvió a ser dura y fría, Merci se le acercó y dijo burlonamente.
-¿Creé que mordió el anzuelo?-
-Talves sea "super" Merci.- respondió Lutor mientras volvía a tomar asiento frente a la mesa- Pero sigue siendo una chica-. Superchica llegó al hospital, que la esperaba de acuerdo la plan de Lutor, y así conoció a Mary una niña que pronto moriría a causa de la Leucemia. A su lado volvió a experimentar la impotencia de no poder salvar a un inocente, pese a los poderes que ahora tenía, durante un mes esa niña inocente fue el vinculo que unió a Lutor y a Kara. Durante ese tiempo el criminal tejió hábilmente una telaraña de mentiras en torno a ella. Para empezar se presentó él mismo en el hospital y entablo "amistad" con los padres de la pequeña, a quienes convenció para que la niña hiciera una campaña para obtener fondos para la investigación médica, después hablo con Superchica y, aunque esta estuvo renuente al principio, la convenció también. Así se realizó una de las campañas más exitosas que Metrópolis hubiera visto. Realizaron toda clase de eventos y presentaciones personales, orquestadas por Lex Corp. desde luego, fue durante ese tiempo que Lutor comenzó a acercarse cada vez más a Kara,manejo perfectamente las emociones de la joven, ofreciendole otros proyectos de ayuda a la población, campañas contra enfermedades, contra los vicios, etc. en todos ellos Kara sería la piedra angular para que se llebaran a cabo.
Con todo eso Kara quedo convencida, no solo de que Lutor era ajeno a todas las cosas de las que Clark lo acusaba, sino de que era un hombre noble y amoroso con el prójimo. Lo que más le dolió a Clark fue no poder hacer nada para romper aquel vinculo. En primer lugar no tenía pruebas de las actividades ilegales de Lex Corp. ni de que Lutor estuviera involucrado, además, para su desgracia Pedro los mando a él y a Luisa a cubrir un reportaje a Sur-América donde, para no variar Luisa armo un lío donde se mezclaron la guerrilla rebelde, los intereses ocultos del gobierno é incluso la reaparicón de un demonio local, todo lo cual mantuvo a Superman lejos de casa por varias semanas. Para colmo el día posterior a su partida Mary cayó en coma y murió al día siguiente. Aquel evento era lo que Lutor estaba esperando para cerrar la trampa definitivamente.
El mismo organizó el sepelio, esta vez evitó a los reporteros, solo acudieron familiares cercanos, él y Kara, quien acudió vestida con un traje negro que Lutor le proporció, cuando todo termino Lutor despidió a los dolientes con falsas condolencias y ofertas de apoyo para los enfermos. Cuando el último de ellos se fue Lutor volvió la vista hacia la tumba recién cubierta. Hay estaba la joven, inmóvil y con los brazos cruzados, llorando y sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor, de pronto sintió las fuertes manos de Lutor sobre sus hombros.
-Se fuerte- le dijo al oído, Kara se volvió y se abrazo al hombre como un naufrago a una tabla. En ese momento Lutor tomo su cabeza entre sus manos y suavemente la hizo levantar la cara, su rostro lucía hermoso aún con los ojos hinchados por el llanto, entonces Lutor se acerco y la beso con suavidad, aunque con firmeza, Kara vaciló un momento pero finalmente se dejo llevar por su necesidad de afecto y correspondió a la caricia. Desde lejos Merci los miraba con el alma encendida por los celos. Más tarde, de vuelta en los laboratorios de Lex Corp., Merci observaba como Lutor preparaba lo necesario para consumar su plan.
-¿Es necesario que haga "eso" señor?-
-¿Tienes algún problema con esto Merci?- Los ojos del criminal la miraron con helada furia que la hizo estremecer de pies a cabeza.
-No... no- dijo mientras daba un paso atras.
-¡Entonces cierra la boca!. ¡No quiero que me distraigas con tonterías ahora que estoy tan cerca de la venganza!-.
Esa noche Lutor empleó un amplificador de alta frecuencia con el cual envió un mensaje a Kara. -¿Quieres cenar conmigo?- fue todo. Tan seguro estaba de la respuesta que cuando la joven lo llamo por teléfono para aceptar la invitación, él ya tenía todo listo. Esa noche Lutor se vistió con un elegante traje negro, la cena era a base de pescado y ensalada, todo ello acompañado de un fino vino español. Cuando Superchica llegó Lutor se sorprendió a ver que no llevaba su uniforme sino uno de los vestidos que él le había regalado durante la campaña. Lucia bellísima, el vestido se ajustaba perfectamente a su cuerpo juvenil y resaltaba su encantos, aunque algo nerviosa. la cena transcurrió en medio de una platica sobre la vida, el pasado de ambos y sus planes para el futuro. Al terminar Lutor la hizo pasar al interior del apartamento donde encendió su equipo de sonido invitandola a bailar, poco a poco se fueron acercando hasta que sus bocas volvieron a unirse en un beso cada vez más apasionado, las manos de Lutor comenzaron a deslizarce por la espalda y las caderas de la muchacha, separo sus labios de la boca para recorrer el cuello y los hombros, el vestido tenía un escote discreto. Por su parte ella acariciaba la amplia espalda del hombre, Lutor suspendió sus caricias y acercándo a su oído le dijo.
-Te amo-
-¡Lex!- El rostro de la chica se iluminó de felicidad, ella se había enamorado de él desde hacía tiempo. -¡Yo también te amo!.-
Lutor fingió una gran alegría y con ese pretexto saco una botella de campaña, mientras servía el contenido en dos copas de cristal, Kara tomo asiento en un sillón de la sala y sin pensarlo bebió el contenido de la copa. Lo que Kara ignoraba era que la champaña había sido irradiada con Kriptonita, nada mortal solo lo suficiente para que el organismo de la joven se debilitara y el alcohol pudiera hacerle efecto. Kara fue perdiendo fuerza cada vez más hasta que en un momento dado Lutor la cargo entre sus brazos y la condujo hasta su recamara, donde suavemente la deposito sobre la cama. En ese momento la chica tuvo su último momento de resistencia ante las intensiones del hombre.
-No.... Lex.... espera.... tengo que irme... yo-. Lutor se recortó junto a ella y la hizo callar juntando su boca con la suya. Poco a poco la fue despojando del vestido, sus hermosos senos fueron lo primero que quedo al descubierto despertando la lujuria de Lutor quien de inmediato los succionó golosamente, saboreando esas exquisitas piezas de carne; mientras una de sus manos subía la falda del vestido dejando al descubierto sus piernas y su sexo. El hombre se levantó un momento de la cama para desnudarse rápidamente, no obstante antes de volver a su lado se unto el cuerpo, sobre todo su erecta polla con un aceite perfumado, para facilitar su entrada en la carne virgen de Kara. Ella se incorporó sobre la cama y miro a Lutor, sus ojos se abrieron desmesuradamente a ver el cuerpo desnudo del criminal, bien trabajado en el gimnasio, con su gran polla apuntando hacia ella. El se acercó lentamente a la cama y se arrodillo frente a ella. Kara se sentía extraña, temerosa y excitada al mismo tiempo, con sus pechos desnudos a la vista del hombre, este se acerco a ella y atrayendola hacia él la beso mientras una de sus manos corría el siper del vestido, suavemente la hizo levantarse y tirando del vestido lo hizo caer hasta los pies de la chica. Lutor le dio un leve empujon que la hizo caer de espaldas sobre la cama, Lutor se arrodillo frente a ella y con firmeza le saco las bragas que aún traía puestas, los ojos del criminal brillaron al contemplar sus muslos carnosos y su triángulo sexual, cubierto de una suave palambre rubia, el criminal le abrió las piernas y colocó su cabeza calva entre ellas para comenzar a lamer lujuriosamente los bordes carnosos de su coño. Al sentir el contacto de aquella lengua masculina Kara sintió como si un millón de voltios le recorrieran el cuerpo, haciendo gala de su experiencia como amante Lutor hundió su lengua en la intimidad de la joven en busca del clítoris a sabiendas de que así la calentaría aún más. Kara gemía y se contorsionaba sobre la cama mientras su amante exploraba su raja con furiosas lamidas y mordisco.
- ¡Ay..... oh..... ough.... lex... mi amor....! ¡Metemela toda... chupame toda... toda... ! ¡Así... así...me estoy viniendo... me vengo.... ayyyyyy!- El cuerpo de la joven se estremeció mientras sus líquidos vaginales salían disparados contra la boca hambrienta de Lutor que los bebió sin titubeos. El cuerpo de la joven de acero aún se estremecía de placer cuando Lex colocó la cabeza roja de su polla en la entrada del rubio coño y empujo con fuerza, pero no logró penetrarla lo intento dos veces más con el mismo resultado, el himen de Kara era mucho más duro de lo que él había creído. ¡A pero en su diabólica inteligencia Lutor había previsto esa posibilidad!, así que rápidamente estiro la mano hacía la mesa de noche y tomo una pequeña caja de metal, finamente labrado, en el interior se encontraba la joya favorita del criminal, un grueso anillo de oro que en el contra ostentaba una pieza de 14 kilates de Kriptonota, sin perder tiempo la acerco al sexo de Kara y la abrió unos segundos, Kara sintió de inmediato un oleada de calor al tiempo que una debilidad terrible le impedía incorporarse, Lutor, cerrando rápidamente la caja, abrió los labios de la raja y volvió a empujar su polla contra las entrañas vírgenes, la joven sintió entonces como sus carnes se desgarraban para dar paso al grueso y duro falo de Lex, al tiempo que un agudo dolor la hizo gritar.
-¡Oh.... oh..... me duele,.... Lex .... mi amor... me duele...!- Pero su cabalgador no se apiado de ella, en lugar de eso dio un empujón fuerte que termino por romper el himen de la joven de acero haciendola sangrar profusamente, esto a pesar de que solo la mitad de la polla había entrado en ella. En ese momento el hombre volvió a hacer gala de su experiencia, así se detuvo unos instantes dejando que la joven superara un poco el dolor, después dejo que su miembro resbalara suavemente dentro de aquella suave vaina que ahora lo alojaba, un nuevo gemido escapo de los labios de Kara cuando Lex termino de penetrarla.
-¡Ahhhhhhh!- se quejo adolorida. En ese momento el hombre se inclino sobre ella para besarla en la boca y masajear sus pechos, al tiempo que con palabras suaves intentaba animarla a participar en el acto.
-Relajate... animo... ho Kara.... te amo... eres mía ... mi Superchica- Lutor estaba inmóvil, dejando que el coño de Kara se acostumbrara al tamaño de su polla.
-¡Me duele... creo que voy a desmayarme... ya no soporto más...!- se quejaba la joven.-¡Por favor, Lex.... sacamela.... me estas matando mi amor....!-Como respuesta Lutor la beso en los ojos, en el cuello y en los senos, mientras iniciaba un suave balanceo, rítmicamente comenzó a sacar y meter su miembro de la raja recién abierta. El dolor de Kara duro algunos instantes más pero luego, gracias a la paciencia que Lutor había tenido, comenzó a dar muestras de excitación, sentía como el calor de la polla de Lex se extendía por su propio cuerpo mientras él entraba y salía de sus entrañas. Como todo un conocedor en el arte amoroso Lex no solo la acariciaba con las manos sino también con las palabras.
- ¡Eres tan hermosa!... Tan pura.... ¡Te amo tanto... ¡Eras una mujercita encantadora que me hace sentir tan feliz!- Kara lo escuchaba orgullosa de brindarle aquella alegría a su amado, entonces en una muestra de entrega levantó las piernas y rodeó con ellas las caderas de su cabalgador, facilitando más la penetración y alentandolo a envestirla con más fuerza, Lutor entendió en mensaje é intensifico sus movimientos, en pocos minutos ambos sintieron la cercanía del orgasmo, ella se aferró aún más a su jinete, mientras este sacaba su polla , hasta el chipote, de la raja para volver a hundirla ya sin consideraciones.
-¡Ahhhhhhh!.... me vengo..... me vengo... toma.... toma... ¡Ahhhhhh!-
-¡Yo también.... me vengo.... ¡Pequeña puta!.... ¡Me vengo... Ahhhhhh!-La sincronización fue perfecta, de modo que cuando cara alcanzó el orgasmo Lex eyaculo dentro de ella. durante unos instante ambos se convulsionaron, luego quedaron inmóviles mientras sus reparaciones recobraban su ritmo normal. Lutor fue el primero en reaccionar, lentamente se incorporó y contemplo su obra, una sonrisa casi demencial ilumino su rostro, Kara lucia indefensa, con los ojos cerrador y el cuerpo suelto, su peinado se había deshecho y ahora su cabello se esparcía libre por sobre las sabanas. Con todo cuidado levanto las piernas de la muchacha para colocarlas del todo sobre la cama, acto seguido salió de la habitación. Necesitaba unos momentos a solas para dominar sus emociones, tenía ganas de salir al balcón y gritarle a la ciudad su hazaña. ¡HE DESVIRGADO A SUPERCHICA!... ¡LA ULTIMA HIJA DE KANDOR HA SIDO MIA!...¡HE TOMADO LO QUE NADIE VOLVERA A TENER JAMAS...! ¡YO LEX LUTOR SOY EL HOMBRE MÁS GRANDE DE ESTE PLANETA!-Por un momento sintió el deseo infantil de saltar sobre los grandes sillones de la sala, de gritar a todo pulmón. En ese momento una idea deliciosamente perversa se gesto en su cabeza, la ciudad no podía enterarse de su logro, pero había alguien que si lo haría. Con eso en mente regreso al lado de Kara, la joven de acero estaba tendida boca abajo en la gran cama de Lex, la visión de aquellas carnosas nalgas basto para la polla de Lutor volviera a erguirse como un mástil.
Suavemente se sentó a su lado y comenzó a besar la espalda, los hombros y las orejas, al tiempo que sus deseos exploraban el surco que separaba sus nalgas, la joven se estremeció y levanto perezosamente la cabeza.
-Oh ... Lex... ¿que me haces?... ¿Qué más quieres amor mío?- El no se molesto en contestarle, simplemente la tomo del hombro para jalarla, haciendola quedar de lado sobre la cama, mientras le frotaba la polla contra las nalgas, sus bocas estaban unidas en un beso vehemente, Lutor deslizó su mano bajo el cuerpo de Kara a modo de poder estrujar las bellas tetas de Kara, mientras apoyaba la mano en el muslo para hacerla levantar la pierna y así penetrarla desde atras. Ella gimió mientras sentía como la polla del hombre volvía a entrar en su vagina, poco a poco comenzó a mover su hermoso culo hacia atras y hacia adelante, permitiendo que el falo se clavara hasta el fondo de sus entrañas. Quedo así ensartada, suspirando y lanzando gemidos casi agónicos que alentaban a lex a intensificar sus embestidas.
-Muuuuuu.... Ahhhhhh..... Lexxxx.... que me voy de nuevo.... me vengo... ¡ho Rao ( Dios) me vengo!...-
-¡Así pequeña..... así.... que te lo doy .... te lo doy.... toma....!- El nuevo orgasmo que los sacudió los dejó inmóviles, dormidos mientras sus sexos seguían unidos. Al día siguiente Lutor fue el primero en despertar, ver a Kara dormida a su lado lo lleno de una sensación de poder que hacía mucho no sentía. Por su parte, ella abrió los ojos con sorpresa como si no comprendiera lo que había ocurrido la noche anterior.
-¡¿Qué locura hemos cometido?!- dijo mientras intentaba ocultar sus encantos con sus manos.
¡La única que vale la pena!. ¡ La de dos seres que se aman!- Kara ya no pudo decir más sus bocas se juntaron y en poco tiempo estaban follando de nuevo. A partir de ese día Superchica se quedo a vivir en el lujoso apartamento de Lex, ante el coraje de Merci, quien no dejaba de hacerla suya cada vez que podía. Por esos días Luisa y Clark regresaron de Sur-América, el reportaje les valdría un premio según Luisa, pero esto no entusiasmo a Clark quien no veía la hora de separarse de ella para buscar a Kara. Cuando por fin lo logro voló hasta el pequeño apartamento, estaba vacío y abandonado, después supo que había dejado las clases y que nadie sabía nada de ella, así como tampoco de Superchica.
Al día siguiente se presento en "El Planeta" la guardaespaldas de Lutor, y sin mediar palabra entrego a Luisa un pequeño paquete con una tarjeta, "Para Superman" era todo. Más tarde, vestido como Supreman se presento en casa de Luisa y esta le entregó el paquete, en su interior hallaron un vídeo-cassette, ella le ofreció su reproductora para verlo pero algo en su interior le indico que debía verlo solo. Sin más salió rumbo a su propio apartamento y lo inserto en su reproductora, la ira más grande que jamás hubiera sentido se apodero de él, era una grabación de seguridad, del cuarto de Lex, donde se mostraba como él y Kara hacían el amor por primera vez.
Incapaz de contenerse salió disparado hacia las oficinas centrales de Lex Corp., no tuvo problema para localizar a su presa, y entró rompiendo la pared. Lutor lo miro con indiferencia y le dijo burlón.
-¿No te enseño tú mamá como húsar las puertas?- Superman se acerco y sin decir nada lo tomo por el cuello levantandolo como a un muñeco, su otra mano estaba cerrada lista para dar un golpe que sería fatal por necesidad.
-¡Eres el gusano más vil y asqueroso del mundo Lutor!... ¡Maldito calvo del infierno esto es una canallada hasta para ti!... ¡Por dos centavos yo!- Superman no pudo decir más pues en ese momento sintió como una fuerza inesperada chocaba contra su costado lanzandolo hacia la pared.
Al levantarse se quedo helado al ver a Kara, enfundada en un elegante traje sastre, interponiendose entre él y Lutor.
-¡No permitiré que lastimes al hombre que amo!- ningún golpe lo habría lastimado como aquellas palabras. Quiso acercarse pero la joven se puso en guardia lista para el combate, detrás de ella Lutor sonreía como una hiena, más el último hijo de Kriptón no estaba dispuesto a darle el gusto de verlo pelear contra Kara.
-¡NO HE TERMINADO CONTIGO LUTOR!- Sin más salió por la ventana. Un pesado silencio se instalo en la cocina de los Kent.
-Hijo ¿Qué vas a hacer ahora?-
-No lo sé papá.... no lo sé.
CONTINUARA.
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