Hola a tod@s!
Inicio mi segunda etapa en P! con un relato de algo que me pasó muy seguido hace algunos años atrás con una chica.
Tuve una novia durante mucho tiempo y paso a contarles cómo a conocí.
Ella es cuatro años menor que yo y la primera vez que la vi en la calle me vi obligado a frenar de golpe porque venía conduciendo y no podía creer lo bonita que era.
Ahí la encaré y me dijo que se llamaba Viviana (pongámosle así) y tenía 24 años. Un chica de 1,72 metros de altura (3 centímetros mas alta que yo, jaja!), pelo mur rizado que lo disimulaba con trencitas en todo su cabello, ojos verdes hermosos, una boca deliciosa, unas manos perfectas, unos pechos pequeños pero con unos pezones super comestibles. La cintura ideal para tomarla con un solo brazo y ahí comenzaba lo mejor... Unas caderas exuberantes y una cola perfecta que eran seguidas por unas piernas tremendamente bien torneadas. Iba vestida con una camiseta y unos jeans flojos, por lo que no mostraba todo lo que su cuerpo era en realidad.
En una palabra, una yegua... Conversando me contó que en Carnaval formaba parte de una Escuela de Samba y no mentía porque luego de un par de encuentros me mostró fotos de sus desfiles con sus diminutos trajes...
Es asi que comenzamos a salir hasta que una noche luego de cenar comenzamos a besarnos, abrazarnos y besarnos en el auto. Una cosa llevó a la otra, ella comenzó a bajar su manos hasta mi entrepierna y yo busqué sus pechos. Cuando me deshice de su blusa y corpiño me encontré con unas tetitas no muy grandes pero con una forma perfecta. Y los pezones eran lo mejor, mas bien grandes y prontos para ser lamidos. Y asi lo hice y los jadeos de ella se convirtieron en gemidos de placer. Luego me confesaría que sus pechos y pezones eran su lugar donde sentía mas placer luego de su conchita.
Ahi mismo decidimos irnos a un hotel a seguir esa sesión de pasión.
Ya en la habitación nos desnudamos apurados y ella quedó de tanga para jugar un rato mas. Comenzamos lo que habíamos dejado unos minutos atrás y al mirarla recién en ese momento me percaté de que marcaba un tremendo cameltoe (empanada) y sus nalgas eran de esas que saltan cuando le pegas palmaditas, soñadas. Seguí adelante y le quité la tanga para encontrarme con un pubis totalmente afeitado y una vulva con tremendos labios (lo que hacía el cameltoe). Y no pude mas que empujarla hacia la cama y lanzarme a lamer ese paraíso entre sus piernas...
Un segundo después me desayuno de su punto mas sensible... El clítoris, maravilloso, escondido entre esos labios gruesos que los abría con mi lengua para llegar hasta él, mientras cada vez ella gemía mas fuerte y se acariciaba los pechos. Mientras tanto entre mi saliva y su excitación su vagina ya estaba chorreando, lubricada y pronta para ser penetrada. Viviana me pide que la penetre y no me hice esperar... Y comencé a bombear dentro de ella, mientras que ella con su excitación me aprisionaba la pija dentro suyo, tanto que apenas podía entrar y salir.
Nada mejor que su concha exprimiendo mi pito!
Lo que me pareció una eternidad mas tarde y luego de unas cuantas posiciones terminamos el primer acto.
Mientras nos abrazábamos y besábamos esperando que me recuperara se me ocurrió preguntarle si se masturbaba, a lo que me respondió con un si. Cuando le pregunté con qué frecuencia al principio no me quiso contestar, pero luego de insistirle me dice con un poco de miedo: "Todas las noches para dormir". Ahí se me llenó la cabeza de ideas bien cerdas, pero lo primero que se me ocurrió fue preguntarle: "Qué te parece si nos masturbamos juntos?"
Viviana inmediatamente aceptó y se acomodó de un lado de la cama, mientras yo lo hacía frente a ella. Y comenzamos. Era un espectáculo en sí mismo mirar cómo recorría sus pezones y sus tetas e iba bajando lentamente por su estómago y su enterpierna. Sus ojos cerrados mientras sus manos acariciaban de memoria esos puntos donde ella bien sabía que iba a sentir mas placer. Y fue casi de acabar cuando comenzó a penetrarse con su dedo índice y también se acariciaba el clítoris tan delicioso que tiene.
En el interín, mi verga que no es muy grande pero se parece a un hongo ya que tengo terrible glande, estaba pronta de nuevo y yo había comenzado a pajearme al ritmo de los movimientos de mi novia.
Y una vez mas comenzó a acelerar su respiración y sus jadeos... Ahora en la intimidad del hotel cada vez mas fuerte! Y eso me excitaba, que en otras habitaciones la escucharan. Y yo ya no respondía de mis actos. Dejé lo que estaba haciendo para acercarme a ella y pedirle que me chupara el honguito! Viviana en su éxtasis no dudó un segundo y comenzó a chupar torpemente, luego pasaba su lengua por toda mi cabeza y mi tronco. Y yo aprovechando la situación comencé a penetrar esa boca deliciosa, ahogando sus gritos de placer. Y eso me llevó hasta el paroxismo! Esa visión de ella metiendo sus dedos en su vagina y acariciando sus pechos mientras un poco me la mamaba y un poco yo le cogía la boca era indescriptible.
Seguimos hasta que ella aceleró el ritmo de sus caricias y embestidas digitales en su concha y yo estaba a punto de acabar así que me separé un poco de ella para ver el espectáculo. No perdí el tiempo y le pregunté dónde quería que le acabara y ella me respondió: "en mis tetas".
Es así que cuando sus espasmos de placer comenzaron yo aceleré el ritmo de mis puñetazos sobre mi pija y cuando ella estaba retorciéndose en sus orgasmo, apareció el primer chorro de leche que cayó en uno de sus pezones, rápidamente cambié de posición para chorrear el otro pero el resto cayó entre sus tetas.
Me tiré junto a ella en la cama y lo único que atiné fue a meter mis dedos en su deliciosa vagina para saborear sus jugos y aroma a hembra. Nada mas cerca al paraíso mientras ella desparramaba mi lechazo en sus tetas, haciendo que toda la situación fuera de un contenido erótico nunca antes vivido.
De ahí nos fuimos a la ducha... Pero eso es tema para otro relato...
2 comentarios - El placer de la masturbación compartida
que caliente estaba duhualde por favor
me hizo calentar por eso solo mereces puntos que no tengo ahora, ya pasare,
excelente a mi me gustó