Así empecé con la hermosa y sensual madre de mi amigo...
Me voy a hacer llamar Till, por las dudas. Esta es una historia real que sucedió en el 2010, en junio para ser exactos. Ella se llama Liliana, es mamá de un amigo mío, no solo son amigos de la familia sino también vecinos en el barrio. Yo voy bastante seguido a la casa de ellos, pero siempre que se encontraba la madre también se encontraba el hijo y a veces también el padre o amigos, por lo cual nunca pude decirle a Liliana todo lo que siento por ella.
Liliana es una señora normal, no es alta (debe medir 1.65 m), no es gorda pero tiene pancita, esa pancita que se forma a lo largo de los años, rubia, con trasero y senos grandes, un poco caídos debido a que tiene 50 años pero igual sigue siendo una hermosa y sensual mujer. Estoy perdido por esta mujer pero nunca pude decírselo, aunque… seamos honestos las mujeres son mucho más vivas y rápidas que la mayoría de los hombres, algunos comentarios dije y ella parecía entenderlos pero no comentaba nada.
Siguiendo con el relato… Un día fui a la casa de mi amigo y era como cualquier otro día hasta que me llama mi amigo y me dice:
- Bueno Till, ¿sabes que mi vieja abrió un local de ropa en Bariló no?
- La verdad que ni idea tenía.- Le contesté con la verdad, jamás me lo habían mencionado.
- El tema es que ella se va el viernes y volvería el otro domingo.
- Aja… No entiendo el punto. ¿Querés hacer una joda? Sabes que no hay drama por mí, siempre y cuando me invites, claro jaja.
- No es eso… Escucha, mi mamá se va a Bariloche este viernes
- Si…
- Bien, ella va a llevar bastante dinero para pagar mercaderías y otras cosas y quisiera que la acompañes.
- Yo??? –Dije tratando de esconder mi emoción.
- Si vos.
- Pero… pero ¿solo? - hice una mueca para que pareciera que no me gustaba mucho la idea- ¿Porqué no le dijo a tu tía o vas vos?
- Yo ni loco me pierdo de hacer joda en esta casa así que metí la excusa que no voy por el colegio jaja. Y mi tía no puede ir le agarro gripe e ir al sur en invierno no creo que haga que se mejore.
- Que forro che, mínimamente estudiá algo así nadie sospecha.
- Si, quedate tranquilo con eso, ¿Puedo contar con que vas a ir con ella?
- Bueno, pero ¿porqué me elegiste a mi?
- En realidad se le ocurrió a mi vieja, más que nada por tu forma física, me dijo que solo un bobo se acercaría a ella con alguien como vos al lado y además porque somos casi de la familia y hay confianza.
Paso a describirme: no soy muy alto, solo llego a 1.75m, soy rellenito, pero tengo espalda, brazos y piernas grandes, además que sé artes marciales y llevo el pelo bien corto. En fin como no estaba trabajando en ese momento acepté sin ningún problema después que mi amigo le dijo que no me preocupara por la estadía, que una prima le prestaba un departamento de allá y que como iba de “custodio” el viaje me lo regalaban ellos ya que me negué a cobrar por el favor.
Llegado el viernes al mediodía me había preparado una valija para el viaje, voy a la casa de mi amigo donde su madre y él me esperaban, los saludo y hago un chiste alagando Liliana. Almorzamos tranquilos y 2hs antes del vuelo partimos para aeroparque así tendríamos tiempo por cualquier inconveniente. Tomamos el vuelo sin ningún problema y tipo 8 de la noche aterrizamos.
A eso de las 21 llegamos al departamentito, dejamos los bártulos sin ni siquiera ver cómo era el lugar y Liliana me propone de ir a cenar fuera, a lo cual acepté. Fuimos a cenar, nos reímos con anécdotas, tocamos casi todos los temas en la cena, yo la miraba a los ojos como tratando de decirle que en ese momento se estaba cumpliendo mi sueño de la infancia y creo que ella lo entendió. Llegaron los platos y corté un breve silencio tocándole la mano y diciéndole “basta de espera, a comer”, ella sonrió y tomó los cubiertos. Seguimos charlando y le propongo de ir a un barcito que conocí cuando había ido de viaje de egresados unos años antes y que no estaba muy lejos de ahí. Pagamos la cuenta y nos dirigimos a ese lugar. La velada terminó alrededor de las 3 ó 4 de la mañana cuando cerraron el bar llamado Cocodrilo. Volvimos caminando y continuando esa charla que había empezado mientras esperábamos la cena, de repente se tocó un tema que no se había tocado en toda la noche, la infidelidad.
Ella me contó como lavaba las camisas del marido con rouge o como veía que el marido llegaba un poco pasado de copas con olor a mujeres, lo cual no le molestaba tanto como cuando llegaba con olor a shampoo y jabón. En ese instante noté como se le empezó a quebrar la voz y lo primero que atiné a hacer fue abrazarla y sujetarla para darle contención, ella aceptó mi accionar y apoyó su cabeza en mi pecho y me devolvió el abrazo mientras algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Mi corazón latía a mil por hora, la adrenalina que me corría por dentro por estar ahí y así con ella era incalculable. Cuando noté que mi pantalón empezó a apretarme decidí soltarla y decir:
- Li, va a ser mejor que sigamos caminando o tomemos un taxi porque es tarde y te puede agarrar frío.
- No hay problema Till, estamos a la vuelta del departamento. Además vos estás mucho más desabrigado que yo, vos solo tenés un buzo, mientras que yo tengo guantes, una campera, un sweater y debajo del pantalón tengo ropa interior de invierno.
- Bueno, pasa que yo simplemente no siento el frío casi.
- Se nota, tenés sangre caliente jajaja. Vamos.
Me agarró del brazo y seguimos caminando haciendo comentarios y chistes sobre mi “calor”. Ni bien entramos nos dimos cuenta que no teníamos idea de cómo era el departamento ya que los bolsos estaban tirados al lado de la puerta de entrada. Prendimos la luz y empezamos a investigar. Era un lindo apartamento con una estufa a gas simulando un hogar a leña y arriba puesta sobre la pared había una televisión 52”, frente a él había una mesita ratona con adornos y a sus lados unos sillones de una plaza mientras que perfectamente al opuesto del hogar había un sillón de tres cuerpos bastante cómodo. Toda la casa estaba adornada con bellas pinturas y fotos, el piso era de madera pero bastante de él estaba cubierto por alfombras. Había un baño cómodo con bañera y bidet. La cocina era amplia con azulejos blancos en las paredes, todas las instalaciones hechas de acero inoxidable, eso si la heladera estaba vacía (cosa que me deprimió un poco jaja). Bien, por ahora vimos todo menos lo que más nos interesaba en ese momento, cerca de las 5 de la mañana queríamos dormir y fuimos a ver los dormitorios, pero solo había uno, lo cual no era un problema, lo que si era un problema es que la cama era matrimonial. En ese momento reaccione con mi mayor naturalidad y gracia posible y dije: “Hay dos opciones: 1) Es una cama matrimonial, y como no somos ni siquiera una pareja uno debe ir al sofá, y como yo soy el caballero iré yo. Pero tenemos la opción 2 que es que no nos importe nada y nos acostemos juntos, calentitos y que no digamos nada”. Me miró y se puso a pensar unos instantes mientras analizaba la situación. En el momento que me dirigí al living ella dice: “Será mejor no confundir nada. Mejor sería que uno duerma en el sofá, ¿no te parece? Digo, por las dudas”. Yo me decepcioné un poco, me dije a mi mismo que era un imbécil por haber dejado pasar ESA oportunidad con LA MUJER por la cual estaba embobado. Pero conteniéndome dejé soltar un “si a vos te parece está bien por mí, no te hagas problema. Igual, si cambias de opinión hacémelo saber así voy ¿sí?” y solté una risa, ella me la devolvió y me dijo “dale, dale, si pasa vas a ser el primero en saberlo”. Cerró la puerta, lo cual por un lado era bueno porque podía masturbarme tranquilo, el punto malo es que no iba a poder verla mientras dormía o se cambiaba y así tener una mejor imagen para el momento de la “acción”.
Lo primero que hice fue prender el hogar y luego me cambié tranquilamente, me puse un pantalón largo deportivo y arriba me quede en cuero, total tenía la estufa al lado, puse la televisión a ver que pasaban, como estaba un poco aburrido todo eso fui a la cocina por un vaso con agua, ni bien cierro la canilla escucho una voz que me dice “¿me servís a mí por favor?”, Contesté afirmativamente y serví otro vaso. Cuando me fui a dar vuelta, ahí estaba ella, hermosa, contra el marco de la puerta, con un camisón largo negro con botones desabrochados en el pecho y una bata roja abierta encima. Toma el agua y me agradece por haberla escuchado con el tema del marido, le contesté que no había problema que para eso estaba, en eso me abraza apoya la cabeza en mi pecho y dice “ojalá tuviese un marido como vos, o a vos que me ame y sea fiel y compañero”. Eso me cayó como agua helada, no sabía que decir, lo único que hice fue abrazarla, en eso continua “lástima que seas amigo de mi hijo y de la diferencia de edad” lo cual solo dejó una pregunta que podría hacer “¿porqué decís eso lili?”. Hizo una pequeña risita y contestó “porque me haría feliz ser tu mujer, pero estoy no estoy ni para ser tu amante, puedo ser tu mamá” en ese momento apretó el abrazo y yo con una sonrisa en la boca digo “podrías ser mi vieja, pero no lo sos” esas palabras parecieron mágicas, sonrió, separó su cara de mi pecho, me miró y dijo “tenés razón”. Acto seguido acercó sus labios a los míos y nos besamos como una pareja de jóvenes enamorados, cuando ella recuperó el control de si misma se alejó y me pidió disculpas por haber actuado mal y haberme hecho confundir y se fue a la habitación cerrando la puerta. Yo me quedé ahí parado con mi verga erecta y me fui al baño para hacerme la paja de mi vida, creo que con todo lo que eyaculé esa vez me deshidraté, no tengo un miembro descomunal, pero tampoco soy manisero, 20cm x 5cm y bien venosa. Terminado eso procedí a acostarme en el sillón y dormir.
Habré dormido hasta las 14hs me desperté, me dirigí al baño pero noté que estaba cerrado, así que salude a mi compañera de vivienda la cual me dijo que se estaba bañando y que ya salía. Cuando sale lo hace con una toalla atada a la altura del pecho y me dice que me apure así vamos a comprar comida. El día transcurrió sin más nada, seguimos una rutina como si lo de la mañana nunca hubiera sucedido, ella prefería obviar y yo le seguía la corriente. Fuimos al local, me eligió ropa, controló la mercadería y todo eso, la empleada era muy buena onda y cuando nos fuimos ya era hora de cenar, fuimos a comprar víveres, ella se adelantó ya que yo me entretuve viendo artesanías, libros y demás cosas. Cuando llegué al departamento había un olor a salsa casera que inundaba mis sentidos, me dirigí a la cocina y ahí estaba ella en su magnífico esplendor, ahora con menos frío parecía, ya que estaba con un camisón beige de mangas cortas que le llegaba a las rodillas y unas pantuflas.
- Que bien huele.
- ¿Te gusta? Estoy haciendo salsa para ponerle a los fideos.
- Mmm… no puedo esperar a que estén listos, me dio hambre.
- Ya van a estar, pegate una ducha caliente que cuando salgas te los sirvo.
Eso hice y eso sucedió, mientras cenábamos en la mesa de la cocina veíamos una tele y hablábamos sobre cosas del negocio y lo que había visto por la calle. Terminamos de cenar y ambos decidimos ir a descansar, cuando me estaba acomodando para acostarme en el sillón nuevamente escucho que Liliana me llama.
- Tengo frío.- Me dice.
- ¿Te traigo una frazada?
- No creo que sirva, tengo 2 ya. Si te digo que cambié de opinión ¿vendrías?
- Sin dudarlo.
- ¿De qué lado te gusta dormir?
- No me molesta ninguno, mientras este con vos.
- Lo mismo digo.
Me acuesto y por medio de los pies siento que verdaderamente tenía frío, estaba helada y usaba 2 frazadas y el acolchado, Junté sus pies con los míos para por lo menos darle un poco de calor. Al yo ser caluroso y estar tan abrigado comencé a transpirar de inmediato así que le pregunte si le molestaba que me sacara el pantalón porque estaba muy acalorado, ella contesta que no tiene inconveniente, me quedo en calzoncillos y noto con la pierna que sus piernas también estaban heladas, cuando le toco el brazo estaba a la misma temperatura.
- ¿Te pasa algo lili?
- Es que para que me vieras un poco más sexy me libere de ropa y parece que ahora mi cuerpo lo está mostrando.
- ¿Más sexy? Si para mi sos la más sexy vistiéndote como siempre. Tu simple mirada me estimula.
- No sabía que podría provocar algo así en alguien y menos en alguien más joven.
- Bueno, si querés comprobarlo acá tenés.
La abracé por atrás y apoyé mi miembro en sus nalgas, ella se sobresaltó un poco pero no emitió palabra alguna. Empezó a reaccionar un poco más tarde, comencé a hacerle masajes y refregarle las piernas y las manos con mis manos y le decía cosas al oído. Ella reaccionaba muy bien a los estímulos, emitía gemidos de gusto, en eso decido meter una mano por el cuello del camisón y tocar sus tetas, empezó a moverse un poco, cuando comenzó a tomar ritmo decidí meter mi otra mano por debajo para llegar al tesoro. Me sorprendió el notar que no tenía bombacha, pero no me importó, comencé a jugar con sus labios mayores y su clítoris mientras ella dejaba escapar sonidos de placer. En eso se pone boca arriba lo cual retira mi mano de sus pechos, pero se me facilita en su entrepierna, ella se abre de piernas y yo me pongo encima de ella, le saco el camisón y me quedo mirándola. Ella se tapa y dice:
- ¿Ya dejé de excitarte? ¿Dejó de gustarte esta vieja cuando viste como realmente es?
- Nada que ver, estoy tratando de recordar cada centímetro de tu cuerpo, es una de las cosas más hermosas que vi en mi vida, no te tapes, me volvés loco.
- Ah, ¿sí?
- Si mi amor.
Y en ese momento me pongo bien sobre ella y la beso en los labios mientras con mi pene dentro del calzoncillo hago presión contra su vagina. Ella aprieta mi cara contra la de ella con sus manos, yo me retiro y comienzo a bajar por su pecho, deteniéndome en sus maravillosas tetas, con una mano toco una mientras con mi boca beso la otra y le succiono el pezón, luego de estar unos minutos sigo mi camino a la gloria, bajo a su vientre y llego al tesoro más esperado, su femineidad. Inicio el cunnilingus besando la zona de a alrededor de a poco, abro sus labios con los dedos, para poder verla mejor por dentro y ahí, como animal sediento comienzo a pasar mi lengua por su vagina y toco con la punta de la lengua su clítoris, ella se retorcía, gemía y a veces gritaba, apretaba fuertemente las sabanas y las almohadas. Llegado el momento empieza a contraerse, a gritar más y más pidiéndome que siga, que jamás sintió lo que sentía en ese momento y en medio de un “SIIIIIIII” acabó en mi boca, yo lamí todas sus secreciones y no me detenía estiré tanto el cunnilingus que también le lamia el ano y veía y sentía como se contraía de placer. En eso me corre y me acuesta, me dice que ahora tenía que disfrutar yo, se subió sobre mí me besó la boca y acto seguido me retiro la ropa interior y floreció mi poronga en su mayor esplendor, estaba tan dura que me dolía, ella se sorprendió al verla, estaba toda mojada y dura.
“Perdoname si te lastimo, hace mucho que no hago esto” y empezó a hacerme una paja, ella me la miraba como cuando un niño recibe ese regalo tan especial que pidió a todo el mundo. De a poco fue dándole besos, luego le pasaba la lengua hasta que se atrevió a írsela metiendo en la boca, sacó su mano e hizo todo el trabajo con su boca, yo la guiaba un poco con la mano en su cabeza, en eso llega ESE momento, no aguantaba más, y para que no se sorprendiera o enojara trate de correrle la cara, pero ella se aferro y siguió chupando, ahí entendí que quería que me vengue por haberme acabado en la boca y eso hice, descargué todo mi semen en su boca, lleno sus cachetes con mi leche, me miró y tragó todo. En ese momento me puse loco del placer (para las mujeres que lo lean, no hay nada más excitante para un hombre que mostrarle que se tragan su semen), se rió y me dijo que no recordaba que supiera tan delicioso, es más ella recordaba que la hacía vomitar las veces que trato de tragársela a su marido. Miró mi entrepierna y sorprendida se alegró al ver que no se bajó ni un centímetro, me besó y me pidió que la haga mi mujer, ella se acostó y yo me tire encima de ella, fui guiando mi glande hasta su vagina y poco a poco la fui penetrando, estaba muy apretada, ni bien la penetré ella dejó salir un suspiro de alivio. Comencé a embestirla sin parar, ella lloraba del placer, yo no lo podía creer, lo estaba haciendo con ella, con la mamá de mi amigo, bueno, desde ese momento dejó de ser eso para ser mi amante, estuve un rato largo en esa posición, subiéndole las piernas a mis hombros, dándole de costado, ella no lo podía creer que hasta ese momento ya había tenido 3 orgasmos, en eso se la saco y le propongo cambiar la posición, ella me tumba contra la cama, se sube arriba mío guía mi verga y se penetra, no pasan 10 minutos que siento que voy a acabarle nuevamente y le aviso, me mira y dice que no hay problema, que lo haga sin miedo. Acabé, creo, que más que la vez anterior, todo dentro de lili que se retorcía del placer al sentir mis chorros llenándola. Liliana cae rendida sobre mí, me dice que ya no puede, que esta vieja a lo que le contesto que yo ya me recupere, pero ahora quiero otro orificio, me dijo que no le pida nada, que ella era mía para siempre.
Me corro de debajo de ella y me pongo atrás, esta vez, mi glande apunta a su ano, el cual estaba muy cerrado, pero de a poco pudo ir haciéndose el camino, en este momento las lagrimas de ella no eran solo de placer, también le dolía ya que hacía más de 5 años que no se lo hacían por atrás. Mis manos se aferraron a sus tetas, mi boca a su nuca y mi pelvis a sus nalgas, no podía parar, simplemente no podía, luego de un rato acabé dentro de su ano. Me agradece por tan fantástica noche, pero se disculpa porque no resiste más y se durmió. Yo me quede detrás de ella la abracé, la besé y la seguí al mundo de los sueños, aunque el mío ya se había hecho realidad.
A la mañana siguiente me despierto con una sensación de orinar, cuando me incorporo me doy cuenta que no eran ganas de orinar sino de eyacular debido a que Liliana me estaba haciendo una mamada, me clava una mirada como pidiéndome la leche y se la entrego toda la cual traga, se tiende sobre mi y volvemos a tener relaciones, después seguimos en el baño, cocina y living, ese día ya era domingo, no tenía que trabajar así que tuvimos relaciones todo el día, a mi mucho no me costaba porque tengo casi 30 años menos que ella y por ende tengo más resistencia carnal. Solo me puso una condición que no importara donde siempre le acabe adentro, lo cual acepté, ese día se me secaron los testículos pero no podría haberlo pasado mejor, los días siguientes fueron parecidos, solo que íbamos al local (donde no hacíamos nada) y salíamos a caminar o a cenar, pero dentro del departamento éramos los amantes más fogosos. El último día hicimos la despedida toda la mañana y quedando en que eso no iba a quedar ahí, sino que siempre que tengamos un hueco lo revivamos o continuemos la relación. Eso hizo que no nos pongamos tristes cuando el avión estaba aterrizando en la vuelta, donde nos dimos el último beso de pareja por el momento, porque seguimos teniendo nuestros encuentros, algunos fugaces y otros no tanto, lo que si no me dijo es que sigue siendo fértil y bueno, en este momento está de 6 meses, tiene una panza hermosa y ese bebé lo tapó haciéndole creer al marido que es suyo, ya que ni bien se enteró que había quedado lo obligó a tener relaciones y bueno, mi amigo está esperando que sea varón, yo espero a que vuelva a sonar mi celular para volver a verla.
Espero les haya gustado, perdonen por lo extenso.
Comentar no cuesta nada y me ayuda a saber si les gustó así me incentivo a seguir escribiendo.
Me voy a hacer llamar Till, por las dudas. Esta es una historia real que sucedió en el 2010, en junio para ser exactos. Ella se llama Liliana, es mamá de un amigo mío, no solo son amigos de la familia sino también vecinos en el barrio. Yo voy bastante seguido a la casa de ellos, pero siempre que se encontraba la madre también se encontraba el hijo y a veces también el padre o amigos, por lo cual nunca pude decirle a Liliana todo lo que siento por ella.
Liliana es una señora normal, no es alta (debe medir 1.65 m), no es gorda pero tiene pancita, esa pancita que se forma a lo largo de los años, rubia, con trasero y senos grandes, un poco caídos debido a que tiene 50 años pero igual sigue siendo una hermosa y sensual mujer. Estoy perdido por esta mujer pero nunca pude decírselo, aunque… seamos honestos las mujeres son mucho más vivas y rápidas que la mayoría de los hombres, algunos comentarios dije y ella parecía entenderlos pero no comentaba nada.
Siguiendo con el relato… Un día fui a la casa de mi amigo y era como cualquier otro día hasta que me llama mi amigo y me dice:
- Bueno Till, ¿sabes que mi vieja abrió un local de ropa en Bariló no?
- La verdad que ni idea tenía.- Le contesté con la verdad, jamás me lo habían mencionado.
- El tema es que ella se va el viernes y volvería el otro domingo.
- Aja… No entiendo el punto. ¿Querés hacer una joda? Sabes que no hay drama por mí, siempre y cuando me invites, claro jaja.
- No es eso… Escucha, mi mamá se va a Bariloche este viernes
- Si…
- Bien, ella va a llevar bastante dinero para pagar mercaderías y otras cosas y quisiera que la acompañes.
- Yo??? –Dije tratando de esconder mi emoción.
- Si vos.
- Pero… pero ¿solo? - hice una mueca para que pareciera que no me gustaba mucho la idea- ¿Porqué no le dijo a tu tía o vas vos?
- Yo ni loco me pierdo de hacer joda en esta casa así que metí la excusa que no voy por el colegio jaja. Y mi tía no puede ir le agarro gripe e ir al sur en invierno no creo que haga que se mejore.
- Que forro che, mínimamente estudiá algo así nadie sospecha.
- Si, quedate tranquilo con eso, ¿Puedo contar con que vas a ir con ella?
- Bueno, pero ¿porqué me elegiste a mi?
- En realidad se le ocurrió a mi vieja, más que nada por tu forma física, me dijo que solo un bobo se acercaría a ella con alguien como vos al lado y además porque somos casi de la familia y hay confianza.
Paso a describirme: no soy muy alto, solo llego a 1.75m, soy rellenito, pero tengo espalda, brazos y piernas grandes, además que sé artes marciales y llevo el pelo bien corto. En fin como no estaba trabajando en ese momento acepté sin ningún problema después que mi amigo le dijo que no me preocupara por la estadía, que una prima le prestaba un departamento de allá y que como iba de “custodio” el viaje me lo regalaban ellos ya que me negué a cobrar por el favor.
Llegado el viernes al mediodía me había preparado una valija para el viaje, voy a la casa de mi amigo donde su madre y él me esperaban, los saludo y hago un chiste alagando Liliana. Almorzamos tranquilos y 2hs antes del vuelo partimos para aeroparque así tendríamos tiempo por cualquier inconveniente. Tomamos el vuelo sin ningún problema y tipo 8 de la noche aterrizamos.
A eso de las 21 llegamos al departamentito, dejamos los bártulos sin ni siquiera ver cómo era el lugar y Liliana me propone de ir a cenar fuera, a lo cual acepté. Fuimos a cenar, nos reímos con anécdotas, tocamos casi todos los temas en la cena, yo la miraba a los ojos como tratando de decirle que en ese momento se estaba cumpliendo mi sueño de la infancia y creo que ella lo entendió. Llegaron los platos y corté un breve silencio tocándole la mano y diciéndole “basta de espera, a comer”, ella sonrió y tomó los cubiertos. Seguimos charlando y le propongo de ir a un barcito que conocí cuando había ido de viaje de egresados unos años antes y que no estaba muy lejos de ahí. Pagamos la cuenta y nos dirigimos a ese lugar. La velada terminó alrededor de las 3 ó 4 de la mañana cuando cerraron el bar llamado Cocodrilo. Volvimos caminando y continuando esa charla que había empezado mientras esperábamos la cena, de repente se tocó un tema que no se había tocado en toda la noche, la infidelidad.
Ella me contó como lavaba las camisas del marido con rouge o como veía que el marido llegaba un poco pasado de copas con olor a mujeres, lo cual no le molestaba tanto como cuando llegaba con olor a shampoo y jabón. En ese instante noté como se le empezó a quebrar la voz y lo primero que atiné a hacer fue abrazarla y sujetarla para darle contención, ella aceptó mi accionar y apoyó su cabeza en mi pecho y me devolvió el abrazo mientras algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas. Mi corazón latía a mil por hora, la adrenalina que me corría por dentro por estar ahí y así con ella era incalculable. Cuando noté que mi pantalón empezó a apretarme decidí soltarla y decir:
- Li, va a ser mejor que sigamos caminando o tomemos un taxi porque es tarde y te puede agarrar frío.
- No hay problema Till, estamos a la vuelta del departamento. Además vos estás mucho más desabrigado que yo, vos solo tenés un buzo, mientras que yo tengo guantes, una campera, un sweater y debajo del pantalón tengo ropa interior de invierno.
- Bueno, pasa que yo simplemente no siento el frío casi.
- Se nota, tenés sangre caliente jajaja. Vamos.
Me agarró del brazo y seguimos caminando haciendo comentarios y chistes sobre mi “calor”. Ni bien entramos nos dimos cuenta que no teníamos idea de cómo era el departamento ya que los bolsos estaban tirados al lado de la puerta de entrada. Prendimos la luz y empezamos a investigar. Era un lindo apartamento con una estufa a gas simulando un hogar a leña y arriba puesta sobre la pared había una televisión 52”, frente a él había una mesita ratona con adornos y a sus lados unos sillones de una plaza mientras que perfectamente al opuesto del hogar había un sillón de tres cuerpos bastante cómodo. Toda la casa estaba adornada con bellas pinturas y fotos, el piso era de madera pero bastante de él estaba cubierto por alfombras. Había un baño cómodo con bañera y bidet. La cocina era amplia con azulejos blancos en las paredes, todas las instalaciones hechas de acero inoxidable, eso si la heladera estaba vacía (cosa que me deprimió un poco jaja). Bien, por ahora vimos todo menos lo que más nos interesaba en ese momento, cerca de las 5 de la mañana queríamos dormir y fuimos a ver los dormitorios, pero solo había uno, lo cual no era un problema, lo que si era un problema es que la cama era matrimonial. En ese momento reaccione con mi mayor naturalidad y gracia posible y dije: “Hay dos opciones: 1) Es una cama matrimonial, y como no somos ni siquiera una pareja uno debe ir al sofá, y como yo soy el caballero iré yo. Pero tenemos la opción 2 que es que no nos importe nada y nos acostemos juntos, calentitos y que no digamos nada”. Me miró y se puso a pensar unos instantes mientras analizaba la situación. En el momento que me dirigí al living ella dice: “Será mejor no confundir nada. Mejor sería que uno duerma en el sofá, ¿no te parece? Digo, por las dudas”. Yo me decepcioné un poco, me dije a mi mismo que era un imbécil por haber dejado pasar ESA oportunidad con LA MUJER por la cual estaba embobado. Pero conteniéndome dejé soltar un “si a vos te parece está bien por mí, no te hagas problema. Igual, si cambias de opinión hacémelo saber así voy ¿sí?” y solté una risa, ella me la devolvió y me dijo “dale, dale, si pasa vas a ser el primero en saberlo”. Cerró la puerta, lo cual por un lado era bueno porque podía masturbarme tranquilo, el punto malo es que no iba a poder verla mientras dormía o se cambiaba y así tener una mejor imagen para el momento de la “acción”.
Lo primero que hice fue prender el hogar y luego me cambié tranquilamente, me puse un pantalón largo deportivo y arriba me quede en cuero, total tenía la estufa al lado, puse la televisión a ver que pasaban, como estaba un poco aburrido todo eso fui a la cocina por un vaso con agua, ni bien cierro la canilla escucho una voz que me dice “¿me servís a mí por favor?”, Contesté afirmativamente y serví otro vaso. Cuando me fui a dar vuelta, ahí estaba ella, hermosa, contra el marco de la puerta, con un camisón largo negro con botones desabrochados en el pecho y una bata roja abierta encima. Toma el agua y me agradece por haberla escuchado con el tema del marido, le contesté que no había problema que para eso estaba, en eso me abraza apoya la cabeza en mi pecho y dice “ojalá tuviese un marido como vos, o a vos que me ame y sea fiel y compañero”. Eso me cayó como agua helada, no sabía que decir, lo único que hice fue abrazarla, en eso continua “lástima que seas amigo de mi hijo y de la diferencia de edad” lo cual solo dejó una pregunta que podría hacer “¿porqué decís eso lili?”. Hizo una pequeña risita y contestó “porque me haría feliz ser tu mujer, pero estoy no estoy ni para ser tu amante, puedo ser tu mamá” en ese momento apretó el abrazo y yo con una sonrisa en la boca digo “podrías ser mi vieja, pero no lo sos” esas palabras parecieron mágicas, sonrió, separó su cara de mi pecho, me miró y dijo “tenés razón”. Acto seguido acercó sus labios a los míos y nos besamos como una pareja de jóvenes enamorados, cuando ella recuperó el control de si misma se alejó y me pidió disculpas por haber actuado mal y haberme hecho confundir y se fue a la habitación cerrando la puerta. Yo me quedé ahí parado con mi verga erecta y me fui al baño para hacerme la paja de mi vida, creo que con todo lo que eyaculé esa vez me deshidraté, no tengo un miembro descomunal, pero tampoco soy manisero, 20cm x 5cm y bien venosa. Terminado eso procedí a acostarme en el sillón y dormir.
Habré dormido hasta las 14hs me desperté, me dirigí al baño pero noté que estaba cerrado, así que salude a mi compañera de vivienda la cual me dijo que se estaba bañando y que ya salía. Cuando sale lo hace con una toalla atada a la altura del pecho y me dice que me apure así vamos a comprar comida. El día transcurrió sin más nada, seguimos una rutina como si lo de la mañana nunca hubiera sucedido, ella prefería obviar y yo le seguía la corriente. Fuimos al local, me eligió ropa, controló la mercadería y todo eso, la empleada era muy buena onda y cuando nos fuimos ya era hora de cenar, fuimos a comprar víveres, ella se adelantó ya que yo me entretuve viendo artesanías, libros y demás cosas. Cuando llegué al departamento había un olor a salsa casera que inundaba mis sentidos, me dirigí a la cocina y ahí estaba ella en su magnífico esplendor, ahora con menos frío parecía, ya que estaba con un camisón beige de mangas cortas que le llegaba a las rodillas y unas pantuflas.
- Que bien huele.
- ¿Te gusta? Estoy haciendo salsa para ponerle a los fideos.
- Mmm… no puedo esperar a que estén listos, me dio hambre.
- Ya van a estar, pegate una ducha caliente que cuando salgas te los sirvo.
Eso hice y eso sucedió, mientras cenábamos en la mesa de la cocina veíamos una tele y hablábamos sobre cosas del negocio y lo que había visto por la calle. Terminamos de cenar y ambos decidimos ir a descansar, cuando me estaba acomodando para acostarme en el sillón nuevamente escucho que Liliana me llama.
- Tengo frío.- Me dice.
- ¿Te traigo una frazada?
- No creo que sirva, tengo 2 ya. Si te digo que cambié de opinión ¿vendrías?
- Sin dudarlo.
- ¿De qué lado te gusta dormir?
- No me molesta ninguno, mientras este con vos.
- Lo mismo digo.
Me acuesto y por medio de los pies siento que verdaderamente tenía frío, estaba helada y usaba 2 frazadas y el acolchado, Junté sus pies con los míos para por lo menos darle un poco de calor. Al yo ser caluroso y estar tan abrigado comencé a transpirar de inmediato así que le pregunte si le molestaba que me sacara el pantalón porque estaba muy acalorado, ella contesta que no tiene inconveniente, me quedo en calzoncillos y noto con la pierna que sus piernas también estaban heladas, cuando le toco el brazo estaba a la misma temperatura.
- ¿Te pasa algo lili?
- Es que para que me vieras un poco más sexy me libere de ropa y parece que ahora mi cuerpo lo está mostrando.
- ¿Más sexy? Si para mi sos la más sexy vistiéndote como siempre. Tu simple mirada me estimula.
- No sabía que podría provocar algo así en alguien y menos en alguien más joven.
- Bueno, si querés comprobarlo acá tenés.
La abracé por atrás y apoyé mi miembro en sus nalgas, ella se sobresaltó un poco pero no emitió palabra alguna. Empezó a reaccionar un poco más tarde, comencé a hacerle masajes y refregarle las piernas y las manos con mis manos y le decía cosas al oído. Ella reaccionaba muy bien a los estímulos, emitía gemidos de gusto, en eso decido meter una mano por el cuello del camisón y tocar sus tetas, empezó a moverse un poco, cuando comenzó a tomar ritmo decidí meter mi otra mano por debajo para llegar al tesoro. Me sorprendió el notar que no tenía bombacha, pero no me importó, comencé a jugar con sus labios mayores y su clítoris mientras ella dejaba escapar sonidos de placer. En eso se pone boca arriba lo cual retira mi mano de sus pechos, pero se me facilita en su entrepierna, ella se abre de piernas y yo me pongo encima de ella, le saco el camisón y me quedo mirándola. Ella se tapa y dice:
- ¿Ya dejé de excitarte? ¿Dejó de gustarte esta vieja cuando viste como realmente es?
- Nada que ver, estoy tratando de recordar cada centímetro de tu cuerpo, es una de las cosas más hermosas que vi en mi vida, no te tapes, me volvés loco.
- Ah, ¿sí?
- Si mi amor.
Y en ese momento me pongo bien sobre ella y la beso en los labios mientras con mi pene dentro del calzoncillo hago presión contra su vagina. Ella aprieta mi cara contra la de ella con sus manos, yo me retiro y comienzo a bajar por su pecho, deteniéndome en sus maravillosas tetas, con una mano toco una mientras con mi boca beso la otra y le succiono el pezón, luego de estar unos minutos sigo mi camino a la gloria, bajo a su vientre y llego al tesoro más esperado, su femineidad. Inicio el cunnilingus besando la zona de a alrededor de a poco, abro sus labios con los dedos, para poder verla mejor por dentro y ahí, como animal sediento comienzo a pasar mi lengua por su vagina y toco con la punta de la lengua su clítoris, ella se retorcía, gemía y a veces gritaba, apretaba fuertemente las sabanas y las almohadas. Llegado el momento empieza a contraerse, a gritar más y más pidiéndome que siga, que jamás sintió lo que sentía en ese momento y en medio de un “SIIIIIIII” acabó en mi boca, yo lamí todas sus secreciones y no me detenía estiré tanto el cunnilingus que también le lamia el ano y veía y sentía como se contraía de placer. En eso me corre y me acuesta, me dice que ahora tenía que disfrutar yo, se subió sobre mí me besó la boca y acto seguido me retiro la ropa interior y floreció mi poronga en su mayor esplendor, estaba tan dura que me dolía, ella se sorprendió al verla, estaba toda mojada y dura.
“Perdoname si te lastimo, hace mucho que no hago esto” y empezó a hacerme una paja, ella me la miraba como cuando un niño recibe ese regalo tan especial que pidió a todo el mundo. De a poco fue dándole besos, luego le pasaba la lengua hasta que se atrevió a írsela metiendo en la boca, sacó su mano e hizo todo el trabajo con su boca, yo la guiaba un poco con la mano en su cabeza, en eso llega ESE momento, no aguantaba más, y para que no se sorprendiera o enojara trate de correrle la cara, pero ella se aferro y siguió chupando, ahí entendí que quería que me vengue por haberme acabado en la boca y eso hice, descargué todo mi semen en su boca, lleno sus cachetes con mi leche, me miró y tragó todo. En ese momento me puse loco del placer (para las mujeres que lo lean, no hay nada más excitante para un hombre que mostrarle que se tragan su semen), se rió y me dijo que no recordaba que supiera tan delicioso, es más ella recordaba que la hacía vomitar las veces que trato de tragársela a su marido. Miró mi entrepierna y sorprendida se alegró al ver que no se bajó ni un centímetro, me besó y me pidió que la haga mi mujer, ella se acostó y yo me tire encima de ella, fui guiando mi glande hasta su vagina y poco a poco la fui penetrando, estaba muy apretada, ni bien la penetré ella dejó salir un suspiro de alivio. Comencé a embestirla sin parar, ella lloraba del placer, yo no lo podía creer, lo estaba haciendo con ella, con la mamá de mi amigo, bueno, desde ese momento dejó de ser eso para ser mi amante, estuve un rato largo en esa posición, subiéndole las piernas a mis hombros, dándole de costado, ella no lo podía creer que hasta ese momento ya había tenido 3 orgasmos, en eso se la saco y le propongo cambiar la posición, ella me tumba contra la cama, se sube arriba mío guía mi verga y se penetra, no pasan 10 minutos que siento que voy a acabarle nuevamente y le aviso, me mira y dice que no hay problema, que lo haga sin miedo. Acabé, creo, que más que la vez anterior, todo dentro de lili que se retorcía del placer al sentir mis chorros llenándola. Liliana cae rendida sobre mí, me dice que ya no puede, que esta vieja a lo que le contesto que yo ya me recupere, pero ahora quiero otro orificio, me dijo que no le pida nada, que ella era mía para siempre.
Me corro de debajo de ella y me pongo atrás, esta vez, mi glande apunta a su ano, el cual estaba muy cerrado, pero de a poco pudo ir haciéndose el camino, en este momento las lagrimas de ella no eran solo de placer, también le dolía ya que hacía más de 5 años que no se lo hacían por atrás. Mis manos se aferraron a sus tetas, mi boca a su nuca y mi pelvis a sus nalgas, no podía parar, simplemente no podía, luego de un rato acabé dentro de su ano. Me agradece por tan fantástica noche, pero se disculpa porque no resiste más y se durmió. Yo me quede detrás de ella la abracé, la besé y la seguí al mundo de los sueños, aunque el mío ya se había hecho realidad.
A la mañana siguiente me despierto con una sensación de orinar, cuando me incorporo me doy cuenta que no eran ganas de orinar sino de eyacular debido a que Liliana me estaba haciendo una mamada, me clava una mirada como pidiéndome la leche y se la entrego toda la cual traga, se tiende sobre mi y volvemos a tener relaciones, después seguimos en el baño, cocina y living, ese día ya era domingo, no tenía que trabajar así que tuvimos relaciones todo el día, a mi mucho no me costaba porque tengo casi 30 años menos que ella y por ende tengo más resistencia carnal. Solo me puso una condición que no importara donde siempre le acabe adentro, lo cual acepté, ese día se me secaron los testículos pero no podría haberlo pasado mejor, los días siguientes fueron parecidos, solo que íbamos al local (donde no hacíamos nada) y salíamos a caminar o a cenar, pero dentro del departamento éramos los amantes más fogosos. El último día hicimos la despedida toda la mañana y quedando en que eso no iba a quedar ahí, sino que siempre que tengamos un hueco lo revivamos o continuemos la relación. Eso hizo que no nos pongamos tristes cuando el avión estaba aterrizando en la vuelta, donde nos dimos el último beso de pareja por el momento, porque seguimos teniendo nuestros encuentros, algunos fugaces y otros no tanto, lo que si no me dijo es que sigue siendo fértil y bueno, en este momento está de 6 meses, tiene una panza hermosa y ese bebé lo tapó haciéndole creer al marido que es suyo, ya que ni bien se enteró que había quedado lo obligó a tener relaciones y bueno, mi amigo está esperando que sea varón, yo espero a que vuelva a sonar mi celular para volver a verla.
Espero les haya gustado, perdonen por lo extenso.
Comentar no cuesta nada y me ayuda a saber si les gustó así me incentivo a seguir escribiendo.
4 comentarios - Una semana con Lili