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mi Amiga y Yo

COMO FUE QUE EMPEZO TODO? No lo se con exactitud, sin embargo estábamos ahí, los tres, tuve la oportunidad de elegir un buen lugar, no conocido por ninguno de los tres, esto es, nos citamos en una casa acogedora, de una colonia agradable, había 3 muebles puff, estaba una mesita de centro, y al fondo un reproductor musical, esto hacia que el ambiente desde que entramos fuera adecuado.

Compré con anterioridad suficiente tequila, y sodas diferentes, entre Dan y yo compramos un Moët & Chandon, es autentico champagne, lo habíamos reservado por si teníamos esa ocasión tan especial y esperada.Empezamos a hablar de trivialidades, la universidad, el trabajo, entre copa y copa, cada momento añadíamos más tequila y menos refrescos, habíamos pedido una pizza hut, una especial así como una mexicana, entre sorbo y sorbo el sol fue cediendo al crepúsculo, el reproductor empezó a tocar una música que sin más ni más hizo que Winona, se pusiera a bailar al ritmo de Ricky Martin, “living la vida loca!”, asombrados y absortos, anonadados, Dan y yo, disfrutamos de ese movimiento primero tímido de caderas, su sonrisa era algo nerviosa, pero su rostro reflejaba firmeza en lo que ella tenía destinado para nosotros, éramos su presa; Su objetivo: ¡Simple! provocarnos, provocar a que cambiáramos el rumbo de nuestra platica, sus movimientos cada vez eran mas candentes, luego, lo que anhelábamos yo y Dan, puso su redondo y firme trasero a nuestra vista, volteo de reojo y nos menciono a la vez que alzaba el último trago de su vaso! Espero que les guste este espectá…culo, (haciendo pausa en esa palabra) y se empino todo el tequila de un golpe como para darse valor, sus movimientos se intensificaron esa ocasión usaba un vestido ajustado con estampados entre cafes y rojos tipo leopardo, le llegaba 10cm arriba de la rodilla, pero cuando empezó a menearse, dejo su copa vacía, tomo ambas manos y al movimiento de sus lindas caderas se empezó a alzar el diminuto vestido…

¡Mas sorprendidos que excitados Dan y yo nos vimos!, ya que en ese momento se arquea hacia nosotros y nos dijo: ¡Vengan! Quiero que tu Dan, estés al frente y tu Man, atrás de mi, yo por mi parte no tuve reparos en obedecer a esta suculenta dama, era lo que había anhelado por todo un año y dos meses, la tome firmemente por su trasero, le pegue mi arma entre sus nalgas todo esto a través de nuestras prendas de vestir, al momento que Dan hacia lo mismo pero con mucha más torpeza ella emitió un hondo suspiro y luego un rico gemido, me dijo: Man: tienes un arma de grueso calibre, ¡Se ve que la usas poco!, y tu Dan no estas tan mal, todo fue con calma, no llevábamos prisa, empecé a besarle el cuello, mientras que ella se comía la lengua de Dan, este le acariciaba sus pechos ahora firmes y duros así como sus pezones estaban durísimos, a punto de estallar, como para asegurarnos, con una mano abrazo a Dan y con la otra me tenia a mi, ¡Como si quisiera zafarme!, ¡Para nada! Era el momento que añore desde hacia tiempo así que como iba a quedar en mal? Le seguimos el ritmo, luego de un pellizco le desbotone su bra, le dije a Dan, bésale los hombros, así lo hizo y con sus dientes sin morderla le quito el sujetador del vestido en los hombros, todo callo al suelo, la música seguía, ya habían pasado como 4 canciones o 5 no lo recuerdo, dejamos de bailar sin despegarnos ni un segundo.Ahora nos concentrábamos en juguetear con nuestros cuerpos… al mismo estilo que David Coperfield, desaparecieron nuestras prendas las de Dan y las mías, Dan es alto, atlético, y fortachón, güero; yo, soy moreno, fuerte y ágil a esas alturas ella ya lo que quería era que la amaran que cumplieran su fantasía, así que ambos nos enfocamos a varios puntos, mientras él jugaba con sus enormes senos, tocándolos, besándolos, acariciándolos, luego se subía a su cuello, y mas arriba en sus labios la besaba le decía:¡ aaay Winona, eres una escultura!, tienes súper tus pechos, y cuando la besaba, ella gemía, a su vez ella se contorneaba como para que yo pudiera llegar mas adentro mas al fondo ¿Por qué digo esto? Porque con la boca le quite su tanga, era negra con diminutas líneas blancas, estaba completamente desnuda ya, siempre había visto su trasero a mi modo de ver, era uno lindo, respingón, redondo, blanco, pero ahora lo tenia delante de mi, la verdad es mas grande y rico de lo que suponía, yo metía mi lengua en todo su glúteo, en círculos abrí con mis ávidos dedos sus glúteos, y metí mi lengua en su culito, ahí está la respuesta; en un principio me dio algo de sensación desagradable,. sin embargo cuando escuche un enorme gemido de placer me armé de valor para volver a atacar esa parte de ella, alguna ocasión me había comentado que no se habían atrevido a lamerle el culo, le dije: ¡de eso yo me encargo! No podía fallarle, grito nuevamente ¡Asiiiii papitoooo!!!! Mientras que Dan desenfundaba su pistolita 9mm que ya no era una pistolita, no negaré que hasta me sorprendió a mi también, ¡calibre 22!

Eso no me desanimo, yo seguía en lo mío, aun yo traía aun mi bóxer en eso ella también se sorprende al verlo y dijo: Dan, quiero hacerte una mamadota, así que Dan se puso en pie, mientras ella se arrodillaba en un puff empezó a darle un exquisito placer a Dan, mientras tanto con mi lengua estoy chupando sus nalgas a Winona , mordiéndoles con dulzura haciendo mil dibujos con la punta de la lengua (mientras con mis manos acaricio tu enorme, redondo, fino y durito trasero); me gusta ver como estoy separando suavemente los labios gruesos y los interiores. Me gusta posar mi boca sobre ellos y que mi lengua acaricie lentamente sus bordes hasta rozar tu clítoris., me acerco peligrosamente a tu vagina mientras abres tus piernas ya excitada. Beso tu pubis y juego con mi nariz sobre él, mientras mi lengua se posa sobre la superficie de la vagina. Aprieto con la punta de la lengua para separar los labios y abrirlos para recorrer con ella de arriba hacia abajo y viceversa gozando del sabor de tus flujos que empapan mi boca mientras hago eso ella a Dan le esta haciendo la mamada de su vida, entonces, me quede observando, entonces, ella apenas saca su boca del falo de Dan me dijo: Man, no te quedes ahí paradote, aquí esta mi culito para ti, ¡gózalo! Al tiempo que se daba unas nalgadas, asi que le dije: Winona, lubrica mi verga! Ella quito su boca de donde estaba afianzada y ensalivó mi Magnum 37 especial con unas tres o cuatro metidas hasta casi la garganta! Asi que una vez ya lubricada, me afiance a su ansiado trasero voluptuoso, ya sin ternura, separé sus dos piernas estas escondían un culito más moreno que el resto de su piel, enfile la espada apenas a su orificio y le dije: Quiero observar como se oculta mi verga en tu culooo… al tiempo que arremetía y destrozaba su ano en 360 angulos, eso hizo que ella gritara de placer y también grito porque mi verga era un poco mas grande de lo que ella se había comido en algunas otras ocasiones… a la vez que Dan empezaba a jadear….yaa! yaaa! decía. Ella algo molesta le dijo: Noooo aun nooo estúpido!, aguántate!El regaño surtió efecto, se contuvo entonces de un jalón lo acostó a el se le acomodó y como una mariposa abrió sus alitas y zaaaz!!!! Hasta adentro, luego me dijo: por favor Man! Por favor cumple mi fantasia! Sabes cual es! La hemos platicado,….

Yo, sabia lo que ella deseaba, asi que nuevamente la penetre sin ningún remordimiento todo hasta adentro, empecé a sacársela suavemente y luego mas y mas aprisa mientras ella se meneaba en un vaivén desenfrenado asiiiii papacitos, asiii eso era lo que siempre había añorado aaaaah mas Man mas, yo le acariciaba sus pechos con ambas manos, la besaba en su nuca, yaaaaa grito! Ya no aguanto… al tiempo que Dan se apresuraba a sacarla y venirse ella también lo hizo, yo no podía dejar pasar la oportunidad de darle por su puchita muy dilatada….

La quité de con Dan, la acomodé de ahorcadas frente a mi mientras ella estaba viendo como se perdia mi camote en su rajada!!! Hoooo siiii! Mencionaba, esto es un sueño Mannnnn, pinche man!!! Estas super dotadoooooo porque no me lo hiciste antesss,,,….. eres todo un conocedor ¡!!!!!!!, asi mi amor me dijo asi! Hasta no verlo ooooo ssiiii papá!!!, quiero cogerme tu verga completaa!!!! Aahhhh oooo siiiii!!!! yo estaba que ardia casi no me podía contener….se volvió a venir en mi pero…. No solo fue eso me lleno todas las piernas de sus miados, ¡Había logrado lo que alguna ocasión le había dicho! Que se vendría hasta mearse….Mi mirada a sus ojos fue de satisfacción de: ¡Siempre logro lo que me propongo!, la abrace fuertemente empecé a mecerme a su ritmo, Dan estaba todo exausto, ella me dijo cuando te venga avísame quiero que tu leche caliente empape mis chichotas…. Seguí moviéndome con frenesí hasta que ambos gritamos al tiempo que sacaba mi verga de su puchita empapada, y la empecé a bañar de mi liquido viscoso y caliente, le cayo en las manos, en los pechos poco en su rostro…. Estábamos agotados satisfechos, deseosos de mas….Era la primera vez que la tomaba, asi que…. Yo sabia que tendríamos toda una tarde noche salvaje, tomamos la botella de champagna, boto el corcho en el techo y salió el espumoso característico de esa bebida, ella se lo acerco a su piel y coquetendonos, con ganas de mas nos pregunto….. gustan???Pues aquí está en mi cuerpo, con eso, ella empezó a bañarse de tan espumoso liquido y corrimos ambos a beber de sus mieles….


Mi colega la Abogada

Comentarios (1) 06.07.2009. 16:27

Jamás olvidaré el lugar. La mejor habitación, la N°42, del más lujoso y recientemente inaugurado hotel de alta rotatividad de nuestra ciudad. Y menos olvidar a Laura, con quien compartimos ese día allí una botella Mágnum de champaña Brut bien helada. Pero para ir a los hechos debemos ubicarnos también en el tiempo. Era una nubosa mañana de otoño con su fría llovizna pertinaz, que invitaba a viva voz a no estar a la intemperie. La botella en cuestión era un regalo que tiempo atrás me había hecho una cliente de nuestro estudio de abogados, en atención al resultado favorable del juicio en el cual la habíamos patrocinado.

Tanto Laura como yo somos afectos a esta bebida y siempre concordamos que la mejor ocasión para disfrutarla es cuando la compartimos en nuestros encuentros amorosos. Y la ocasión se dio. Si bien no era la primera vez que íbamos a estar juntos íntimamente, esta había sido planeada con anterioridad mucho cuidado y prestando especial atención a todos los detalles. El plan era quedarnos hasta la noche desde la hora habitual de inicio en la mañana de nuestra jornada laboral en el estudio. Durante todo ese día “nuestra oficina” sería ese lugar tan disímil de la de todas las mañanas. También Laura estaba distinta. No era porque a diario que se vistiera y arreglara con mal gusto, sino todo lo contrario. Pero esa mañana estaba radiante, más bonita que de costumbre, lo cual no era nada fácil. Se había maquillado con mucho esmero, dando un marco especial a sus profundos ojos color miel y acentuando el volumen de sus carnosos labios, los cuales sabía que eran un detalle muy sugerente en su cautivador rostro. Subida a esos zapatos de fino tacón, era de esas mujeres que al caminar cadenciosamente, como bien sabe hacerlo, no pasan en absoluto desapercibidas, sino que por lo contrario hacen que más de uno desvíe la vista hacia su bien proporcionado cuerpo.

Esa mañana, no más traspasar la puerta de la habitación, entramos a un mundo creado pura y exclusivamente para el disfrute de la sensualidad en todas sus formas. Una dulce melodía de fondo nos recibió en un ambiente suavemente perfumado, con una iluminación tenue pero que permitía observar todos los detalles, dado que la vista es uno de los sentidos esenciales en toda relación de pareja. La temperatura era ideal en toda la habitación, lo cual permitía prescindir con comodidad no solo de las vestimentas habituales en esa época del año, sino de toda otra prenda de ropa, tal como teníamos pensado hacer. Despojándonos presurosamente de nuestros abrigos y depositando la botella Mágnum que Laura llevaba acunada en sus brazos en el frigobar, nos dimos al juego de observar el lugar, reflejándonos en los innumerables espejos que rodeaban la estancia, así como en el que estaba estratégicamente ubicado sobre el enorme lecho. Enorme también era la bañera de hidromasajes, la cual estaría pronto llena de burbujeante agua caliente. No podíamos dejar de besarnos y acariciarnos, a la vez que nos describíamos entre gemidos las mil y una cosas que nos íbamos a hacer mutuamente. Estaba magnífica en ese vestido negro ajustado que tanto me enloquece. Al pasar la mano por sobre la fina tela pude disfrutar de todas las redondeces y recovecos de su estupendo cuerpo de hembra, la que sabía que en poco rato iba a ver satisfechos todos sus lujuriosos deseos. Y así es como gustaba mostrarse ante mí, con toda su pasión a flor de piel y sin tapujos de ningún tipo, sabiendo que ofreciéndose a mí como una verdadera puta, sin remilgos de ningún tipo, me hacía el hombre más feliz., a la vez que sabía yo que no le desagradaba en absoluto y no le costaba nada actuar de esa manera, sino que era algo natural para ella, a la vez que disfrutaba del juego a la par mía.

Encendimos la TV de amplia pantalla en la cual mostraban un video de un hombre acostado de espaldas y a dos rubias buenísimas que se deleitaban lamiendo y disputándose fingidamente su gran verga que apuntaba al techo como si en pocas horas fueran a prohibir las mamadas. En ese momento fue que me abrazó por detrás y comenzó a restregar mi espalda con sus turgentes tetas, a la vez que me decía susurrantemente al oído: “Te prometo que para celebrar tu cumpleaños te voy a dar una fiesta de esas”. No pude más y la giré para enfrentarla fundiéndonos así ambos en un muy caliente duelo de lenguas, como preámbulo de todo lo que íbamos a utilizarlas en el resto del día. Allí comencé a buscar a su espalda la cremallera de su vestido, pero no más allá de la mitad de su recorrido ella se desasió de mi abrazo y con una sonrisa entre infantil y pícara, que insinuaba sin lugar a dudas un enorme morbo, me dijo: “Hoy las cosas las hago yo. Tú solo tenés que esperarme con las copas servidas y sentado en el sofá”, dicho lo cual tomó su bolso y se fue rápidamente al baño. Ni corto ni perezoso procedí a servir dos copas rebosantes del frío champaña, las cuales dejé sobre una mesilla, dedicándome luego a disfrutar del DVD en el cual esas dos estupendas hembras le estaban prodigando esa soberana mamada a dos lenguas a tan afortunado tío. La aparición que tuve al abrirse suavemente la puerta del baño la tengo grabada a fuego en mi mente. Aparte de las sandalias negras de altísimo tacón sujetas a sus esplendidas pantorrillas con finísimas tiras de cuero, subiendo la vista y al final de esas hermosas piernas , lucía un súper minúsculo tanga del mismo color, del cual su parte posterior se perdía al interior de su hermoso culo. Cubría su torso solo una muy corta camisa de seda blanca desabotonada en su totalidad, con lo cual al entreabrirse dejaba ver ese par de hermosas tetas. Pero para culminar la obra, al cuello lucía un pequeño moñito negro, lo cual le daba un toquecillo de morbo impresionante.

Con un andar felino que tan solo de verla me quitaba el aliento pegó un lento giro sobre si misma para que pudiera admirarla. Y vaya si lo hice... Tomando ambas copas de la mesilla caminó seductoramente hacia donde estaba yo sentado, a la vez que me decía mientras me ofrecía una de ellas: -“Quedate quieto que hoy voy a servirte yo... Y voy a complacerte en todo además de servirte,- agregó en un tono de voz ronco acorde con su mirada lujuriosa y sus movimientos voluptuosos cargados de una hasta ahora reprimida calentura que bien sabía que se iba a sacar conmigo. Y allí comenzamos nuestro brindis: -“Por la mejor hembra de mi vida”, dije yo. -“Por el mejor macho que me he cogido”, dijo ella. Seguimos en estos términos, ella librándome de mi corbata y camisa y yo de la suya, con lo cual quedó solo con su tanga y moñita y ofreciéndome esas dos tetas que pedían a gritos que se las comieran. No las hice esperar porque derramé a propósito un poco de champaña sobre ellas y comencé a lamerlas como si en ello me fuera la vida. Yo seguía recostado en el sofá mientras ella me pasaba juguetona sus pezones por la cara, a la vez que se afanaba en mi cinturón, el cual desabrochó rápidamente para agacharse a sacar mi pantalón. Así, yo en boxers y ella en tanga, nos pusimos a bailar y más que a bailar, a restregarnos desesperadamente, a lo cual la giré y comencé a hacerle notar mi paquete en su colita. Para qué..., agarrada por detrás como la tenía, se adelantó unos pasos hasta quedar parada frente a uno de los enormes espejos que nos mostraban de cuerpo entero donde siguió contorneándose a la vez que con sus manos acariciaba su cuerpo. Me quité inmediatamente los boxers y me aproximé a ella por detrás abrazándola. Al sentirme desnudo a sus espaldas fue que entonces llevó mis manos hacia arriba para que sobara mejor sus tetas, a la vez que ella movía su culito contra mi verga ya totalmente dura a estas alturas, bajando yo una mano para acariciar su concha, ya totalmente húmeda por entonces. Mi verga se deleitaba con el roce de su culo dado que la minúscula tira del tanga no estorbaba en absoluto porque se había deslizado ya muy adentro. Prácticamente se sentaba en mi pija diciéndome lo rica que estaba y como me la iba a mamar en poco tiempo. Imposible de seguir así, fue que me arrodille y con los dientes comencé a morder los bordes del tanga hasta bajarlo hasta sus pantorrillas, a la vez que mi lengua se deleitaba en todos sus poros lamiéndola por todos lados y haciéndola gemir como yegua en celo. Mientras tanto, los restos de champaña se los vertía ella por las tetas y el ombligo, saboreándolo yo finalmente cuando llegaba escurriendo hasta la entrada de su concha. Que placer saborear esa caliente concha con gusto a champaña al tiempo de oír a mi hembra decir todas las guarradas inimaginables. Mi lengua se perdía en sus profundidades cogiéndola a lengua literalmente. Para terminar esta parte debo decir que finalmente levantó su pierna derecha apoyándola al borde del sofá y yo me dediqué a esa cogida lingual hasta que ella estalló en un profundo ruidoso y húmedo orgasmo, luego del cual ya no le quedaron fuerzas ni para estarse de pie, con lo cual debí ayudarla a caminar hasta el lecho para quedar allí tumbada, repitiendo “Que linda cogida, papito”. Ahora me tocó a mí servir otra copa de champaña para cada uno, brindando por la próxima acabada...

Cuando Laura iba por la mitad de la suya, la dejó sobre la mesilla junto a la cama y con una sonrisa cómplice me dijo: “Te voy a demostrar que mi lengua también puede dar mucho placer”. A lo cual comenzó a lamerme el pecho, y cuando cerré los ojos me lanzó encima el resto de su copa, lo que me hizo pegar un brinco. Ahora tenía la verga y las bolas empapadas de champaña, con lo cual estaba todo dispuesto para que la fiesta diera comienzo. Y ya que ella era insuperable como fiestera, comenzó a utilizar su lengua de manera como solo ella sabe hacerlo. Empezó por secarme el cuerpo muy lentamente, sorbiendo cada gota de champagne, y usando a su vez todo su cuerpo estirado sobre mí para excitarme con lentos movimientos felinos. Era una visión de gloria poder ver la imagen de ella reflejada en el gran espejo del techo, como en una gran pantalla de TV, pareciendo que yo estaba asistiendo a la proyección de una película erótica, en la cual era protagonista en tiempo real. Sentir deslizarse sus bien formadas tetas todo a lo largo de mí, a la vez que utilizaba magistralmente su larga lengua y yo asistía en el espejo a los eróticos movimientos de su culo, era una verdadera locura, tanto así que mi verga se comenzó a endurecer como nunca antes. Luego de que hizo con sus tetas todas las perversiones inimaginables sobre mi cara y mi verga, empezó a mamarmela con una suavidad enorme, a la vez que intentaba decirme todas las guarradas que sabía y otras que inventaba. Y digo intentaba, porque con la boca llena solo le salían unos muy eróticos y entrecortados gemidos gruturales que me excitaban cada vez mas. Quién hablaba y la dirigía mientras gozaba era yo, dado que a ella le calienta escuchar que le digan ciertas cosas. Sin sacar mi verga de su boca comenzó a girar lentamente con la intención de que yo también saboreara su concha y así hacernos un 69, cosa que siempre nos gustó practicar en la posición yo abajo y ella arriba arrodillada. Luego de lamerla por unos instantes le dije que iba a hacer lo mismo que ella, a lo cual dejé correr sobre su culo el resto de mi copa, lo cual la mojo totalmente y la dejó muy sabrosa. Volví a entrar en su culito con mi lengua, para luego bajar por su concha, ayudándome además de mi lengua y labios con mi barbilla bien afeitada. A todo esto, mientras gozaba gimiendo como una buena puta, su trabajito en mi verga comenzaba a darle sus frutos. Ya solo no estaba dura, sino que con su trabajo de lengua también en mis bolas me tenía a punto de acabar. Y así logramos hacerlo a dúo, yo tomando todos sus deliciosos jugos con un toque de champagne y ella haciendo lo propio con todo el caudal de leche que emanaba de mi miembro, succionando como si le fuera la vida, sin sacarla de su boca ni en un solo momento ni dejando que escurriera ni una gota fuera de ella. En eso estuvimos no sé cuanto tiempo, donde solo oíamos los sonidos entrecortados de las cosas que intentábamos decirnos pero que no se entendían por tener ocupadas nuestras respectivas bocas. Luego de tragar yo todos sus jugos y ella toda mi leche, que fue abundante por ser el primer polvo, nos soltamos y allí si nos dijimos todo lo que nos vino en mente luego de esa formidable acabada simultánea. -“Así me gusta, que seas mi yegua reputa…” -“Soy cada vez mas reputa contigo, me enloquece ser tu puta, me gusta como me calentas y luego como me sacas la calentura…” Luego de un apasionado beso, en el cual compartimos nuestros propios sabores, nos dimos una ducha juntos, sobándonos enjabonados hasta en los más recónditos huecos, no sin antes abrir los grifos del jacuzzi para que se fuera llenando de agua, para que fuera nuestro próximo lugar de juegos.

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