Primera Vez Con Alguien Mayor - Segunda Parte

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///...se acerco a mi, haciendose a un lado para que la luz del pasillo le iluminara el rostro lloroso y manchado, me mostro la acabada y como se la tragaba gustosa. "Quiero más..." Dijo, y respondi "Ahora me toca a mi..."...///

Con la verga a full todavia la tome de la cintura, nos incorporamos de la cama y la lleve hacia la pared mas cercana a la luz para poder verla disfrutar lo que haciamos. La eleve con mis brazos y ella entendiendo mis intenciones me rodea con sus delgadas piernas mi cola, acomodandose para encontrar la punta de mi pija en su conchita toda humeda. Me acariciaba el pelo suavemente mirandome a los ojos, mordiendose los labios, dejando escapar algunos gemidos entrecerrando sus ojos y dejandose llevar por el placer de ser penetrada en esa postura. Tan liviana se sentía que podia estar cogiendola asi toda la noche. Putita ella comenzó a moverse con la pija dentro de ella, haciendola girar y apretando sus musculos vaginales para sentirla mejor, toda venosa y dura por haberme peteado anteriormente, ahora solo quería cogerla. Me suplico ir a la cama sin sacarla dentro de su concha, la abracé y la llevé, acostandola boca arriba y empujando más hacia dentro, cosa de que sintiera mi cabeza inundandola. Para ese entonces ella estaba super mojada, tanto que chorreaba y se escurría por su culito, y en el mete y saca constante mis huevos chocaban en esa parte, provocandole sensaciones más que placenteras. Noté que con sus dedos lograba abrirse las nalgas para que el orificio anal estuviera más expuesto al golpe de mis genitales. "Colate un dedo..." le dije, sin quejas lo hizo, no sin antes mandarse los dedos en su boca y luego en la mía. Arqueó su cuerpo al momento de colarse el dedito. Entre gemidos llegué a escuchar "nunca me sentí tan puta haciendolo... me encanta coger asi..."
Casi acabo en ese instante pero me contuve, no quería llenarle de leche, no hasta saber que tan seguro era hacerlo porque fue ahí que caí en la cuenta que no nos estabamos cuidando. Alejé esos pensamientos para concentrarme en darla vuelta en la cama para ponerla en 4. Ella disfrutando mi forma brusca de correrla me dijo haciendo pucherito "Ayy me porté mal que me tratás asi? fuí una nena mala?". Eso no hizo más que calentarme y lleve mi lengua juguetona en su culito, dilatando apenas por sus dedos. Quería completar esa cola con una buena chupada y así fue, ella gozaba de esa nueva sensación de tener una boca en su cola, jugando y lamiendo, desde sus labios vaginales hasta su rajita. La verdad es que yo también disfrute de chupar ese orto, dandole un par de palmadas para incentivar aún más la fantasía de nena mala.
Ya del todo dilatado ese culito estaba listo para ser cogido. Lleve la punta de mi verga a punto de explotar en la entrada de su asterisco y comencé a penetrarla suave. "Pensas que soy virgen del culo? Metemela de una que quiero sentir tu pija venosa dentro mío!" gritó... Para qué... La cogida de su vida le di y la silenciosa noche pasó a ser la noche de los gritos de dolor y placer simultáneos.
Estuvimos cogiendo así como por 20 minutos, intercalando agujeros a pedido de ella, y yo cómo me iba a negar? Disfrutamos del sexo como nunca. Ella quedó sorprendida de mi energía y yo de ella por su total disponibilidad para todo. Me pregunto si ya acabaría, quería sentir mi leche dentro pero estaba en mi elegir donde, que si dudaba en acabarle en su concha que no me preocupara porque siempre tomaba pastillas, aunque extrañaba sentir semen en la cola. No dude más y la tome de las caderas, con mis pulgares abri sus nalgas y ella anticipadamente suspiro y hundió su cara en las sabanas, porque la ensarté de una manera increíble, sin dificultad tras haberle escupido el orto previamente. Entraba y salía sin parar, era mi momento de tener el mejor orgasmo y así fue... Chorro tras chorro fuí llenandole la cola a Romina, que en un gemido imparable me dejaba en claro el placer que estaba sintiendo al acabarle dentro. No lo podía creer, tanta leche rebalsó y fue escurriendose por sus muslos y ella sin perder tiempo tomó con sus manos lo que pudo para luego lamer como una gatita y su tarro de leche, mirandome fijo.
Saqué mi verga y ver su cola destapada de pija era como ver una canilla sin abrir, largando todo el liquido blanco sobrante. Hacía fuerza y lograba ver como se movian los musculos internos, hasta que la última gotita cayó en la cama.

Nos acomodamos, nos reímos, descansamos y nos mimamos los cuerpos traspirados de tanto sexo... Hicimos cucharita y dormimos unos minutos. Mi cabeza no dejaba de pensar qué había hecho... Estaba en la cama con alguien más grande que yo, había engañado a mi novia con una mujer que apenas conocía, y lo mejor de todo es que lo había disfrutado...

"Lo prohibido siempre resulta ser llamativo, provocador y hasta placentero..." me dijo susurrando, mientras me acariciaba la mano izquierda, despacio, con la yema de sus dedos jugando con mi anillo de compromiso, el que no me saqué en ningún momento por colgado que soy... Sin decir nada más, logré que se durmiera y esperé hasta confirmarlo. Agarré mis cosas y me fui a casa.

Fin