Lo inexpresable

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Lo inexpresable
(De cartas a Sofía)

Todo comienza pensando en vos, en tu mirada, en tus labios, suena casi hereje decir esto, decir tu mirada o tus labios cuando en realidad me haces pensar en el mar o en algún ocaso. Como explicar la sensación, ese frenesí que me invade mientras mis manos se enredan en tu espalda, como si se trabaran en una lucha, como si fuera una conmoción a todos mis sentidos, mientras la rosa de tu piel, suave, viva, se abre para mí.
Ese es mi inexpresable, el amor, esa bella locura, ese desenfreno, la pasión más primitiva que toma control de cada parte de mi cuerpo y mi razón. Cómo expresar estas ganas terribles de hacerte el amor, de poder besarte como si ese beso fuera la explosión de un universo, como si el aroma que despide la sinfonía de tus piernas fuera a consumirme desde adentro.
Mi inexpresable empieza justo en el momento en que me acerco hasta vos mientras me das la espalda. Justo cuando mis dedos empiezan a apoderarse del vaivén sofocante de tu cintura y me aferro a vos justo como cuando me escondía del monstruo de mi armario. A partir de ahí en mi imaginación, ese recuerdo vivido de algo que jamás pasó, todo se vuelve un poco confuso, como si lo mirara desde atrás de la cortina de un cigarrillo, puedo verte ahora frente mío agitando tu silueta de ninfa clandestina, describiendo el baile de una hoja al compás del viento.
Un sorbo púrpura, dulce, un poco amarga rueda por mi garganta, mojándome, mi boca busca y encuentra tu boca de uva, jugosa, envuelta en tenso terciopelo y mi lengua se desliza sobre ella buscando la serpiente que nada en tu saliva, trabándose en lucha contra ella, abrazándola. Las hormigas de la punta de mis dedos trabajan laboriosas sobre la tela que cubre el silencioso motín de tu desnudez, atraviesan esa muralla y caminan por sobre tus hombros. Entonces se retiran para darle paso a mis manos, que son cálidas, que también te aman, y que presionan justo al lado del camino que lleva de tu espalda hasta tu cabeza, mis dedos marcan acordes, buscan trinchera…me separo un segundo solo para dejarte entrar por mis ojos, en la boca me vibra un sabor a fruta fresca…mis dedos desbarajustan cierres y botones, te desvisto con tanta ansiedad reprimida… me deslumbra el destello de tu desnudez repentina, me quita el aliento y de repente veo cómo se me escapa hasta el nombre. ..
Cada línea, cada punto en tu figura es un haiku que juntos se componen en una poesía digna de Sabines o de Neruda, mi mirada bebe de la luz que chorrea, estalla, desde el amanecer entre tu pelo y tu pie… te acuesto suavemente contra la cama, los ojos de tu espalda se quedan mirándome fijamente y mientras me siento sobre tus piernas dejo que las yemas de mis dedos se posen sobre vos, acariciándote primero suave luego con más fuerza, deshaciendo nudos, soltándote las amarras…me abro camino por toda la planicie suave y cálida de tu piel desnuda, ayudado por unas gotas de tibio aceite, resbalo sobre vos, manchando, humedeciéndote…un hambre voraz va creciendo desde mi pubis, la presión que ejerzo aumenta, haciéndose cada vez más prolongada, mas abarcativa mientras siento que estoy tratando desesperadamente de instalarme dentro tuyo, como si pudiera simplemente desplazarme también debajo de tu piel…así de cerca puedo sentirte, me apodero de tu cuello girándolo apenas y rozo con mis labios tu mejilla izquierda, la dulzura de tu boca que se entre abre dando lugar a la rispidez de tus dientes y el calor de tu lengua…te pido suavemente que te des vuelta, y la redondez de tus senos me fascina, con un dedo acaricio la línea de tu rostro, haciéndote cosquillas… vuelvo a besarte, mientras te miro sonriendo como si tuviera 8 o 10 años y de repente estuviera frente al helado más apetitoso del mundo, me embarga una felicidad tan grande que apenas si cabe en mi corazón, cada beso me enciende, y me embriago en la humedad de tu boca, tus labios carnosos, gruesos, esa boca ancha que invita a besarla otra vez, y otra vez…siento correr la seda de tus cabellos entre mis dedos mientras mis labios se descuelgan de tu boca, pasan por tu mentón, dejan un surco mojado por tu cuello, ahora mis labios acarician tus clavículas, el espacio entre ellas, y me acerco agazapado hasta tus senos, tomo el derecho entre mi boca y dejo que mi lengua roce apenas tu pezón, sintiendo como se endurece…tu respiración se agita… el ritmo de tu corazón vibra entre mis labios…tu otro seno reclama mi atención y nuevamente lo meto en mi boca, suavemente… mis manos acarician tus piernas, tu cintura, esa redondez casi pecaminosa de tu cola …sigo bajando por tu torso, uso mi lengua, mis labios hirvientes de deseo para recorrerlo, tu panza es un hermoso cuadro que admiro largamente, la semilla de tu ombligo, la antesala de la flor que guarda tu agua mas intima, la única que calma mi sed…me planto delante de tu ingle, emana un calor en el que quiero incendiarme, una perla rosada, carnosa, que ya empieza a sobresalir, mi boca se apodera de todo su contorno, lo lamo, lo acaricio desesperadamente, voy un poco más bajo y los labios de tu vagina se dilatan abriéndose para mí, para mi beso. Dejo que mi lengua entre en vos, saboreandoté desde adentro, sintiendo el fuego de tus entrañas, de tu sexo…vuelvo a concentrarme en ese pequeño botón que se hincha para mí, tus gemidos me estremecen, tiembla tu cuerpo cada vez que mi lengua roza tu clítoris, con más fuerza, adquiriendo cada vez mas ritmo, quiero que acabes para mí, quiero escuchar cada gemido, tomarme cada gota que sale de vos… juego con mis dedos entre tus labios, abriéndolos, penetrándolos, mientras empiezo a acariciarte por dentro. El temblor que nace tu cuerpo, me sigue en el mío, me estremece, el aroma de tu sexo en ebullición, los compases que marcan tus gemidos… Me quedó mirándote absorto mientras te seguís estremeciendo, paso mis dedos entre tus labios mojándolos y luego dibujo una rosa entre tu ombligo y tu cuello… Después de un instante detenido por largas horas en el tiempo mi boca busca la tuya para que pruebes ese licor tan dulce que sale de entre tus piernas, al tiempo que voy penetrándote, fusionándome con vos hasta estar completamente dentro tuyo…tus piernas abiertas rodean las mías, me abrazan, voy bien hasta el fondo para salir despacio y volver a entrar de golpe, capto tu mirada con la mía, y es como abrirte la puerta de mi alma, siento una unión tan esperada que podría desaparecer el mundo a mi alrededor y estaría bien, te acomodo de espaldas a mí mientras me apodero de tus senos con mis manos, apretándote fuerte, me vuelvo como un pulpo acariciándote entera…embisto una y otra y otra vez contra vos, arrancándote gemidos que se sobreponen a los míos, gozándonos , tu sexo húmedo abrigándome, mojando toda mi verga dura y caliente, nuestros cuerpos bailando, subiendo el ritmo, derritiendo toda la habitación…vuelvo a ponerme arriba tuyo poniéndote de espaldas, quiero tus ojos, quiero ver tus labios abriéndose con cada sonido, tu rostro frente al mío y entonces siento como un temblor que arranca bien desde lo profundo de mi alma y me sacude por completo como quebrándome, estoy acabando, viniéndome dentro tuyo, llenándote de leche, dejando que nuestros fluidos se mezclen, y siento como si me fuera a morir de tanto placer, mi corazón parece detenerse como si no pudiera aguantar tanta alegría y nos perdemos mientras nos fundimos en uno solo, en una masa turgente, humeante…te beso…”te amo” te digo en un susurro…” me desvivo por tu sonrisa”…”por tu hermosura”…me quedó abrazado a vos…todavía dentro tuyo, sintiéndome seguro en el refugio de tu cuerpo…dándote besitos en tu carita, en tu pelo, en cada parte de tu alma feliz que salta junto a la mía…