Ya alguna vez comente que mi padre es policía y no es un dato menor. Conozco gracias a él a muchos uniformados que me han dado más de una mano cuando los necesité. Desde sacarme de encima algún pesado hasta ayudarme en algunos problemas que me han involucrado alguna vez. Es como vivir con custodia, está bueno. Una de tales ventajas se dio ese sábado. Estaba saliendo del boliche dispuesta a encontrarme con un "amigo" que me esperaba en su departamento. Estaba con una pollera rayada blanca y negra, con una tanga negra abajo, una remera negra con cierre al medio bien escotada que dejaba ver que abajo no había nada más y zapatos altos. Estaba bien producida con bastante maquillaje y algunos accesorios, era ya el horario de cierre por lo cual salían todos juntos y alguna mano y apoyada sentí. Pero lo fuerte vendría después.
De golpe siento un empujón de atrás que casi hace que me caiga con el escalón de la salida. Me di vuelta muy enojada y solo llegué a ver una mano que me pegó una cachetada en el medio de la cara que me tiró contra la pared. Cuando me reincorporo totalmente furiosa veo que se trataba de una flaca rubia con un pantalon de cuero y una remerita azul. Era la novia de mi "amigo", el que me esperaba solo en su departamento. Estaba furiosa y me gritaba:
- Sos una puta inmunda pendeja! Qué te pasa con mi hombre, trola de mierda? Dejalo en paz!
Yo que estaba totalmente enojada por el golpe lo único que atiné fue a decirle:
- Qué me pegas, cornuda? Yo salí con mis amigas, no se donde está tu novio! - sabiendo que ya me lo había cogido varias veces pero no daba para provocar más a la loca esta.
- Encima me tratas de idiota te voy a matar! - me dijo y se me vino encima como loca. Me agarró del pelo y me empezó a pegar. Yo gritaba y trataba de safarme, le traté de pegar y la razguñe para que me suelte pero estaba como poseida.
Los hombres miraban y gritaban pero nadie intervenía. De pronto siento que alguién me agarra de atrás y me tironea para sacarme de la pelea. Sentí también que la desquiciada me soltó el pelo. Cuando pude levantar la cabeza y correrme el pelo de la cara veo que se la llevaba la policía para otro lado y el que me agarraba a mi también tenía uniforme.
Entonces empecé a gritarle cosas y ella más furiosa se ponía a pesar de la fuerte amarrada del milico que se la llevaba lejos de mi. Como veían que yo estaba empeorando la situación el que me tenía agarrada y trataba inútilmente de calmarme. Me metió en la patrulla para tratar de distender. Mientras tanto había otra pelea pero de hombres bastante más fuerte y el resto de los policías del lugar estaban separando y pegando también. Yo me distraje con eso. Luego de que se separó todo agarraron unos cuantos de los pelos los metieron en una camioneta y se los llevaron. Yo mientras tanto seguía sola en el asiento de atrás de la patrulla. De pronto se suben dos policías adelante muy molestos y al mirar por el espejo retrovisor uno sonríe y dice:
- Pero mira quien está acá! La mimada de la comisaría jajaja - y le pega con el codo al otro.
Cuando se dieron vuelta eran Juarez y Villalva, dos compañeros de mi viejo que siempre me cuidaban cuando hacían adicionales en los boliches. Me preguntaron que hacía ahí y les conté todo. En eso lo llaman al que me había metido en la patrulla y Juarez habla con él afuera del auto. Al entrar de nuevo me dice
- No te preocupes, esto lo arreglamos en un ratito en la comisaría - me dijo entrando en la parte de atrás conmigo, y completó - Vos quedate tranquila que te vas en un toque, no va a quedar ningún registro de este incidente, a la otra capaz la dejamos demorada
El cana que me había metido ahí se subió en el asiento del conductor y arrancó. Yo no quería ir a la comisaría, era un garrón, todos los amigos de mi padre se iban a enterar que tuve esa pelea y aún peor, la loca iba a contar sus motivos. En el camino podía ver como me miraban por el espejo, a pesar del pelo revuelto por la pelea todavía estaba bastante arreglada. Entonces me bajé un poco más el cierre de mi remera y le dije a Juarez - puede ser que no pasemos por la comisaría todavía?- y lo vi enrojecer, su mirada, que estaba fija en mi escote que dejaba ver mis pechos casi hasta los pezones, subió despacio hasta mi cara y yo lo tenté un poco más pasandome la lengua por los labios. Su erección ya se hacía notar y yo sabía que hacer. Comencé a frotar la entrepierna de su pantalón azul. Entonces el viejo muy caliente dice con voz firme - Dobla acá y metete en la playa estacionamiento esta que no hay nadie. Los otros dos miraron con cierta picardía. Era mi oportunidad y sabía que hacer. baje el cierre de su pantalón y empece a pasar mi lengua por la cabeza de su pene mientras me acomodaba arrodillada en el asiento con la cola hacia arriba, apuntando hacia la ventanilla.
- uuuhhh por favor! años llevo esperando esto bebe- Me dijo mientras daba vueltas con mi lengua por la punta de su pija. No era tan grande así que podía darle mucha dedicación, Podía escuchar como los otros dos, luego de frenar el auto, se abrían el pantalón y empezaban a masturbarse con el espectáculo que les brindaba la hija de su compañero.
Podía sentir la mano de Juarez acariciando mi cabeza de una forma casi paternal que siempre tuvo conmigo. Entonces me la metí entera en la boca y empece a succionar, entonces las caricias se convirtieron en empujones instintivos sobre mi nuca. Me gustaba sentirme la puta de ese hombre que me conoce desde mi infancia al igual que Villalva. Sentía como gemía de placer. Una mina mas o menos de la edad de sus hijos le daba una mamada digna de una profesional
- que puta que es su amiguita - dijo el conductor del auto, con la voz agitada por la paja que me dedicaba. Villalva solo contestó con un largo siiii.
Entonces este último salió del auto y abrió la puerta de atrás, yo al ver el movimiento levanté la cabeza y cuando me vio la cara con la luz opaca de ese apartado lugar el brillo de la saliva y la mojada verga de su amigo ya adornaban mi boca y mi pera. Ya venía con la pija dura en la mano pero esa escena lo terminó de calentar
- vení acá puta - me dijo agarrando mi cabeza y metiendo su gorda pija en mi boca.
Yo chupaba ansiosa y excitada. Había fantaseado con eso hace tiempo. Los policías que siempre me cuidaban me tenían como siempre me habían querido. Mientras se la chupaba jugaba con mi lengua, me la saqué de la boca y la lamí entera desde abajo mirandolo fijamente a los ojos, Pude ver el placer en su rostro. Mientras tanto el otro viejo que todavía tenla su pija al lado de mi cara y no le daban las manos para masturbarse metió de nuevo su pija en mi boca y otra vez me hundió la cabeza pero ahora se movía como si me cogiera la cara. La excitación iba aumentando para todos. Con la otra mano me levantó la pollera y entre caricias también me pegaba algunos chirlos en las nalgas. Sentí la otra puerta abrirse y una gran pija me pegaba en las nalgas. El tercer policía que después me enteré era un tal Gutierrez, y era visiblemente el mas joven de los tres, apoyó su verga por un costado de mi fina y mojada tanguita y empezó a penetrarme con fuerza. Yo gritaba pero tenía la boca ocupada así que solo sentían quejidos fuertes pero apagados que solo servían para calentarlos más. Los dos mayores intercambiaban mi boca y mis manos. Era un concierto de gemidos y yo era la que mejor la estaba pasando.
Gutierrez me penetraba cada vez mas, y yo gozaba como la más puta del mundo. Le decía - más fuerte mi amor, me encanta - y al parecer esto calentaba aún más a mis cuidadores de siempre. Juarez que fue el que más había durado hasta ese momento me tomo fuertemente de la cabeza y empezó a acabar adentro de mi boca - aaaahhh siiiii, sos una nena muy trolita mi amor, tomatela toda - me decía, mientras seguía largando chorros calientes en mi boca y se desvaneció en un gemido muy largo. Yo me levanté y en medio de las embestidas miré a veteranos con la boca acabada, me tragué todo y me saborie. Juares le dejó el lugar a su amigo de toda la vida para que siguiera disfrutando de mi boca y él se fue al asiento de adelante. Mientras tanto el joven me la sacó y yo me enderecé y baje totalmente el cierre de mi remera, dejando mis pechos totalmente libres, los dos se tiraron de cabeza a chuparlos. Mis pezones sentían esas lenguas y el fornido bigote de Villalva me rosaba también excitandome mucho. Entonces me acomodé arriba de él y sentí su pija adentro mío liberando un gemido entre cortado en su oído que sirvió para que me agarre de la sintura y empiece a penetrarme con la misma desesperación que lo hacía el treintañero que miraba desde al lado haciendose una paja terrible. Yo por mi parte me meneaba encima de esa gorda verga y besaba el cuello del uniformado que gozaba de mis movimientos y sumergía su cara en mis pechos.
De repente siento que Gutierrez se acomoda atrás mío y empieza a jugar con un dedo en mi culo, se ve que se cansó de mirar. Asomó si pija en el medio de mi culo y empezó a empujar hasta meter la cabeza adentro, yo contesté con un grito y el siguió entrando despacio mientras sentía como yo respondía con un placer que estaba al borde del orgasmo. Tenía 2 pijas adentro mio al mismo tiempo no aguantaba más, de pronto empezó a metermela con la misma fuerza que lo había hecho por el otro lado, y al sentir las dos penetraciones tan fuertes ya no aguanté y estalle en un orgasmo acompañado de gritos de placer. los dos se calentaron mucho con esto y tras detenerse unos segundos aumentaron el ritmo. Yo estaba roja de tanto sexo, en mi cara que aún tenía restos de la acabada de Juarez y saliva, sumado al sudor y el orgasmo que acababa de tener, estaba muy sucia, pero quería más. Me recosté hacia atrás sobre el cuerpo de Gutierrez y le dije susurrando
- quiero que me acabes en el culo - y me contraje apretando su verga como si la estuviera exprimiendo. Inmediatamente aumentó el ritmo de forma casi frenética y empecé a sentir en medio de sus gemidos como el espeso liquido empezaba a fluir dentro de mi cola. Pensé que iba a tener otro orgasmo.
- ahí tenes putita, como me lo pediste dijo mientras se tiraba rendido en el asiento de al lado
Me dí vuelta dandole la espalda a Villalva que seguía firme como tratando de que ese placer no terminara nunca y pude ver a Juarez haciendose una paja nuevamente viendo mi concha penetrada, y mis pechos sudados y con los pezones duros. Tomé la gorra del deshecho Gutierrez y me la puse en la cabeza mientras ya prácticamente saltaba sobre la pija que tenía adentro, podía escucharse fuertemente el sonido de mis nalgas chocando sobre el cuerpo del último amante que me quedaba. Al ver a su amigo totalmente caliente nuevamente, El bigotudo oficial le dijo - vení no te quedes así que esta puta aguanta mucha leche - Abrieron la puerta de la patrulla y salimos los 3. Me besó los pechos por primera vez y me tomo de los hombros dejandome con sus dos pijas a la altura de mi boca. Los dos estaban a punto de acabar así que se las chupe un poco a cada uno y después empece a masturbarlos muy rápido con la boca abierta y la lengua para afuera. Casi en simultaneo empezaron a acabar una buena cantidad sobre mi lengua. Yo los miraba con la cara roja y media cara brillante y frente a sus insuperables muecas de placer, me tragué todo y junté el resto que había en mi cara con mis dedos que fui chupando mientras se vestían.
-Ahora que hacemos hermosa - me dice Gutierrez como si fuera un remisero. Yo le dije - No me van a dejar acá. Miré la hora y le completé - Llevame a la comisaría que ya deben haber terminado con la otra loca y ahora en el cambio de turno me voy con mi papá. Los tres se miraron y mientras se terminaban de acomodar la ropa arrancaron. Yo tomé mi cartera, me limpié, me arregle bien y me perfumé en el camino. Llegue bastante presentable a la comisaría. Cuando estoy entrando pude ver a la rubia que me pegó salir de una oficina, limpiandose la boca y con el mismo brillo que tenía yo unos segundos antes. Para mi sorpresa de esa oficina salió mi papá acomodandose la camisa. Parecía que él tampoco la había pasado nada mal. La rubia me miró sorprendida y se fue rápidamente, con media barbilla acabada por mi padre.
Mientras saludaba y abrazaba a mi papi le dije
- me alcanzaron los chicos, sabes que yo soy la mimada de la comisaría - mirando fijamente y con gesto muy gatuno a los otros tres.
De golpe siento un empujón de atrás que casi hace que me caiga con el escalón de la salida. Me di vuelta muy enojada y solo llegué a ver una mano que me pegó una cachetada en el medio de la cara que me tiró contra la pared. Cuando me reincorporo totalmente furiosa veo que se trataba de una flaca rubia con un pantalon de cuero y una remerita azul. Era la novia de mi "amigo", el que me esperaba solo en su departamento. Estaba furiosa y me gritaba:
- Sos una puta inmunda pendeja! Qué te pasa con mi hombre, trola de mierda? Dejalo en paz!
Yo que estaba totalmente enojada por el golpe lo único que atiné fue a decirle:
- Qué me pegas, cornuda? Yo salí con mis amigas, no se donde está tu novio! - sabiendo que ya me lo había cogido varias veces pero no daba para provocar más a la loca esta.
- Encima me tratas de idiota te voy a matar! - me dijo y se me vino encima como loca. Me agarró del pelo y me empezó a pegar. Yo gritaba y trataba de safarme, le traté de pegar y la razguñe para que me suelte pero estaba como poseida.
Los hombres miraban y gritaban pero nadie intervenía. De pronto siento que alguién me agarra de atrás y me tironea para sacarme de la pelea. Sentí también que la desquiciada me soltó el pelo. Cuando pude levantar la cabeza y correrme el pelo de la cara veo que se la llevaba la policía para otro lado y el que me agarraba a mi también tenía uniforme.
Entonces empecé a gritarle cosas y ella más furiosa se ponía a pesar de la fuerte amarrada del milico que se la llevaba lejos de mi. Como veían que yo estaba empeorando la situación el que me tenía agarrada y trataba inútilmente de calmarme. Me metió en la patrulla para tratar de distender. Mientras tanto había otra pelea pero de hombres bastante más fuerte y el resto de los policías del lugar estaban separando y pegando también. Yo me distraje con eso. Luego de que se separó todo agarraron unos cuantos de los pelos los metieron en una camioneta y se los llevaron. Yo mientras tanto seguía sola en el asiento de atrás de la patrulla. De pronto se suben dos policías adelante muy molestos y al mirar por el espejo retrovisor uno sonríe y dice:
- Pero mira quien está acá! La mimada de la comisaría jajaja - y le pega con el codo al otro.
Cuando se dieron vuelta eran Juarez y Villalva, dos compañeros de mi viejo que siempre me cuidaban cuando hacían adicionales en los boliches. Me preguntaron que hacía ahí y les conté todo. En eso lo llaman al que me había metido en la patrulla y Juarez habla con él afuera del auto. Al entrar de nuevo me dice
- No te preocupes, esto lo arreglamos en un ratito en la comisaría - me dijo entrando en la parte de atrás conmigo, y completó - Vos quedate tranquila que te vas en un toque, no va a quedar ningún registro de este incidente, a la otra capaz la dejamos demorada
El cana que me había metido ahí se subió en el asiento del conductor y arrancó. Yo no quería ir a la comisaría, era un garrón, todos los amigos de mi padre se iban a enterar que tuve esa pelea y aún peor, la loca iba a contar sus motivos. En el camino podía ver como me miraban por el espejo, a pesar del pelo revuelto por la pelea todavía estaba bastante arreglada. Entonces me bajé un poco más el cierre de mi remera y le dije a Juarez - puede ser que no pasemos por la comisaría todavía?- y lo vi enrojecer, su mirada, que estaba fija en mi escote que dejaba ver mis pechos casi hasta los pezones, subió despacio hasta mi cara y yo lo tenté un poco más pasandome la lengua por los labios. Su erección ya se hacía notar y yo sabía que hacer. Comencé a frotar la entrepierna de su pantalón azul. Entonces el viejo muy caliente dice con voz firme - Dobla acá y metete en la playa estacionamiento esta que no hay nadie. Los otros dos miraron con cierta picardía. Era mi oportunidad y sabía que hacer. baje el cierre de su pantalón y empece a pasar mi lengua por la cabeza de su pene mientras me acomodaba arrodillada en el asiento con la cola hacia arriba, apuntando hacia la ventanilla.
- uuuhhh por favor! años llevo esperando esto bebe- Me dijo mientras daba vueltas con mi lengua por la punta de su pija. No era tan grande así que podía darle mucha dedicación, Podía escuchar como los otros dos, luego de frenar el auto, se abrían el pantalón y empezaban a masturbarse con el espectáculo que les brindaba la hija de su compañero.
Podía sentir la mano de Juarez acariciando mi cabeza de una forma casi paternal que siempre tuvo conmigo. Entonces me la metí entera en la boca y empece a succionar, entonces las caricias se convirtieron en empujones instintivos sobre mi nuca. Me gustaba sentirme la puta de ese hombre que me conoce desde mi infancia al igual que Villalva. Sentía como gemía de placer. Una mina mas o menos de la edad de sus hijos le daba una mamada digna de una profesional
- que puta que es su amiguita - dijo el conductor del auto, con la voz agitada por la paja que me dedicaba. Villalva solo contestó con un largo siiii.
Entonces este último salió del auto y abrió la puerta de atrás, yo al ver el movimiento levanté la cabeza y cuando me vio la cara con la luz opaca de ese apartado lugar el brillo de la saliva y la mojada verga de su amigo ya adornaban mi boca y mi pera. Ya venía con la pija dura en la mano pero esa escena lo terminó de calentar
- vení acá puta - me dijo agarrando mi cabeza y metiendo su gorda pija en mi boca.
Yo chupaba ansiosa y excitada. Había fantaseado con eso hace tiempo. Los policías que siempre me cuidaban me tenían como siempre me habían querido. Mientras se la chupaba jugaba con mi lengua, me la saqué de la boca y la lamí entera desde abajo mirandolo fijamente a los ojos, Pude ver el placer en su rostro. Mientras tanto el otro viejo que todavía tenla su pija al lado de mi cara y no le daban las manos para masturbarse metió de nuevo su pija en mi boca y otra vez me hundió la cabeza pero ahora se movía como si me cogiera la cara. La excitación iba aumentando para todos. Con la otra mano me levantó la pollera y entre caricias también me pegaba algunos chirlos en las nalgas. Sentí la otra puerta abrirse y una gran pija me pegaba en las nalgas. El tercer policía que después me enteré era un tal Gutierrez, y era visiblemente el mas joven de los tres, apoyó su verga por un costado de mi fina y mojada tanguita y empezó a penetrarme con fuerza. Yo gritaba pero tenía la boca ocupada así que solo sentían quejidos fuertes pero apagados que solo servían para calentarlos más. Los dos mayores intercambiaban mi boca y mis manos. Era un concierto de gemidos y yo era la que mejor la estaba pasando.
Gutierrez me penetraba cada vez mas, y yo gozaba como la más puta del mundo. Le decía - más fuerte mi amor, me encanta - y al parecer esto calentaba aún más a mis cuidadores de siempre. Juarez que fue el que más había durado hasta ese momento me tomo fuertemente de la cabeza y empezó a acabar adentro de mi boca - aaaahhh siiiii, sos una nena muy trolita mi amor, tomatela toda - me decía, mientras seguía largando chorros calientes en mi boca y se desvaneció en un gemido muy largo. Yo me levanté y en medio de las embestidas miré a veteranos con la boca acabada, me tragué todo y me saborie. Juares le dejó el lugar a su amigo de toda la vida para que siguiera disfrutando de mi boca y él se fue al asiento de adelante. Mientras tanto el joven me la sacó y yo me enderecé y baje totalmente el cierre de mi remera, dejando mis pechos totalmente libres, los dos se tiraron de cabeza a chuparlos. Mis pezones sentían esas lenguas y el fornido bigote de Villalva me rosaba también excitandome mucho. Entonces me acomodé arriba de él y sentí su pija adentro mío liberando un gemido entre cortado en su oído que sirvió para que me agarre de la sintura y empiece a penetrarme con la misma desesperación que lo hacía el treintañero que miraba desde al lado haciendose una paja terrible. Yo por mi parte me meneaba encima de esa gorda verga y besaba el cuello del uniformado que gozaba de mis movimientos y sumergía su cara en mis pechos.
De repente siento que Gutierrez se acomoda atrás mío y empieza a jugar con un dedo en mi culo, se ve que se cansó de mirar. Asomó si pija en el medio de mi culo y empezó a empujar hasta meter la cabeza adentro, yo contesté con un grito y el siguió entrando despacio mientras sentía como yo respondía con un placer que estaba al borde del orgasmo. Tenía 2 pijas adentro mio al mismo tiempo no aguantaba más, de pronto empezó a metermela con la misma fuerza que lo había hecho por el otro lado, y al sentir las dos penetraciones tan fuertes ya no aguanté y estalle en un orgasmo acompañado de gritos de placer. los dos se calentaron mucho con esto y tras detenerse unos segundos aumentaron el ritmo. Yo estaba roja de tanto sexo, en mi cara que aún tenía restos de la acabada de Juarez y saliva, sumado al sudor y el orgasmo que acababa de tener, estaba muy sucia, pero quería más. Me recosté hacia atrás sobre el cuerpo de Gutierrez y le dije susurrando
- quiero que me acabes en el culo - y me contraje apretando su verga como si la estuviera exprimiendo. Inmediatamente aumentó el ritmo de forma casi frenética y empecé a sentir en medio de sus gemidos como el espeso liquido empezaba a fluir dentro de mi cola. Pensé que iba a tener otro orgasmo.
- ahí tenes putita, como me lo pediste dijo mientras se tiraba rendido en el asiento de al lado
Me dí vuelta dandole la espalda a Villalva que seguía firme como tratando de que ese placer no terminara nunca y pude ver a Juarez haciendose una paja nuevamente viendo mi concha penetrada, y mis pechos sudados y con los pezones duros. Tomé la gorra del deshecho Gutierrez y me la puse en la cabeza mientras ya prácticamente saltaba sobre la pija que tenía adentro, podía escucharse fuertemente el sonido de mis nalgas chocando sobre el cuerpo del último amante que me quedaba. Al ver a su amigo totalmente caliente nuevamente, El bigotudo oficial le dijo - vení no te quedes así que esta puta aguanta mucha leche - Abrieron la puerta de la patrulla y salimos los 3. Me besó los pechos por primera vez y me tomo de los hombros dejandome con sus dos pijas a la altura de mi boca. Los dos estaban a punto de acabar así que se las chupe un poco a cada uno y después empece a masturbarlos muy rápido con la boca abierta y la lengua para afuera. Casi en simultaneo empezaron a acabar una buena cantidad sobre mi lengua. Yo los miraba con la cara roja y media cara brillante y frente a sus insuperables muecas de placer, me tragué todo y junté el resto que había en mi cara con mis dedos que fui chupando mientras se vestían.
-Ahora que hacemos hermosa - me dice Gutierrez como si fuera un remisero. Yo le dije - No me van a dejar acá. Miré la hora y le completé - Llevame a la comisaría que ya deben haber terminado con la otra loca y ahora en el cambio de turno me voy con mi papá. Los tres se miraron y mientras se terminaban de acomodar la ropa arrancaron. Yo tomé mi cartera, me limpié, me arregle bien y me perfumé en el camino. Llegue bastante presentable a la comisaría. Cuando estoy entrando pude ver a la rubia que me pegó salir de una oficina, limpiandose la boca y con el mismo brillo que tenía yo unos segundos antes. Para mi sorpresa de esa oficina salió mi papá acomodandose la camisa. Parecía que él tampoco la había pasado nada mal. La rubia me miró sorprendida y se fue rápidamente, con media barbilla acabada por mi padre.
Mientras saludaba y abrazaba a mi papi le dije
- me alcanzaron los chicos, sabes que yo soy la mimada de la comisaría - mirando fijamente y con gesto muy gatuno a los otros tres.
24 comentarios - La mimada de la comisaría
Pd: si gustas te invito a leer y conentar mis relatos
me quede re caliente con ganas de mas
gracias
besitos amor 😘
besitos