Una noche larga con Ana y Rocio
¿Pasó el tiempo?Lógicamente, así es la vida. ¿Cambiaron las cosas?Por supuesto, quién diga que no esta mintiendo. Lo cierto es que para mí todo fue distinto, como siempre desde que llegó Ana. El tiempo iba desgastando la relación, las discusiones cada día eran más fuertes así que decidímos tomarnos un tiempo para pensar y que cada uno se acomode en sus cosas, yo en la facultad y ella en su nueva vida laboral. Mientras tanto Rocío, que se separaba cotidianamente del novio, continuaba siendo mi compañera de banco y los manoseos por debajo eran moneda corriente, mientras que los mensajes acaparaban toda mi atención. Especialmente en la hora de Estado y Sociedad que ya me hacía olvidar quien hizo la Revolución Francesa. Por esos tiempos el padre le había alquilado un departamento cerca de la facultad a Rocío así que era yo quien curaba su "tristeza" con sexo y pasión..
Rocío: ¿ No quiere venir a mi casa a chuparmela como la otra vez, dandole besitos todo al costadito? - Leía el mensaje y veía como me hacía pucheros con esa cara tan de puta que tiene y bien sabe ocultar para el denominador común de las personas
Yo: ¿Me tratas de usted? Mmm no sé, puede ser- Mentira, que iba a dudar, por más que Ana estaba en cada uno de mis pensamientos esta mina me volvía loco y más con esa boquita grande que cada vez que la veía me recordaba lo bien que la chupaba.
Rocío: Si, es que ando flojita con la facu y no entiendo algo,¿Me lo podrá explicar después de hora?- Cada vez fruncía más la cara y me hacía calentar. Deje de dudar mientras miraba lo bien que le quedaba una remera amplía que dejaba ver el corpiñío negro con encaje que le marcaba tan bien las tetas.
Salímos, fuímos derecho al departamento. En el camino mi corazón se aceleraba, como todas las veces que nos encontrabamos porque ella me generaba una conexión diferente, tal vez era su piel levemente morena, sus rasgos bien nativos con sus ojos medios achinados y una sonrrisa enorme, o quizás su aroma. No lo sé, pero siempre era igual. En el trayecto no podía dejar de tocarle la cola, ella me miraba desafiante y se reía, sabía que me podía.
"Esperame un segundo", me dijo al entrar al depto. Yo me tire en el sillón prendí la tele y me puse a ver Argentina- Holanda del 78' mientras la esperaba. Al rato, escucho que me llama:" Gordito, vení". Su voz venía de la habitación. Abro la puerta y ahí estaba ella vestida de colegiala, " ¿No quiere enseñarme la Revolución Industrial que no entiendo mucho?" ¡por favor, que cuerpo más perfecto! y que actitud de ¡PUTA! me miraba haciendome pucheritos, me lancé encima de ella y me corría, " No señor, espere, tiene que usar el método que le pedí por mensaje sino yo no entiendo" me lo decía mientras se abría de piernas y me mostraba esa conchita toda depilada. Me hundí entre esos muslos, comencé a besarle todo el borde de los labios ella no paraba de gemir, " ¡Ay señor, como lo extraño todas las noches!" yo no respondía solo se la chupaba y observaba como se mordía los labios. Pasó un rato y sus gritos crecían, " ¡Ay!, ¡Si, si acabo siga, siga!" La muy puta me seguía tratando de usted inclusive en medio de tanta calentura y eso me ponía a mil. No tardó mucho hasta que se puso en cuatro contra la pared, "¿No quiere darme un poquito así?" me pregunto frunciendo el seño y mostrandome todo ese cuerpo. Me lancé de una, "¡Ay pero que ganas tiene!" gritó con la primer embestida. No tarde mucho en acelerar el ritmo porque ya la conocía y así le gusta, con ello crecieron sus gemidos " Ay, si señor, que lindo, quiero más" como no calentarme, como no sentir tantas ganas de acabar, " No, ya se pone duro, aguante un poquito, quiero por la cola", los ojos se me iluminaron nunca se lo había hecho y con semejante culo, no tarde ni un segundo que salí y le empecé a chupar bien el culito, tan perfecto, tantas ganas me generaba. Pasaron tres minutos, los justos para bajar mis ganas y lubricar bien la zona, "Despacito señor que no se uso mucho, eh!" continuaba susurrando mientras se tocaba como loca. Entre despacio, "Ay, siga un poquito" ella manejaba todo,los suspiros me marcaban hasta donde llegar. "Entre del todo señor, por favor, quiero sentirlo" gritó mientras se colaba bien adentro los dedos. Tranquilo, con el corazón acelerado entre. Cada vez las embestidas eran más fuertes y profundas, " Siii, siga, por favor, quiero toda" Yo ya no aguantaba más, la leche estaba por salir, " ¡acabeme, lo siento!, ¡Quiero toda la leche bien adentro!", plaf, plaf, dos sacudidas más hasta que la agarré de los hombros para entrar lo más adentro posible y acabe sin darle respiro, " Siiiii, por favor que rico" gritaba mientras se mordía los labios y achinaba bien los ojos. Unos minutos después estabamos los dos acostados.
Me fuí al baño a lavarme la cara, ví el celular para ver la hora eran las 23 hs, y veo un mensaje de Ana: " Cuando puedas vení a buscar unas cosas", pensé que no era tarde así que me cambié y me fuí. Rocío seguía desnuda y me insistía para quedarme a uno más pero creo que en ese momento había una prioridad. Tomé el colectivo, doble en la esquina y antes de cruzar veo que Ana estaba con un muchacho, me quedé escondido para ver la situación. Pasaron pocos instantes hasta que el alma se me destruyó, el pibe se fue comíendole la boca. Cerró la puerta, se alejó y me crucé corriendo. Golpeé y mientras abría Ana dice: " ¿Qué te olvidaste bebé?" se quedó dura, yo lagrimeé, trató de agarrarme pero la saqué.
Me subí al colectivo, pensativo y me bajé en el bar donde nos juntabamos siempre con mis amigos. Después de tomar todo volví a casa. Al otro día, entendí que no podía reprocharle nada, en definitiva yo era igual y quizás ser parecidos fue lo que nos conecto por un largo tiempo pero hoy nos separa hasta otro encuentro...
1 comentarios - Tiempos duros(final del final): una noche larga con Ana y Ro
Saludos, van puntos.