Hola! Este es mi primer relato (al menos por estos pagos); ojalá que les guste!
Sucedió a fines de noviembre de 2013 cuando iba hacia la facultad…
Antes que nada, me describo brevemente: soy morocho, 1.80mts, ojos claritos,flaco, me gusta usar ropa ajustada (jeans chupines, camisas entalladas).
La realidad es que si bien siempre soy de jugar con las chicas en el bondi o subte, nunca paso de unas miradas cómplices…o quizás algún que otro saludo… pero jamás pasé de eso… hasta ahí, siempre me pareció correcto.
Pero aquella mañana de noviembre, aún siendo las 8am, me subí al glorioso 113 en san justo, el cual, como pocas veces, estaba hasta las manos. Entre dormido y distraído, luego de sacar boleto me acerco hasta la mitad del bondi, y noto que una morocha me empieza a mirar. Ella estaba parada en los escalones del medio, tendría 1.65mts aprox, muy bonita de cara, anteojos grandes negros (que no me permitían ver si me miraba a mí o a otro, jaja). Como no quería quedar como un nabo, ante la duda, sólo me quedé en la puerta del medio, observándola.
Al rato, ella me vuelve a mirar, se saca los anteojos (como diciendo “sí, te estoy mirando a vos”), nos sonreímos, y empieza a mirarme de arriba abajo.
En ese momento, me doy cuenta que estaba vestida con calzas grises, y si bien su morral tapaba la cola, podía adivinar el hermoso cuerpo que tenía. Cuando ella ve que yo estaba tratando de hacerle una radiografía con la mirada, corre su morral hacia adelante, dejando esa cola aún más descubierta, me mira y vuelve a sonreir.
Devolví su gesto con una clara aprobación, pero aún sin reaccionar mucho más… no suelo ser lento con las mujeres… para nada… pero como dije antes, jamás me había pasado algo así… por lo que no sabía qué hacer.
Después de un rato mirándole la cola, y ella mirando mi bulto, no aguanté más, aproveché que una vieja necesitaba bajar, así que me corrí del lugar y me fui hacia donde ella estaba. Cuando me ve dirigirme a su lugar, lejos de asustarse, sacó aún más cola para aprovechar que yo pasaba, y sin que nadie lo note, puse mis dos manos en su cola, con una le tome una de sus nalgas, y la otra la dejé justo en el medio, enterrándosela suavemente. Luego, quité mis manos de ahí, me paré al costado de ella, me miró y me volvió a sonreir.
Para disgusto mío, me acarició una de mis manos, tocó timbre y se bajó.
La verdad es que me quería matar, jaja! Llegué a la facultad con una calentura tremenda! Pero al mismo tiempo, fue la primera vez que me pasó algo así y lo disfruté bastante.
Quizás algún día la encuentre de nuevo… o me cruce alguna otra morocha que me ayude a terminar la historia.
Besos!
Sucedió a fines de noviembre de 2013 cuando iba hacia la facultad…
Antes que nada, me describo brevemente: soy morocho, 1.80mts, ojos claritos,flaco, me gusta usar ropa ajustada (jeans chupines, camisas entalladas).
La realidad es que si bien siempre soy de jugar con las chicas en el bondi o subte, nunca paso de unas miradas cómplices…o quizás algún que otro saludo… pero jamás pasé de eso… hasta ahí, siempre me pareció correcto.
Pero aquella mañana de noviembre, aún siendo las 8am, me subí al glorioso 113 en san justo, el cual, como pocas veces, estaba hasta las manos. Entre dormido y distraído, luego de sacar boleto me acerco hasta la mitad del bondi, y noto que una morocha me empieza a mirar. Ella estaba parada en los escalones del medio, tendría 1.65mts aprox, muy bonita de cara, anteojos grandes negros (que no me permitían ver si me miraba a mí o a otro, jaja). Como no quería quedar como un nabo, ante la duda, sólo me quedé en la puerta del medio, observándola.
Al rato, ella me vuelve a mirar, se saca los anteojos (como diciendo “sí, te estoy mirando a vos”), nos sonreímos, y empieza a mirarme de arriba abajo.
En ese momento, me doy cuenta que estaba vestida con calzas grises, y si bien su morral tapaba la cola, podía adivinar el hermoso cuerpo que tenía. Cuando ella ve que yo estaba tratando de hacerle una radiografía con la mirada, corre su morral hacia adelante, dejando esa cola aún más descubierta, me mira y vuelve a sonreir.
Devolví su gesto con una clara aprobación, pero aún sin reaccionar mucho más… no suelo ser lento con las mujeres… para nada… pero como dije antes, jamás me había pasado algo así… por lo que no sabía qué hacer.
Después de un rato mirándole la cola, y ella mirando mi bulto, no aguanté más, aproveché que una vieja necesitaba bajar, así que me corrí del lugar y me fui hacia donde ella estaba. Cuando me ve dirigirme a su lugar, lejos de asustarse, sacó aún más cola para aprovechar que yo pasaba, y sin que nadie lo note, puse mis dos manos en su cola, con una le tome una de sus nalgas, y la otra la dejé justo en el medio, enterrándosela suavemente. Luego, quité mis manos de ahí, me paré al costado de ella, me miró y me volvió a sonreir.
Para disgusto mío, me acarició una de mis manos, tocó timbre y se bajó.
La verdad es que me quería matar, jaja! Llegué a la facultad con una calentura tremenda! Pero al mismo tiempo, fue la primera vez que me pasó algo así y lo disfruté bastante.
Quizás algún día la encuentre de nuevo… o me cruce alguna otra morocha que me ayude a terminar la historia.
Besos!
8 comentarios - Viajando en el bondi…