Día 1
Día 2
Día 3
"Hola Juli, esta noche hacemos una fiesta en mi casa, venite con tu amiga". Ese mensaje me llegó a la tarde, mientras tomaba sol en la pileta de la casa de Agustina. Era de Fede, que estaba a unas pocas cuadras y ya me había prometido que me iba a invitar cuando organizara una fiesta. Le dije a Agus, que si de joda se trata, no te falla nunca.
Nos vestimos muy de verano, shorcitos y musculosa; con la malla abajo, por si nos teníamos que tirar al agua (o nos tiraban). Cuando llegamos no lo podíamos creer: todo el patio (un jardín enorme, con pileta) repleto de gente. Una barra al costado de la pileta y otra contra la casa, DJ en vivo. Una fiesta zarpada, exclusiva para los invitados de los dueños (si, toda la guita).
Nos recibió Fede, contento de que hayamos ido. "Esta noche, me lo garcho" me dijo Agustina. La verdad que tenía ganas de volver a coger con él, pero como dijo una vez una amiga mía "figurita repetida no llena el álbum", le dejé el camino libre de que hiciera lo que quiera y yo buscar otra cosa.
Durante la noche, Fede nos fue presentando a sus amigos. Pero uno me llamó la atención. Nicolás, bastante más grande que yo, unos 10 años. Lo que más me calentaba era su cuerpazo de surfer (en realidad, después me enteré que hacía kitesurf).
La noche fue avanzando, yo estaba con Agustina hasta que la muy turra se decidió a actuar y "accidentalmente" se lo cruzó a Fede por el camino. Empezaron a hablar, y sabía que no iba a pasar mucho tiempo hasta que desaparecieran.
Yo me quedé sola, en la barra de la pileta, pero no por mucho: Nico se puso al lado mío y me invitó a tomar algo.
- Que tomás?
- Una coca..
- Nada más? Tenés miedo de portarte mal?
- No necesito estar borracha para portarme mal... - le dije, mandándole una señal. Que obviamente la entendió.
Pero lejos de avalanzarse, hizo como si nada y seguimos charlando; pero ahora él sabía que yo arrancaba y actuaba en consecuencia. Eso me descolocó un poco y me hacía desear más. La inexperiencia me había hecho mostrar las cartas todas de una, pero bueno. Así se aprende.
De a poco sentía que Nico se iba acercando y el tema de conversación subiendo de temperatura. Me sentía cómoda, y me soltaba. El beso no tardó en llegar. Al rato de estar tranzando en la pileta, nos fuimos para adentro. En el camino traté de ubicar a mi amiga, pero no la encontraba. "Se lo está garchando", pensé y para nada errada. Fuimos para arriba, lugar donde ya había estado (con Fede), pero las 3 habitaciones estaban ocupadas.
Nos quedamos en un rincón, yo contra la pared, con las manos de Nico manoseándome por todos lados. Me bajó el short, lo primero que atiné a hacer es pararle la mano. Un toque de cordura se apoderó de mi, pero no por mucho. Cuando intentó hacerlo de nuevo, lo dejé seguir.
Cuando cayó al piso, levanté mis pies, para dejarlo a un costado. Abrí un poco mis piernas, para dejar que la mano de Nico se metiera entre mis muslos y empezara a recorrer desde mi cola hasta mi panza, en una mezcla de suavidad y salvajismo que me ponía loca. Me corrió un poco la bikini, y me metió un dedo. Mi cuerpo se movía acompañando las embestidas.
En el mejor momento, una puerta se abre. Nos incorporamos, y aprovechamos para meternos nosotros. Debía ser la habitación de los padres de Fede, porque era grande y tenía una cama doble plaza. Cuando cerró la puerta, Nico se bajó el pantalón. Su pija acompañaba el cuerpazo que tenía. sus brazos eran anchos y duros. Bueno, su pija era ancha y dura. Con unos huevos colgando terribles que ya me imaginaba me iban a bañar.
Me arrodillé donde estaba, haciendo que él se acercara hacia mi. Lo abracé de la cintura y empecé a comerle la pija, sin las manos. Trataba que no se me saliera de la boca, no era fácil, pero lo estaba consiguiendo. Hasta que se movió y trató de meterla más al fondo y me hizo unas arcadas, que tuve que salir a tomar aire.
Me levantó, y me paró en frente suyo, me beso. Me agarró de la cola, levantándome a upa aferrándose de de mis muslos. Con mucha puntería me emboco la pija. Yo me agarré de su cuello, y empezó a moverme para arriba y para abajo con mucha fuerza. La bestialidad con la que me estaba cogiendo me hacía gritar como si me estuvieran matando.
Cuando frenó el "arriba/abajo", empezó un "adelante/atrás" no menos violento. Me separaba de su cuerpo y me traía a él de una manera bestial. Yo estaba con los pelos en la cara, desencajada y sin poder hacer nada, si lo soltaba, me caía. Al parecer se cansaron sus brazos (al fin!) y me tiró en la cama, pero lejos de bajar el ritmo, siguió cogiendo como un animal.
Yo estaba muy caliente, y quería acabar. Si bien esa manera de coger me encantaba, sabía que no iba a poder acabar. Así que lo frené, lo acosté y me dispuse a trabajar yo. Me senté sobre su pija, y empecé a moverme despacio, hasta que me acostumbré a su verga ancha y aceleré el ritmo.
El clímax estaba cerca. Mi corazón se aceleraba. Sentía que mis piernas estaban cansadas, pero eran impulsadas a moverse cada vez más rápido por la calentura y las ganas de acabar que tenía. El grito que pegué cuando llegó el orgasmo se debió sentir por toda la casa. No lo podía creer ni yo. Encima, no fue corto. Estuve sintiéndolo un rato largo. Cuando volví a reaccionar, mi cuerpo seguía moviéndose en su pija.
Nico me agarró de la cola, me inmobilizó y empezó a moverse él con una bestialidad que me hacía sentir que en cualquier momento me desmayaba. Gritaba como loca que no parara. Ese ritmo no lo iba a poder sostener mucho, y efectivamente, sacó su pija y sentí una acabada bestial que llegó hasta la mitad de mi espalda, y se fue escurriendo hacia mi cola.
Caí rendida a su lado, hasta que golpearon la puerta. Otra parejita que quería coger. Salimos a la fiesta. Seguía sin encontrar a Agus. Cuando tuvimos oportunidad, nos metimos de nuevo en una habitación y nos pegamos otro terrible polvazo.
Ya de mañana, yo seguía comiéndomelo a Nico, cuando aparece Agus. Saludamos y nos fuimos.
En el camino, le pregunté si se lo había cogido a Fede; me dijo que si, me contó algunos detalles y después me dijo: "vos estuviste con Nicolás?".. "Si" le dije... Se empezó a reír, y no sabía porqué...
"El otro día, que vos estuviste con Fede... yo estuve con Nico... Hicimos intercambio de parejas jaja"... Ese día yo estaba muy borracha, y no me acordaba con quien había estado Agus. El resto del camino hasta su casa, fuimos chusmeando sobre nuestros nuevos chongos de verano.
Día 5
Día 6
Día 7
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Indice
Día 2
Día 3
"Hola Juli, esta noche hacemos una fiesta en mi casa, venite con tu amiga". Ese mensaje me llegó a la tarde, mientras tomaba sol en la pileta de la casa de Agustina. Era de Fede, que estaba a unas pocas cuadras y ya me había prometido que me iba a invitar cuando organizara una fiesta. Le dije a Agus, que si de joda se trata, no te falla nunca.
Nos vestimos muy de verano, shorcitos y musculosa; con la malla abajo, por si nos teníamos que tirar al agua (o nos tiraban). Cuando llegamos no lo podíamos creer: todo el patio (un jardín enorme, con pileta) repleto de gente. Una barra al costado de la pileta y otra contra la casa, DJ en vivo. Una fiesta zarpada, exclusiva para los invitados de los dueños (si, toda la guita).
Nos recibió Fede, contento de que hayamos ido. "Esta noche, me lo garcho" me dijo Agustina. La verdad que tenía ganas de volver a coger con él, pero como dijo una vez una amiga mía "figurita repetida no llena el álbum", le dejé el camino libre de que hiciera lo que quiera y yo buscar otra cosa.
Durante la noche, Fede nos fue presentando a sus amigos. Pero uno me llamó la atención. Nicolás, bastante más grande que yo, unos 10 años. Lo que más me calentaba era su cuerpazo de surfer (en realidad, después me enteré que hacía kitesurf).
La noche fue avanzando, yo estaba con Agustina hasta que la muy turra se decidió a actuar y "accidentalmente" se lo cruzó a Fede por el camino. Empezaron a hablar, y sabía que no iba a pasar mucho tiempo hasta que desaparecieran.
Yo me quedé sola, en la barra de la pileta, pero no por mucho: Nico se puso al lado mío y me invitó a tomar algo.
- Que tomás?
- Una coca..
- Nada más? Tenés miedo de portarte mal?
- No necesito estar borracha para portarme mal... - le dije, mandándole una señal. Que obviamente la entendió.
Pero lejos de avalanzarse, hizo como si nada y seguimos charlando; pero ahora él sabía que yo arrancaba y actuaba en consecuencia. Eso me descolocó un poco y me hacía desear más. La inexperiencia me había hecho mostrar las cartas todas de una, pero bueno. Así se aprende.
De a poco sentía que Nico se iba acercando y el tema de conversación subiendo de temperatura. Me sentía cómoda, y me soltaba. El beso no tardó en llegar. Al rato de estar tranzando en la pileta, nos fuimos para adentro. En el camino traté de ubicar a mi amiga, pero no la encontraba. "Se lo está garchando", pensé y para nada errada. Fuimos para arriba, lugar donde ya había estado (con Fede), pero las 3 habitaciones estaban ocupadas.
Nos quedamos en un rincón, yo contra la pared, con las manos de Nico manoseándome por todos lados. Me bajó el short, lo primero que atiné a hacer es pararle la mano. Un toque de cordura se apoderó de mi, pero no por mucho. Cuando intentó hacerlo de nuevo, lo dejé seguir.
Cuando cayó al piso, levanté mis pies, para dejarlo a un costado. Abrí un poco mis piernas, para dejar que la mano de Nico se metiera entre mis muslos y empezara a recorrer desde mi cola hasta mi panza, en una mezcla de suavidad y salvajismo que me ponía loca. Me corrió un poco la bikini, y me metió un dedo. Mi cuerpo se movía acompañando las embestidas.
En el mejor momento, una puerta se abre. Nos incorporamos, y aprovechamos para meternos nosotros. Debía ser la habitación de los padres de Fede, porque era grande y tenía una cama doble plaza. Cuando cerró la puerta, Nico se bajó el pantalón. Su pija acompañaba el cuerpazo que tenía. sus brazos eran anchos y duros. Bueno, su pija era ancha y dura. Con unos huevos colgando terribles que ya me imaginaba me iban a bañar.
Me arrodillé donde estaba, haciendo que él se acercara hacia mi. Lo abracé de la cintura y empecé a comerle la pija, sin las manos. Trataba que no se me saliera de la boca, no era fácil, pero lo estaba consiguiendo. Hasta que se movió y trató de meterla más al fondo y me hizo unas arcadas, que tuve que salir a tomar aire.
Me levantó, y me paró en frente suyo, me beso. Me agarró de la cola, levantándome a upa aferrándose de de mis muslos. Con mucha puntería me emboco la pija. Yo me agarré de su cuello, y empezó a moverme para arriba y para abajo con mucha fuerza. La bestialidad con la que me estaba cogiendo me hacía gritar como si me estuvieran matando.
Cuando frenó el "arriba/abajo", empezó un "adelante/atrás" no menos violento. Me separaba de su cuerpo y me traía a él de una manera bestial. Yo estaba con los pelos en la cara, desencajada y sin poder hacer nada, si lo soltaba, me caía. Al parecer se cansaron sus brazos (al fin!) y me tiró en la cama, pero lejos de bajar el ritmo, siguió cogiendo como un animal.
Yo estaba muy caliente, y quería acabar. Si bien esa manera de coger me encantaba, sabía que no iba a poder acabar. Así que lo frené, lo acosté y me dispuse a trabajar yo. Me senté sobre su pija, y empecé a moverme despacio, hasta que me acostumbré a su verga ancha y aceleré el ritmo.
El clímax estaba cerca. Mi corazón se aceleraba. Sentía que mis piernas estaban cansadas, pero eran impulsadas a moverse cada vez más rápido por la calentura y las ganas de acabar que tenía. El grito que pegué cuando llegó el orgasmo se debió sentir por toda la casa. No lo podía creer ni yo. Encima, no fue corto. Estuve sintiéndolo un rato largo. Cuando volví a reaccionar, mi cuerpo seguía moviéndose en su pija.
Nico me agarró de la cola, me inmobilizó y empezó a moverse él con una bestialidad que me hacía sentir que en cualquier momento me desmayaba. Gritaba como loca que no parara. Ese ritmo no lo iba a poder sostener mucho, y efectivamente, sacó su pija y sentí una acabada bestial que llegó hasta la mitad de mi espalda, y se fue escurriendo hacia mi cola.
Caí rendida a su lado, hasta que golpearon la puerta. Otra parejita que quería coger. Salimos a la fiesta. Seguía sin encontrar a Agus. Cuando tuvimos oportunidad, nos metimos de nuevo en una habitación y nos pegamos otro terrible polvazo.
Ya de mañana, yo seguía comiéndomelo a Nico, cuando aparece Agus. Saludamos y nos fuimos.
En el camino, le pregunté si se lo había cogido a Fede; me dijo que si, me contó algunos detalles y después me dijo: "vos estuviste con Nicolás?".. "Si" le dije... Se empezó a reír, y no sabía porqué...
"El otro día, que vos estuviste con Fede... yo estuve con Nico... Hicimos intercambio de parejas jaja"... Ese día yo estaba muy borracha, y no me acordaba con quien había estado Agus. El resto del camino hasta su casa, fuimos chusmeando sobre nuestros nuevos chongos de verano.
Día 5
Día 6
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26 comentarios - Estalló el verano en Funes. Dia 4. Pool Party
Jajaja, no sabía que ese tipo de fiestas viene con telo incluido 😛
besos y puntos
Me pones a full!!
Gracias por compartir
PD. Los lei todos hoy