Como me comí al hijo de mi amigo (relato gay)

Estaba solo en casa, ideal para unos arreglos que quería hacer, había que cambiar unos muebles de lugar y si todos están dando vueltas por ahí se me iba a complicar.
Temprano había llamado mi amigo Miguel, un vecino y amigo más o menos de mi edad, le conté lo que estaba haciendo. Me dijo que él no iba a estar pero en su casa estaba Lucas, su hijo de 19 años, que lo llamara que él me ayudaría.
Lucas era rubiecito, flaquito y carilindo, siempre sospeché de que era gay pero eso no era cosa que me importara hasta ese momento.
Le dije que gracias pero no quería molestarlo, y el sostuvo que lo llame si lo necesitaba.
Acomodé todo, quedó lindo solo faltaba correr el modular.
No conté con lo que pesaba el tremendo modular de algarrobo, no podía moverlo solo, lo único que me quedaba sería llamar a Lucas.
Hacía calor y había transpirado mucho, no me aguanté mucho la remera y quedé en shorts y descalzo. Así le fui a abrir a Lucas cuando vino.
Ya había vaciado todo el modular para alivianarlo, vacío y sin estantes pesaba bastante menos.
Lucas me miraba de una manera especial, Yo nunca le di mayor importancia que la del hijo de un amigo, andaba por ahí y si bien siempre fue muy educado y amable mas que saludarnos y cruzar alguna palabra jamas había pasado mas que eso.
Comenzamos a empujar los dos y de a poco fue cediendo y lo pudimos llevar hasta el mismo lugar. Con este calor estábamos los dos hechos sopa. Acomodamos todo adentro y le ofrecí si se quería lavar un poco. Fue hasta el baño, se lavó la cara y se mojó un poca el cuerpo, le alcancé una toalla limpia y procedí a hacer lo mismo yo. Mientras se secaba no paraba de mirarme, en sus ojos se notaba el deseo. Intenté hacerme el tonto y no darle bolilla.
Era el hijo de mi amigo y no quería tener problemas, pero la verdad es que nunca había estado con un guachito tierno como este y la idea me estaba gustando.
Le ofrecí algo fresco para tomar. Si prefería jugo o una cerveza.
Prefirió la cerveza y me senté en el sofá a tomármela, el se sentó en el piso, a mi lado y la fue tomando de a poco.
Apoyó su cabeza en mis piernas y se la fue disfrutando en silencio, su actitud y mi mente voladora me excitaron mucho, imaginándome teniendo sexo con él. Enseguida me puse al palo e hice algo sin pensar de lo cual me podría haber arrepentido toda mi vida, apoyé mi mano en su cabeza y comencé a acariciarsela, fue un instante y cuando él se dio vuelta y me miró, caí en lo que estaba haciendo y se me heló la sangre.
El se incorporó y recostándose sobre mi me dio un tierno beso en la boca y con eso apartó mi miedo y encendió mi pasión.
Cruce mis brazos sobre su espalda y comencé a acariciarle su lindo culito, el suspiraba y me seguía besando. Pasé una mano por debajo del elástico y fui derecho a su cola, suave como me la imagine. Jugué con sus cachetes hermosos y luego pasé un dedo por encima de su agujerito.... que suspiros le arranqué.
Entonces me paré y lo dejé así acostado boca abajo sobre el sofá, baje su short y comencé a lamerle el culo con tremenda pasión, el pendejo suspiraba, me decía así, así....mi lengua intentaba hacerse lugar dentro de su agujero pero estaba muy cerrado. Con mi lengua fui dejando mucha saliva y luego con mi dedo muy despacito y haciendo círculos fui penetrándolo,milímetro a milímetro, ese culito estaba 0km y había que ir despacio.
Lucas suspiraba de dolor y placer, más placer que dolor y cuando logré meterselo todo,toque su próstata y suavecito se la empecé a acariciar. Su pija comenzó a pararse, no era muy grande pero era una hermosa pija. Y paré, sabía que podía hacerlo acabar así pero lo quería calentito un rato más.
Me volví a sentar y el pendejo se me fue encima de mi pija, la manoteó y la sacó de short, me dijo: - Sos mi primer hombre...y esta es mi primer pija y dicho esto se la devoró.
No tenía mucha cancha para chuparla pero le sobraba pasión y a mi me calentaba mucho.
Le dije: -Te gusta mi pija?
-Si.. me respondió y la siguió chupando
- la queres sentir adentro? le volví a preguntar.
- siii dámela por favor, fue su respuesta.

Lo puse en cuatro, hundiendo su cabeza entre los almohadones y volví a lamer su culo con mucha pasión, Lucas suspiraba y gemía.
Me calcé un forro y se la puse en la entrada de su muy cerrado culito. Fui muy despacio, introduciendosela milímetro a milímetro, le dolía un poco, creo que tenía una mezcla de ganas y miedo... entré la cabeza pero el susto le hizo cerrar los esfinteres y mi pija se disparó para afuera.
Lo acaricié, lo volví a lamer, le hablé para que se afloje.... volví a intentarlo pero cuando la cabeza estaba adentro se cerraba y otra vez me la sacaba... así estuvimos unas cuantas veces. Pensé en desistir de la idea, besarlo, acariciarlo, pajearlo y acabar juntos y dejar su virginidad para otra ocasión, lo importante era que disfrute y parecía no estar listo, pero al separarme y ver su hermoso culito dispuesto para mi no pude despreciarlo y se me ocurrió una medida drástica.
Volví a ensalivar su culo mientras lubricaba mi pija, se la apoyé en la entrada y agarrándolo de las caderas empujé con fuerzas.
Toda mi pija entró de golpe y lo agarré fuerte para que no se saliera, el pegó un grito y un par de lagrimas se le escaparon de los ojos.
Me quedé quieto mientras le hablaba y lo acariciaba, poco a poco se fue aflojando y cuando se soltó comencé a bombearlo lentamente.
Ya sus quejas se convirtieron en jadeos y lo que fue dolor en calentura.... su pija se puso dura por la excitación y en ese instante supe como terminarla.
Lo cogí lentamente por un rato largo, acariciando su pija, su espalda, encendiendo su pasión.
después se la saqué y le pregunté si alguna vez había tomado lechita, me dijo que no y me recordó que soy su primer hombre.
-Alguna vez te la chuparon? le pregunté y me contó que una chica una vez, y que le había gustado.
-Bueno, entonces disfrutá de esto!!

Lo acosté en el sofá, boca arriba y le puse mi pija en la boca mientras que yo me tragaba la suya....
Hermoso 69 de dos hombres chupándose sus pijas, disfrutándolas, calentándose, amándose hasta el fin y bebiendo hasta la ultima gota de sus néctares, embelesados uno con el otro y terminando abrazados recostados en el sofá besándose.
Me contó que siempre me había mirado con ganas y que no estaba seguro de querer tener algo con un hombre, que le gustaban las chicas pero que mi pija en su culo lo hizo sentir pleno
Le dije que tenía que disfrutar de la vida como quisiera, si te gusta una chica bien y si queres estar con un chico, bárbaro.
Y que si quería seguir experimentando con migo yo encantado...era un caramelito hermoso para comerse de vez en cuando.