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Día típico de una putita anal

Los días previos al encuentro con Natalia, la vida de Laura no era para nada poco excitante, desde el regreso del encuentro divino [ 1 ] que le enseñó su deber como puta anal y le cambiaría la vida para siempre, había venido teniendo dulces encuentros con su padre proveedor.
Y así Lau se despertó en no pocas ocasiones con la verga de su papi en la boca, lista para que ella mame y desayune sendas cargas de semen, mientras su padre le manoseaba sus magníficas tetas; o, como vimos aquella vez en la que Natalia los presenció, Laura, antes de ir a la escuela y él al trabajo, le chupaba la pija a su padre que, con amor fraternal la cogía duramente por la boca y garganta; esto cuando no le rompía el orto mientras su nena yacía sobre la mesa del desayuno, feliz de que la cuiden y alimenten así.
Pero contaremos en esta ocasión un día típico en los que Laura desayunaría saborizado especialmente esperma de su papi. Estando ya preparádose para ir ella a la escuela, con su pulcro uniforme de colegiala, Laura desayunaba un jugo de frutas con cereales, cuando entonces llegó su padre de una matinal ducha, listo también para ir al trabajo. Laura recibío con un beso en la mejilla a su papi, y con una sonrisa preciosa, este saludo usualmente terminaba en un profundo beso en la boca y en una inmediata culeada sin mayor preámbulo. Pero este no fue el caso y ambos desayunaron juntos hasta que su padre se puso de pie y tomando a su nena por la cadera, y la guió a sentarse al borde del sofá al tiempo que él levantaba la falda y le abría sus piernas; y así disfrutaba el espectáculo de esa concha virginal y ese ojete hambriento mientras su nena le sonreía y exigía pija y leche como buena puta que era, a lo que él le dijo “diosss, cómo te amo mi puta nena hermosa, hoy vas a tener mucha mucha leche...”. Todo sea por su nena.
Y así fue que el padre con su gruesa verga le puerteó el ojete que sabiamente Laura ya había ensalivado y enmantecado luego de ducharse esa mañana, y así, el orgulloso padre, sin mayor preámbulo, le metió lenta pero decididamente toda su verga en ese apretadito orto mientras Lau gemía y gozaba, una y otra vez la llenó de verga por la cola a su nena, cada vez más duro mientras le recordaba a su nena lo puta y hermosa que estaba siendo, lo chanchita puta del orto que era y cuánto la amaba, lo mucha leche que le iba a dar; lo mucho que disfrutaba rompiéndole la cola todos los días…

Día típico de una putita anal

Y Lau enloquecía de amor y deseo por su papi proveedor, y así sintió como la leche divina invadía su colita, una y otra vez, hasta que su padre sacó la verga de su cola y ella se abalanzó a higienizar a fuerza de chupadas agradecidas y lamitas profusas la verga que le había roto el culo tan dulcemente hace instantes. Y cuando el padre quitó de la boca de Lau su verga, porque debía irse a trabajar, Lau quedó por un instante renegando no poder seguir con la pija de su amante secreto. Y aquí fue cuando Lau se dió cuenta que debía terminar su tarea de nena limpita y, notando cómo de su orto goteaba la leche que le habían dado recién, se dedicó al instante a concentrarse en la tarea de rescatar la leche que había sabido ganarse por la cola. Y dejó que gotease de su orto roto al piso los chorros del semen que le había dado su papi, pasó su manito por la cola y rescato las últimas gotas allí para luego lamerse y chuparse los dedos. La siguiente tarea iba a ser pasar la lengua por el piso donde su orto había cagado la leche de papi, y así lo hizo, dulce escena la de Lau en 4 en la cocina, con su falda levantada enseñando su ojete recientemente roto, lamiendo el suelo para beber todo el semen que pueda, pasando la lengua por el suelo para dejarlo limpito y ella alimentarse bien de ese jugo lechoso de papi, delicioso y divino…
Lau así se puso de pie, tomó su bolso y salió sonriente hacia clases.

[ 1 ] http://diosysusninas.blogspot.com.ar/2013/11/las-1003-esclavitas-anales-de-dios.html

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