Antes que nada quiero agradecerles a todos por los mensajitos, comentarios y puntos en mi primer post. No me imaginaba tener tan cálida bienvenida a la comunidad poringuera, así que como recompensa me senté a escribirles mi segundo post. Espero sus comentarios!!!
En esta ocasión les traigo un recuerdo que tenia muy guardado desde hace unos cuantos años...
En mi último año de colegio secundario, como casi todos los colegios secundarios de Capital, nos fuimos de viaje de egresados a Bariloche. Mi colegio era bastante chico por lo que la empresa organizadora nos juntó en el micro con egresados de otro colegio de la zona. Al comienzo no nos dabamos ni pelota con la gente del otro colegio, pero luego de un par de días las cosas comenzaron a cambiar.
Estabamos haciendo la previa para salir a bailar a uno de los boliches y decidimos hacer la previa junto con algunos del otro colegio. Yo estaba con mi grupo de amigos y amigas (debíamos ser unos 8 o 9) y nos juntamos con un grupo de 3 pibes y 3 minas del otro colegio. La previa arrancó y rápidamente gracias al alcohol barato que comprabamos, estabamos todos en un estado calamitoso, hablando boludeces, cantando, y como siempre, las hormonas empezaron a hacer lo suyo. Que un empujon, que un roce, que un abrazo y todos empezamos a ponernos un tanto cariñosos...
2 de mis amigas arrancaron a manosearse por todos lados con 2 flacos del otro colegio. Cada vez se iban quedando mas en pelotas hasta que llegó un momento donde no daba para más y los dejamos solos en esa habitación. Algunos de los restantes se fueron a sus habitaciones a cambiarse para salir y otros, que ya estabamos cambiados, fuimos a mi habitación. Para ese momento, los que quedabamos eran mi mejor amiga, otro amigo de mi colegio y 2 minas de la otra escuela.
Seguimos tomando un rato más hasta que se hizo la hora de bajar al hall desde donde nos llevaban a todos hasta el boliche. Cuando salimos de la habitación, encaramos todos para el ascensor y veo que una de las chicas del otro colegio, Lara, se va para el lado de su habitación. Entonces me separo del grupo y la corro por el pasillo hasta alcanzarla:
Yo - Che, no venis a bailar?
Lara - No, no te preocupes. Es que no la paso muy bien yendo a bailar...
Y - Pero por que? Musica, joda... estamos de viaje de egresados!!!
L - Es que no me cabe la onda de que hay que voltearse a cada pibe que aparece. Parecemos putas ahi adentro.
Me hizo pensar... un poco tenia razon, en esos boliches tenes que ser una puta dispuesta a todo o si no te tildan de ortiva... La vi tan triste, y su comentario me dio tanta pena que decidí proponerle algo:
Y - Quedemonos, me quedo con vos... Nos quedamos charlando, o escuchando música. No tenes que arruinarte la noche por no querer salir a bailar...
Y Lara aceptó, un poco dudando siendo que casi no habiamos hablado previamente supongo... Pero me di cuenta que se puso contenta.
Todos se fueron a bailar y nosotras nos quedamos. Charlamos de la vida, de ex novios, de pibes, cosas de minas... Entonces en un momento tomé coraje y le pregunté:
Y - Pero por qué no te copa ir a bailar y estar con un par de pibes? Un poco de sexo ocasional a veces no viene mal...
L - Es que tuve una mala experiencia... - le empezaron a saltar los lagrimones - Cuando tuvimos sexo con mi ex, no me entraba y se enojo tanto y me maltrató tanto que nunca pude volver a coger con nadie del pánico que me genera...
Yo no lo podia creer. Un pendejo pelotudo le habia arruinado una de las cosas mas lindas que tiene esta vida a la pobre mina...
Y entonces, por alguna razón que aún hoy no entiendo, me acerque mientras lloraba y la besé. No lo pense, fue impulsivo. Para mi sorpresa, el beso se prolongó por varios segundos. Separamos nuestros labios y nos miramos a los ojos. Algo nos unia, en ese momento queriamos estar juntas, estabamos indecisas, no sabiamos que hacer, pero no teniamos miedo de averiguarlo. Lara era rubia, ojos verdes y una mirada absolutamente inocente. Tenia un cuerpo chiquito, con unas lindas tetas redonditas acordes a su cuerpo y un culito bien parado.
A ese beso le siguieron una decena de besos mas, cada vez mas apasionados, cada vez con mas piel, cada vez dandole mas rienda suelta a nuestras manos y nuestros cuerpos. A los pocos minutos estabamos abrazadas en su cama, ella sacandome el sweater que tenia puesto. Quede en remerita a traves de la cual se notaban mis pezones duritos y puntiagudos. Le saque la camisa que ella tenia puesta y quedó con una camiseta abajo. Sus pezones tambien estaban firmes y parados. Comenzamos a frotarlos entre sí, mientras sentiamos la profunda respiración y los jadeos de la otra. Yo me estaba mojando cada vez mas y empecé a sentir a través de su calza que ella tambien se mojaba. Corrí a la puerta, la trabé y la levanté de la cama. Le saque toda la ropa, ella hizo lo mismo conmigo y quedamos completamente desnudas. Durante un segundo hubo silencio. Nos miramos. Estabamos admirando la belleza de nuestros cuerpos, antes de que esa perfección se deshiciera en un mar de desenfreno, sudor y jugos corporales.
Se abalanzó sobre mi. Casi podría decir que me atacó. Comenzó a chuparme las tetas mientras con su dedo buscaba mi clítoris. Se notaba que tenía poca experiencia porque me tocaba con un cuidado y una delicadeza propias de quien tantea algo que desconoce. Eso me excitó aún más... es como si me hiciera desear a propósito. Sentía mi clítoris inflamado y mi conchita absolutamente empapada. Agarré suavemente su mano y la hice meterme 2 deditos en mi concha. Al principio costó, mi conchita estaba muy angostita, pero una vez que entraron el placer fue totalmente intenso. No debo haber tardado más de 2 o 3 minutos en acabar. Luego la mire nuevamente. Esa inocencia, esa pureza que tenia en su mirada y en su cuerpo me deshacían. La acosté en la cama boca abajo y empecé a besarle la espalda, bajando cada vez mas hasta que llegué a ese culo perfecto. Sus nalgas apretaditas escondian un hermoso asterisco rosadito. No había un solo pelo... parecía un culito de porcelana. Comencé a pasarle la lengua despacito por el culo. Al principio pareció incomodarle pero despues de un par de lamidas pareció encontrarle el gusto porque acomodó el culito, lo levantó un poco de modo que sus nalgas se abrieran un poco más y mejorara mi acceso a esa delicia. lentamente se fue arqueando cada vez mas y su conchita empezaba a asomar, asi que empecé a bucear mas profundo, lamiendo esos hermosos labios y buscando con mi lengua su clitoris. La di vuelta y con furia comencé a succionar esa frutillita semi-virgen. Su cuerpo estaba descontrolado. Se arqueaba y se sacudía como si estuviese poseída. Hasta que derrepente todo su cuerpo se tensó y un temblor violento le sacudió el cuerpo. Y después se desarmó. Su conchita no paraba de chorrear y yo me ocupé de no dejar una sola gota.
Me acosté al lado de ella, nos mimamos un rato, nos besamos otro rato y comenzamos a calentarnos de nuevo. Entonces entrecruzamos nuestras piernas dejando que nuestras conchitas se encontraran. Empezamos a frotarnos, primero suave y dspues cada vez mas fuerte. Cada una se agarraba las tetas como si se nos fueran a salir. Fue uno de los placeres mas intensos que sentí en mi vida. Nuestros clitoris se encontraban, se acariciaban y se despedian para volver a encontrarse. No podíamos contenernos los grititos de placer hasta que ella empezo a sacudirse de nuevo entonces la di vuelta y termine de masturbarla con todos mis dedos adentro de su conchita que empezo a largar esos hermosos jugos de placer. Despues de eso no podiamos mas. Ella se recostó y a los 5 minutos estaba profundamente dormida. La cubrí con las sabanas, me vestí y me fui al hall. Me pedí un taxi y me fui al boliche. La noche para mí recién habia empezado...
En esta ocasión les traigo un recuerdo que tenia muy guardado desde hace unos cuantos años...
En mi último año de colegio secundario, como casi todos los colegios secundarios de Capital, nos fuimos de viaje de egresados a Bariloche. Mi colegio era bastante chico por lo que la empresa organizadora nos juntó en el micro con egresados de otro colegio de la zona. Al comienzo no nos dabamos ni pelota con la gente del otro colegio, pero luego de un par de días las cosas comenzaron a cambiar.
Estabamos haciendo la previa para salir a bailar a uno de los boliches y decidimos hacer la previa junto con algunos del otro colegio. Yo estaba con mi grupo de amigos y amigas (debíamos ser unos 8 o 9) y nos juntamos con un grupo de 3 pibes y 3 minas del otro colegio. La previa arrancó y rápidamente gracias al alcohol barato que comprabamos, estabamos todos en un estado calamitoso, hablando boludeces, cantando, y como siempre, las hormonas empezaron a hacer lo suyo. Que un empujon, que un roce, que un abrazo y todos empezamos a ponernos un tanto cariñosos...
2 de mis amigas arrancaron a manosearse por todos lados con 2 flacos del otro colegio. Cada vez se iban quedando mas en pelotas hasta que llegó un momento donde no daba para más y los dejamos solos en esa habitación. Algunos de los restantes se fueron a sus habitaciones a cambiarse para salir y otros, que ya estabamos cambiados, fuimos a mi habitación. Para ese momento, los que quedabamos eran mi mejor amiga, otro amigo de mi colegio y 2 minas de la otra escuela.
Seguimos tomando un rato más hasta que se hizo la hora de bajar al hall desde donde nos llevaban a todos hasta el boliche. Cuando salimos de la habitación, encaramos todos para el ascensor y veo que una de las chicas del otro colegio, Lara, se va para el lado de su habitación. Entonces me separo del grupo y la corro por el pasillo hasta alcanzarla:
Yo - Che, no venis a bailar?
Lara - No, no te preocupes. Es que no la paso muy bien yendo a bailar...
Y - Pero por que? Musica, joda... estamos de viaje de egresados!!!
L - Es que no me cabe la onda de que hay que voltearse a cada pibe que aparece. Parecemos putas ahi adentro.
Me hizo pensar... un poco tenia razon, en esos boliches tenes que ser una puta dispuesta a todo o si no te tildan de ortiva... La vi tan triste, y su comentario me dio tanta pena que decidí proponerle algo:
Y - Quedemonos, me quedo con vos... Nos quedamos charlando, o escuchando música. No tenes que arruinarte la noche por no querer salir a bailar...
Y Lara aceptó, un poco dudando siendo que casi no habiamos hablado previamente supongo... Pero me di cuenta que se puso contenta.
Todos se fueron a bailar y nosotras nos quedamos. Charlamos de la vida, de ex novios, de pibes, cosas de minas... Entonces en un momento tomé coraje y le pregunté:
Y - Pero por qué no te copa ir a bailar y estar con un par de pibes? Un poco de sexo ocasional a veces no viene mal...
L - Es que tuve una mala experiencia... - le empezaron a saltar los lagrimones - Cuando tuvimos sexo con mi ex, no me entraba y se enojo tanto y me maltrató tanto que nunca pude volver a coger con nadie del pánico que me genera...
Yo no lo podia creer. Un pendejo pelotudo le habia arruinado una de las cosas mas lindas que tiene esta vida a la pobre mina...
Y entonces, por alguna razón que aún hoy no entiendo, me acerque mientras lloraba y la besé. No lo pense, fue impulsivo. Para mi sorpresa, el beso se prolongó por varios segundos. Separamos nuestros labios y nos miramos a los ojos. Algo nos unia, en ese momento queriamos estar juntas, estabamos indecisas, no sabiamos que hacer, pero no teniamos miedo de averiguarlo. Lara era rubia, ojos verdes y una mirada absolutamente inocente. Tenia un cuerpo chiquito, con unas lindas tetas redonditas acordes a su cuerpo y un culito bien parado.
A ese beso le siguieron una decena de besos mas, cada vez mas apasionados, cada vez con mas piel, cada vez dandole mas rienda suelta a nuestras manos y nuestros cuerpos. A los pocos minutos estabamos abrazadas en su cama, ella sacandome el sweater que tenia puesto. Quede en remerita a traves de la cual se notaban mis pezones duritos y puntiagudos. Le saque la camisa que ella tenia puesta y quedó con una camiseta abajo. Sus pezones tambien estaban firmes y parados. Comenzamos a frotarlos entre sí, mientras sentiamos la profunda respiración y los jadeos de la otra. Yo me estaba mojando cada vez mas y empecé a sentir a través de su calza que ella tambien se mojaba. Corrí a la puerta, la trabé y la levanté de la cama. Le saque toda la ropa, ella hizo lo mismo conmigo y quedamos completamente desnudas. Durante un segundo hubo silencio. Nos miramos. Estabamos admirando la belleza de nuestros cuerpos, antes de que esa perfección se deshiciera en un mar de desenfreno, sudor y jugos corporales.
Se abalanzó sobre mi. Casi podría decir que me atacó. Comenzó a chuparme las tetas mientras con su dedo buscaba mi clítoris. Se notaba que tenía poca experiencia porque me tocaba con un cuidado y una delicadeza propias de quien tantea algo que desconoce. Eso me excitó aún más... es como si me hiciera desear a propósito. Sentía mi clítoris inflamado y mi conchita absolutamente empapada. Agarré suavemente su mano y la hice meterme 2 deditos en mi concha. Al principio costó, mi conchita estaba muy angostita, pero una vez que entraron el placer fue totalmente intenso. No debo haber tardado más de 2 o 3 minutos en acabar. Luego la mire nuevamente. Esa inocencia, esa pureza que tenia en su mirada y en su cuerpo me deshacían. La acosté en la cama boca abajo y empecé a besarle la espalda, bajando cada vez mas hasta que llegué a ese culo perfecto. Sus nalgas apretaditas escondian un hermoso asterisco rosadito. No había un solo pelo... parecía un culito de porcelana. Comencé a pasarle la lengua despacito por el culo. Al principio pareció incomodarle pero despues de un par de lamidas pareció encontrarle el gusto porque acomodó el culito, lo levantó un poco de modo que sus nalgas se abrieran un poco más y mejorara mi acceso a esa delicia. lentamente se fue arqueando cada vez mas y su conchita empezaba a asomar, asi que empecé a bucear mas profundo, lamiendo esos hermosos labios y buscando con mi lengua su clitoris. La di vuelta y con furia comencé a succionar esa frutillita semi-virgen. Su cuerpo estaba descontrolado. Se arqueaba y se sacudía como si estuviese poseída. Hasta que derrepente todo su cuerpo se tensó y un temblor violento le sacudió el cuerpo. Y después se desarmó. Su conchita no paraba de chorrear y yo me ocupé de no dejar una sola gota.
Me acosté al lado de ella, nos mimamos un rato, nos besamos otro rato y comenzamos a calentarnos de nuevo. Entonces entrecruzamos nuestras piernas dejando que nuestras conchitas se encontraran. Empezamos a frotarnos, primero suave y dspues cada vez mas fuerte. Cada una se agarraba las tetas como si se nos fueran a salir. Fue uno de los placeres mas intensos que sentí en mi vida. Nuestros clitoris se encontraban, se acariciaban y se despedian para volver a encontrarse. No podíamos contenernos los grititos de placer hasta que ella empezo a sacudirse de nuevo entonces la di vuelta y termine de masturbarla con todos mis dedos adentro de su conchita que empezo a largar esos hermosos jugos de placer. Despues de eso no podiamos mas. Ella se recostó y a los 5 minutos estaba profundamente dormida. La cubrí con las sabanas, me vestí y me fui al hall. Me pedí un taxi y me fui al boliche. La noche para mí recién habia empezado...
25 comentarios - Consolando a Lara (Mi primera experiencia lésbica)
Muuy caliente!
Me encanto
Gracias por compartir
sos muy versatil con la pluma y super abierta en tus experiencias
beso humedo
Muchas gracias bonita! 🙂
besos