Me considero un adicto al sexo cauteloso. Es decir mis encuentros sexuales son con mujeres vírgenes, o que solo ha tenido sexo con 1 o 2 novios. Así evito enfermedades y en algunos casos no usar condón.
Como imaginaran la mayoría de esas mujeres no son muy bonitas. Pero en tiempos de guerra cualquier hueco es trinchera.
Conocí a una gordita morena de cara bonita. Por fotos se le notaba tremendas tetas y nalgas. Tenía semanas hablando con ella por chat. Cuando vi que tenía confianza en mí le pregunte sobres sus encuentros sexuales. Grata sorpresa recibí cuando me dijo que era virgen. Me conto que lo más cercanos fue sobar la verga de su novio mientras el le chupaba las tetas.
Como yo le gustaba le plantee que la deseaba y que me gustaría ser el primer hombre y el último. Cayó redonda y acepto gustosa vernos en un centro comercial e ir a un hotel.
Llego el día anhelado y fui a la cita. Ella llego primero, así que tuve el gusto de verla de lejos y estudiarla. De cara era una morena muy linda con labios gruesos y era más gorda de lo que pensaba. Tenía unas nalgas enormes, eso en vez de alejarme me excito más. Solo de pensar que le daba por ese culo me aceleraba.
La bese en la boca y le dije que saliéramos agarrar un taxi, ella me respondió con una sonrisa y un si inmediato.
Apenas llegamos la bese intensamente en la boca, ella besaba rico coordinábamos nuestra lenguas perfectamente.
Le quite su blusa, vi sus tetas grandes medio empolvada con talco. Las bese, lamí y chupe gentilmente, mientras ella gemía – amor que rico - decía ella con la voz entrecortada.
La acosté y ella se quitó el jean mientras yo me desnudaba. Mi verga de 16 cm estaba gruesa y mi punta húmeda de la excitación. Le abrí sus piernas y le chupe su concha. Estaba lleno de sus jugos vaginales.
-Papi que rico – gritaba mientras pasaba su lengua por su clítoris y me relamía de gusto.
-te lo voy a meter amor de apoco, no te asuste déjate llevar- le dije mientras me montaba encima y acomodaba mi verga en su hoyo mojado.
Les cuento estar encima de una gordita se siente muy cómodo.
Mientras la besaba, Frotaba mi pene con su clítoris y luego empujaba la punta en su hoyo para ir rompiendo su himen. Cuando hacia esto ella pegaba griticos que yo acallaba besándola intensamente.
Cuando logre romper su himen que rico se sintió, estaba caliente y estrecho, eso me gustó tanto que casi me venía dentro de ella pero me detuve a tiempo. – aaayyy me duele papi, sácalo – me decía. Pero no le hacía caso.
Le dije que aguantara si lo sacaba le iba a doler más, que así como la tenia se iba acostumbrar a mi verga. Empecé a bombearla fuerte. Ella empezó a disfrutarlo. – ¡!aayy aayy que rico amor!!- decía casi gritando.
– ¿te gusta mami? eres mía dímelo – decía mientras sacaba y metía duro mi verga de su concha apretada.
- si papi soy tuya dame más – me decía entre gemidos y suspiros
-me deje llevar y la agarre del pelo para que me mirara. Sus gestos de dolor y placer me excitaron al punto que no pude mas.
- mami voy acabar dentro de ti- le dije esperando su respuesta. Ella afirmo con la cabeza.
Use mis brazos para levantarme sin dejar de penetrarla y le clave mi verga hasta el fondo mientras mi leche llenaba su hoyo chorreándole un hilito de sangre y mi semen mezclado que llego a su ano.
Quedamos exhaustos. Ella me conto que sintió un placer intenso cuando le daba duro. Después de eso no hicimos más, ella andaba quejándose del dolor y nos fuimos a casas.
Tuvimos otros encuentros intensos que otro día contare.
Como imaginaran la mayoría de esas mujeres no son muy bonitas. Pero en tiempos de guerra cualquier hueco es trinchera.
Conocí a una gordita morena de cara bonita. Por fotos se le notaba tremendas tetas y nalgas. Tenía semanas hablando con ella por chat. Cuando vi que tenía confianza en mí le pregunte sobres sus encuentros sexuales. Grata sorpresa recibí cuando me dijo que era virgen. Me conto que lo más cercanos fue sobar la verga de su novio mientras el le chupaba las tetas.
Como yo le gustaba le plantee que la deseaba y que me gustaría ser el primer hombre y el último. Cayó redonda y acepto gustosa vernos en un centro comercial e ir a un hotel.
Llego el día anhelado y fui a la cita. Ella llego primero, así que tuve el gusto de verla de lejos y estudiarla. De cara era una morena muy linda con labios gruesos y era más gorda de lo que pensaba. Tenía unas nalgas enormes, eso en vez de alejarme me excito más. Solo de pensar que le daba por ese culo me aceleraba.
La bese en la boca y le dije que saliéramos agarrar un taxi, ella me respondió con una sonrisa y un si inmediato.
Apenas llegamos la bese intensamente en la boca, ella besaba rico coordinábamos nuestra lenguas perfectamente.
Le quite su blusa, vi sus tetas grandes medio empolvada con talco. Las bese, lamí y chupe gentilmente, mientras ella gemía – amor que rico - decía ella con la voz entrecortada.
La acosté y ella se quitó el jean mientras yo me desnudaba. Mi verga de 16 cm estaba gruesa y mi punta húmeda de la excitación. Le abrí sus piernas y le chupe su concha. Estaba lleno de sus jugos vaginales.
-Papi que rico – gritaba mientras pasaba su lengua por su clítoris y me relamía de gusto.
-te lo voy a meter amor de apoco, no te asuste déjate llevar- le dije mientras me montaba encima y acomodaba mi verga en su hoyo mojado.
Les cuento estar encima de una gordita se siente muy cómodo.
Mientras la besaba, Frotaba mi pene con su clítoris y luego empujaba la punta en su hoyo para ir rompiendo su himen. Cuando hacia esto ella pegaba griticos que yo acallaba besándola intensamente.
Cuando logre romper su himen que rico se sintió, estaba caliente y estrecho, eso me gustó tanto que casi me venía dentro de ella pero me detuve a tiempo. – aaayyy me duele papi, sácalo – me decía. Pero no le hacía caso.
Le dije que aguantara si lo sacaba le iba a doler más, que así como la tenia se iba acostumbrar a mi verga. Empecé a bombearla fuerte. Ella empezó a disfrutarlo. – ¡!aayy aayy que rico amor!!- decía casi gritando.
– ¿te gusta mami? eres mía dímelo – decía mientras sacaba y metía duro mi verga de su concha apretada.
- si papi soy tuya dame más – me decía entre gemidos y suspiros
-me deje llevar y la agarre del pelo para que me mirara. Sus gestos de dolor y placer me excitaron al punto que no pude mas.
- mami voy acabar dentro de ti- le dije esperando su respuesta. Ella afirmo con la cabeza.
Use mis brazos para levantarme sin dejar de penetrarla y le clave mi verga hasta el fondo mientras mi leche llenaba su hoyo chorreándole un hilito de sangre y mi semen mezclado que llego a su ano.
Quedamos exhaustos. Ella me conto que sintió un placer intenso cuando le daba duro. Después de eso no hicimos más, ella andaba quejándose del dolor y nos fuimos a casas.
Tuvimos otros encuentros intensos que otro día contare.
1 comentarios - Desvirgando a una gordita