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Noche de boliche inusual

No soy de escribir relatos, de hecho esto sucedió ayer y es una historia verídica.
Estábamos previando con un amigo, la idea era ir a bailar pero a algún lugar diferente.

Solemos ir a bailar a boliches de plaza Serrano y la onda nos tenía un poco cansados. Mi amigo me tiró la idea de ir a Goa, un boliche que en su época fue legendario. Ahora es una sombra de lo que fue alguna vez, van más pendejos cumbieros que otra cosa. Me decía que en ese boliche las pendejitas van regaladas y tenía más de una anécdota en la que a algún afortunado se la mamaron en el vip de arriba en la parte de los sillones.

En ese sentido, yo soy más escéptico pero decidí que vayamos. El boliche estaba bastante lleno pero muy lleno de pibes, para nosotros que tenemos 25 años, los pibes de menos de 18 te la bajan un toque. Sobre todo si son cacos barderos. Me recompuse, los tragos hicieron el efecto deseado y encaré un par de pendejas pero no tuve suerte, te miraban la cara y te largaban de una.

-¿Tan difícil es comerse una pendeja de estas?- pensé

Yo tenía triunfos más importantes que esos. Más tarde empecé a ver pendejas que me habían rebotado comiéndose altos cacos, lo que me puso de evidente mal humor. En una de esos veo un grupito de minas y una rubia platinada tremenda, era alto gato, de esos gatos cumbieros que se sacan fotos entangadas y las suben al face.

No me animaba a encararla por miedo a rebotar pero un flaco fue y la quiso sacar a bailar, la mina violentamente le retiró la mano y el flaco se tuvo que ir. Por impulso fui inmediatamente después a abordarla y le dije: ¿Qué hizo mal el pibe para que le cortes el rostro así?

La piba me miro con la cara como si me hiciera una entrevista de trabajo, después de unos segundos se me acerca y me dice: -Todos tienen el mismo chamuyo boludo….

La piba era un infierno, tenía el pelo rubio platinado, petizita y una tenía una pollerita negra de esas bien apretadas. El culo era una manzana perfecta y ese pedacito de tela apenas se lo tapaba, arriba tenía una remera escotada pero las tetas no eran su mejor atributo.

Mientras me decía que los pibes eran re nabos sonó un tema de regaeton que explota, en eso la agarro de la cintura y le digo: -no te voy a andar con vueltas, me estás volviendo loco y este tema te dice lo que tenés que hacer…-

La piba me sonrió, le agarré la mano y la hice girar. La piba se me dio vuelta y me empezó a apoyar esa cola en la poronga. Sentirla apoyarse fue como armar un rompecabezas perfecto. Meneaba la cola bien despacito y después mas fuerte para sentirla toda clavadita en las nalgas, yo la agarré de los costados y no la solté mas. Mientras me meneaba en la verga le besaba el cuello y cuando no pudo más se dio vuelta y me empezó a chapar re descontrolada.

Cómo estábamos cerca de una columna me apoyé ahí y le amazaba bien el orto con las dos manos, hacer eso era la gloria y la mina se fue calentando y me empezó a tocar la verga por encima del pantalón. Mi verga en incipiente erección pasó a ponerse dura como una roca y la mina frotaba cada vez mas rápido con su manito, yo no podía mas por lo que agarre su mano y la puse debajo de mi remera. La mina entendió el mensaje y rápidamente paso su mano por debajo de mi jean y me empezó a pajear, ya sin telas de por medio.

Mientras me seguía acariciando la pija, le dije de ir al telo directamente a lo que me respondió que no. Entonces le dije: -bueno entonces segui con el trabajito ahí dale-

La mina se calentó mas al escuchar eso y empezó mas fuerte, el quilombo en ese rincón era evidente ya y muchos miraban. Mientras me la comía veo que se acerca una de las amigas, esta era morochita, buena cola y carita de puta.

Pensé que venía a llevársela como suelen hacer las minas pero su objetivo era otro. Viene y se queda mirándome fijamente, después mira la mano de su amiga adentro de mi pantalón haciendo la pajita y la agarra a la mina y le dice. –Que puta que sos, me hiciste calentar-
Se miran y se empiezan a chapar las dos trolas. Mientras se chapaban, la rubia me seguía pajeando y yo estaba por explotar. Obviamente me metí en ese beso y la morocha me agarró la cara y me empezó a comer.

Me estaba comiendo una, mientras la amiga me estaba haciendo alta paja. Me sentía el rey del mundo. No pasó mucho tiempo hasta que la rubia aceleró al máximo su mano y acabé un buen lechazo que me dejó exhausto. La mina sacó la mano con su misión ya cumplida, se chapo con la amiga y me dijo: -nos vemos- mientras se alejaba y se perdía en la marea de gente.

5 comentarios - Noche de boliche inusual

Meneanito
Me sentí bastante identificado con tu personaje de la historia.

Muy buena. Lástima que eso no pasa tan seguido. porque yo no so si bancaría salir mucho a lugares cacos o que no me gusten para alguna vez ligar un favorcito.