Descendimos en el aeropuerto de Santiago de Chile luego de un vuelo sin mayores contratiempos. El tramo más largo desde Lima ya estaba cumplido así que calculaba en pocas horas estar en Baires, finalmente en casa luego de tres días pasados en la hermosa ciudad peruana con la excusa de un Congreso profesional, gran invento de las agencias de turismo y elegante excusa para justificar ausencias laborales.
La azafata invitó gentilmente a los pasajeros que hacíamos tránsito a acomodarnos en la sala de espera, pero para enojo y fastidio de todos y sin variar su sonrisa inmutable nos comentó que el vuelo sería demorado dos o tres horas por problemas climáticos sobre la cordillera.
Nos informó que como el aeropuerto está en refacciones, había sectores inutilizables, pero que de todas maneras, a modo de premio consuelo, podíamos circular por el área del free shop y la confitería...
Suspiré y decidí caminar un poco por allí, con un gesto inútil estiré implacables arrugas de mi vestido de hilo, lamentando haber elegido esa prenda tan inconveniente para un viaje aéreo, pero que había adquirido con femenino arrebato en la feria de la Plaza Mayor.
Circulé por las góndolas del free, probando cosméticos y perfumes, mientras me prometía a mi misma mantener la tarjeta de crédito bien guardada en mi bolso, lo cual siempre resulta arduo en esos sitios...
Me rescató de la situación la voz de un hombre que desde atrás me susurró al oído:
-Este es sin dudas el perfume para vos.. acercándome una muestra de "Very Irresistible"
No pude menos que sonreír ante esa forma de aproximarse, al tiempo que mi galán tomaba mi antebrazo y esparcía la fragancia en la parte interna de mi muñeca, no dejó de mirarme a los ojos mientras esperaba los treinta segundos de rigor para luego acercar mi mano a su rostro y apenas rozándome con su nariz y boca, confirmar
-No me equivocaba...es tu perfume.
Confieso que a pesar de la sorpresa y mi virtual petrificación ante esa actitud tan descarada, ese leve contacto me atravesó como un rayo, perdiendo la conciencia del lugar y el momento.
Sólo atiné a reír y explicar torpemente que no pensaba comprar nada, que sólo estaba haciendo tiempo por el retraso de mi vuelo.
-Me permitís que te lo regale?
-De ninguna manera, no corresponde, dije simulando ofenderme.
-Puedo al menos invitarte a tomar algo? soltó con su tono relajado pero firme.
-Ok, tomemos algo, eso no tiene nada de malo, dije, cuando le hice notar que aún me tenía tomada del brazo. Me soltó con delicadeza y caminamos hacia la confitería.
Busqué con la vista alguna mesa libre, pero ante la cantidad de pasajeros varados, sólo había lugar en los altos e incómodos bancos de la barra. Se sentó a mi derecha y pidió, sin consultarme, dos vodkatonic. A pesar de mi intento de protesta -no quería beber alcohol junto a un extraño que me había impactado de esa manera- él había adivinado que era el trago apropiado para el momento.
Nos presentamos un poco más formalmente, hablamos de los inconvenientes de la demora, él también estaba en tránsito, nos dimos algunos detalles de actividades y ocupaciones, lo socialmente correcto en estas circunstancias.
Bromeamos acerca de su estilo de aproximación y me comentó que fue un impulso el que lo llevó a a hacer eso, una súbita inspiración... Más risas, más relajada tensión, mientras sentía que me miraba y me tocaba al descuido, pero con calculada medida, casi como evaluando las posibilidades.
Mientras tanto, mi mente trabajaba a mil por hora, tratando de que la racionalidad venciera al instinto. Siempre es una dura y difícil batalla...la que declaré perdida cuando se acercó a besar mi cuello, contacto al que respondí, inevitablemente con un estremecimiento y un suspiro.
-Vamos, dijo, me tomó del brazo y me condujo hacia un largo pasillo que anunciaba un cartel "Area en construcción- Prohibido pasar" empujó una división precaria y entramos a un estrecho sitio repleto de materiales de construcción, estantes y herramientas varias se amontonaban a nuestro alrededor.
Mi corazón galopaba descontrolado, a la adrenalina que generaban el ambiente prohibido y nuestra actitud furtiva, se agregaron los brazos de mi compañero, que tomaron mi cintura y me giraron hasta dejarme apoyada contra una pared, mis manos fueron hacia su pecho, fuerte, fornido, acaricié ese cuerpo mientras nos enlazábamos en un beso, largo, jugoso, salvaje.
Lamí las comisuras de sus labios, su cuello, mientras las hábiles manos de mi amante remontaban mi vestido al tiempo que estrujaba mis muslos, mis nalgas, subían a mis pechos y bajaban otra vez, ambos nos abarcábamos, mi vientre, mi cadera reaccionaron como seres independientes pegándose y frotándose contra su cuerpo, sentía su sexo tenso y anhelante bajo las ropas.
Quise acceder a él, pero me detuvo, bajó mi escote y se sumergió de lleno a jugar con su boca, su lengua...Enterró su rostro entre mis pechos, mientras sus manos se deslizaban otra vez a hacia abajo, buscando y encontrando mi núcleo.
Se arrodilló y su lengua inquieta se adueño de mi sexo, mientras mis manos acariciaban su cabeza, la excitación se apoderó de mi poca conciencia y una de sus manos vino a mi boca para acallarme, recordándome en ese gesto donde estábamos. Comprendiendo el mensaje tomé esa mano y lamí uno por uno sus dedos, preludiando mi momento de saborearlo, cuando me derretía ante un inquietante y silencioso orgasmo, mis piernas temblaron, apenas podía sostenerme.
El se apartó y miró hacia arriba, no quiso perderse la imagen de mi goce, su barbilla empapada y brillante, sus ojos afiebrados...
Se incorporó y lo besé con avidez, empalagándome de mi sabor en esa boca, lo empujé hacia la pared de enfrente y él, abrió sus brazos alejándolos de su cuerpo, entregándose a mi. Desprendí su camisa jugué con mis labios y lengua sobre su pecho, vientre, ombligo, acercándome con torturante lentitud a su cintura, bordeé su pantalón dejando un surco de humedad, me aparté un poco y lo desprendí de las ropas que me separaban de mi deseo.
Emprendí un viaje lujurioso a lo largo y ancho de su miembro, reconociendo cada porción de piel, de carne que se me brindaba a plenitud, siguiendo el camino de cada vena hacia arriba buscando con avidez degustar ese manjar que emanaba.
Su respiración se agitaba, su cuerpo se tensó anunciando el próximo final, me detuvo por unos momentos, tomó mis hombros y me incorporé. Giramos de forma que yo quedara nuevamente de espaldas a la pared. Con movimientos de equilibrista nos ubicamos frente a frente y me sostuvo mientras al fin me penetraba.
La intensidad de nuestros jadeos no se opacaba ante el obligado silencio que cada vez más me costaba mantener, una y otra vez nuestros sexos increíblemente coordinados se humedecían mutuamente, se desafiaban a aumentar los placeres, nuestros cuerpos pedían a voces más y más.
Con torpe delicadeza llegamos al piso, olvidado ya rato atrás lo poco atractivo del lugar, mis rodillas se raspaban contra el suelo áspero, pero era más fuerte la llamada de mi vientre que me inducia a cabalgar sin piedad ese cuerpo que tanto placer me estaba regalando.
Sus manos aferraron con fuerza mis caderas mientras elevaba la suya buscando la total profundidad, caí rendida sobre su torso sudado, por unos instantes, me quedé en esa posición mientras sentía como se mantenía el calor que inundó mis entrañas.
Nos sentamos en el suelo y mientras nos recuperábamos, se escuchó el último llamado para mi vuelo.
Nos besamos tiernamente, me ayudó a vestirme y sin más palabras, nos despedimos.
Mientras caminaba por la manga sujetaba firmemente la tarjeta que me alcanzó casi en la puerta, la azafata miró sorprendida mi aspecto, las rodillas raspadas, el cabello revuelto, el vestido arrugado, le devolví la mirada con una sonrisa cómplice, hizo un gesto de comprensión y cerró la puerta tras de mi...
Comentarios Destacados
Excelente relato Lady !!!
Muy caliente y con una ambientación que dispara la adrenalina !!!
Nota al margen, ese perfume de Givenchy es delicioso !!! 😉
Gracias por compartir.
Angie te deja Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
42 comentarios - Pasajeros en tránsito
Excelente...espléndida experiencia...feromonas sexuales son sus palabras....
Miradas cómplices, divino...
Felicitaciones @Lady_GodivaII por el relato!
no creo que se puedan describir mejor tus relatos milady
me sedujiste, excitaste, enamoraste, una vez mas
link: http://www.youtube.com/watch?v=8_Y0lmDB2y0
Bello y excitante
Pd.despues el guarro soy yo... 🙎♂️
Excelente 👏 👏 👏
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta.
Yo comenté tu post, vos... ¿Comentaste el mío?
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y que complicadas son las tarjetas en el free shop!!!!!
"no dejó de mirarme a los ojos mientras esperaba los treinta segundos de rigor para luego acercar mi mano a su rostro y apenas rozándome con su nariz y boca, confirmar
-No me equivocaba...es tu perfume. "
Esa parte me pareció TAN sexy, pero TAN sexy, que todo lo demás era inevitable...
"era más fuerte la llamada de mi vientre"
Me encanta la forma en que escribís MiLady...
Excelente relato!!!!! Rindo mis honores de todas las formas posibles
Excelente relato, como siempre bien contado, apasionado, loco, hermoso!
Volveré!!
Besos
Mimilau 💕
Muuuy caliente!
Me encanto! Como todo lo que escribis...
Gracias pro compartir
Esta frase para mi resume el leitmotiv de su pequeña obra de arte: Dejarse ir... ceder a la pasión, al deseo, a la tentación
Y es magnífico cuando eso nos posee... Y usted lo relató de la forma que nos tiene acostumbrados: Dándo cátedra...!!! 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹 🌹
Acepta tarjeta? Hágame el cupón por valor de 10 morlacos...
Un relato exquisitamente erótico.
Un lujo y un placer leerla hermosa dama 🙌
La mejor forma de agradecer es comentando a quien te comenta.
Muy caliente... una buena forma de pasar el tiempo esperando el embarque a un vuelo (o eso, o leer una selección de relatos de @Lady_GodivaII )
Saludos! 😘
paso por mi tierras y no avisa...mmmmm malo malo 😉
http://www.poringa.net/posts/relatos/2425358/Mer-Mis-Anecdotas-3-Salida-en-busca-de-Sergio-Tete-2.html