Crónicas de un matrimonio feliz. 4º parte. Maestra del sex

Crónicas de un matrimonio feliz. 4º parte. Maestra del sexo oral.

Tal vez debería haberlo contado dentro de otro relato, es una parte habitual de nuestra relación, pero últimamente tienen que verla con el entusiasmo que me chupa la pija. Se merece un relato individual, es más me acaba de mandar una foto haciéndolo, porque le comenté que iba a empezar a escribir de ella.
-Tomá, así te inspirás, pero no la publiques- Yo creo que si se lo piden mucho, mucho que muestre la foto, lo hace, a pocas cosas dice que no.
Creo que todo en su vida está cambiando, no estaría mal decir que es muy más perra y más, que cuando la conocí. Disfruta más del sexo, está mucho más calentona, cualquier comentario que yo u otra persona hace lo toma con doble sentido, es hermoso saber que está pensando en sexo varias veces al día. En un hombre, o por lo menos mi caso, es normal, pero una mina, lo hace mucho más interesante.
En el sexo oral, pasa lo mismo. Durante mucho tiempo y salvo en raras ocasiones, me chupaba la pija. Si se lo pedía si, nunca se negó, es muy gauchita, pero ahora es diferente. Les cuento, habían pasado las vacaciones del año pasado y hacía días que no teníamos relaciones, yo estaba muy caliente y con ganas de matarla. Se lo dije por la tarde y le avisé que a la noche o me hacía el amor o la violaba.
Cenamos, me fui a bañar y me quedé viendo una película en la cama, estaba cansado. Pau pasó para bañarse y ni la registré. No se en que momento me quedé dormido, solo se que abrí los ojos y ella estaba delante de mí arrodillada chupándome la pija. Dios, me acuerdo y me cosquillea el cuerpo.
-No eras que me ibas a violar?- me dijo sin dejar de besarme la pija- Y si te violo yo?.
Yo estaba acostado sin poder moverme, estaba sorprendido de su actitud y su mirada más que perversa. Estaba casi desnuda, una tanguita negra muy chiquita y su perfume, era lo único que la vestía. Podía ver sus hermosas tetas, solo cuando ella dejaba de chuparme la pija, creo yo para poder respirar.
-Quedate quieto- me ordenó. Se paró y fue directo al vestidor-cerrá los ojos y poné las manos atrás- siguió ordenando. Sentí algo suave en mis manos que se ajustaba y poco después no las pude mover más. Me había atado al cabezal de la cama. Abrí los ojos como sorprendido, ella de rodillas a mi lado, me miró.
-Qué pasa? No te va a pasar nada, tranquilo- besándome la boca hizo que cerrara los ojos otra vez.
Ahora la presión la sentí en la cabeza y sobre los ojos, me los estaba vendando.
-Esta noche quiero usarte yo-me susurró al oído-vas a ser mi juguete.
Mi excitación era fenomenal y casi ni me había tocado. Sentí sus tetas rosandome la cara y atiné a besarlas, no pude, las sacó justo antes.
-No, no-me dijo-yo voy a hacer lo que quiera, vos lo que yo te deje hacer.
Me puse nervioso, traté de aflojar las manos, pero no pude. No me gustaba su actitud, pero cada vez me calentaba más.
Estuvo un rato jugando sin tocármela, no aguantaba más, le pedía por favor que me pajeara.
-Tranquilo-me decía-hay tiempo, tal vez después te dejo acabar. Mi pija estaba muy roja, a punto de explotar.
–Me dejás que te la chupe?- me dice al oído.
-SIII-respondí, creo que a los gritos.
-Pedímelo bien-retrucó.
-No seas perra-le dije-chupamela.
Sentí que se sentaba en la cama y me dijo - la verdad sos un grosero, así no, pedimelo bien y te la chupo.
No podía creer lo turra que estaba siendo, jugando conmigo como quería. Mi bronca era inmensa, pero que otra cosa podía hacer, estaba a su merced.
-Por favor chupámela- le supliqué.
-Ahora si- me dijo y sentí como su húmeda lengua mojaba mi ya reseca cabeza del pene. Su lengua recorrió toda mi pija. Sentí como muy despacio se iba metiendo en la boca toda mi pija. Que sensación de alivio. Sentí que iba a explotar. Estuvo varios minutos chupándomela y lamiendo mi entrepierna y hasta mis huevos. Subía y lamía mi pecho, mi cuello, todo. Sentí como se bajó de la cama, no sentía su roce en ninguna parte del cuerpo. Seguro estaba parada al lado mirándome, jugando otra vez. Sentí un mordiscón en una pierna, me dolió. Sentí otro en un brazo, ya no me quejé. Sentí sorpresivamente su boca en mi pija, dios, solo su boca tocaba mi cuerpo. Se fue. Sentí su respiración en mi cara, estábamos con los labios pegados, pero sin besarnos. Sentí su lengua lamer mis labios cerrados, algo raro se apoderó de mi, el olor de su boca no era agradable. Creo haber puesto cara de asco, intentó besarme nuevamente y corrí la cara.
-Que te pasa?-me dijo, no de muy buen tono.
Quise ser dulce, pero no me salió- tenés olor a pija en la boca-.
-Ja ja se rió- y dijo las palabras que me provocaron los sueños más húmedos hasta hoy- agradecé por ahora, que es tu pija la que chupe antes. No terminó de hablar, que ya estaba chupándomela de nuevo. Nuevamente paró y sentí su vos en mi oído.
-Si querés que te la chupe, bancate mi olor en la boca, ya te dije, hoy estás seguro que es tu olor, mañana no sé.- me susurró. Lamió mi cuello y me dijo- vos elegís, querés que te la chupe?.
-Si respondí-
-Entonces besame-
No pude decir no, me sentía usado, pero mi calentura pudo más. La besé con mucha pasión, su sabor y olor eran desagradables. Dejó de besarme y me susurró- te gusta no?-. nunca respondí chorros de semen brotaron de mi pija. Me besó nuevamente y se apartó.
-Si te gustó- fue lo último que escuché. Me desató, me sacó la venda de los ojos y se acurrucó a mi lado. Me quedé dormido, estaba muerto, pero gloriosamente feliz.
Su sexo oral fue mejorando día a día, ahora lo hace con mucho placer, es más me ha dicho que le gusta hacérmelo. Cuando empezamos a salir no era tan así, pero ahora que recuerdo, cuando salíamos en mi auto varias veces terminamos a los besos en alguna calle oscura, que deribó en sexo oral por parte de ella.
No será que siempre le gustó y no me lo hacía a mi antes? Habrá sido siempre una perra y conmigo disimulaba?
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Saludos y pidan la foto así la convenzo