Era otro día que daba para echarse un buen polvo, yo recién llegaba del trabajo y se ve que a los vecinos nuevos se les ocurrió la misma idea antes que a nosotros, cosas que pasan. Habrán dejado la ventana abierta, me dijo mi esposa, y se fue para el baño. Se escuchaban los gemidos de la vecina, obvio que sabíamos de quienes se trataba. Una pendeja de diecinueve años y su novio, los dos eran del interior, de buenos cuerpos, fibrosos y atléticos, ella tenia el pelo corto y lo que más llamaba la atención en su figura eran las tetas grandes, de las que se unen en el escote y muestran una redondes creciente hacia los pezones; la pendeja se ocupaba en resaltarlas con su forma de vestir. Una chica muy escotada, decía mi esposa. Acabaron ambos con gritos exultantes y obscenos. Yo había acomodado unos almohadones y mientras me masturbaba lentamente miraba algo de porno amateur en la notebook desde antes que ellos espesaran a coger. María salió del baño sin bombacha, mejor dicho, salió con una bombacha en la mano, la dejó en una silla con otras prendas, volvió a salir, fue hasta el living y al volver tenía puesta una tanga negra, de las de hilo dental por detrás, la remera era ajustada, tenia el cuello redondo y tres botones desabrochados, se notaba que no tenía puesto corpiño, los pezones resaltaban, mostraban una aureola con un punto en el centro que se veía apenas más elevado. Yo llevaba la camisa y la corbata que uso en el consultorio, me había sacado los pantalones y tenia un boxer azul, ella notó que le miraba las tetas y se frotó los pezones con los indices para que despertaran, se hincharon inmediatamente. La situación fue realmente excitante, María me miró triándose el pelo para atrás y dijo
—querés una chupada, yo todavía tengo unas dos horas más con esos informes, pero estoy en un recreo, me cambié la bombacha porque ví las fotos que me mandaste y me hice una pajita justo antes de que llegaras, ahora dejame que te coma la pija y más tarde me cogés. Antes de venir para casa le había mandado al mail unas fotos de mi pija y otras de un polvo de hacía unos días. Empezó tragándose de golpe la verga entera y la llenó de saliva, como estaba bastante dura chupaba y estiraba la lengua sacándola un poquito de la boca y moviéndola como un reptil rosado, así se mantuvo un rato y cuando la sacaba de la boca me pajeaba apretando bien fuerte la pija haciendo así que se hinche la cabeza. Le pedí que pusiera el culo de costado para acariciarlo y porque me dieron ganas de cogerla, ella se negó pero como estaba con la cola hacía arriba la levantó y eso fue suficiente, yo le acariciaba las tetas por debajo de la remera pero liberé las manos, le hundí la pija en la boca y le mantuve la cabeza con fuerza, casi acabo pero me detuve justo a tiempo. La pija se había endurecido increiblemente.
—quedate así y abrí la conchita, le dije, ella se tragó la verga todo lo más que pudo, lo que entre nosotros significaba que me iba a dejar cogerla como le pedí. Me pidió que le coma un poquito la cajeta
—así como estoy, meteme un poquito los dedos, dijo, y se acomodó uno de los almohadones para levantar más la cola. Yo había bajado de la cama y me tiré sobre su culo, literalmente, me arrojé con la lengua afuera y le hundí la tanga en la argolla, la lamí hasta mojar la tela, luego se la saqué, seguí lamiendo hasta mojarla completamente, la masturbé con fuerza y sin tardar mucho la penetré acostándome sobre su espalda, ella estaba en una posición perfecta, cuando apoyé de manera firme los brazos y dominé mejor el equilibrio pude penetrarla con más fuerza, ella gozaba cuando la clavaba duro contra el colchón, gemíamos y la fricción me hizo acabar a los pocos minutos, la verga seguía dura así que María me hizo seguir cogiéndola hasta que acabó.
—Dos a uno le dije, y me tiré para a un costado de la cama.
—querés una chupada, yo todavía tengo unas dos horas más con esos informes, pero estoy en un recreo, me cambié la bombacha porque ví las fotos que me mandaste y me hice una pajita justo antes de que llegaras, ahora dejame que te coma la pija y más tarde me cogés. Antes de venir para casa le había mandado al mail unas fotos de mi pija y otras de un polvo de hacía unos días. Empezó tragándose de golpe la verga entera y la llenó de saliva, como estaba bastante dura chupaba y estiraba la lengua sacándola un poquito de la boca y moviéndola como un reptil rosado, así se mantuvo un rato y cuando la sacaba de la boca me pajeaba apretando bien fuerte la pija haciendo así que se hinche la cabeza. Le pedí que pusiera el culo de costado para acariciarlo y porque me dieron ganas de cogerla, ella se negó pero como estaba con la cola hacía arriba la levantó y eso fue suficiente, yo le acariciaba las tetas por debajo de la remera pero liberé las manos, le hundí la pija en la boca y le mantuve la cabeza con fuerza, casi acabo pero me detuve justo a tiempo. La pija se había endurecido increiblemente.
—quedate así y abrí la conchita, le dije, ella se tragó la verga todo lo más que pudo, lo que entre nosotros significaba que me iba a dejar cogerla como le pedí. Me pidió que le coma un poquito la cajeta
—así como estoy, meteme un poquito los dedos, dijo, y se acomodó uno de los almohadones para levantar más la cola. Yo había bajado de la cama y me tiré sobre su culo, literalmente, me arrojé con la lengua afuera y le hundí la tanga en la argolla, la lamí hasta mojar la tela, luego se la saqué, seguí lamiendo hasta mojarla completamente, la masturbé con fuerza y sin tardar mucho la penetré acostándome sobre su espalda, ella estaba en una posición perfecta, cuando apoyé de manera firme los brazos y dominé mejor el equilibrio pude penetrarla con más fuerza, ella gozaba cuando la clavaba duro contra el colchón, gemíamos y la fricción me hizo acabar a los pocos minutos, la verga seguía dura así que María me hizo seguir cogiéndola hasta que acabó.
—Dos a uno le dije, y me tiré para a un costado de la cama.
2 comentarios - Llegando del trabajo
esos cortos son los mejores...
Riquisimo ese polvo Amigo @Virtual421!!! unas fotitos para ilustrar el post no estarían nada mal 🤤 🤤
+10 para VOS