Bien, era el día del partido, ya tenía todo listo como para ir a ver en la cancha lo que todos esperábamos, un victoria, por lo que era el rival (Unión Maracaibo), ese día a la tarde tipo 16hs nos metimos a la pileta un rato para refrescarnos, estuvimos un buen ratos mimoteandonos y dándonos besos, ella sale de la piscina y se recuesta en una reposera y me llama, me acerco y me dice –pásame bronceador papi, voy a tomar un poco de sol, ok hermosa enseguida. Agarre el bronceador y comencé a pasarle lentamente por la espalda, bajando hasta su cintura, ella decía mmm papi que rico sentir tus manitas por mi cuerpo, me encantan sigue así, yo seguía, se me estaba empezando a poner dura la pija porque también le había sacado la tanga y se le veía la conchita negra y mojada, le digo como calentás morocha, eh, te voy a tener que dar una buena cogida y me reí.
Ella – “me encanta esto, pero no quieres que yo te pase a ti un poco?
Yo – “no, me conformo con que me hagas un buen pete y me paré frente a ella, tenía puesto un short sin calzoncillo, ella comenzó a manotearme sobre la tela y dijo “mmm ya la tienes durita bonito” voy a tener que ayudarte a bajar esa hinchazón” puso su mano por abajo y siguió tocándome y pajeando, yo saque por abajo mi pija y le puse bien enfrente de la cara, ella se sonrió y comenzó a lamer despacito con la lengua sobre el tronco hasta el glande, arriba y abajo varias veces hasta que se metió de una en la boca, chupaba y chupaba sin parar, mientras yo le metía mis dedos en la concha, ella gemía y seguía chupando, hasta que me hiso acabar, se tragó toda la leche y siguió chupando hasta no dejar rastro de semen, luego me fui a lavar y cambiar para irme ya al estadio, aunque no quedaba lejos quería llegar temprano para recorrer un poco por el lugar, llegue y justo estaba el colectivo con los jugadores bajando, me acerco para ver si podía sacarme alguna otra foto, mientras bajaban uno por uno los jugadores, me encontré también al periodista Marcelo Benedetto que había viajado junto con ellos también para hacer campo de juego para la transmisión de Fox Sports.
La Hora del partido
Estaba ya ubicado en mi lugar cantando con los hinchas que fueron a ver, saltando como locos, no pasaba mucho y para colmo hace gol el local!!, 1 a 0 abajo, un bajón, silencio en nuestra tribuna, los otros todos cantando, por suerte se empato por medio de Battaglia 1 a 1 y chau, la vuelta le íbamos a romper el orto, y como todos ya saben Salimos campeones en Brasil ganándole a los muertos de Porto Alegre ja.
Bueno después del partido nos estábamos yendo para su casa cuando paramos a comer algo en un barcito cerca de allí, tomamos unas gaseosas y nos fuimos, llegamos y estuvimos ahí a los abrazos y caricias muy mimosos, nos fuimos a su cuarto y comenzamos a besarnos chupándonos todo, metiéndonos manos, apretándonos uno contra otro, se sentó en la cama, me desabrocho el pantalón y comenzó a chuparme desesperadamente como si fuera la última vez que iba a chupar una pija en su vida, así como estaba se recostó boca arriba, yo me agaché le saque su calza y comencé a chuparle esa conchita morena que me tenía loco desde que nos encamamos cuando me llevo a su casa, ella se retorcía toda y gemía, comencé a subir besándole la pansa, sus tetas, cuello terminando en un beso apasionado enredándonos las lenguas, apoye la punta de mi pija en su conchita y pego un grito, comencé lento entrando y saliendo sucesivamente, comencé a acelerar entrando y saliendo de esa conchita cada vez más rápido y con más intensidad, ella gemía, abría sus piernas y me rodeaba la cintura empujando y pidiendo que le diera toda mi pija adentro “si papi, métemela toda adentro, quiero sentirla bien rica mmm”. Después de un rato le di vuelta e ice que se ponga de cuatro, volví a darle con todo palmeándole la cola, tenía una ganas de hacerle la cola que comencé a meterle el dedo en el culo, parecía que ya se me habían adelantado porque no estaba muy apretado, ni pregunte tampoco, saque mi pija de su concha y directamente le enterré en ese anito hermoso ella ni se mosqueó pedía más y más hasta que le dije que estaba por acabar, le pregunte si podía acabarle en el culo mismo y sintió con la cabeza, enseguida nomas acabe disparándole chorros y chorros de leche en todo ese orto moreno, me acerque hasta su boca y nos dimos un beso tremendo, nos dormimos abrazados, al otro día nos despedimos con un buen mañanero, poco antes del medio día me volví para Argentina, ni me acorde del partido, volví contento por haberme comido una morocha tremenda, ese mismo año más adelante ella vino para visitarme e ir juntos a ver el partido de vuelta, cada tanto nos mandamos algún que otro mensaje y fotos para no “olvidarnos".
Espero les haya gustado comenten dejen algún que otro punto.
Ella – “me encanta esto, pero no quieres que yo te pase a ti un poco?
Yo – “no, me conformo con que me hagas un buen pete y me paré frente a ella, tenía puesto un short sin calzoncillo, ella comenzó a manotearme sobre la tela y dijo “mmm ya la tienes durita bonito” voy a tener que ayudarte a bajar esa hinchazón” puso su mano por abajo y siguió tocándome y pajeando, yo saque por abajo mi pija y le puse bien enfrente de la cara, ella se sonrió y comenzó a lamer despacito con la lengua sobre el tronco hasta el glande, arriba y abajo varias veces hasta que se metió de una en la boca, chupaba y chupaba sin parar, mientras yo le metía mis dedos en la concha, ella gemía y seguía chupando, hasta que me hiso acabar, se tragó toda la leche y siguió chupando hasta no dejar rastro de semen, luego me fui a lavar y cambiar para irme ya al estadio, aunque no quedaba lejos quería llegar temprano para recorrer un poco por el lugar, llegue y justo estaba el colectivo con los jugadores bajando, me acerco para ver si podía sacarme alguna otra foto, mientras bajaban uno por uno los jugadores, me encontré también al periodista Marcelo Benedetto que había viajado junto con ellos también para hacer campo de juego para la transmisión de Fox Sports.
La Hora del partido
Estaba ya ubicado en mi lugar cantando con los hinchas que fueron a ver, saltando como locos, no pasaba mucho y para colmo hace gol el local!!, 1 a 0 abajo, un bajón, silencio en nuestra tribuna, los otros todos cantando, por suerte se empato por medio de Battaglia 1 a 1 y chau, la vuelta le íbamos a romper el orto, y como todos ya saben Salimos campeones en Brasil ganándole a los muertos de Porto Alegre ja.
Bueno después del partido nos estábamos yendo para su casa cuando paramos a comer algo en un barcito cerca de allí, tomamos unas gaseosas y nos fuimos, llegamos y estuvimos ahí a los abrazos y caricias muy mimosos, nos fuimos a su cuarto y comenzamos a besarnos chupándonos todo, metiéndonos manos, apretándonos uno contra otro, se sentó en la cama, me desabrocho el pantalón y comenzó a chuparme desesperadamente como si fuera la última vez que iba a chupar una pija en su vida, así como estaba se recostó boca arriba, yo me agaché le saque su calza y comencé a chuparle esa conchita morena que me tenía loco desde que nos encamamos cuando me llevo a su casa, ella se retorcía toda y gemía, comencé a subir besándole la pansa, sus tetas, cuello terminando en un beso apasionado enredándonos las lenguas, apoye la punta de mi pija en su conchita y pego un grito, comencé lento entrando y saliendo sucesivamente, comencé a acelerar entrando y saliendo de esa conchita cada vez más rápido y con más intensidad, ella gemía, abría sus piernas y me rodeaba la cintura empujando y pidiendo que le diera toda mi pija adentro “si papi, métemela toda adentro, quiero sentirla bien rica mmm”. Después de un rato le di vuelta e ice que se ponga de cuatro, volví a darle con todo palmeándole la cola, tenía una ganas de hacerle la cola que comencé a meterle el dedo en el culo, parecía que ya se me habían adelantado porque no estaba muy apretado, ni pregunte tampoco, saque mi pija de su concha y directamente le enterré en ese anito hermoso ella ni se mosqueó pedía más y más hasta que le dije que estaba por acabar, le pregunte si podía acabarle en el culo mismo y sintió con la cabeza, enseguida nomas acabe disparándole chorros y chorros de leche en todo ese orto moreno, me acerque hasta su boca y nos dimos un beso tremendo, nos dormimos abrazados, al otro día nos despedimos con un buen mañanero, poco antes del medio día me volví para Argentina, ni me acorde del partido, volví contento por haberme comido una morocha tremenda, ese mismo año más adelante ella vino para visitarme e ir juntos a ver el partido de vuelta, cada tanto nos mandamos algún que otro mensaje y fotos para no “olvidarnos".
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4 comentarios - Siguiendo a mi amor en Venezuela (final)