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Mi sobri me va a hacer padre!


Luego de un mes sin postear relatos vuelvo a mis andadas, jejeje!
En esta oportunidad relato como mi sobri favorita: @blackiss2013 me va a hacer papá!
Espero les guste, comenten y compartan!
Enjoy!


Mi sobrina se llama Giuli, y participa acá en Poringa con el nick: blackiss2013, es una chica de 18 años cumplidos, tiene ojos verdes y cabello castaño, mide 1.68, sus pechos son de tamaño normal no muy grandes pero tampoco chicos, pero eso sí bien paraditos, tiene una colita que enloquece a cualquiera redondita y paradita con buenas caderas.
Era un caluroso domingo de Enero en nuestra casa de campo, estábamos festejando el cumpleaños de Giuli, mi sobrina.
El cumpleaños transcurría normalmente, yo estuve trabajando con el asado, hasta que luego del almuerzo tomé un pequeño descanso tirándome a la pileta. En ella había muchos chicos, que poco a poco fueron saliendo hasta que en un momento quedo solo viendo que Giuli venía hacia mí.
Con sus manos rodea mi cuello, con sus piernas rodea mi cintura, y me dice: Tío falta que me des tu regalo!
Este contacto físico era habitual ya que siempre jugábamos en la pileta.
¿No te lo di?, contesté haciéndome el boludo.
En ese momento, bajó sus piernas, volvió a rodearme a la altura de mis caderas, me apretó hacia su cuerpo, apoyando su conchita sobre mi bulto, y me dijo: No, tío, yo quiero tuuuu regalo.
NO era una nena, NI jugaba con muñecas. Quise pensar que su movimiento de piernas y su reclamo eran casuales, pero de todas formas, mi pija había comenzado a crecer, y mientras esto sucedía, ella me presionaba cada vez más.
En ese momento la madre de una amiga la llama para cortar la torta, ella me suelta y me dice: Tío vamos, acompáñame a cortar la torta.
Yo con la imposibilidad de disimular mi erección le contesté: Si, ya salgo en un minuto.
Se dio vuelta para mirarme, y ya casi saliendo de la pileta, me dice: No importa, entiendo que tardes un poco en salir.
Sabía que estaba al palo. Yo trataba de negar lo que sucedía, pero sus actitudes eran obvias.
Finalmente pude salir de la pileta y mi pensamiento pasaba por alejarme de esa nena en ese día por la gente, era imposible imaginar en llevar adelante una cuestión así. Tengo que estar físicamente bien alejado, no debo cruzar miradas con ella. Tengo que desaparecer hasta que a ella se le pase esto.
Así transcurrió toda la tarde, trataba de no estar solo, y cuando lo estaba y veía que ella se acercaba, rápidamente buscaba a alguien para charlar o servirle algo. A eso de las 6 de la tarde se fueron gran cantidad de invitados. Mi sobrina me había pedido quedarse a dormir conmigo en el campo.
Sucedió que 9.00 en punto se fueron todos, y yo me quedé con mi sobrina solo. Tengo que trabajar ordenando el quincho hasta que llegue alguien a saludarla, me dije. Y comencé a hacerlo mientras le pedí a Giuli que ordenara la casa, así quedamos uno en cada punta del lugar. En ese momento se larga una lluvia torrencial, caían piedras, era un temporal tremendo. Nos metemos urgente en la casa, cerrando todas las puertas.
Al rato me llama la madre de una amiga y me dice que no se puede cruzar uno de los puentes que conduce al campo porque desbordó un arroyo y está intransitable, por lo tanto me pidió que me disculpara con ella hasta el día siguiente.
Giuli tenía dibujada una media sonrisa mientras escuchaba mis conversaciones, estábamos sentados en los sillones del living, ya eran aproximadamente las 10 de la noche, cuando le digo que me voy a dormir a mi cuarto. Tío, ¿puedo dormir en el cuarto con vos?, tengo miedo de los truenos. No, creo que lo mejor es que duermas en el otro cuarto, en todo caso dejemos una luz prendida. Por favor, tío. Dejame dormir con vos, y así podés darme mi regalo, dijo con una voz pícara.
Por favor tío, dale, dame mi regalo. Giuli, creo que te estás equivocando con este planteo, hoy no tengo deseos de concretar nada que esté fuera de nuestra relación familiar, dije seriamente. No me pareció que eso sucediera en la pileta, dijo levantándose y acercándose a mí.
Me miró a los ojos, se arrodilló entre mis piernas, y mientras me bajaba el short me dijo: ya soy lo suficientemente grande para saber lo que quiero.
Tomó mi pija con sus dos manos, y se lo metió en su boca. Yo estaba al repalo, me tiré hacia atrás y me dejé hacer. El contraste de sus manos que tomaban mi pija como si sostuvieran un helado y la acción de su boca de succionar me pusieron a mil.
Luego de unos minutos, sacó mi pija de su boca, y sin decir nada me tomó de una mano y me llevó a mi cama. Se sacó la malla entera que aún llevaba, se acostó de espaldas sobre la cama, levantó sus rodillas, abrió sus piernas y dirigió mi cabeza hacia su conchita.
Comencé a chuparla, la tenía mojadita, y cuanto más pasaba mi lengua más se mojaba. Cuando estuvo bien lubricada, apartó mi cabeza de su agujerito y me dijo: Por favor tío, dame mi regalo.
En ese momento, no lo dudé, me acosté encima de ella, apoyé mi pija en su agujerito, y comencé lentamente a introducirlo. En medio de ese camino vi en su cara un gesto de dolor, cerró sus ojos, abrió su boca y con sus manos se agarró de los barrotes de la cama. Este último gesto me puso mucho más caliente, completé la penetración y permanecí quieto unos segundos.
Esa mueca de dolor se fue transformando en una de placer, hasta que abrió los ojos y como haciendo una súplica me dijo: Dame…
Ahí empecé a moverme, el placer de tener a esta nenita debajo de mí, era indescriptible. Seguí moviéndome atento a las expresiones de Giuli.
Dame, tío, dame, ahhhh, si, dame Ahhhh, siiiiii, tío, siiiii…
Noté que estaba teniendo su orgasmo, pasé mis manos por debajo de ella, apreté sus nalgas, y comencé a experimentar el mío. Terminamos casi juntos. Me separé un poco de ella, y vi su cara de gratitud y felicidad.
Gracias tío, y me dio un beso en la boca.
Nos quedamos acostados un rato, acariciándonos suavemente. Era un momento maravilloso, y al mismo tiempo me daba cierta culpa.
En ese instante se puso boca abajo. Pude ver su pequeña cola paradita, comencé a acariciarla. Lanzó un suspiro. Yo estaba al palo otra vez. Le abrí un poco los cachetes y comencé a pasarle la lengua por el agujerito. Ella gemía más y más. Una vez que la saliva inundó su ano, me levanté, fui a la heladera y volví con un pan de manteca.
Tío, no, que vas a hacer?, me dijo entre preocupada y asustada.
Te voy a dar la otra parte de mi regalo, contesté.
Pero tío, por favor, después quiero sentir mi conchita inundada con tu néctar blanco.
Hundió la cabeza en la almohada y se dejó hacer. Lubriqué durante largos minutos su ano con la manteca, de tanto en tanto ella daba muestras de placer. Tres dedos entraban fácilmente en su entrada. Le dije que se ponga de costado, pensé que si la posición era en 4 patas, acabaría antes de ponérsela. Me lubriqué bien la pija con la poca manteca que quedaba.
Levanté su pierna derecha y comencé la penetración. Muy despacio, muy suave. Ella no decía nada, seguí penetrando hasta que estuve por completo dentro de su culito. En eso ella lleva su mano a su cola, me toca la base de la pija y me dice:
Tío está completamente adentro.
Sí, mi amor, viste que no te dolió.
No tío, nunca me dolió, me gusta mucho esto.
Comencé a moverme de costado, le tocaba las tetas, le acariciaba las caderas, las nalgas, le daba besos en el cuello.
Si, tío si, que lindo, dame, dame por favor, dame. Siii, mi amor, como me gusta, como me gusta tu culito.
Ayyyy, tío ya estoy otra vez por acabar. Si, Giuli, yo también ya estoy otra vez.
Puse mi mano derecha sobre su conchita, y los dos tuvimos un orgasmo fenomenal.
Luego de unos segundos le pregunté si le había gustado y no me contestó. Me incorporé un poco sobre su hombro y vi que estaba caliente.
Luego ella me desmontó, sé que si seguía ya no habría marcha atrás. Así que empecé a deslizar la mano que tenía sobre su hombro hasta que le su teta por encima de la sabana, empecé a jugar con su pezón, que se puso duro como una piedra. Ella giró su carita y me dio un beso en los labios, yo le respondí, mi lengua entro en su boca y empezaron las lenguas a jugar.
Mi otra mano, empezó a subir por su pierna, hasta llegar a su concha, le empecé a acariciar aquellos abultados labios, ella empezó a estremecerse, tomándome la verga por encima del pantalón.
-Tío, no puedo más, necesito sentirte, te necesito dentro de mí por adelante – dijo Giuli.
Ella bajó la mano, me agarro la pija y empezó un movimiento de arriba abajo, se notaba que era una experta en eso de hacer pajas, cuando mi pija alcanzó la dureza de una barra de hierro, se lo metió todo en la boca, chupando como una loca, hasta que no pude más y acabe en su boca, como no podía tragarla toda, la quitó de la boca y los últimos disparos le cayeron en su cara.
-Ahora, te toca a vos – le dije
Así que le empecé a quitar la sabana de su cuerpo, y le besé las tetas, con unos pezones como una piedra, le quité el corpiño. S quedó ante mí con una carita de inocente, estaba mojada, viéndole aquellos labios gordos y aquel clítoris sonrosado. Empecé a chupar aquella cueva, mi sobrina empezó a dar grititos y a jadear, hasta que le vino un orgasmo feroz, quedándose inmóvil, parecía muerta.
-Gracias tío, nunca había sentido lo que me has dado – me dijo Giuli.
Era el momento de la verdad, agarre una almohada y se lo puse debajo del culo, empecé a chuparle el clítoris, hasta que ella empezó a jadear, entonces bajé hasta su culito, el cual besé y mi lengua empezó un mete saca, con una mano le introduje un par de dedos en su vulva y empecé un mete saca, hasta que ella volvió a acabar, ella ya estaba preparada, así que suavemente, puse la punta de mi miembro en su chocho y empecé a penetrarla suavemente, hasta que llegué a fondo, la saque y volví a penetrarla, poco a poco, pegué un golpe de riñones y entre del todo, ella pego un grito.
– Tío, despacio me duele, – me dijo
-Ya está mi princesa, – le dije.
Así que esperé un poco, y empecé un ritmo suave, ella empezó a pasar del dolor al placer, y se fue acoplando a mi ritmo, hasta que empezamos los dos en un ritmo frenético, hasta que cuando sentí que me iba a acabar, la saque y se la metí en la concha, con todos los flujos, entro la mitad, ella pegó un grito y un respingo y yo acabe dentro de ella.
Ahora está por hacerme padre!

26 comentarios - Mi sobri me va a hacer padre!

SuperEdge88 +2
Wow! Delicioso relato! Gracias por compartir y felicidades viejo!!!!
el_pretorian_ban +1
Gracias! 😉
PRAYMUS +1
...Realmente una historia impresionante....me quede caliente de lo bueno que lei.... 👍
el_pretorian_ban
Cha gracias!! 😀
kramalo
parece que la nena usaba corpiño debajo de la malla.... porque se saco la malla y despues casi al final se saco el corpi.... igual está muy caliente....
blackiss2013 +1
😉
JonhCas +1
Excelente relato Friend,que excitante! 😉 😳 🤤

Mi sobri me va a hacer padre!
el_pretorian_ban
Gracias x pasar!
semental_salta +1
Hola me puso mucho tu relato 👏 👏 👏

estoy calentita 🤤 🤤 , muy bueno 😀

beso
el_pretorian_ban
Upalala, me gustaria poder compartir esa calentura 😉
bigdick1 +1
me gusto mucho su relato Comando. . . ud si que cumple el lema de los Comandos!
el_pretorian_ban
Gracias!