Una aventura en el bosque

UNA AVENTURA EN EL BOSQUE

Estábamos los dos a las orillas del río, él alto con pantalones de mezclilla y una camisa de botones, yo con un vestido blanco y vaporoso, cuyos tirantes eran fácilmente desabrochados… yo jugueteaba con mis pies en el agua termal del río y el me miraba con deseo, con ese deseo que le dilataba las pupilas y hacían que yo me derritiera, habíamos agotado todo tema de conversación y estábamos en un silencio penetrante, únicamente interrumpido con el sonido del agua corriendo y del bosque.

el sin pensarlo más, se tiró al río, que era de poca profundidad, y sin darme tiempo de reaccionar me jalo hacia el, mi vestido, empapado por completo, dejo ver mi silueta tal cual era, y dejo al descubierto que ese día había decidido no llevar nada de ropa interior, el se dio cuenta y empezó a juguetear por debajo de el, tomo con dos dedos mi clitoris y empeze a arquearme de placer, su boca se apoderó de mi pezón, que se sentía erecto aún con el contacto de la tela, sin que yo protestara; me quitó el vestido y quede completamente desnuda, el me contemplo por un momento, me dijo que parecía una ninfa y empezó de nuevo a tocarme en puntos que hacían que me contorsionara y gimiera, estaba gozando muchísimo.

sin pensarlo más el se desabrocho el pantalón, y yo casi le arranqué la camisa, me apoyo contra una roca gigantesca y me penetro lentamente, yo no podía esperar más y cuando su miembro estaba a medio camino me lo encaje en un movimiento brusco y rápido, que me sacó un grito de placer, y a el le brillaron los ojos, había desatado el animal que el trataba de contener ; con un movimiento salvaje el me follaba como sí no hubiera mañana y yo me impulsaba haciendo apoyo Con la pierna para poder tenerlo más dentro, y cuando sentía que hiba a estallar en un orgasmo delicioso, el se salió rápidamente y me puso de espaldas dando cara a la piedra, me empezó a besar en la nuca, haciendo que mi piel se erizara y me dijo al oído con una voz ronca y bestial que sólo le oía cuando se excitaba de sobremanera <aún no puedes venirte, no he acabado contigo>…

Sin darme cuenta como ocurrió, me excité cuando sentí que mis pechos sentían el contacto tibio de la piedra y el empezó a follarme tan deliciosamente que creí que me hiba a desvanecer de placer, sentía su miembro entrando y saliendo cada vez más rápido, más fuerte, y de pronto me acerco su mano a la boca e hizo que le chupará su dedo gordo como simulando hacerle una mamada monumental, y sin tiempo para pensarlo, mientras me follaba duro, tal y como a mi me gusta, se separa un poco de mi espalda y su dedo empezó a hacer círculos en mi ano, y cuando estubo lo suficlientemente dilatado lo introdujo y empezó a jugar allí dentro, todo mientras me follaba el coño como sí no Lo hubiera hecho en años.

al sentir ese doble placer, no pude más y me vine a chorros, que se sentían fríos a comparación de la corriente termal del rio, el se dio cuenta, Ah! la sensación de una doble estimulación es algo difícil de describir, sólo sentía como todo se alejaba y el más delicioso orgasmo me recorría completamente, como una descarga de adrenalina que se expandía y se concentraba en el punto medio entre mi vagina y mi ano, haciendo que este último se dilatara lo suficiente, ya que esa delicia de hombre que me había dado un placer hasta entonces desconocido, continuo follandome, más ahora por el culo, se sentía tan delicioso; momentos después sentí como me mordía el cuello de una manera tan sensual que me dieron escalofríos de placer, sentí como su pene tenía ligeros espasmos y me llenaba de semen… Estuvimos inmóviles hasta que nuestros cuerpos recuperaron la sensación del agua termal… A qué deliciosa fue mi aventura en el bosque!